060
Taehyung se levanta con un gruñido al intentar inhalar fuertemente su aroma favorito en el mundo sin tener mucho éxito. Busca un poco con las manos algún cuerpo a su lado, fallando nuevamente.
Se sentía terrible no tenerlo todo el tiempo y algo triste se levanta de la cama. Hubiera sido lindo al menos tener a Jungkook unos minutos allí esa mañana pero entendía que el omega tenía clases más temprano que él y lo que ya había hecho la noche anterior por él era mucho.
Al abrir la puerta de su habitación un leve aroma a té calentito entra por sus fosas nasales junto con el dulzor a fresas y banana. No molestandose en ocultar su emoción camina rápidamente hacia la cocina encontrándose a Jungkook allí haciéndo el desayuno para ambos.
—Tae, justo iba a levantate para que desayunamos juntos.
Embobado por la presencia del omega sonríe y asiente sin emitir palabra alguna, sentándose en la silla sin despegar sus ojos de Jungkook un solo segundo.
—¿Quieres que le ponga azúcar al té?— Tae niega con la cabeza y Jungkook acerca una taza de té hacia él junto con un plato de arroz con kimchi.
—Gracias Jungkook.
Éste le sonríe tiernamente y se sienta frente a él con un plato de comida también. —no es nada Tae. Es lo mínimo que puedo hacer.
Taehyung ignora su comentario aunque moría por contestarle. Moría por decirle lo mucho que lo amaba, lo feliz que era a su lado y que Jungkook ignoraba todo lo bueno que hacía por él para solo enfocarse en lo malo. Si tan solo se viera a través de los ojos de Taehyung, entendería por qué le agradecía cada mínima acción.
—¿No tenías clases temprano?
—Si, pero le pedí a Yoongi hyung si podía tomar notas por mi.
—Dile gracias de mi parte.
Jungkook le sonríe y asiente. —le diré.—vuelve su mirada a su plato y puede ver su rostro un poco arrepentido —siento mucho no poder acompañarte a tu facultad cuando rindas, es que no puedo faltar a la siguiente clase porque hay trabajos grupales y no quiero dejar a Yoongi hyung solo haciendo...
—Koo, está bien— dice estirando su mano por sobre la mesa.
A penas si se permitía esos mínimos roces hacia él. Quería que supiera lo mucho que lo respetaba y sobre todo a su espacio, al tiempo que le pidió y que esperaba desde lo más profundo de su ser que se sintiera bien.
—Otra vez estás mirándome así, Tae...— dice Jungkook levemente ruborizado.
—¿Así cómo?
—No lo sé, pero me quedas mirando fijamente con una sonrisa en el rostro y me dan ganas de esconderme.
—Lo siento. No puedo evitar pensar en algunas cosas cuando te tengo cerca.
Jungkook vuelve a mirarlo arrepentido y asintiendo lentamente —Lo valoro mucho Lobito. A tu paciencia, a tu cariño, a tu protección. En serio eres increíble.
—Jungkook... no quiero que pienses que intento apurar algo o que no respeto tu tiempo y espacio, es solo que tengo curiosidad y... ¿cómo estás? Si sabes a lo que me refiero.
Jungkook asiente mirándolo fijamente —Estoy bien, me siento mejor... Tuve cuatro sesiones hasta el momento, intento colaborar con los ejercicios que me pide y...— suelta un suspiro negando con la cabeza —me siento mejor Tae. Sé que todo es cuestión de tiempo pero hay cosas que creo que aprendí y las veo desde otra perspectiva. Hay cosas por aprender todavía pero creo que voy por el buen camino.
—Me alegro mucho Kookoo, de verdad quiero que todo mejore para ti.
Jungkook le sonríe y sigue comiendo en completo silencio, como si estuviese metido en sus pensamientos. Taehyung también respetaba eso y si no quería decirle en qué pensaba, no iba a presionarlo.
—Creo que me iré, tengo que pasar por casa por mis cosas antes de clases.— dice a los pocos minutos levantándose de golpe y llevando su plato a la pileta para limpiarlo rápidamente. —Tae, todo saldrá bien, confío muchísimo en tu inteligencia y sé que te irá genial.— vuelve a acercarse y lo abraza por los hombros mientras esté seguía comiendo sin entender por qué tan repentinamente se había levantado. —Te adoro Lobito, por favor llámame cuando termines y si necesitas lo que sea de mi. Adiós.
