5.Enamorado
Chat noir apoyó la frente en el valle suave de los pechos de la joven azabache. Recordaba la sensación extraña que sintió cuando Ladybug comenzó a hablar. Sus palabras, sus movimientos con las manos,....estuvo atento a cada silaba hasta el final, en el que el silencio se hizo entre ambos.
¿Que podía decirle? Pensó en su princesa, en su sonrisa.
-Ladybug...-Musitó sin todavía muy claro que decir.
-Chat¡ yo...no espero que me perdones sin más...yo...sé que te hice mucho daño...piénsalo...al menos...-Escuchó su voz apagada, aquella que no era la voz de su compañera.
-Si....
Se levantaron juntos, ella dio un pequeño paso hacia él, pero luego pareció darse cuenta de lo que hacia y se detuvo. Chat se sentía nervioso, una parte de él quería marcharse de allí, darle un poco de su medicina por las veces que ella lo había dejado plantado, pero...él no era así, así que no pudo irse de allí así. Su compañera era curiosa y algo cruel pero no era capaz de hacerle eso, de igualarse a ella. Por una parte deseaba algo...hacer algo...pero no podía...no podía decirle que la odiaba, que no quería verla...
-Dejemoslo por hoy....Ladybug...-Sus palabras salieron de sus labios sin pensar. Ella volteó a verlo en su dirección y sonrió de manera dulce.
-Gracias...Chat noir-Dijo y el felino se tensó cuando sintió la calidez de los labios de la catarina en su mejilla. Abrió la boca pero no hizo nada, se quedó allí como un tonto en forma de palillo humano y la vio marchar.
"Demonios" Maldijó el felino mientras sentía como su cara se volvía cada vez más roja. Había esperado meses, días...por un gesto de cariño por parte de su compañera y ella lo hacía ahora, después de todo lo ocurrido....Aggg¡¡Maldición¡¡
Le levantó y corrió al único lugar donde sentía que quería estar. Quería verla, estrecharla en sus brazos, sentir su calor....poder...demonios, deseaba volver a besarla.
Encontró su ventana abierta, así que entró sin anunciarse, percibiendo aquel dulce olor que la rodeaba y que había impregnado también su cuarto. Su mente lo había abandonado por completo en cuando la tomó en brazos y la apretó contra él.
Pudo escuchar su dulce jadeo, así como su corazón latiendo deprisa cuando puso sus labios en su cuello.
-He...hablado con Ladybug-Dijo entre besos y jadeos. Su respiración era acelerada y en verdad se estaba conteniendo, pues verla con aquellas pequeñas prendas cubriendo su suave cuerpo...Agg, maldición, se estaba volviendo loco por ella.
Ella preguntó un par de cosas más, pero él estaba demasiado perdido en besar su piel, que era deliciosa. Era tersa, reaccionaba a sus succiones volviéndose más rojiza, dejando pequeñas marcas de que él había pasado por allí, que había....tomado posesión de ella.
-Si te soy sincero, no me lo esperaba y me pillo con la guardia baja....
-¿No la has perdonado?
Maldición, ella no se callaba y no dejaba de recordarle lo ocurrido con Ladybug. No quería hablar de ella ahora mismo.
Aunque su pregunta aun le tintinease en sus oídos.
Gruñó un poco más alto cuando una de las piernas de Marinette le rozó la cadera, cerca de su miembro, que ya se encontraba duro por las sensaciones. El roce solo hizo que él se sintiera peor y sus ojos buscaron los de ella y la vio sonrojada, con la boca semiabierta y con el pelo todavía húmedo por el baño. Un gota resbaló por su frente hacía su mejilla...
-Ah¡...-Gimió Marinette cuando sintió la lengua del chico en su mejilla.Su espalda se arqueó y sus manos se apoyaron en la espalda de él, apretando la tela de su traje pero sin preocuparse demasiado por ello. Echó la cabeza hacía atrás cuando la cadera del felino rozó sutilmente la suya y repitió el movimiento un par de veces-Ch-Chat...
El felino maldecía sus guantes, que se encontraban en las caderas de la chica, muy cerca de sus bragas de lunares. Con un movimiento de sus garras podría romper sin dificultad la pequeña prenda, seguramente el algodón se destrozaría sin mayor problema...
Pero no podría tocar ni sentir aquella suave piel y eso lo atormentaba. Ruiditos mezclados con ronroneos salían de su boca mientras degustaba la piel de su mejilla con su lengua.
Con lentitud posó de nuevo sus labios sobre los de ella, sacando los dientes y raspando con ellos el labio inferior, aprisionándolo sin hacerle daño y tirando un poco de él. Marinette ahogó un gemido y tiró un poco de los mechones rubios, haciéndole ver que tanto le gustaba lo que estaba haciendo.
