57.
—Ja... No puedes contra mí
Canadá sostenía firmemente el cuchillo, sonriendo al ver la tela rasgada y la perforación espectacular que le hizo a ese idiota
—Como si fuera a dejarte las cosas así de fáciles
Rusia sonrió antes de estamparlo contra la pared y arrojar el cuchillo lejos
—Pero qué demonios
—Proteger las zonas vitales es lo básico, Can
Empezó a ahorcarlo, apretándole el cuello con su diestra
—Antes suplicabas por un alfa. Por qué ahora te resistes?
—Porque necesito a alguien superior a mí
Lo golpeó para alejarlo y tosió con fuerza.
—O me dominas... O mueres
—Eres un demente masoquista
—Soy un omega frustrado y en celo... es obvio que no estoy bien de la cabeza
Rio divertido antes de abalanzarse contra Rusia.
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