006

A la hora del almuerzo, el humor de Jungkook era un asco. Yugyeom nuevamente estaba fuera de su aula y este insistía en almorzar en la misma mesa que el azabache y que este le presentara a "su alfa".

Su lobo saltó de felicidad ante esas palabras y Jungkook tuvo que reprimir el gruñido de frustración por las emociones que tanto se molestaba en negar.

—Hoy no, Yugyeom, lo siento. Y no es mi alfa.

Esas palabras no bastaron, pues el alfa insistía e insistía hasta que tuvo que prometerle que en menos de una semana se lo presentaría.

También volvió a recordarle que se encontrarían en la puerta para ir juntos a su casa y el plantón que le dio Jungkook el día anterior.

Debido a eso, su humor no era el mejor cuando se sentó en la mesa con sus hyungs.

—Jungkook. —dice Taehyung con una sonrisa en el rostro.

Podría apostar que el lobo de Taehyung estaba con la lengua afuera y saltando de lado a lado de la felicidad de ver al omega. Le hizo cuestionar si el castaño odia a su lobo por esos comportamientos tanto como el odiaba al suyo por la felicidad que le causó ver la alegría de Taehyung al verlo.

—Hola. —dice simplemente y se sienta a su lado.

Todo el almuerzo Taehyung se la pasó hablando, contando sobre lo que aprendió el día anterior, sobre sus siguientes exámenes, mencionó a un amigo en Busan, y hasta lo mucho que desearía un perro.

Ese chico no se callaba, y Jungkook solo le sonreía de vez en cuando porque estaba muy ocupado concentrándose en que su omega no se le abalanzara encima.

—Jungkook ¿vas a biblioteca hoy? Tengo que hacer un trabajo y no quiero ir solo— dice Seokjin.

—Lo siento hyung, Yugyeom va a mi casa hoy.

—Oh, esta bien Kook— con la mirada Jungkook entiende que era una conversación la que quería tener con él.

—Yo puedo acompañarte— dice Namjoon a su omega y este le sonríe y asiente —¿Cómo está Yugyeom? Hace mucho no almuerza con nosotros.

—Y no lo hará tampoco— murmura Jungkook.

Al finalizar el día, Jungkook se dirige a la entrada del instituto para reunirse con su amigo como habían acordado.

Este estaba hablando con Jackson cuando se les unió.

—Jungkook-ah— dice Jackson dándole un fuerte abrazo haciendo que el omega suelte un gruñido y lo separe un poco. —ya no almuerzas con nosotros ¿qué pasó?

—Oh, no sabes, Jungkook ahora tiene un alfa que lo esta cortejando.

Jungkook en serio quería estrangular a Yugyeom en ese momento.

La cara de Jackson era para enmarcarlo. Este forma una 0 con su boca y abre los ojos de sobremanera observando a Jungkook.

—No te lo creo. ¿Conquistaste a alguien con esa actitud?

—Los detesto a ambos. No me está cortejando —su omega agachó las orejas en su interior —Y tú— dice señalando a Yugyeom —o me sigues o te quedas.

Sin decir más voltea en dirección a su casa. Yugyeom no tarda en seguirle el paso y ponerse a molestar nuevamente a Jungkook.

Llegan a su casa y piden las recetas de las famosas galletas a la madre de Jungkook, quien parece muy feliz de dárselas y de tener a Yugyeom en su casa.

Jungkook y Yeji compran los ingredientes necesarios mientras Yugyeom queda en su casa para ponerse al día con Nayeon, quien era como su madre también.

Luego de hornearlas, los cuatro miran una película elegida por su hermana, -quien demandó su derecho diciendo que nunca era ella quien las elegía.

Yugyeom estaba con un estupendo humor y eso alegró mucho al azabache. Su humor siempre era muy bueno, pero a veces le atormentaba pensar en qué tan bueno era este fingiendo.

En ese momento, su aroma a café estaba tan fuerte e irradiaba la alegría que este sentía. Su familia era la única que sabía sobre el amor secreto de su amigo y la única que lo aceptaba, tristemente. Era ese el motivo por el que Yugyeom pasaba tanto tiempo con ellos, debía de sentirse horrible con el resto de las personas.

Jungkook ya duchado y listo para acostarse, esperaba sentado en su cama hasta que el alfa también terminara de bañarse.

Llevaban tiempo sin hablar del tema, ya que no podían hacerlo en el instituto ni en algún lugar público por miedo a que los escucharan. Solamente en su casa podían hablar con total libertad.

Yugyeom sale de la ducha ya vestido con ropa que tenía en su casa y se tumba en la cama del azabache. Jungkook toma las piernas del alfa y las pone sobre sus muslos.

El omega hace cariñitos en sus pies, eso lo hacía dormir cuando este era pequeño, pero ahora Yugyeom no parece ni cerca de querer cerrar los ojos. Mantenía su mirada en el techo como si algo estuviera ocupando su mente.

—¿Cómo está todo en tu casa Yug?

El alfa se encoge de hombros y no aparta la mirada del techo —como siempre. Mientras siga hablando de omegas todo está normal por allá.

A Jungkook le molestaba tanto no encontrar como ayudarlo. Sabía cómo funcionaba su sociedad, este no podría ser libre sin ser juzgado en ningún momento. Si por él fuera, lo encerraría en una cajita de cristal donde pueda vivir libre y sin sentir la presión de encajar.

