¡¿y por qué me jalan a mí?
En el Olimpo, la pobre diosa batallaba para encontrar al responsable de su gran desgracia, no sabía que en el Olimpo era día de fiesta.
La pobre Uvita tuvo que esquivar a cualquier dios, ninfa u otro ser que trataban de divertirse con ella.
"trató" de no distraerse, y digo trató porque la muy ingrata se la pasó tomando y bailando con todos. Dándole honor a la frase <<Hasta el amanecer>> Literalmente.
Despertando con una horrible jaqueca por en medio del inmenso jardín. Su temor creció al ver que ya era pasado del medio día, y lo peor era que su vestido estaba roto, como si una ardilla furiosa la hubiera atacado, todo rasgado en partes que ni siquiera debían de salir a la luz.
Su cabello revuelto y lo peor era que su hora de reunirse con sus amigos, con la supuesta respuesta para arreglar a shun, había pasado desde hace ratos.
O era lo que eso creía.
Ahora sí sufriría de la ira del pollo en llamas. Y eso hacia que se le aguadaran los ojos por su futuro sufrimiento.
¡¡Ikki era capaz de quemar su dinero!!
¡¡Hasta sería capaz de hacer lo que ningún Dios ha podido lograr durante siglos!!
No aguantó más y gritó. Su grito fue suficiente para que los pocos animales que paseaba por ahí, salieran corriendo a refugiarse.
Mientras que tanto, a unos pocos metros de ella refugiados en una enorme roca, estaban dos divinidades ahogando sus risas con ambas manos.
-- esta es la mejor broma que he hecho durante siglos.
-- y eso que aun no acaba.
Asomaron sus cabezas y sonrieron más al ver la cara llorosa de la diosa, hasta su maquillaje se había corrido.
-- muy bien... -- habló el pelinegro al otro. -- es hora de la fase tre...
-- ¿Qué hacen ustedes dos aquí?
Aquella tercera voz los hizo brincar por el susto, volteandose rápido, para luego suspirar de alivio al ver a la diosa de la caza; Artemisa.
-- uuuf eres tú hermana.
-- ¿Por qué están escondidos?
Ambos hombres desviaron su vista; de la diosa que lloraba a mares, a la diosa de la caza.
-- ¿recuerdas de lo que te dije hace tiempo?
-- claro... Éso creo... pero ¿eso qué tiene que ver con que estén escondidos?
Sonrieron cómplices y, con un movimiento de cabeza, le indicaron a la diosa mirar a pocos metros de ellos.
Confundida, pero curiosa, se unió a ambos hombres al ver la razón de sus risas. Ella también tuvo que cerrar la boca para que su carcajada no fuera escuchada.
Saori ya estaba peor de como había despertado.
-- ¿entonces por fin llegó el día? -- murmuró burlona la diosa.
-- así es. -- respondió su hermano de la misma forma. -- y tú ya sabes cual es la siguiente fase.
-- ¡Uuuuuh yo también quiero jugar!
-- No. Tu forma de actuar es pésima.
-- ¡Ah! -- ofendida giró su rostro al pelinegro. -- ¡tú no conoces mis dotes en la actuación!... Además... He estado practicando.
-- ¿Encerio? -- respondió el contrario con una pícara sonrisa, señal que tomó mal para Artemisa.
-- ¿segura que ya has mejorado?
-- ¡claro que si! No sé por que no me creen.
Ambos hombres se voltearon a ver en busca de respuestas. Suspiraron al mismo tiempo e igual voltearon a ver a la diosa.
Con un asentimiento de cabeza, Artemisa retomó su camino cerca de la otra. Con solo ver su caminar el pelinegro tronó su cabeza en la dura piedra, dudoso del sólo ver a su sobrina.
-- ¿seguro de que no va a cagarla?
Quitó la mirada de su hermana para dirigirla a su tío, regresandolo de nuevo a su hermana y así nuevamente a su tío. Carraspeo intentando parecer serio. -- Claro que si. Artemisa es demasiado inteligente como para fallar en una simple tarea... Además dijo que había practicado.
