LLEGAMOS A LAS DOS MIL LEIDAS.

MUCHAS GRACIAS ^^

Dos meses después

Jalie

Estábamos  a punto de partir  a mi casa, ya que papá quería preguntarnos como nos había ido en nuestro retiro.

Obviamente, cabe resaltar, que no les vamos a contar que tuvimos sexo.

Vamos a ver con que sale Wess.

Subimos al taxi  y  Wess me miraba  preocupado.

-          ¿sucede algo Wess? – apreté su mano y el solo se limitó a abrazarme. Tengo un mal presentimiento.

Wess

Tengo un mal presentimiento.

Siento que cuando llegué a la casa de Jalie, nada vuelva a ser como se supone que es ahora.

No quiero perderla, quiero establecer una vida a su lado y nunca alejarme de ella.

La abracé con fuerza.

-          te quiero Jalie – una sonrisa apareció en los labios. Sé que los sentimientos que siento hacia ella son más profundos que solo un te quiero. Van más allá…pero no quiero asustarla y que salga corriendo y luego enloquezca y la atropelle un bus, creo que debería dejar de ver novelas.

El trayecto a su casa fue silencioso.

Pagué el taxi y nos quedamos de pie en el porche.

-          Me encantó estar esos dos meses contigo Wess, eres increíbles. – sonreí y agarre su rostro entre mis manos y la besé. Sentí que ese beso era el último, sentí que no volvería a probar de nuevo sus labios que no la volvería a sentir a ella junto a mí.

-          ¡esto es hermoso! – volví mi rostro hacia Megan – se ven tan bien juntos- Megan me miraba y luego miraba a Jalie con una muesca de asco.- la primogénita de Ares y Afrodita.

-          Megan cariño, no me vengas a joder el momento- Jalie se zafó de mi agarre y caminó hacia Megan, la cual estaba sentada  en el capo de su lamborgini

-          ¡oh! La dulce y hermosa Jalie, ¿sabes? Muchas chicas te envidian, no solo por tener a Wess, por lo cual te envidio también…pero, tu belleza natural, la única hija que tuvo afrodita con su esposo Ares que aún sigue con vida. Deberías sentirte orgullosa. – Mierda, se supone que ella no debe saber.

-          Megan déjanos en paz – traté de que se fuera pero solo se acercó a mi amenazantemente y me agarró de mi camisa

-          Se te acabó el plazo, no he odio salir de sus labios un te amo

-          Eso no lo dijiste  cuando hablamos – una sonrisa arrogante apareció en los labios de Megan

-          Puedo cambiar las reglas cuando me plazca Wess- se volvió hacia Jalie que nos miraba confundida

-          ¿a qué se refiere ella Wess?

-          Oh, nada dulzura, sabes…me sorprendes- se sentó en el escalón del porche- a pesar de tener a Afrodita como madre…no eres capaz de amar a nadie ni a nada. Pobre Wess, el cree que tú puedes llegar a amarlo como él te ama a ti. Pero temo que se equivocó contigo…tú no puedes amar y así va a ser tu futuro, la chica que no puede amar. Recuerdas Jalie, ese pequeño conejo, ese conejo que murió por tu culpa, por el cual no sentiste compasión alguna cuando lo arrollo ese bus. Cuando tus compañeros solo lloraban por ese pobre animal y tú solo lo mirabas con esa mirada tan fría y sin sentimientos.

-          ¡Cállate! – Jalie golpeo a Megan en su rostro y cuando iba a hacer algo al respecto mis piernas no me respondieron. Caí al suelo. -¡yo quería a ese conejo, lo amaba!

-          ¡tú no sabes amar Jalie, tus no amas y no vas a amar nunca!

-          ¡cállate zorra! – veía a Jalie golpear a Megan.

-          ¿Jalie? – Ares salió por la puerta y su rostro cambio al ver a su hija dándole una paliza a Megan -¡Wess! ¿mierda que te sucede?

-          M-M-M-Megan es una maldita tramposa – mi voz era débil. No lograba articular muy bien las palabras.

-          Maldita zorra – Ares estaba enojado, muy enojado.

-          ¿cariño que sucede? ¡maldita sea! ¿esa que hace aquí? – afrodita salió corriendo y separó a su hija de Megan, la cual, posiblemente estaba inconsciente. o muerta.

Jalie reaccionó y se separó de su madre.

-          ¿dime Jalie? ¡wow! Das muy buenos golpes, no me has dado la oportunidad de volver mierda tu hermosa cara. No esperaba menos de la única hija de Ares y Afrodita. Belleza y fuerza ¿dime Jalie, que se siente que toda tu vida sea una vil mentira, que tus padres sean dioses y que tú no puedas amar a nadie?

-          ¡solo cállate! – Jalie le dio una patada en la cara a Megan y ella cayó llena de sangre. – ustedes dos  me explicaran todo después-

Jalie corrió hacia mi posición.

-          ¡Wess!

-          Jalie no grites

-          L-lo siento Wess

-          No te preocupes linda – limpie las lágrimas de Jalie – no te preocupes, te amo Jalie, eres lo mejor  que me ha podido suceder, cuando te conocí quizás quería tenerte en mi cama unas cuantas ocasiones, pero cuando te conocí completamente, pude sentir en carne propia que el amor a primera vista si existe, Jalie, no importa que no puedas amar. Con tal de que estés a mi lado y sientas algo por mí, es más que suficiente.-

Las lágrimas bajaban por mis mejillas y las de Jalie igual.

-          Espérame en tus sueños hermosos.

Cerré mis ojos y todo fue oscuridad