Se separaron cuando necesitaron respirar, ella desvió un poco la mirada, pues se sentía acalorada y todavía vergonzosa por lo que había pasado entre ellos. Por nada del mundo quería que el felino se enterase de que tenía húmedas sus bragas.
-Marinette...-Jadeó el chico vestido con traje negro. Intentó volver a sujetarla pero ella se echó hacia atrás y tropezó, como buena persona torpe que es, cayendo al suelo, dejandole ver claramente la humedad de sus bragas.
Chat noir tragó hondo, se agachó, con la intención de ayudarla a levantarse del suelo, pero sus ojos vieron aquellas braguitas, efectivamente se podía ver una pequeña mancha de humedad y dando alarde de sus poderes gatunos, podía percibir el olor delicioso que salía de aquel punto.
Marinette dio un gritito cuando el chico la tomó en brazos, sus manos peligrosamente cerca de sus puntos sensibles y aunque quiso decir algo, solo movía nerviosa sus labios. El chico la subió hacia la parte donde estaba su cama y la dejó allí mientras se sacaba las botas.
-¿Q-Que...estas...haciendo?-Consiguió decir la chica mientras veía sus movimientos-No irás...a...
Chat sonrió tristemente mientras se metía entre las sabanas junto a ella. Los ojos de ella siguieron sus movimientos, todavía con aquel intenso sonrojo.
-No temas, mi Princesa-Dijo él-No puedo quitarme el traje por mi mismo. Ademas, no podría hacer algo que tu no quisieras...-Dijo acariciando su dulce mejilla-¿Tienes miedo?
Marinette se acercó a él-No tengo miedo
Chat noir sonrió, acercándose para besar la frente de ella con dulzura. Ella se sorprendió por su acción pero no se alejó. Tomó de nuevo una de sus manos y ante el asombro del felino, besó su palma como tenía costumbre hacer él.
-¿Te sientes ...bien?-Preguntó ella, curiosa por saber si de verdad él había perdonado a su alter-ego. Ella se había marchado pensando que todo estaba bien, no para que todo volviera a estar bien, pero al menos se había sincerado con el felino.
-Siempre que estoy junto a ti estoy bien-Dijo dulcemente el chico. La rodeó con sus brazos y los llevó al final de la camiseta de tirantes que llevaba puesta la chica, al principio ella se tensó y no lo dejó moverla, pero luego le dejó hacerlo. El chico al ver aquella piel dulce y ver como sus pechos se curvaban se acercó-¿Podrías....abrazarme?
Marinette, muy nerviosa, asintió y abrió los brazos, rodeando su cabeza, dándole el cobijo que él buscaba. Tenerlo tan cerca de su pecho la ponía nerviosa y avergonzada pero el chico simplemente se quedó allí, su rostro contra sus pechos y una sonrisa dulce en sus facciones.
-Chat....-Empezó ella.
-Ladybug...y yo-Comenzó el chico y Marinette permaneció en silencio, esperando a que el chico hablase. Estaba ansiosa por escuchar-¿Preguntabas si la perdoné? Siendo sincero...cuando vi que estaba allí pensé en devolverle la misma medicina...¿Sabes que siempre ella escapaba cuando quería decirle algo importante? Pensé en hacerlo también...-Marinette se tensó un poquito-Pero no fui capaz de hacerlo....no podía...Me quedé escuchando lo que tenía que decir, sorprendiéndome de cada palabra que ella decía..¿Ladybug...pidiendo perdón? No lo esperaba pero...ella se veía arrepentida...Al estar tanto tiempo con ella he entendido su tono de voz...pero nunca había escuchado ese tono...era lastimoso, doloroso...y supongo que lo quiera o no, siempre va a ser mi compañera.
Marinette empezó a acariciar su nuca mientras terminaba de hablar. Sus palabras, sus pensamientos, adoraba que fuera tan sincero con ella, pues ahora no lo era con Ladybug.... si descubriese que ella era aquella catarina que tanto dolor le causaba....
Seguramente no estaría entre sus brazos contándole lo que sentía. Ni mucho menos con su rostro entre sus pechos...
-Eso...quiere decir...-Comenzó a decir.
-¿Que la he perdonado?-Ambos quedaron en silencio un par de segundos-No puedo estar de malas con ella...pero no quiero que piense que puede tenerme entre sus manos...
Marinette ahogó una risa. Lo abrazó un poco más fuerte.