Aunque su duda también fue reflejado en su rostro, ambos, con una gota de sudor corriendo por sus frentes, veian como la diosa se acercaba "casualmente" a la mora hechando jugos. La rubia silbaba viendo a varios lados, haciendose la distraída. Athena seguía llorando viendo al cielo. Ahí fue cuando Artemisa jadeó, haciéndose la "sorprendida" con ambas manos en sus mejillas por la "sorpresa".
-- ¡HERMANITA! -- corrió, exageradamente, a abrazar a la menor, ambos hombres solo tronaron sus palmas a sus rostros con fuerza, al ver su entrada demasiado dramática y evidente.
Porque obviamente a la diosa le vendría valiendo lo que le pasa a Athena.
-- Si... Tal vez actuar no es su fuerte...
Artemisa ya no sabía dónde meter la cara al sentir que la había cagado, pero para sus suerte, saori no había notado su extraña actitud.
-- ¿Artemisa?
-- ¡Athena! ¡Te he visto sola y desamparada que me conmovió el corazón! -- gritó sobreactuada, hasta haciendo varios ademanes ridículos con las manos y sus exageradas expresiones. -- ¡No te preocupes! ¡Cuéntame lo que te tiene tan preocupada y sufrida! ¡Yo te ayudaré a buscarle solución a todo!
A varios metros, los dos sobrantes cubrían sus caras por la escena que la diosa estaba montando. Sus mejillas estaban demasiado rojas y sapateaban el suelo por la frustración. Hasta las ninfas que pasaban por ahí se alejaban nerviosas por lo rara que se comportaban.
Aun así la diosa de la caza siguió con su rara actuación, sobando la cabeza de saori y mantenidola sobre su pecho, no la soltaba, aun si saori intentaba hacerlo.
-- ¡Dimelo¡ ¡¿quién fue?! ¡¿Quién fue el responsable de tus divinas lagrimas... ?! -- la rubia tomó el rostro de athena con sus manos, una mueca se asomó al ver la cara desastrosa de su hermana por el llanto, debido a que el rimel y pestañol que se había corrido, su cara estaba pintada de negro.
Y para no romper a reír, volvió a ocultar el rostro de la pelilila en su pecho. Regresando a su acto. -- ¡¿Fue el idiota de geminis?! ¡Te dijimos que era mala idea revivirlo!
-- ¿de qué hablas? Yo estoy bien... No sé por qué dices esas cosas.
Nerviosa saori trato de desviar su atención en otra cosa. Por lo que le fue inevitable ver como los pequeños animales y ninfas se alejaban nerviosos de una curiosa roca en medio del jardín. Lo que la desconcertó más fue ver como, al posar su vista en dicho objeto, dos cabelleras tiriteaban, como gelatinas a punto de caer del cucharón. Juraría que hasta las pequeñas hondas a su alrededor se veían.
-- ¿viste éso Artemisa?
-- ¡¿Qué?! ¿Ver qué? Yo estoy viendo para otro lado. -- nerviosa por sentirse al descubierto trataba de tomar el rostro de athena y desviarla a cualquier cosa que no sea la gran roca. Pero la curiosidad de la otra diosa fue mayor y se acercó a la roca tiriteante. -- ¡No! ¡Athena, espera!
Minutos antes las otras dos deidades se mordían las uñas y temblaban al ver como la rubia hacia su "actuación" en otra ocasión se hubieran reído, pero llevaban siglos planeando aquella broma que no podían permitir que se arruinara. La primera parte ya estaba hecha.
-- hola.
-- ¡¡Ahhh!!
Un grito, demasiado femenino a mi parecer, salió de los labios de ambos al escuchar la calmada voz de la diosa de la sabiduría. Saltaron de la sorpresa al pensar que habían sido descubiertos, no disfrutaron mucho el juego.
Al intentar hablar, Artemisa apareció en sus campo de vision, la pobre sudaba frío y trataba de mantener la calma al ser utilizada para que los dioses se remataran al fallar su juego.
Pero para su suerte la "inocente" saori no había descubierto su juego.
-- estaba buscando a zeus. Quería pedirle un consejo.
Al Dios del inframundo le dolió la garganta al contener su risa, intentando mantenerse serio.
-- pues creo que tienes mala suerte sobrina.
-- Zeus decidió tomar unas vacaciones y conocer el mundo que proteges. -- concluyó el gemelo.
