hubo movimiento en casa desde temprano, mamá me gritaba desde la puerta que nos íbamos en una hora y el ajetreo con los equipajes y el protector solar era algo que no había vivido desde hacía ya un buen tiempo. mis vacaciones se habían convertido en algo aburrido y monótono desde que papá nos había dejado, pero ahora renacía la chispa de anticipación que tenía antes de unas buenas vacaciones cuando era niño.

logramos salir de casa a pesar de los regaños que me dio mi mamá por el outfit que he elegido, el cual incluye unos baggy jeans desteñidos y un suéter de lana con cuello en forma de 'v' que deja al descubierto lo suficiente como para que se vea el comienzo de mi pecho, el bonito lunar en mis clavículas, y el cuarzo rosa que tengo colgando de un collar que hice improvisado cuando lo compré.
y no es que a mi mamá no le agrade mi estilo, pero me reclamaba por saber que iremos a un lugar caluroso y aún así decidir usar manga larga. sé que tiene razón, claro. pero soy de esas personas que se preocupan por ponerse sus mejores ropas en días especiales, así que me decidí por uno de mis favoritos al estar hoy tan emocionado, pues por fin iría en unas vacaciones reales y podría alejar mi mente de todo lo que dejaría en casa.

viajamos a casa de los jeon por la vía rápida. mi mamá cantaba canciones de la radio y respondía una que otra llamada de una tía chismosa, pero cortaba enseguida que yo me ponía a pelearle por usar el teléfono al mismo tiempo que conducía.

llegar y ver a la familia jeon unida fue un tanto extraño, ya que siempre que los visitaba habían sido sólo hyeon y su papá. nunca antes los vi como una familia completa. ni siquiera sabía de la existencia de un hermano gemelo, por dios.

¡el gemelo!

por todos los dioses griegos, casi se me pasa ese detalle.

hyeon, el señor jeon y la señora jeon nos recibieron con sonrisas cálidas y una plática animada.
pero no fue hasta unos minutos que lo vi , a Jungkook. terminaba de cerrar la casa con un aire despreocupado, vestía de una manera opuesta a su familia y parecía huir del look playero tanto como yo. parecía que era tan fiel a su estilo que no se sacaría sus ropas características que le daban un aire rebelde, haciéndolo lucir rudo cuando él no es realmente así.

mi mejor amigo sabe que tengo una debilidad por los hombres que lucen como si estuvieran listos para patear chicos como yo, así como si fueran parte de una pandilla criminal de motociclistas.

mi mejor amigo sabe que su hermano se ve así, también. así que intento disimular cuando él sigue mi mirada, con curiosidad, encontrando lo que estoy mirando.

¿y para qué voy a mentir? desde la primera vez que vi a jungkook le puse cara de abandoname y pegame, sí. puede que tenga la cara de mi mejor amigo, pero hay algo que los hace totalmente diferentes. y esta deferencia comienza desde la primera mirada de los ojos oscuros de jungkook.

así es, amistades.

soy park jimin, el chico que vive para ser hater de los cliché de las novelas juveniles y sigue babeando cuando los ve. ojo, hay niveles. yo siempre voy a terminar odiando a los unga unga.
pero la cosa es que jungkook se puede ver como mi placer más culposo, pero su personalidad es otra cosa.

tal vez por eso es tan encantador, ¿no?

se me detiene el corazón por un momento cuando jungkook llega con nosotros, mirándome como si pudiera ver más allá de mis pestañas y mi mirada. como si me leyera y escuchara, yendo tan profundo en mí.

me quiero golpear a mí mismo en ese momento.

me digo que todo está bien.

está bien, jimin. no tiene nada de malo que alguien te parezca atractivo. ni siquiera significa algo, ¿si? no seas tan duro contigo. eres el arcoiris mayor de la comunidad de los colores, no seas tonto.

odio tener guerras internas conmigo mismo.

nunca sé a cuál lado de mí debería estar apoyando.

—¿jimin?—hyeon estaba a mi lado, de repente , haciéndome saltar tan alto que me vi futuro de trapecista. me seguiría llevando esos sustos si no dejaba de pensar en estupideces—. por un momento pensé que te habías ido a otro planeta, chico.

—pensé que ya era obvio que no soy de la tierra—rodé los ojos, divertido. hyeon ya estaba tirando de mí con él para que fuéramos al auto juntos.

había saludado a los padres de hyeon, pero no a jungkook. y por alguna razón me invadían unas ganas gigantes de saludarlo.

jungkook ya había logrado transmitirme demasiada confianza. eso no pasaba seguido, claro que no. park jimin odia a toda la raza humana.

la última vez que vi a jungkook fue el día que volví con los gemelos a su casa para no quedarme solo, jungkook quedándose a ver una película en la sala con hyeon y conmigo por alguna razón. yo tenía clarísimo que no se soportaban. no creí que jungkook lo dijera en serio cuando dijo que nos acompañaría a verla, pero para mi sorpresa fue así.   

ese día hyeon se quedó dormido a penas comenzó la película.

jungkook y yo la finalizamos, yo contándole cada dato curioso de la historia real de el cisne negro, ex bailarín que había sido apodado así por los crímenes que cometió para obtener dicho papel. jungkook me confesó que nunca antes había oído del caso en que se inspiró la película, pero aún así me escuchó realmente interesado. se sumergió en la película conmigo y terminamos hablando un poco de ella cuando ya había terminado. fue extraño porque me sentí escuchado de verdad después de un tiempo, como si a alguien le importara realmente lo que le dijera por más random o desconocido para ellos que fuera.

¿me puedo sentir así con alguien que es casi un desconocido?

así que sí, quiero saludarlo.

pero hyeon ya me arrastró hasta dentro del auto y todo lo que hago es verlo a través de la ventana, porque él ya me está mirando desde antes , dando la impresión de que también tiene ganas de saludarme.

así empiezan nuestras vacaciones.

todo va en buena dirección, ¿no?

¿qué cosas podrían pasar?

durante el viaje voy escuchando en spotify mi horóscopo del día, con hyeon dormitando en mi hombro la mayoría del tiempo.

(...)