-Ahora te tengo yo entre mis brazos
Chat noir sonrió entre sus brazos, soltando una pequeña risa masculina-Eso es cierto, mi Princesa-Sus ojos felinos miraron aquella dulce carne suave que tenía cerca y abrió la boca para tomar entre sus labios uno de aquellos botones rosados de la chica. Marinette jadeó al sentirlo, pues no se esperaba ese acto y gimió cuando él hizo un movimiento de succión en él botón sensible.
-Chat....aaa...-La chica quedó recostada de espaldas contra la cama, con el felino todavía sobre su pecho. Llevó las manos a la cabellera de él mientras este seguía succionando aquel botón, moviendolo entre sus labios, rozándolo por momentos con sus dientes.
-Marinette....yo....-El chico soltó su pezón y procedió a darle el mismo trato al otro que todavía no había recibido sus atenciones. Ella arqueó la espalda cuando su boca tomó el otro pezón y su mano acarició el otro. Alternó aquellas caricias durante un par de minutos-Eres tan dulce...perdóname...-Abrazó de nuevo su cuerpo, con su rostro entre sus pechos.
-Chat....
Marinette acarició su cabellera hasta que ambos cayeron en un profundo sueño. Estaba contenta, a pesar de todo, todavía tenía oportunidad para recuperar a su compañero de batallas.
<<<<
Chat noir se despertó después de haber dormido como nunca. Se sentía descansado y tranquilo, cálido y sin preocupaciones. Con pereza abrió sus dos ojos y parpadeó intentando visualizar bien donde se encontraba, vio algo cremoso y redondo pero todavía no lo veía bien. Alzó la mano y lo tocó tentativamente, era suave y estaba caliente.
Escuchó un jadeo y una suave respiración, con lo que terminó de despertarse. Estaba recostado sobre el suave pecho de Marinette, lo que su mano rodeaba era uno de sus turgentes pechos en los que había posado su mejilla al dormir. Podía ver la aureola de su pezón y como el color más oscuro de la punta se diferenciaba del resto de su piel.
Ella todavía dormía y él suspiró de alivio, pues cuando rozó su pecho se dio cuenta de que era su mano humana la que lo había hecho, puesto que su transformación había acabado en algún momento de la noche.
Sorprendido se dejó llevar, pues había deseado durante toda la noche anterior poder tocar su piel. Ahora podía hacerlo. Su mano se volvió a posar en aquel pecho turgente y lo acarició, apretó levemente, trazando su forma. Escuchó como ella daba otro jadeó e intentaba despertar. Temeroso por que lo descubriera en su forma de Adrien, buscó algo con lo que tapar su vista y lo que encontró fue un cojín con forma de gato.
Irónico.
Marinette intentó abrir sus ojos, pero algo los ocultaba.
-¿EH?
-Perdóname, Princesa-Escuchó la voz de Chat y dejó de forcejear-Es mejor que no mires por ahora, ¿puedes ocultar tu rostro con este peluche?
Ella asintió, tomando el peluche y alejándolo lo suficiente para poder respirar, pero sin conseguir ver nada. Sentía el peso del chico sobre ella, aunque este se apoyaba en sus piernas para que no lo sintiera tan pesado.
-¿Tu...transformación?-Se atrevió a preguntar.
-Si...no me dí cuenta, al parecer pase demasiado tiempo aquí
-Lo siento...
Sintió su risa sobre su pecho, por lo que él debió de agacharse sobre ella.
-¿Por que te disculpas? He pasado la mejor noche de mi vida junto a ti. Ahora...puedo sentir...-Dijo y tomó su pecho de nuevo, moviendo sus dedos hacia su pezón y jugando con él-Puedo sentir el tacto de tu piel....su suavidad....como se endurece con mi toque...
Adrien tiró suavemente del botón, empujando y jalando con delicadeza, escuchando como ella daba tiernos jadeos y gemidos suaves. Estaba absorto con su piel y se agachó lo suficiente como para abrir los labios y tomar el botón, repitiendo la succión como había hecho como Chat. Sacó la lengua y lo perfiló un par de veces, mientras sus manos estimulaban ambos pechos.
-¡Chat¡-Dijo jadeando por las acciones del chico. El sentir la piel de sus manos lo hacía diferente a como se había sentido con los guantes negros del traje de superhéroe-¡Ah¡
Una mano se coló por debajo del peluche y le tapó los ojos de la azabache, retirando el peluche. Marinette jadeó un poco sorprendida y luego sintió como era besada dulcemente. Respondió al beso como pudo, pues estaba todavía en shock por lo ocurrido.
¡¡Se estaba besando con la versión civil de Chat noir¡¡
Se separaron con las respiraciones aceleradas y escuchó como el chico pedía la transformación. La mano enguantada del chico se apartó del rostro de ella y pudo ver al fin el rostro del felino.
-Buenos días-Saludó el felino, con su sonrisa dental.
