—¡Gatito! —Chilló Hyunjin al ver al felino, abrió la puerta del jardín y tomó al gato en brazos. —¿Qué tal estás, bonito? —Hwang puso una voz aguda mientras acariciaba al animal. Miró el cielo oscuro, ya era de noche. Minho le acompañó todo la tarde pero tuvo que irse antes de que se hiciera muy tarde. —¿Qué haces aquí tan tarde? ¿Te quieres quedar a dormir conmigo?. —El gato ronroneo empujando su propia cabecita contra su mano, derritiendo el corazón de Hyunjin. Dejó un pequeño y delicado besito en su cabeza. —Seguro que tienes hambre.

Dejó al gatito en el suelo con cuidado y se fue a la cocina siendo seguido por el pequeño animal. Hyunjin abrió la nevera pensando qué podía servirle, formando una mueca con ligera tristeza al ver como estaba prácticamente vacía.

—Parece que no tengo mucho que ofrecerte. —Sacó un tetrabrik. —¿Un poco de leche te apetece?

Hyunjin vertió la leche en un platito y lo colocó en el suelo para que el gato pudiera beberla.

Al día siguiente, a la misma hora Hyunjin fue a su cama seguido del gatito, ambos se tumbaron y Hwang abrazó al gato un rato haciéndole mimos. El felino estaba al borde de dormirse así que el chico cogió su móvil y abrió la galería, comenzando a ver unas fotos con una sonrisa nostálgica. 

Hyunjin soltó un sollozo y Felix podía asegurar que las lágrimas querían salir de sus ojos, se acurrucó más cerca de Hwang en un intentó de hacerle saber que estaba ahí para él, pero claro, no se lo podía decir porque los gatos no hablan.

La noche siguiente, el gatito esperaba en la puerta del jardín, Hyunjin le recibió como todos los días y lo cargó en sus brazos para meterlo dentro de la casa.

—Hace mucho frío, ¿verdad? ¿Qué te parece una noche de mantita y películas?

El gato solo maulló, indicando que le encantaba la idea.

Felix, con su máscara puesta, se encontraba en la cama de Hyunjin. Era el cuarto día consecutivo que iba a casa de Hwang y a decir verdad no se sentía bien, no solo físicamente si no se sentía mal por romper el acuerdo que había hecho con Han y saltarse las advertencias de su abuela.

Miró a Hyunjin, quien volvía a tener esa expresión nostálgica y triste en su rostro mientras miraba fotos de la galería de su móvil.

Felix quería preguntar que era eso que le ponía de humor tan bajo a su amigo, estaba muy preocupado por él, pero volvió a tener un golpe de realidad, los gatos no hablan.

Lee sostenía la máscara entre sus manos ¿Lo haría otra vez? Sería el quinto día  consecutivo qué se ponía la máscara.

Pensó en Hyunjin, en la triste y decaída actitud que adoptaba por las noches cuando miraba esas imágenes en su galería.

Pero luego pensó en él, en todo el esfuerzo y sacrificio que hacía cada vez que se ponía la máscara e iba a visitar a Hyunjin. No solo se sentía más cansado y con dolores de cabeza, si no que también se sentía culpable, había prometido a Han que dejaría de convertirse en gato, o al menos lo haría menos a menudo.

Recordó que Hyunjin solo quería su compañía cuando era un gato. En los primeros días, Hwang le ignoraba, no tomaba en cuenta ni la admiración que sentía por él ni sus regalos... Aunque Felix reconocía que a veces actuaba con demasiada intensidad, cuando se trataba de aquel pelinegro no podía evitarlo.

A pesar de lo culpable que se sintió por dejar a Hyunjin en su soledad, negó, ese día no se pondría la máscara.

Dejó el objeto dentro de un armario, no podía verla o no podría evitar ponérsela, y sin pensarlo más se metió en su cama para intentar dormir.

A la mañana siguiente fueron a clase y siguieron preparando la canción para el proyecto. Felix se fijó que Hyunjin no estaba como otros días, no solo lo notaba algo decaído, si no también tenía el rostro rojo y se veía muy cansado.

En este momento, Felix y Hyunjin se encontraban continuando su canción, faltaba muy poco para el final del proyecto y tenían que presentar su canción delante de todos. Hwang intentaba centrar su atención pero sentía su cabeza estallar y Felix pareció notarlo.

—Hyunjin, ¿Qué tal si vas al baño un momento? Igual te sientes mejor. —El nombrado asintió ante las palabras de Felix y con el permiso del profesor se fue al baño.

