Rayos X

-No creí que hablaras enserio.

Habló una sorprendida azabache al darse cuenta que pasaría su tarde en el hospital.

-Tratandose de ti, todo es enserio Buginette.

El olor a desinfectante, pisos blancos, camillas pasando de un lugar a otro y dos jovenes esperando impacientes para poder pasar a la sala de rayos equis, proyectaba un día tranquilo en el hospital.

Adrien y Marinette a pesar de estar en aquella generalmente aburrida sala, se encontraban totalmente entretenidos probando filtros extraños en instagram, bobeando y coqueteando mutuamente.

-Mira Marinette ¡Eres un taco!

Le dijo emocionado el rubio a su novia al verla convertida en un taco con ojos en la pantalla.

-¡Y tu en un chile!

Le respondió la azabache antes de rosar su nariz con la de él en forma de cariño.

En efecto, estaba con su alma gemela.

-¿Señorita Marinette Agreste? Pase porfavor.

Las mejillas de Marinette se tornaron rojas al escuchar como fué nombrada.

Rápidamente giró para ver al responsable de aquel error, que reía animado y algo satisfecho.

-¿Por qué me registraste así?

Preguntó no enojada, más bien apenada.

-Es para que te acostumbres cuando nos casemos.

La sorpresa se instaló en su rostro, prefiriendo pasar a tomar los dichosos rayos equis y así liberar a Adrien de su culpabilidad, antes de ponerse a pensar en que tecnicamente el rubio le había propuesto matrimonio.
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El ocaso de la tarde iluminaba en tonos naranjas la habitación de un cariñoso chico de ojos verdes que dormitaba en el regazo de su amada ojiazul, quién le hacía cariños en el cabello.

Por otro lado se encontraba Plagg mirando con terror como lo seguía un pequeño hamster en su bola, mientras que Tikki dormía sobre una galleta.

-¿Adoración? Deberías llamarte Propagación ¡Ahhh! Matenlo que porta la Peste.

Gritó el kwami arruinando la atmosphera tranquila y silenciosa de la habitación, huyendo del temible hamster.

-¡Plagg, no dejas dormir!

Exclamó enojado el rubio que fué asustado por el grito.

-Si se me acerca un centimetro más ¡Cataclismo!

Fué el grito del kwami al divisar como se acercaba a él la adoración de sus portadores.

Ignorandolo, Adrien retomó su comoda posición dispuesto a dormitar, pero el timbre del celular de Marinette interrumpió sus pacificos planes.

-Es... Kim

Dijo extrañada al ver quien solicitaba ser contestado en el celular.

Las antenitas de vinil de Adrien detectaron la presencia de un posible enemigo.

Celos brotaron de cada uno de sus poros, no logrando ocultarlos.

-¿Puedo contestar por ti? Esque... no quiero que tu garganta se gaste.

Aquello no había sonando creíble ni para si mismo.

La ojiazul asintió sabiendo bien su significado oculto y le besó la comisura del labio.

-Claro, contesta.

Tras aquel acto, con una sonrisa contestó.

-¡¿Por qué llamas a mi novia?!

Preguntó el Agreste al telefono no logrando ocultar su veneno.

-Buenas noches a ti también Adrien, sabía que tu contestarías, pasas 17 de las 24 horas del día con Marinette y me atrevería a decir que más, pero eso no es para lo que hablo. Me preguntaba si recordabas el día en que Max enfermó.

-No ¿Por qué lo recordaría?

-Porque fué el día en que golpeaste brutalmente a...

-¡FUE HACE UN MES, DOS SEMANAS, TRES DÍAS, 4 HORAS, 13 MINUTOS Y NO REPITO!

-Gracias Adrien, buenas noches.

Marinette solo miró como su pálido novio le regresaba su celular y se hacía bolita en su cama.

Ella se acercó a el pero el huyó.

-Perdon por golpearte.

Susurró con la cabeza gacha.

Marinette frunció el ceño y se acercó a el lentamente.

Claro, tenía que haber sido Kim.

Logrando estar lo suficientemente cerca del chico, Marinette tomó su rostro y le plantó un lento beso que el correspondió feliz.

El la abrazó y le dió un inocente beso en su hombro, dejando caer su menton en la curva de su cuello.

Cada vez que la abrazaba sentía como si su corazón bailar...

-¡Separence a dos metros de distancia!

Sacandolos de su momento, una seria Nathalie entró de un portazo y gritó al ser dos chicos JOVENES, con HORMONAS, ABRAZADOS y sobre una CAMA lo primero que vieron sus ojos al entrar a la habitación.

Ella solo quería entregarles los resultados de los rayos equis y terminó evitando el nacimiento prematuro de su futuro nietastro.

Extendiendo los resultados y su explicación, se dispuso a salir.

-A proposito, buen craneo.

Mencionó antes de irse, siendo ese el cumplido más extraño que le habían hecho a Marinette en toda su vida.

Adrien abrió aquello con miedo, mientras que Marinette miraba entretenida como su adorada Adoración perseguía a Plagg.

Enfocandose en lo suyo, la ojiazul giró su cabeza, tomó el documento donde estaba la explicación y lo leyó.

-Ves no tengo nada.

Dijo mostrandole como en el texto decía en grande "CRANEO SANO".

Festejando, Marinette saltó sobre Adrien y lo besó en los labios. El periodo de culpa había terminado.

-Pero ¿Y el daño psicologico?

Dijo aún con sus labios unidos, haciendo que la azabache ruede los ojos.

Ya sabía ella que era demasiado bueno para ser verdad.

-¿Cuando dejaras de sentirte culpable?

-Cuando un examen psicologico me afirme que no te hice ningún trauma.

-Okey lo haré.

Continuara...

¿Cómo estan, señores?

Ojalá y les haya gustado este capitulo.

En fin, disfruten.

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