zero. love at first sight
00. PREFACIO
amor a primera vista
LUNA VOLVIÓ A MIRAR LA CARTELERA. Uno de sus pies bailaba alrededor de ella casi con vida propia, mientras el barullo de las variadas personas que se encontraban en el cine la envolvía. Sabía que en casa la esperaban múltiples cajas que contenían su vida empacada, listas para volver a ser instaladas en un nuevo hogar, pero sus madres la habían convencido de escapar un par de horas a ver una película antes.
La castaña había tenido problemas con entender el atractivo que sus madres hallaban en Beacon Hills. Estaba acostumbrada a mudarse, pero esto se sentía distinto. Las planeaciones a futuro que había en el aire tenían un plazo más largo de lo usual. Estando ahí, ahora lo comprendía. La energía vibraba de forma distinta. Viniendo de un largo linaje de magia generacional, ese tipo de cosas solían importar.
Lentamente, Luna inspiró por la nariz. Beacon Hills le causaba cosquillas en la piel.
Sus madres, quienes habían ido a conseguir los boletos para la película, llegaron a reunirse con ella.
—Me acaban de llamar de la escuela. Dijeron que ya quedó todo listo para tu ingreso el siguiente semestre —anunció Irene, enganchando su brazo con el de su hija para ceñirla a su lado.
—Y tu tía Connie va a llegar mañana con todas tus plantas —añadió Jeanette, imitando la acción de su esposa al enganchar su brazo al otro lado de Luna.
Hecha un sándwich por sus dos madres, la joven sonrió tenuemente.
—Muy bien. Gracias.
Jeanette hizo una mueca con los labios y la sacudió con suavidad.
—Estás muy callada, Luna Mae.
—¿Verdad que sí? —concordó Irene—. ¿Por qué no vas y nos compras unas palomitas?
—Uh, y una soda. Y chocolates.
—Palomitas, soda y chocolates —recitó la castaña con obediencia, recibiendo el billete que su madre le tendía—. A la orden.
Irene le sonrió ampliamente.
—Buena chica.
Para ser un lugar tan aparentemente pequeño, había una considerable fila frente a la tienda de aperitivos. Luna supo, por las promociones colgantes, que esa noche habría un estreno bastante esperado. No le molestó esperar. Cruzó los brazos sobre su pecho y tamborileó sus dedos sobre su antebrazo al ritmo de la canción genérica que pasaban por los altavoces. Un par de toques en su hombro la hicieron girarse.
─Hey.
Un muchacho rubio, ligeramente más alto que ella, le sonreía desde el puesto siguiente a ella de la línea. Ella le sonrió de regreso brevemente.
─Hola.
─¿Eres nueva por aquí? No creo haberte visto antes.
Ella asintió, mirándolo por encima de su hombro.
─Síp. Lo soy.
─Cool.
─Sí, cool ─repitió, consciente de lo incómoda que resultaba en las interacciones sociales.
Luna estaba por girarse de regreso a su lugar, mordisqueando su labio inferior con un creciente sentimiento de ansiedad, cuando él volvió a tocar su hombro.
─¿Vas a ver una película?
No, solo vengo por la comida, Luna pensó con sarcasmo, pero no quiso decirlo y resultar grosera.
─Sí.
─¿Cuál verás?
─Honestamente no sé, mis madres compraron los boletos.
El extraño se detuvo y parpadeó, como si no hubiera entendido lo que ella decía. Luna solo quería regresar a ignorarse mutuamente, deseando que la fila se moviera más deprisa.
─¿Tus mamás?
─Sí. Mis mamás.
Esto le pareció verdaderamente interesante.
─¿Y qué? ¿Te adoptaron? ¿Una de ellas se embarazó?
Luna frunció ligeramente el ceño.
─¿Eso importa?
─No, no. Solo curiosidad.
Él parecía tan inocentemente emocionado por el hecho de que ella tuviera dos madres, que Luna decidió perdonar la serie de preguntas invasivas y darle un corta sonrisa que comunicó más incomodidad que amabilidad.
─¿Y tú también lo eres?
La joven suspiró visiblemente y echó una ojeada a las dos personas delante de ella en la fila. Una de ellas pasó y todos dieron un paso al frente.
─¿Ser qué, disculpa?
El chico se encogió de hombros y sonrió ladinamente.
─Pues... Lesbiana.
Luna abrió la boca por la sorpresa y acto seguido la volvió a cerrar. Sus brazos se ciñeron con más fuerza alrededor de su cuerpo y con pesar notó que la temperatura de su cara aumentaba.
─Perdón, pero verdaderamente no veo cómo eso sería de tu incumbencia.
