005

 Jungkook solo tenía una cosa en mente al momento de ingresar en su casa, y era su madre, con quien no se permitía tener una conversación hace ya mucho tiempo. Necesitaba estar a su lado un momento, necesitaba volver a sentir que todo estaba bien, que su padre no era un hijo de puta y que su madre no estaba deprimida.

Va a la habitación y la ve acostada viendo televisión. Jungkook sabía que no era cierto, solo fingía hacerlo para que él y su hermana pensaran que estaba mejor. Su madre tenía los ojos perdidos y el rostro sin vida, viéndola cada vez más pálida y delgada.

Era difícil verla así y no poder hacer nada. Por mucha terapia que ella esté haciendo, solo era decisión de ella y su lobo el salir adelante.

Se sienta a su lado y esta lo mira, Jungkook nota como su mirada se ablandan y vuelve al mundo real. Sus cachorros seguían siendo lo más importante de la vida de la mujer, solo que su lobo a veces no se lo permitía recordar por la ausencia de quien creyó el amor de su vida.

—¿Almorzaste mamá? — pregunta Jungkook con algo de dolor en su pecho. Era otra de las razones por las que no hablaba tanto con ella, le dolía verla así.

—Si Kookie, Yeye pasó por aquí y almorzó conmigo.

Su hermana era mucho más pegada a su madre, y lo agradecía, ya que la compañía de la alfa era algo reconfortante para el lobo de su madre.

Antes, su mamá era su persona favorita en el mundo, eso cambió en los últimos años, ya que su ausencia en la casa causó un gran dolor en el omega menor, teniendo que quedarse sin madre y sin padre a los 16 años. Yeji era mejor persona que él en ese sentido, aún siendo un año menor que Jungkook, esta no guardaba ningún resentimiento en su corazón.

—Come, por favor, al menos haz eso por Yeji y por mi— dice y decide cambiar de tema al ver cómo su madre se pone triste. La mujer era consciente del daño que causaba a sus hijos y era lo que más molestaba al azabache —¿Vino la señora Lee hoy?

—Si, si vino.

—¿Y hubo algún avance?

Su madre lo mira y se encoje de hombros. —no lo sé, al menos hoy pude contestar a todo lo que me preguntaba.

Sabía que no colaboraba mucho con la psicóloga cuando esta venia, pero también sabía que no había que presionarla demasiado. Ella iba a su ritmo.

—Está bien mamá, se que te estas esforzando. Siento ser tan odioso la mayoría del tiempo y no notar que de verdad lo intentas.

A su madre se le llenan los ojos de lágrimas y Jungkook inmediatamente la abraza, acostándose junto a ella en esa posición. Sintió como su madre se removió y cómo mejoró un poco su aroma natural, tranquilizándolo un poco también a él.

No recordaba la última vez que había abrazado a su madre y se sintió mal por ser así, por ser tan poco empático con lo que ella estaba viviendo. Solo ahora que conoció a su destinado pudo imaginarse un poco como esta se sentiría.

—Hoy conocí a mi destinado. —le dice a su madre mientras la abraza por la espalda.

Su mamá lo mira alarmada y con preocupación en el rostro, haciéndole saber que esa era su madre y no precisamente su omega, porque su madre si sabía que lo mejor fue que su padre ya no esté, pero lo que pensaba su omega era diferente a lo que pensaba ella.

—Tienes que tener cuidado Kook.

—Lo sé, mamá, créeme que lo sé. De igual forma lo conocí recién hoy, no intentaría nada hasta asegurarme de conocerlo bien.

Su madre parece más tranquila y quedan así un rato más.

El lobo de Jungkook se sentía más tranquilo en ese momento. No solo retenía a su omega con Taehyung, también lo hacía con su madre y con su hermana, y en ese momento solo se cuestionaba el por qué permitió alejarse tanto de su familia.

—Tu padre era bueno conmigo cuando lo conocí, no me mostró quién era verdaderamente hasta ya tener una marca y dos hijos en brazos. —murmuro unos minutos después.

Jungkook no se quiere ni imaginar lo mucho que sufrió su madre, teniendo que aguantar maltrato físico y psicológico por parte de un hombre y no pudiendo separarse porque su lobo no se lo permitía, cayendo en ese amor ciego.

—Nunca te lo dije mamá, pero estoy orgulloso de ti. Se que puedes salir adelante, tienes dos cachorros que te aman y te vamos a ayudar a salir de esta.

Jungkook estaba tan indeciso y su lobo tan dolido con él desde que éste tomó distancia con su familia. Su relación con su lobo no era la mejor de todas, ya que el azabache actuaba más por su razón que por sus instintos, no permitiendo casi nada de las cosas que su omega quería. La llegada de Taehyung solo lo empeoró.