-B-B-Buen día...-Dijo ella, más roja que un tomate.
-Te ves preciosa-Le colocó un mechón de cabello rebelde tras la oreja y sonrió de nuevo-He pasado muy buena noche contigo, Princesa. Pero es hora de que me vaya, no tenía intención de pasar la noche contigo pero ha sido la mejor noche desde hacía mucho tiempo.
-Pu-puedes volv-ver...cuando quieras-Balbuceó ella. ¡Que verguenza estaba pasando¡
-Tomaré la palabra, mi Princesa-Dijo y fijó su mirada esmeralda en sus pechos, que brillaban por sus besos. Ella todavía no se había cubierto-No me molesta para nada esa vista, pero así no conseguiré irme de aquí
Marinette dirigió su mirada hacia donde el coqueto gato estaba mirando y enrojeció hasta la punta de sus cabellos, tomando la sabana y tapándose con ella. Chat noir rió sonoramente mientras se acercaba a ella. Apoyó la rodilla en la cama y se acercó para besar sus labios brevemente. Se alejó enseguida, con su sonrisa marca registrada puesta.
-Te veré en la noche
Y salió por la ventana.
<<<<
Una hora después, una Marinette apurada subía las escaleras hacia su aula de clases. Se había vestido con un pantalón corto de color negro y una blusa rosa con lunares blancos de corte algo corto, pues le llegaba por encima del ombligo. Era una de esas blusas crop top que se había comprado con Alya. Su padre la había mirado un poco sorprendido cuando la vio aparecer para desayunar pero Sabine había dicho que estaba muy guapa.
Cuando salió de la panadería Tikki asomó la cabeza de su bolsito y sonrió al ver la cara radiante de la azabache, la cual dejaba que los rayos del sol bañasen su cara.
-Esa ropa te queda genial-Dijo Alya al verla entrar en clase. Hacía un poco de calor, por lo que el ambiente en el aula era algo sofocante. Muchos estaban en mangas cortas y pantalones cortos, abanicándose con los apuntes o cerca de las ventanas abiertas.
Marinette se sentó en su puesto-Tu también te ves bien amiga
Alya llevaba una falta negra y un top violeta sin mangas, el cual se ataba en el cuello con un lazo. Su cabello estaba semirrecogido en una coleta y se abanicaba con un folleto de publicidad.
-Si voy a pasarme aquí toda la mañana podría haberme puesto un bañador-Dijo en respuesta-Aquí hace demasiado calor.
-Creo que podrían traer un ventilador-Dijo ella y su amiga se recostó sobre la mesa.
-Presidenta, ve a por uno o me derretiré-Algunos compañeros que estaban cerca afirmaron lo dicho por la morena y miraron suplicantes a Marinette.
Marinette sonrió por la reacción de su amiga y dejando sus cosas colocadas, se dispuso a levantarse para ir en busca del alabado ventilador que haría más agradables sus clases.
Se disponía a salir cuando tropezó con uno de los cables que iban a la mesa del profesor y casi pierde el equilibrio. Una mano la sujetó y se vio contra un pecho cálido.
-¿Te has hecho daño? ¿Nada roto?
Marinette se alejó lentamente del cuerpo de Adrien, quien aun extendía sus manos para ayudarla a recuperar el equilibro. La chica consiguió de alguna manera estabilizarse en sus pies torpes.
-no ha sido...-Dijo levantando la mirada y encontrándose con la mirada esmeralda del chico. Dio un jadeó. Por un momento le había parecido ver a Chat noir. Pero solo era su compañero de clases Adrien que había cambiado su ropa habitual a un pantalón vaquero oscuro y una camiseta de mangas cortas de color verde. Su cabello rebelde seguro era lo que la había confundido, pues era similar al peinado de Chat-Solo tropecé...
Le pareció que Adrien se había sonrojado al verla pero lo achacó a la calor que hacía y se apresuró en busca del ventilador.
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Adrien se fue a sentar junto con Nino a su puesto con las mejillas aun sonrojadas. La visión de Marinette en aquel atuendo que se había decidido poner lo había dejado con ganas de más, quería rodear su cintura, alzarla para sentarla en su mesa y besarla como había hecho en su habitación.
¡Si es que se podía ver su pequeño ombligo con aquella fina blusa rosa¡
El pantaloncillo era tan corto que podía ver la curva que hacía sus muslos al unirse en su...
!Demonios¡ Iba a necesitar una ducha fría antes de tiempo¡
Adrien no podía seguir mintiéndose mucho más tiempo.
Había caído.
No podía negarlo más.
Tanto el gato como el modelo.....
habían caído....
Él se había enamorado de Marinette.
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