29 « 1 » 29
Veintinueve de febrero.
Fecha irrelevante para muchos e importante para unos pocos. Aunque quizás solo sea para una sola persona, exactamente, yo. Hace cuatro años, asesiné a toda mi especie o al menos a los que conocía de esta. Somos seres que cuando llega el veintinueve de febrero, debemos alimentarnos de carne humana, asesinando a nuestra víctima en el proceso, para seguir teniendo la vida eterna.
Me negué y estas son las consecuencias.
—La cripta —murmuro al verla.
Hace poco, me comuniqué con los espíritus, creía que solo otros podían hacerlo, pero descubrí que si no asesinas, puedes hasta visualizarlos y no solo presentirlos.
Observo la mancha en mi brazo, crece cada vez que asesino, pero desde la última vez, ya no es la misma.
Saco mis cuchillos cuando oigo un grito. Estoy lista para lo que sea, aunque sé que no me gustará. Ahí viene mi mayor preocupación. El fantasma de mi amiga muerta. Oigo un chillido desgarrador y el viento mueve todo lo que toca, los árboles, la nieve, las pequeñas tumbas. Avanzo como puedo, entonces clavo mi arma blanca en el féretro. Este explota, como si nunca hubiera estado ahí.
Mi amiga murió por la secta a la que pertenecía, los cuales maté. Su alma me persigue como un espejismo, pues sé que su cuerpo no estaba ahí, sin embargo, las ilusiones crecen. No la pude salvar, así que estoy destinada a ver esa culpa.
Caigo de rodillas y lloro. No por su muerte, sino por la locura de no poder ver el fantasma del hombre al que amé. Lo salvé, pero hace poco murió. Se llamaba Gabe, la jefa de la secta dijo que los espíritus ordenaron que lo matase, no obstante, me negué. Lo curioso es que falleció en circunstancias confusas, lo que me hace pensar que su destino estaba sellado, sin importar que yo detuviera esa fatalidad.
El frío del viento, que ahora es calmo, me hace reaccionar, obligándome a pararme.
—¿Y qué es lo que deseas? —Oigo detrás y me giro rápido, pero no hay nadie.
¿Un espíritu maligno?
—Manifiéstate —ordeno.
Nada.
Vuelvo a girarme, entonces pasa otra vez.
—¿Cuál es tu objetivo?
Doy la vuelta, sin embargo, sigue sin haber nada.
—¡¿Quién eres?! —grito.
—La pregunta no es quién soy, deberías cuestionar para qué te sirvo.
—¡¿Quién habla?! —Alzo más la voz y miro para todas partes—. ¡¿Dónde te encuentras?!
—Falta poco para tu cumpleaños y estás huyendo de los tuyos, yo que tú reorganizaría mis prioridades.
Lo oigo, pero no lo veo.
Cierro los ojos, inhalo y exhalo para concentrarme, cuando los abro, visualizo al fantasma, sentado encima del techo de la cripta. Nunca había visto a este ser antes, es un muchacho joven y rubio, puedo notar su transparencia mientras sonríe, manteniéndose sentado allí.
—¿Por qué no te mostrabas ante mí? —cuestiono.
—Tus manos están manchadas con mucha sangre, incluso a pesar de que quisiste abandonar la eternidad, pero no podrás.
—¿Qué eres? —insisto.
—Soy el guardián de las fechas.
—¿El guardián de las fechas? —Lo observo, desconcertada.
—Todos nacen en una fecha, cada una es especial a su manera. No creas porque la tuya solo aparece cada cuatro años, las demás no tienen algo que aportar al mundo.
—No lo hago, pero la mía está maldita.
Se carcajea.
—Supongo que aún no entiendes tu maldición. —Hace una sonrisa siniestra, luego vuelve a su estado angelical, el cual concuerda más con sus ropas antiguas—. Por eso te hice aquellas preguntas, respóndelas y así tendrás un cumpleaños inolvidable.
No me gusta cómo suena aquello, falta muy poco para que llegue el día. Ni tiene sentido que este ser se manifieste de repente y me haga estas preguntas. Jamás lo comprenderé, pues no hay casi ni tiempo para lograr entenderlo.
—No me interesa —digo, fríamente.
—¿Segura? Te invito a una fiesta, será interesante.
Una gran ventisca se forma, cierro los ojos con fuerza, y cuando se detiene, los abro, pero el fantasma desaparece, sin embargo, yo también he sido enviada a otro lugar.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top