Una cita con cupido

No era mi primera cita con Cal, y mucho menos la primera que había tenido pero si era mi primera vez saliendo con alguien por el que tenía "sentimientos".

—Entonces este o este —señale a mi hermanita mostrándole mi outfit.

—Con los dos te verás muy guapo —dijo Nini sin mirar las opciones, más centrada en su muñeca.

—Lo sé pero eso no fue lo que pregunté —me quejé con la niña.

Mi hermanita me miró para sacarme la lengua e irse.

—Si es algo formal la camiseta, si no la blanca —dijo mi hermana mayor en la puerta— ¿A dónde van?

—Partido de Basketball —contesté poniéndome la playera.

—No debes ponerte la playera del equipo —señalo confundida.

—No se quien juegue —levanté los hombros.

—Yo te ayudo —sonrió mi hermana.

Al parecer a mi hermana le encantaba coleccionar playeras robadas de sus "amigos"

—La lavaron verdad —dije algo incómodo.

—Obvio crees que te pondría algo usado sin lavar señor me da alergia el aire —atacó burlona.

Lo consideré y después de descartar el intento de homicidio agradecí.

El ruido de mi teléfono me llamó la atención.

C.B 💙
Llegué, entró o sales?

T.L 🏹
Si quieres sobrevivir quédate afuera

—Bueno me voy —dije tomando mis cosas.

—No si te gano —amenazó empujándome.

—¡No te atrevas! —le grité

Ya era muy tarde, aún cuando corrí me ganaron haciéndolo pasar.

Estaban sobre de él con miles de preguntas y el pobre solo se limitaba asentir nervioso.

—No, no, nos vamos —dije jalándolo de la mano.

—Pero Tim, déjanos hablar un poco con él —dijo Ma que ya estaba abrazándolo la descarada.

—Nop —me queje

—¿Ya llevas tu Epi? —preguntó Ma— suéter, comida y bufanda si hace frío.

—Si, adiós —me despedí huyendo.

Una vez afuera solo vi al chico confundio.

—¿Todo bien? —pregunté confundido

—Hacen muchas preguntas —murmuró nervioso.

—Te dije que te quedarás afuera —le recordé para negar.

—La pequeña es insistente —se quejó y es que era verdad.

Miré al chico, una camiseta azul con pantalones beige, muy elegante.

—Lindo —asenti— pero muy formal.

—¿En serio? —preguntó agüitado— es que no sabía a dónde me ibas a llevar y no quería ir mal vestido... pero traigo ropa extra por si acaso.

Asentí, traía la chamarra cubriendo la playera para que fuera sorpresa.

—Bueno vamos aquí —dije desvistiéndome.

El chico me miró algo confundido hasta que comprendió.

—No... en serio tu... me vas a llevar al partido —dijo feliz— los boletos estaban agotados.

—Tengo contactos —guiñe emocionado.

—Eres el mejor —asintió abrazándome— el mejor.

—Lo sé —afirmé— toma te verás mejor con esto.

Le di una de las playeras... mi hermana tenía varias de diferentes tallas.

Con el moreno feliz nos fuimos al partido.

—Sabes que llevarme es el equivalente a ir al acuario para ti no —dijo riendo.

—Confío en que tienes más autocontrol que yo —asentí, entre las medusas y él... iban a ganar las medusas.

El chico asintió riendo dándome la razón.

Llegamos al estadio donde ya empezaba haber gente.

—¿Has venido a algún partido de estos? —preguntó emocionado.

—Am fui a uno de mi hermana... fue en su escuela y la sacaron a la mitad por ser tan mala —afirmé— pero nada como esto.

—Bueno te daré la mejor experiencia —sonrio— mi padre me solía a llevar a todos los partidos, claro cuando estaba... aún así era lo mejor.

—Me parece bien —asentí.

El chico se emocionó comprando toda la comida que se le cruzaba frente a él, yo me emocioné con los souvenirs para entrar en ambiente.

—Muy bien tengo nachos, hot dogs, algunas crepas y palomitas —sonrió— ah un par de dulces y refrescos y estamos listos.

—No puedo comer nada de eso pero tengo esto —saqué el llavaerito.

—Entonces si estamos listos —sonrió.

Nos fuimos a los lugares que al parecer eran unos muy buenos... no tan buenos pues estaba rodeado de niños pegajosos.

