Extra #3 : Avergonzado.
Felix salió enfurecido de la casa de Chan, dando pisadas cada vez más fuertes que la anterior, haciendo pucheros y un pequeño berrinche alto cada vez que escuchaba a Chan detrás suyo, intentando detenerlo.
— ¡Pero, Lixie!
Otro chillido alto y se detuvo, porque realmente no se quería ir, pero aún así no le evitaba no estar enojado. Dio media vuelta, mirando al mayor llegar a su lado, intentando regular su respiración completamente cansado, sin dudas el correr no era su fuerte. Eso hizo calmar un poco el enojo de Felix, sólo un poquito, no se ilusionen mucho.
— ¡Lixie! No hay razón para enojarse, eso, eso fue hace mucho y...
— ¡No importa sí fue de hace mucho, Channie! Ahora tú y yo estamos juntos, no creí que sentirías vergüenza por mí.
Los ojos cristalinos de Felix hicieron que el corazón de Chan se rompiera, lo último que quería era hacer llorar nuevamente a Felix, era lo que se había prometido; nunca más volver hacerlo llorar, era doloroso para él ver a su tierno y sonriente novio llorar.
— Amor... — empezó más tranquilo, alzando ambas manos hasta llegar a los hombros del menor, dando pequeños masajes en ellos y terminar en un abrazo, haciendo que Felix terminara soltando lágrimas, aferrado a su pecho —. Jamás me avergonzaría de ti, en aquel entonces yo no sabía cómo expresar eso que sentía por ti, no lo podía reconocer como algo que había sentido antes, era tan confuso. ¿Cómo es posible que pudiera sentir miedo y felicidad a la vez cada que te veía? ¿Por qué sentía tantas ganas de protegerte y también de escapar? Siempre temblaba y mi corazón parecía explotar, tenía las mejillas calientes siempre, creía que me sentía avergonzado, pero no de que nos vieran juntos, más bien, avergonzado conmigo mismo; porque cuando se trataba de ti, todo mi cuerpo y mi ser, lo veía insuficiente. Estaba avergonzado de lo que veías o verías de mí, un hombre débil, delgado, con la piel demasiado blanca, no era nada varonil ni un poco, eso era lo que me hacía sentir vergüenza.
— Channie, tú eres el hombre más atractivo y varonil que he visto, tu voz, tus manos, tus ojos serios y penetrantes, eso me encanta de ti. Cuando empezaste a ir al gimnasio, casi me da infarto, ¡Cada vez más guapo! Hasta sentía celos de tus fans — ambos no pudieron evitar reír ante su último comentario, Felix alzó su vista y dejó un pequeño beso en los pomposos y suaves labios del mayor —. Jamás vuelvas a pensar eso de ti, Channie, quiero que a la próxima digas que te sientes orgulloso, tanto de ti como de mí.
— Siempre estaré orgulloso de ti.
Ambos sonrieron y volvieron a abrazarse, sintiéndose nuevamente completos.
— Por cierto, dime amor otra vez.
El rostro de Chan parecía explotar de vergüenza.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top