Y con eso se giró a darle la espalda, pero él no pareció tomar la negativa. El muchacho dio un paso al frente y se posicionó de tal manera que Luna alcanzaba a verlo de reojo, su pecho casi tocando su hombro.
─No, lo digo, porque quería invitarte a salir. Para que conozcas más el lugar, no sé. Ir a cenar, ¿qué dices? ¿Cuál es tu nombre?
Luna se relamió los labios. Quería encontrar cómico que el desconocido hubiera preguntado su método de concepción y su sexualidad mucho antes que su nombre.
─No, muchas gracias ─balbuceó, guardando un mechón de su cabello detrás de su oreja, mientras se alejaba un poquito más de él.
─¿Así te llamas? ¿No, muchas gracias?
Ella soltó una risa nerviosa, viendo cómo la mujer frente a ella abandonaba la fila para ser atendida, dejándola en el primer espacio. A pesar de moverse hacia el frente, el muchacho no pareció tomar distancia alguna de ella.
─Tienes cara de... Sophia. No, Sophia no. ¿Kath?
─Luna.
Esto lo dijo al ser puesta bajo presión, pero lo lamentó de inmediato.
─¡Luna! Excelente nombre. ¿Entonces es un sí, Luna? ¿Saldremos o qué?
Para este momento, la joven bruja ya estaba encogida de hombros visiblemente y abrazándose a sí misma lo más lejos posible del rubio. La incomodidad en ella era visiblemente dolorosa.
─¡Hey, Conner! Ya basta.
Luna y el ahora nombrado Conner se giraron a sus espaldas. Había dos chicos detrás de ellos. Uno de ellos llevaba el cabello muy corto, vestido con una camisa de cuadros sobre una playera blanca; había apoyado una mano sobre sus labios, mirando la escena desarrollarse frente a él. La segunda persona, que era quien había hablado, se encontraba más cerca. El corazón de Luna se saltó un latido. Sus ojos viajaron por los rizos chocolate del muchacho, prosiguiendo a contemplar su tez bronceada y sus cálidos ojos marrones. Luna sintió un cosquilleo caliente recorrerla de pies a cabeza, adquiriendo un tono rojizo en su rostro.
Conner a su lado reaccionó.
─¿Ya basta qué, Scott?
Scott alzó un brazo, palma extendida hacia arriba, y los señaló a ambos.
─Hombre, la estás incomodando. Y ella claramente dijo que no.
Su amigo decidió participar─: Sí, Conner. Dijo que no.
Luna parpadeó un par de veces con la sorpresa escrita en su rostro. El rubio chasqueó la lengua y alzó ambas manos en forma de rendición.
─Como sea, solo estaba intentando ser amable.
Conner ni siquiera se mantuvo en la fila, sino que directamente salió de ahí.
Luna encontró la mirada de Scott con la intención de agradecerle, pero no pudo evitar mirarlo un par de segundos sin que palabra alguna abandonara su boca. Jamás le había ocurrido eso. Parecía que el mundo había parado de girar a su alrededor. Era magia, tenía que serlo. Su cabeza se sentía ligera y parecía haber perdido la capacidad de hablar o pensar. Finalmente, pudo decir atropelladamente:
─M-muchas gracias.
─No hay de qué ─respondió el amigo de Scott animadamente, dándole un entusiasta pulgar arriba.
─Creo que ya es tu turno ─señaló Scott con una ligera sonrisa que resaltó un hoyuelo en su mejilla.
Las piernas de Luna casi flanquearon, pero asintió rápidamente. Sintiendo la mirada del muchacho sobre ella, y sudando de las manos de manera incontrolable, Luna se apresuró a ser atendida lo más rápido posible. Posteriormente, logró llegar a la sala de cine donde sus madres la esperaban, pero su mente jamás la siguió. Todos sus pensamientos quedaron atrapados en la tarima de golosinas.
Debió haber dicho algo más. O quizás no.
Luna observó nerviosamente las butacas de la sala, ilusamente deseando que el destino también los hiciera encontrarse ahí dentro. Sus ilusiones no se detuvieron ni cuando la película estaba por terminar. Quería volver a ver a Scott con ansias poco dignas de ella, aunque fuera por un milisegundo al pasar. Lo deseaba tanto que la necesidad hacía que su propia piel picara. Era absurdo y no lo entendía. Luna temió estar perdiendo la cabeza.
A pesar de nunca haberlo creído posible, esa tarde Luna fue flechada por cupido con un cliché amor a primera vista.
nia's note <3
por finn, el prólogo !!!! la vdd, sé que
las actualizaciones van a ser lentísimas,
pero seguirán habiendo que es lo que
importa, porque amo amo amo esta
historia y amo amo amo esta saga.
¡ojalá les guste tanto como a mí!
les amo, no olviden votar y comentar oki.
¡les mando un besote!
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