—Tranquilo no muerden —bromeó el moreno.

—Estas seguro —arque la ceja.

—Tienes hermanas menores no —dijo riendo.

—Si, pero siempre a dos metros de distancia hasta que supieran limpiarse las narices —me quejé.

El chico asintió divertido.

—Bueno para que te relajes te traje esto —dijo dándome mis pastelitos— fue lo mejor que pude encontrar en la tienda.

—Es perfecto —sonrei dichoso— gracias.

Mientras comía un pastelito uno de los niños me miraba.

—Me das —sonrió encantador.

—Consíguete el tuyo —me quejé.

El niño empezó a llorar para refugiarse en su madre.

—Ay Tim ya lo hiciste llorar —negó divertido.

—Quería mi panque —remarqué— ni mis hermanas se han atrevido a tanto.

El chico asintió riendo.

—Me sorprende que me hayas traído aquí —dijo intrigado.

—Priyanka me lo recomendó —asentí comiendo más de mi panquesito.

—Priyanka Scavo —dijo arqueando la ceja— espera le dijiste que íbamos a salir juntos.

—No, ella fue me dijo que le gustaba y luego yo le pregunté que si me invitara a una cita a donde me llevaría y me recordó una de mis técnicas así que ahí me llegó la idea de traerte aquí —asentí— respecto a lo nuestro no lo haré público hasta que resolvamos esto y ambos estemos de acuerdo.

El chico me miró más confundido.

—Le gustas a Priyanka Scavo... no espera recibiste el consejo de una chica a la que le gustas —dijo algo molesto.

—Bueno el consejo era mío sólo lo re cito —asentí— además le dije que no estaba interesado en ella.

—¿Y qué te dijo ella? —bufó molesto.

—Que me esperaría —conté sin tomarle importancia.

El chico me miró para cruzarse de brazos, su habitus exterior me decía que algo andaba mal.

—¿Te molestaste conmigo? —pregunté confundido.

—No...

—Pareces molesto —señale— brazos cruzados seño fruncido y cuando te molestas tiendes a morderte el labio... esas son señales.

—Tal vez —gruñó

—¿Por qué? —dije confundido— mis intenciones contigo son firmes, y un tercero no afectará esto.

Una sonrisita se hizo en su rostro.

—Está bien ya no estoy molesto —aceptó— pero no más hablar con Priyanka.

—De acuerdo, no es como que tenga interés de todas formas —asentí.

Un momento después llegó la madre del bendito niño por que no le di mi pastel.

—Solo pienso que deberías ser más considerado con un niño pequeño —dijo la mujer.

—No es mi obligación brindarle a su hijo el berrinche por un postre, si su hijo quería debió pedírselo a usted no a un completo desconocido y en vez de estarle gritando a dos adolescentes porque no va a comprarle el postre a su hijo —afirme.

La mujer se quedó sin decir más para darse vuelta e irse.

—Eres... extraordinario —dijo feliz— pusiste en su lugar a una Karen.

—Mi mamá me enseño —asentí orgulloso.

El chico sonrió orgulloso, la música del lugar empezó a sonar... era demasiado ruidoso lo que no consideré, había muchas luces y los niños gritones a mi lado.

Cal me explicó el partido, no refute pues se veía feliz explicándome, aunque se le olvidó por completo que sabía muy bien el juego.

El medio tiempo comenzó y con ello la Kiss Cam, pasaban de un lado a otro.

—Am yo creo que iré al baño —dijo nervioso.

—¿Por qué? te da pena que salgamos en la pantalla y me tengas que besar —deduje.

—No, porque me bebí dos sodas extra grandes y me comí tu peso en comida así que ahora demanda salir —dijo riendo.

—Lo aceptaré —asentí pues tenía razón.

El chico se fue mientras seguían con lo de la cámara, de un momento a otro la cámara me enfocó pero claro a mi lado no había ningún chico.

—Ven dulzura yo te beso —dijo la chica de la fila de arriba de mi.

—No —dije apartando la mirada.

Sin más la chica se aventó a mí para besarme tirando sobre mi toda su cerveza.

—Pero Fiona te dijeron que no —dijo su amiga riendo apartándola de mi.

El grupo de chicos sobre mí se empezó a reír.

—Me mojaste todo —me quejé.