-- la fiesta fue por buen viaje y despedida.
-- Oh! Entonces se fue esta mañana.
Los tres retuvieron su risa al recibir la respuesta de la otra.
Artemisa se aclaró la garganta, intentando mantenerse sería, e intentando alejar la risa.
-- no, athena. Nuestro padre partió hace una semana. Lo que significa que la fiesta fue ése mismo día.
-- ¡¿QUÉ?! Pe-pero si yo vine al Olimpo anoche... ¡Y lo vi tragando en la mesa de aperitivos!
-- esque la fiesta duró seis horas. -- habló entonces el pelirrojo. Tratando igual de no romper a reír. -- y recuerda que para nosotros los dioses; las horas significan días. Los días significan semanas. Las semanas significa meses. Los meses años. Y los años un siglo.
Los ojos de la diosa no pararon de crecer.
¡Mierda! ¡Entonces la supuesta reunión que tenía con sus caballeros no fue apenas unas horas! ¡Sino que en realidad fueron días de su aucencia!
Definitivamente su mansión, o sería vendida, o ikki y los demás ya lo habrían destruido.
Significaba que los pobres habían pasado una semana con el pequeño shun, el resultado era de un posible desastre en su cabaña. Todos ellos no sabían cómo cuidar a un bebé, a excepción de ikki claro.
Cuanto quisiera tener mi báculo ahora...
Entonces un foco se encendió por enzima de su cabeza al tener una idea. ¡Claro! ¡Aquel báculo era un obsequio de la diosa de la victoria!
Una parte de Nike era con aquel objeto, si hablaba con la diosa y esta le brindaba su ayuda, no solo lograría localizar a su padre, sino que cabía la posibilidad de regresar a shun a la normalidad.
Pero esa idea significaba trampa, ¡y ella no era tramposa! Aun así esta era una situación de vida o muerte. Y en las dos salía perdiendo.
Sin decir nada más, los otros tres deidades vieron como saori desaparecio en una nube de humo.
Hades sonrió satisfecho, despidiendose de sus sobrinos procedió con su tercer face de su plan.
Siguiente parada: La cabaña.
Una cabaña que está de la fregada. Aquella semana fue dura para los cuatro, ni siquiera podían contra un bebé. ¡Lo que también demostraba que shun era invencible!
Ahora los cuatro dormían como bebés. Sufrieron la noche anterior al descubrir que el cosmos del bebé era igual de grande, tanto que el pequeño demonio había activado sus pequeñas cadenas de andromeda.
Se la pasó horas y horas "jugando" a azotar a sus amigos. Claro que era un bebé y no estaba consciente de lo que hacía, pero se veía que le gustaba golpearlos.
Y así, hasta que se durmió del cansancio.
Ikki despertó en el duro sofá individual. Frotando su rostro para alejar todo signo de pereza, pereza que se fue al ver el estado de sus amigos;
Shiryu apenas y entraba en el sofá para dos personas. Seiya estaba roncando enzima de varios juguetes y basura. Mientras que hyoga ocupaba el gran sofá, pero se veía su incomodidad al tener varios almohadones y libros enzima del mueble.
Mientras que el pequeño shun estaba durmiendo plácidamente en el corralito improvisado.
Agradeció en su interior que sus amigos lo ayudaran a cuidar de su hermanito, aunque después se desquitaria con seiya al proponerse a cuidar de shun.
Era la bronca de saori ¡y ella SOLITA debía de hacerse cargo de su problema!
Salió de la cabaña, tratando de no olvidarse del camino, para ir a un lugar cercano y comprar comida.
Varias horas después el sonido de la puerta despertó a los demás. Sincronizados, los cuatro frotaron sus ojos con sus puños, incluyendo al bebé.
De mala gana, seiya fue para abrir la puerta. Frente a él un hombre más alto que él, piel pálida, cabello negro y una enorme sonrisa seductora al ver el estado del castaño.
-- ¿te han dicho lo sexy que te ves cuando recién te despiertas?
-- Si. Y mucho. -- respondió el chino asomándose a la puerta. Hyoga igual, con el pequeño shun cabeceando aún.
