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Entonces, el comunista abrió la puerta con la cabeza baja, se sentía mal por no haber estado en el momento en el que Reich más le necesitaba.

- Hm...? - El nazi volteó al no saber quien había entrado, se quedó en silencio, totalmente quieto viendo al ruso, con la voz algo quebrada habló - URSS?

- Third yo, lo lamento tanto quisiera haber est- el ruso trató de hablar, quizá explicar su falta más dejó de hablar cuando el alemán se acercó para apoyarse en su pecho.

El soviético se quedó con los brazos medio extendidos mirando al nazi sin pronunciar palabra, más, al poder calmarse y notar el llanto silencioso de su contrario reaccionó de la manera más "ilógica" posible. Rodeo con cuidado al Imperio y lo abrazó para calmarlo, aunque fue quizás su error al ser ÉL quien estaba más alterado.

- URSS deja de llorar, ya te dije que no estoy molesto - explicó lo más amable posible, el nazi, de nuevo

- Te fallé... de nuevo -

- Ya ya - le dio palmaditas en la cabeza, pues el comunista se había abrazado de la cintura de Reich

- Debí estar contigo, lo lamento tanto -

- Tranquilo... - sonrió enternecido por el comportamiento del más alto

- Soy un idiota - murmuró triste

- Lo eres si, un imbécil sin sentimientos también, pero que? ya no importa, lo importante es que estas aquí -

- No era necesaria tanta agresividad - se quejó, el alemán soltó una risita tierna y besó su cabeza

- Lo siento, ya deja de llorar por favor... no me gusta verte triste -

- No estoy triste estoy estresado - maldijo el comunista levantándose del regazo del otro y ser abrazado y mimado por el fascista

- Deja de quejarte, entonces, y ven a conocer a tus hijos - le animó con un beso en la mejilla para luego levantarse, el ruso (por obvias razones) lo siguió animado

- Ambos estan bien verdad? -

- Claro claro, además míralos - sonrió cargando a su hijo mayor - es igualito a su padre no crees?

- Oh sisi, pero heredó tus encantos - le sonrió acercándose a el, el bebé se quedó mirando a sus padres por unos segundos y luego levantó sus brazos para que URSS lo cargara, entonces la pareja comenzó a hablar.

Reich reía con dulzura, URSS se sonrojaba disimuladamente, el gemelo mayor era mimado entre coqueteo y coqueteo que sus padres hacían y el gemelo menor fue ignorado a pesar de sus quejidos.

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