—Oh no llores bebito quien no quisiera un beso de esta dulzura— atacó uno de sus amigos.

—Quien no lo pidió, en este caso yo —señale molesto— no se donde han estado sus labios.

El chico se levantó molesto.

—Pretendes decir que es una zorra —dijo acercándose a mi molesto.

—Yo no me referiría a si a una mujer eso proviene de ti —afirmé— pero los labios pueden transmitir múltiples enfermedades incluyendo herpes.

Ellos se quedaron mirándome.

—Ya golpéalo Alex —le dijo la chica ebria.

El chico levantó el puño siendo empujado por el moreno.

—Quiero ver que lo intentes —apareció Cal.

Pero claro no nos dejaron continuar y nos sacaron, estaba empapado en alcohol y con frío.

Nos metimos en al auto de Cal para refugiarnos del frío.

—Lo siento —susurré— lo arruine.

—No fue tu culpa —me calmó quitándose su suéter para dármelo— anda quítate lo mojado que te resfriarás.

—Si mamá —dije burlón.

—Ja- Ja búrlate pero agradéceme por no resfriarte —señaló divertido.

Me quité la ropa para ponerme su suéter que me quedaba enorme.

Suspiré algo molesto.

—Miren quien está molesto ahora, es por la cerveza o por el beso —me preguntó.

—No sé... parte de mi me hubiera gustado ese beso, pero de ti —me sinceré— en su lugar me besó una rubia intoxicada.

El chico asintió para mirarme.

—La verdad es que si me puse un poco nervioso por lo del beso... es que yo nunca he besado a alguien más que a ti, a solas y creo que no estaba listo para hacerlo frente a todos... yo, lo siento —se disculpó.

—Ya veo —lo calmé— perdón por presionarte.

—Tranquilo —dijo acercando su mano a la mía rosándola— pero vamos, el día aún no se acaba y no podemos dejar que esto se quede así.

—¿A donde vamos? —pregunté confundido.

—Ya veraz —sonrió.

Aunque la noche ya se hacía visible las estrellas acompañaban bien este lugar.

Reconocí el camino de inmediato pero tenia mis dudas hasta que paramos.

—De verdad —dije emocionado.

—Es el especial de medusas no es así —sonrió dichoso.

—Sabes a lo que te estás enfrentando verdad —remarqué— porque una vez que entremos no hay vuelta atrás.

—Vamos —sonrió.

Entramos para ir derecho a la zona de medusas, habían cambiado las luces de los estanques para que se vieran mejor.

—Tim, sabía que te veríamos por aquí —sonrió George.

—No me lo iba a perder —asentí.

Me dieron un botón especial, y fuimos directo a sentarnos ahí.

Nos quedamos mirándola sin decir mucho.

—Son muy lindas —sonrió— o lindos no lo sé.

—Las medusas son hembras o machos, sabes para su reproducción las medusas machos sueltan sus espermatozoides en el agua y entran por su cavidad gástricas hasta sus gonadas —conté.

—Que interesante —dijo mirándolas algo perturbado.

—Está bien si no quieres escuchar de medusas, Gabo dice que solo puedo hablar de ellas cuando se me pregunte porque si no desespero a las personas —mencione, no lo culpo podía ser algo obsesivo.

—Por mi puedes hablar de medusas todo lo que quieras —me sonrío.

Asentí, para su suerte no me apetecía, quería estar en silencio después de todo el ruido de hoy.

Nos quedamos así por un largo rato.

—Tim —me llamó— ¿te puedo besar? —preguntó nervioso.

Me giré para verlo, había varias personas, unas más besándose por el ambiente tan romántico.

—Estas seguro —dije inseguro.

—Si... quiero intentarlo —asintió.

Me giré para acomodarme frente a él, me miró nervioso para acercarse más a mi, no quería forzarlo pero los movimientos eran torpes.

Su respiración era agitada y ahí a centímetros de mi sin casi besarnos el teléfono sonó.

—Deberías contestar —dijo apartándose un poco.

—Ya que —me queje.

Contesté pues era mi mamá.

—Cariño es hora... el bebé ya viene —anunció— te vemos en el hospital de acuerdo.

—Si... ya voy —dije nervioso.

—¿Tim todo bien? —preguntó preocupado.

—Voy a ser hermano —anuncié.

Estaba por ser hermano mayor otra vez.

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