Deja un beso sobre su coronilla y sale por la puerta de entrada sin darle siquiera tiempo a reaccionar.
Luego de su última clase Jungkook vuelve a su casa a encerrarse en su habitación. Se estaba carcomiendo la cabeza con el mismo pensamiento, casi contándole horrores pensar en otra cosa que no fuera en esa.
—¿Y a ti qué te pasa?— le pregunta Yugyeom entrando a su habitación detrás de él y acostándose a su lado en la cama. —¿quieres que hablemos?
Jungkook asiente frenéticamente —no sé qué hacer Yugyeom.
—¿Con qué?
—Con Taehyung.
—¿Taehyung?— pregunta confundido el alfa y Jungkook asiente —¿qué con él?
—Es que... yo le pedí un tiempo y no sé exactamente de cuánto tiempo estábamos hablando.
Yugyeom levanta una ceja mirandolo extrañado —¿es broma no?
—Yugyeom... esto es en serio. No tengo el derecho a decirle que quiero volver.
—¿Por qué no?
Jungkook niega lentamente, no pudiendo explicarse siquiera a él mismo lo que pasaba por su cabeza.
—Esto sería más sencillo si yo fuera como Taehyung. Él sabe cómo tratarme, cómo hacerme sentir querido y protegido. Ojalá pudiera hacerle sentir tan bien como él a mi, ojalá pudiera merecerlo.
—Jungkook, ¿tu viste cómo te mira Taehyung?— éste lo mira esperando una respuesta —déjame decirte que eres un excelente amigo pero un pésimo novio.
—¡Yugyeom!— dice Jungkook pegándole con la almohada aunque causándole risa de igual manera —no sé ser un novio, no sé estar en una relación. Es mi primera vez.
—Lo sé Kookie— Yugyeom voltea en la cama rodrandolo con ambos brazos y recostandose sobre su pecho. —te estás complicando demasiado solo.
—¿Qué quieres decir? ¿qué tendría que hacer?
—Te pondré ejemplos. Tú me ves a mi, me considero extremadamente divertido, guapo, inteligente. Incluso creo que es un alivio para algunos alfas que esté enamorado de Jackson porque sino... —Jungkook comienza a reír al escucharlo halagarse tanto a si mismo —está bien. Lo dejo en y muchas cualidades más, pero eso no significa que me ame en su totalidad. Podría decir que me acepto, acepto que tengo cosas por mejorar y cosas que las hago bien.
Jungkook asiente, comprendiendo a lo que se refería. Podía llegar a aceptarse, lo hacía en realidad.
—Mira Taehyung, tú siempre dices que no lo mereces porque él es perfecto. Pero Jungkook, justo ayer estuviste con él porque a pesar de ser muy bueno en matemáticas no tiene la suficiente confianza en sí mismo. Nadie es perfecto Kook, todos aprendemos a aceptarnos.
—Sé que nadie es perfecto Yugyeom, pero Taehyung lo hace todo bien conmigo. Ojalá pudiera hacer eso por él.
—Y hazlo.
—¿Hacer qué?
—No sé, tu dijiste que querías hacer las cosas bien como él así que haz eso. A lo que sea que te refieras.
—Yo... no tengo el derecho a pedirle para volver.
—¿Por qué no?
—No debería ser así. No me gusta pensar en que nos separamos cuando yo quiero y volvemos cuando yo quiero.
—Jungkook, si Taehyung no quisiera volver contigo te lo diría, no tiene ninguna obligación de aceptarte nuevamente.
—Gracias, me siento mucho más tranquilo ahora— le dice irónicamente.
—Ya— dice Yugyeom riéndose —pero en serio. Dicelo, escribele una carta, regálale algo, lo que quieras y no creas que que todo lo que haces está mal, ten un poco de fe en ti.
—¿Tu crees que lo merezco?
—Kookito, tu eres mi persona favorita en el planeta. Deja de ver solo lo malo que hay en ti.
Jungkook asiente conmovido con su amigo —gracias Yugy.
—Cuando quieras.— dice levantándose de la cama —ahora, acompáñame. Nayeon y yo queremos hacer algo con tu cabello.
—No les voy a dejar tocar mi cabello.
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