-- ¡¡Que hermosooooo!! -- gritó de ternura al ver al pequeño, arrebatando de los brazos del Cisne. -- ¡Eres una pequeña bola de carne!
-- ¡oye! ¡Ésa bola es mía!
Como niño infantil, hades le saco la lengua y le dio la espalda, regresando su atención al peli verde.
El rubio volteo a shiryu en busca de que diga algo, pero el azabache intentaba mantener la calma al ver, segundos atrás, el intento de coquetería hacia seiya.
Obviamente hervía de rabia y celos, más al ver como seiya sonreía al ver como aquel viejo hacia sonreir al bebé.
Más molesto que nunca, se dirigió al Dios en un tono molesto.
-- ¿Qué haces aquí hades? Me parece muy raro el que te aparezcas aqui y sabiendo nuestra dirección exacta. -- pero el Dios trataba de no prestarle atención. Sonrió al sentir una ola de emociones venir del hombre más sabio y sereno de entre los caballeros de bronce. Sólo significaba una cosa. -- ¿qué es lo que quieres?
-- la verdad supe del nuevo rumor que corría por el olimpo; que andromeda había sido transformado en bebé. Y quería corroborarlo yo mismo... Y de paso saludar.
Con un guiño a seiya concluyó su anuncio. El castaño se sonrojó por el gesto, recibiendo en respuesta más enojo de parte de dragon.
La tensión se sentía en la habitación. Sólo el pobre Cisne no hayaba qué hacer. Éso hasta que de la puerta se asomó ikki, con varias bolsas en manos.
Al ver al Dios su expresión se disgustó, y más al ver que éste cargaba a su hermanito.
-- ¿Qué hace el mechas negras cargando a mi hermano?
Los tres de bronce se tensaron al sentir su agresividad, mientras que el Dios jadeo ofendido.
-- pues este mechas negras tiene nombre.
-- el cual no me importa, cara pálida. ¿Qué haces con mi hermano?
-- disfruta de mi compañía. -- shun rio al sentir otra cosquilla en su panzita. -- vaya vaya, seiya. Si que te ves radiante con esa camiseta.
Un guiño más y el pobre pegaso se cubrió la cara al tenerla demasiada roja.
Hyoga tembló en su lugar al ver como el aura de ikki y shiryu se tornaba sumamente peligrosa. Era demasiada tensión. El doble de lo que era en el principio.
Hades vs ikki vs shiryu. ¿Quién ganará el amor de seiya? Sólo uno podría salir ganador.
¿Pero qué tal y al final ganan los tres?
Sus ataques de miradas se fue al ver como la pobre saori tiraba la puerta de una patada.
Hades reprimio su risa al ver su estado, peor de lo que ya estaba. Jadeaba y se sostenía de un palo. Su cabello revuelto y sucio, al igual que su vestido. O lo que quedaba de ello.
-- bruja, te estuvimos esperando desde hace más de una semana.
La diosa entonces explotó. Ya había escuchado la palabra bruja y se hartó de que lo repitiera en su cara.
Gritó ese día por segunda vez. Tanto que los cinco hombres se habían abrazado asustados, con shun enfrente como su escudo para que no los golpease.
-- ¿y-y qué pasó con zeus? -- preguntó seiya tratando de aligerar las aguas. -- perece que te divertirse ¿no, saori?
Pero a cambio se encogió en su lugar al sentir la mirada de advertencia de los otros, hasta del bebé.
-- lo siento, chicos. Zeus está en la tierra y, sin mis dones, no puedo localizarlo. Me va a costar trabajo encontrarlo en este enorme mundo. Siento mucho fallarles. -- todos, menos ikki y hades, que miraban indiferententes aquello, vieron tristes a la diosa. Pero entonces saori notó la otra presencia. -- ¿qué hace el cara pálida aquí?
La mandíbula de hades cayó por tal ofensa, en cambio ikki y shiryu sonrieron satisfechos.
-- ¡ya se iba!
Gritó hyoga arrebatando a shun de los brazos del pelinegro. Fénix y dragon igual estuvieron de acuerdo, empujando al Dios fuera de la cabaña.
Pero seiya nuevamente tuvo una idea.
-- ¡esperen! No pueden correrlo de esa forma, puede sernos de ayuda.