—Siento mucho no comportarme como adulta. Yeji y tu son todo en mi vida y la de mi omega, mucho más que ese alfa.

En ese momento se permitió mostrar sensibilidad y la abrazo más fuerte —te amo, mamá.

Ambos estaban dormidos cuando sintieron otro peso en la cama. Jungkook no necesito ni abrir los ojos cuando sintió el aroma de su hermana abrazándolo por la espalda.

—Me alegra verlos así— dice Yeji en su oído y solo hace sonreír a Jungkook.

—A mí también.

Al día siguiente desayunó con su hermana en la habitación de su madre. Esta última también comió, lo que hizo muy feliz a ambos hermanos.

Fue al colegio un poco más feliz de lo normal. Se sentía bien por hablar con su madre, sacar ese pequeño rencor innecesario que llevaba dentro.

Pudo ponerse en su lugar, verlo como ella lo ve. Él, sin siquiera conocer del todo a Taehyung, solo imaginarse un rechazo de parte de este hacia que se pecho doliese de una manera inmensa, no quería imaginar lo que sufrió su madre luego de la separación.

Llegó al aula y ve sobre su banco un pote de banana milk y un paquete de galletas.

''¿Por qué me le hace tan difícil?'' se decía Jungkook y recostó su cabeza en el banco maldiciendo la llegada de ese alfa a su vida.

—Hola muñeco.

—¿Qué quieres Yugyeom? —dice sin levantar la cabeza del banco.

—Nada, solo pasaba a asegurarme si iré a tu casa hoy, ya que ayer me dejaste solo y abandonado, puedo esperarme cualquier cosa de ti. —Este se sienta en el banco a su lado y toma el paquete de galletas. —¿te las dio ese alfa?

—Si Yugyeom, si puedes ir. Mi mamá se pondrá feliz de verte. Y si, me las dio él.

—¿Cómo esta Nayeon? — dice mientras se come las galletas que eran para Jungkook.

—Creo que mejor, ayer pudimos hablar y siento que poco a poco vuelve a ser ella. — este le quita el paquete y toma unas cuantas galletas antes de devolvérselo nuevamente.

—Eso es bueno Kooko.

—Lo sé. —dice con la boca llena de galletas —¿tu no tienes clases o qué haces aquí?

Yugyeom hace una mueca de incomodidad y se encoje de hombros —casi nos descubren y tuve que poner una excusa, por eso vine aquí. ¿crees que Nayeon quiera ver una película? Recuerdo cuando nos obligó a ver todas las de crepúsculo, podríamos vengarnos y obligarla a ver las de Marvel.

Cuando su amigo cambiaba de tema drásticamente, este lo permitía sin siquiera mencionar algo al respecto. Sabía que su situación amorosa era un tema delicado en su vida y de verdad lo lamentaba por él.

—... Yeji no paraba de llorar y nosotros de reír, tu madre horneo galletas ese día y luego dormimos en tu cama...

Tampoco era tan empático en esta situación, se dio cuenta el azabache. Minutos antes se estaba quejando de que haya aparecido un alfa en su vida y que éste le haya gustado, siendo algo tan normal para la sociedad en la que vivía. En cambio, su amigo tenía que fingir salir con omegas algunas veces porque no podía decir a nadie que estaba enamorado de un alfa.

—¿Crees que recuerde las recetas de esas galletas? Podríamos intentar hacerlas, eran deliciosas y las extraño un poco.

Jungkook no había escuchado la mitad del relato de su amigo, pero de igual manera asintió, diciéndose a si mismo que prepararía las mejores galletas para él ese día.

—Está bien, creo que ahora si me iré. ¿nos encontramos en la entrada?

—Claro— dice y cuando su amigo esta por levantarse del banco el azabache lo atrae hacia él en un fuerte abrazo, acariciando un rato su cabello.

—Wow, no es que me queje, pero ¿a qué se debe tu cariño?

—No es nada, solo sentí la necesidad de hacerte saber que te quiero y que siempre voy a estar para ti.

Yugyeom suspira y esconde su rostro en el cuello del omega como cuando ambos eran cachorros y se permitían más muestras de afectos de las que se permiten ahora.

—También yo Jungkook. ¿Es ese alfa el que te pone sensible?

—Claro que no. Tu eres como mi hermano y una de las personas más importantes de mi vida. No esta mal decirlo a veces.

—Okay, esto ya es mucho— dice separándose del omega —¿Dónde está mi odioso Jungkookie?

Jungkook le frunce el ceño por arruinar el momento como todas las veces.

—Yugyeom, vete.

—Así esta mejor. 

























Me dije que el primero de enero empezaba a estudiar el día llegó. Fue lindo mientras duró.

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