En esos días habían avanzado más con la canción, tampoco iban tan bien como el resto de grupos pero no estaban tan agobiados. Soobin y Taehyun no tenían ni la mínima intención de colaborar y todo el trabajo lo estaban haciendo Hyunjin y Felix, pero tenían claro que se lo dirían a algún profesor.

Por otro lado, Al estar sentados en la misma mesa a la hora del recreo los ocho chicos comenzaron a crear una bonita amistad y algún que otro sentimiento amoroso.

¿Quién se podría imaginar que un chico como Seo Changbin iba a caer ante los encantos de Lee Felix?

Añadiendo que cada día que pasaba los amigos del grupo veían como la amistad de Jeongin y Chan se volvía más cercana, hasta el punto de ir juntos a todas partes, se tarde juntos en las clases que tenían en común, ir a comer a la casa del otro...

Volviendo a la actualidad, Felix empezó a preocuparse ya que Hyunjin llevaba demasiado rato en el baño y decidió ir a buscarle.

—No no no. —Lee se asustó al encontrarlo en el suelo con los ojos cerrados, se arrodilló a su lado e incorporó al mayor un poco notando un moratón en su frente. —Despierta, despierta. —Al ver qué no reaccionaba a los suaves golpes que dejaba en sus mejillas comenzó a agitar su cuerpo. —Hyunjin, Hyunjin por favor.

Pudo suspirar aliviado cuando Hwang comenzó a soltar algunos murmuros mientras abría los ojos con lentitud.

—Hey... ¿Lix?

—Bien. Vamos a la enfermería.

Hyunjin estaba sentado en la camilla mientras la enfermera del instituto preparaba un trapo con hielo.

—Lix.

—¿Sí? ¿Qué pasa?

—¿Has visto mis calcetines? —Lee miró sus pies. Hyunjin tenía unos calcetines blancos con una línea roja y una línea azul en cada par.

—Pues no me había fijado. —Contestó extrañado. —¿Por qué preguntas?

—Bob Esponja los tiene igual. —Felix le seguía mirando sin entender nada y Hyunjin le sonreía con los ojos levemente cerrados.

—Sí, los tiene igual. —Miró como Hwang balanceaba sus pies.

—Entonces soy Bob Esponja. —Felix soltó una carcajada sin entender por qué se comportaba así mientras acariciaba el cabello del contrario. 

La enfermera se acercó y colocó el trapo en la frente de Hyunjin, sobre el moratón para bajar la hinchazón.

—Sujétalo aquí, corazón. —Hwang obedeció a la amable señora con una sonrisa. —Deberías irte a tu casa. ¿Quieres que llame a tus padres para que vengan a recogerte?

—Mi padre no puede venir, Minhonnie es quien suele cuidarme cuando estoy enfermo pero hoy tiene que cuidar a sus hermanitas. —Hyunjin sonrió al nombrar a aquellas niñas. —¡Son tan adorables! Una vez estaba con Minho en su casa y ellas...

—Creo que yo podría llevarle a casa. —Felix miro a la enfermera y habló por encima de Hyunjin quien no dejaba de hablar. —Yo le cuidaré.

—¿No tiene ningún otro familiar?

—Por lo que yo sé todos viven en otras ciudades. —Mintió, ya que no conocía a ningún otro familiar pero no quería dejar solo a Hyunjin. Vivían en el mismo barrio así que él mismo podría cuidarle.

—Está bien, iré un momento a firmar unas cosas para que os podáis ir sin problemas, esperadme aquí. —La enfermera se fue.

—Lix.

Lee hizo un sonidito de afirmación queriendo dar a entender que le escuchaba mientras sacaba su móvil y tecleaba en él, quería que avisar a sus amigos y a su abuela para no crear confusiones.

—Feliiiix. —Hwang comenzó a dar toquecitos con su dedo en el brazo del menor. —Hazme caso, hazme casooo.  —Al ver que Felix le volvió a dirigir otro sonido de afirmación sin mirarle mientras seguía escribiendo agarró la mano libre del contrario y empezó a tirar de ella para llamar su atención.

Felix se puso totalmente rojo.

—¿Qué pasa, Hyunjinnie? —Hwang sonrió al conseguir su objetivo.

—¿Me has llamado Hyunjinnie?

—Sí, ¿Te molesta? 

—No no. —El mayor negó con rapidez. —Solo me recordaste a alguien...

—Ya podéis marcharos. —Interrumpió la enfermera. —Haz que repose e intenta bajarle la fiebre, está demasiado alta. Te habrás dado cuenta de que está empezando a delirar.—Felix asintió ante las palabras de la mujer y salieron de la universidad.

Wow, cuánto tiempo.

¿Qué tal estás?

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Perdón por las actualizaciones tan lentas. Muchas gracias por tu paciencia.

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