-- No. Éste se va y punto.
-- ¡pero puede ayudarnos a localizar a zeus!
El click se asomó por la cabeza de los otros, así lograría safarse más rápido y shun regresaría.
-- es cierto... ¡Tú puedes ayudarnos tío!
-- ahora si soy tu tío ¿eh?
-- ¡por favor!, ¡por favor! -- suplicó la diosa ignorando su comentario. -- si lo haces te daré lo que sea.
Aquella oferta atrajo la curiosidad del contrario. -- ¿lo que sea?
-- ¡lo que sea! Pero por favor ¿si?
-- ¿segura?
-- segura.
-- ¿segurisima, segurisima?
-- ¡segurisima!
-- ¿ence...?
-- ¡¡¡YAAA!! -- gritaron fastidiados los demás, hasta el pequeño balbuceo de shun se escuchó.
Con una última mirada se dirigió a seiya, sonrío provocador hacia él, terminando por aceptar.
Cerrando los ojos se concentró en su tarea. Varios minutos después abrió los ojos y miró a los demás.
-- Zeus esta en México, le causó curiosidad su comida y desde hace siglos quería probarla, luego de éso se irá a Guatemala para conocer su cultura al igual que su comida. Tiene más curiosidad por ese país por ser un lugar de la eterna primavera. -- la diosa escuchaba atenta y anotaba todo en su pequeña libreta. -- luego irá a el salvador, Honduras, Brasil... Bla, bla, bla... Sólo eso puedo decirte.
-- ¡gracias, hades!
Mirando con pena la diosa se dirigió a sus caballeros. -- se que están cansados de cuidar a shun y por la dura semana que tuvieron. Si estan de acuerdo contratare a una niñera para que los cuide y puedan descansar.
Los demás suspiraron aliviados, pero antes de aceptar...
-- no te preocupes saori... ¡Nosotros lo cuidaremos!
-- ¡¡¡Seiya... !!!
-- ¡perfecto! -- emocionada la diosa se dispuso a dar una ducha y cambiarse para su búsqueda, el solo ver el interior de la cabaña la detuvo. -- ¿Saben? Vayan a la mansión y no se preocupen, ya mande a todos a volar.
El Dios se rio de la desgracia de los bronce. Se despidió y estaba a punto de irse...
-- ¡Hades también nos ayudará a cuidar de shun!
-- ¡¡¿Qué?!! ¡¡¿En que momento siquiera acepté?!!
Ante la sugerencia de seiya, los otros dos mayores sonrieron maliciosos.
-- que buena idea seiya.
-- si. No es justo que solo nosotros suframos ¿cierto?
El pobre ya no sabía do de meterse, que pendejo. Obviamente era un dios ¿y cómo es eso que no se le ocurría tele-transportarse tan siquiera?
-- ¡¿y por qué me jalan a mí?!
-- porque... -- respondio ikki posa do un brazo alrededor de su cuello. -- sé que te traes algo en manos, y quiero estar cerca para vigilarte.
-- ¿es una amenaza, Fenix?
-- tal vez. No quiero que intentes algo con ya sabes quien.
Era fácil deducir que se referían a seiya, al menos éste ni entendía las indirectas y solo veía emocionado el "abrazo" de ambos hombres.
Al soltarse del brazo de ikki, zapateo como niño chiquito, lo aceptaría sólo por pasar más tiempo con pegaso y demostrar que era digno de él.
-- no dejaré que me estorbes en el camino.
-- ni tú en el mio, Fenix.
-- igual en el mio. -- la voz de dragón los hizo desviarse a él. Serio, decidido y de brazos cruzados se acercó al par. -- no dejaré que lo dañen. Lucharé por él y no me importa pisarlo a ambos.
-- cuenta con ello, dragón.
Y así quedó el trato. Tres hombres y un destino.
Hyoga y shun veían aquel espectáculo, ambos shokeados por aquello.
-- tal parece que serán largos días de lucha amorosa.
-- uuuh~ -- respondio el pequeño, viendo atento la mirada retadora de los otros.
Así fueron largos minutos hasta que la diosa partió a su próximo destino. Sin ser consiente de lo que se desataria en los siguientes días.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top