—Me gustaría decirte que tienes que decirles, pero no tienes que decirles.

Yugyeom sonríe y por fin lo mira, poniendo ahora su cabeza en el regazo de Jungkook.

—Ya pasará. Llevamos tres años de relación sin que nadie que nosotros no hayamos permitido se entere. Solo serán unos años más y luego podremos fingir que nos mudamos como simples amigos. Con esa esperanza me mantengo.

—En serio que si pudiera hacer algo lo haría.

—¿Sabes qué haces por mi?— Jungkook quedó callado esperando hasta que continuase —me haces sentir normal, nunca me trataste diferente ni me hiciste sentir que lo que siento está mal. Y eso significa mucho para mí.

Jungkook se acuesta a su lado rodeándolo con sus brazos.

—No hay nada malo en ti. Lo malo está en las personas que no pueden vivir su propia vida sin criticar la de los demás.

Luego de un rato en el que ambos están abrazados, Yugyeom decide hablar nuevamente.

—Hoy antes de ir al aula contigo, estábamos hablando sobre mudarnos, el próximo año cuando vayamos a la universidad. Ambos podríamos decir a nuestros padres que seriamos compañeros de piso mientras estudiamos.

—Eso suena muy bien, y creíble.

—Lo sé, el problema es que estábamos tan metidos en nuestra burbuja de que solo nos quedarían meses cuándo Min Yoongi entra al aula y nos encontró muy cerca el uno del otro.

—Ese tipo se dedica a fastidiar a las personas con la excusa de que es el presidente estudiantil y tiene que hacer cumplir las normas.

—Lo sé, no pensé que existiría alguien más odioso que tu hasta que lo conocí.

—No lo arruines Yugyeom, no arruines las pocas muestras de afecto que tenemos en la semana haciendo que te quiera estrangular.

—Está bien, lo siento. —Jungkook cierra los ojos con la intensión de ahora si dormirse, cuando escucha a su amigo hablar bajito —¿me presentaras a tu alfa?

—Agh, que molesto eres. NO ES MI ALFA.

—Ahora dilo sin llorar.

Esas palabras fueron suficientes para que Jungkook le diese la espalda con la intensión de dormirse así. Siente como Yugyeom se acerca y lo atrae hacia él, abrazándolo por la cintura muy pegado a su cuerpo, posición que no era nada incómoda para ninguno de los dos.

—¿Por que tantas ganas de conocerlo?— dice Jungkook luego de un rato.

—Es el primer alfa que me mencionas, Jungkook, mi trabajo como tu hermano y protector de vida es conocerlo y ver si es apto para entrar en la familia.

Jungkook se ríe y niega con la cabeza —no te creo, tu lo que quieres es avergonzarme y contarle sobre mi primer celo, adoras esa anécdota.

—Todo el mundo merece saberla.— dice y ambos se duermen.

Al otro día Jungkook se baña y se rocía neutralizador antes de irse al instituto.

Jungkook se negó a hacerlo en un inicio, pero cuando Yugyeom le preguntó cómo se sentiría él si Taehyung aparece con el aroma de otro omega, un gruñido salió de su lobo y Jungkook solo se dirigió al baño sin contestarle.

Lo último que quería es que el lobo de Taehyung se pusiera triste por sentir el aroma de otro alfa en Jungkook y que luego de eso su omega lo odiase a muerte.

De igual forma, el haberse llenado de neutralizador no fue suficiente para que el lobo de Taehyung no sintiera el aroma de Yugyeom en él.

Jungkook odiaba su vida, ¿en serio se sentía tan triste porque el alfa estaba callado a su lado en el comedor sin dirigir palabra alguna?

No sabía de qué manera aclarar la situación, no sabía de que manera decirle quién era Yugyeom en su vida, tenía que surgir el tema primero.

Pateo varias veces a Seokjin bajo la mesa y luego de la mirada dónde le indicaba lo que tenía que hacer este habló.

—¿Yugyeom durmió contigo anoche?

Taehyung soltó un gruñido y rápidamente se cubrió la boca.

¿Esa era la ayuda de Seokjin? Porque areció empeorarlo.

—Si. Sabes que es como mi hermano y ayer no estaba bien. —dice y nota como el humor de Taehyung no mejora en lo más mínimo.

No puede fingirlo, él se siente muy asustado en ese momento, asustado de que el alfa vuelva a alejarse de él como lo vio hacerlo cuando quiso sentarse a su lado.

—Va a almorzar con nosotros la próxima semana, quiero que conozca a Taehyung.— El alfa lo mira unos segundos y parece ablandar su mirada, solo un poco. —sé que tu lobo se debe sentir dolido, pero te aseguro que Yugyeom es... es Yugyeom, lo entenderás cuando lo conozcas. Ni a mi ni a mi lobo nos gusta.

Se maldice por haberlo dicho en voz alta. La mirada de Taehyung le puso pendejo nuevamente y necesitó aclarárselo.

Le duró solo un rato el odio a su omega, porque la hermosa sonrisa cuadrada que le regaló Taehyung luego de eso hizo que Jungkook no pueda borrar su sonrisa por el resto del almuerzo.





















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