Una vez mas.
Era un agradable domingo por la mañana, el pequeño bebé dormía en su cuna, pasar la noche anterior en compañía de su adorada prima Mikasa y el molesto de su novio, mas los inesperados invitados que hicieron de la pacifica noche de niñeros, una mini fiesta con una borracha mujer de lentes y su obsesión insana por hacer reír a Levot con locura. Dejo completamente agotado al tierno bebé, tanto que pasarían horas para que él despertara. Por lo tanto, mamá y papá aprovecharían aquel repentino agotamiento de su bebito para recuperar todo el tiempo de cama perdido.
-Ahhh, espera un poco Levi, descansemos ¿Si? Una despeinada y sofocada peli naranja salía de entre las sabanas a tomar un poco de aire, respiraba como si el oxígeno se agotara y cada vez se le hacía más difícil retenerlo en sus pulmones.
-Una vez más, la última. Un poco o nada agotado azabache tomó a su mujer con rapidez y la atrapó entre las sabanas mientras se colocaba sobre ella nuevamente y regresaba a la placentera tarea de comérsela a besos.
No es que a Petra no le gustase hacer el amor toda la noche... y la mañana. Pero de aquella manera tan intensa y sin derecho a descanso, cualquiera en su lugar pediría por lo menos unos minutos para tomar agua o si quiera respirar. La peli naranja se preguntaba cómo diablos era que su hombre podía aguantar tanto y utilizar su tiempo correspondiente de descanso entre cada ronda, para hacer que ella se retorciera de placer y luego recibirlo nuevamente con más intensidad.
Para Petra, tener sexo después de casi nueve meses, era como ganarse la lotería. Recordaba muy lejana aquella noche en que un horrible ataque de ansiedad le hizo llamar a Levi de inmediato, ya que Levot no dejaba de llorar y no sabía qué hacer, la madreprimeriza estaba pasando por el nada agradable, estrés post parto. Algo que es totalmente normal después del embarazo en madres jóvenes y todos esos cambios hormonales por los que estaba pasando, activaron síntomas de depresión y la pobre y desconsolada Petra, necesitaba a su jodido esposo de una vez en aquella casa. Por lo tanto Levi suspendió la reunión que tenía en ese momento y salió despavorido a atender el llamado de su desconsolada esposa.
El azabache se encargó de dormir a Levoten sus brazos , la serenidad y la ternura con la que lo sostenía, ayudó a que el lograra conciliar el sueño de una vez. Petra era muy paciente, pero es muy bien conocido que los bebés en sus primeros meses de nacidos, adoptan el estado de ánimo de sus madres y esa era la razón por la que el también lograba fatigarse con facilidad.
Obligada por Levi, la oji ámbar tomó una reconfortante ducha de agua tibia sin la necesidad de salir corriendo del baño al escuchar el llanto de su bebé, algo que también la tenia de mal humor... pues dormir bien, comer con tranquilidad o ducharse con toda la paciencia del mundo, es en definitiva imposible para las madres que no aceptan absolutamente nada de ayuda durante ese periodo de maternidad, siendo ese el caso de la terca y autosuficiente Petra.
Al salir del baño, se encontró con la mirada de su esposo puesta en ella; Ella que apenas se acomodaba bien la toalla y con mucha vergüenza se acercaba al armario para tomar una pijama... un holgado, grueso y nada sexy camisón de algodón. La última vez que Levi la hizo suya, fue quizá dos meses antes del parto, ya ni si quiera lo recordaba o tomaba en cuenta y para él ya era una mierda recurrir al método manual para suavizar y calmar de a poco sus necesidades. Por lo tanto se acercó con lentitud a su mujer, ella se encontraba de espaldas y grande fue su sorpresa cuando comenzó a ser acariciada de manera seductora y lenta por aquel azabache que aprovechaba la desnudez de su espalda para besarla con mucha parsimonia.
-L-Levi... El bebé se despertará y... n-no deberíamos porque yo aún no comienzo con el plan de anticonceptivos, porque estoy lactando y además no creo que... El azabache llegó al punto exacto en el cuello de Petra y eso la hizo callar de inmediato, es decir... no pudo seguir hablando por el gemido que se ahogó en su garganta.
-Sssshhhhhhh... Se perfectamente que es lo que ocurre contigo, hace ya varios días que noto como te cubres con tanta ropa innecesaria, ya pareces un jodido esquimal del Everest ¿Crees que estas gorda verdad? Bueno, haremos el amor y para mi será la gloria tocar tu cuerpo y demostrarte que eres hermosa así, me gustan tus pechos tal y como están, igual de grandes que una sandía, joder muy grandes, pero no me importa y si tu vientre se estiró seis metros cuando estuviste embarazada de mi hijo, mucho mejor, así tengo aún más para acariciar, te amo y punto. Petra comenzó a reír entre lágrimas, aquellas bonitas y crueles palabras eran sinceras y dichas con la mejor intención, por lo tanto no había razón para enojarse... pero había algo que no pasaría por alto, aunque Levi se enojase o no con ella.
-Levi, no hay esquimales en el Everest, se encuentran en América del norte... en Alaska, Siberia... Canadá, pero no en el Everest amor. El azabache enarcó una ceja y se sorprendió ante la inesperada corrección por parte de Petra. Él no tenía tiempo para verificar en google si su jodida comparación era exacta, pero le encantaba que su mujer fuera tan inteligente, aunque... en definitiva ella no deseaba hacer lo que él le propuso anteriormente.
Petra sorbía su nariz mientras intentaba con dificultad, sacar ropa interior de uno de los cajones, pues los brazos de Levi la tenían rodeada de la cintura con fuerza y cada vez la incitaban a darse la vuelta y corresponder a las caricias del azabache.
-¿Podrías apagar la luz un momento? Petra enrojeció luego de aquella pregunta, el azabache suspiró con resignación y se alejó de ella para complacerla y poner oscuridad a aquella fría habitación.
Mientras ella se vestía, él se deshacía de aquella molesta corbata mientras maldecía por lo bajo y se dedicaba a desnudarse de mala gana. Unos cuantos minutos después, él se dejó caer en la cama un tanto frustrado, escuchó como ella activaba el intercomunicador y lo dejaba en la mesita de noche, aquel maldito aparato que él amaba y odiaba... pues le permitía escuchar si su bebé lloraba durante la madrugada, pero también le quitaba muchas horas de sueño a Petra, quien permanecía aferrada a el toda la noche.
-¿Quieres que me haga cargo de Levot hoy? Levi susurró aquello para Petra mientras acariciaba su cabello, ella se removió en la cama y decidió no darle más la espalda, aquel maldito estrés aumentaba cuando él estaba lejos de ella, por lo tanto intentaría que esa noche ambos durmiesen como solían hacerlo siempre, aunque había algo que la mantenía intranquila y quería hablarlo con él de una vez.
-¿Vas a dejarme, si no te correspondo? El azabache se sorprendió ante la extraña pregunta de su mujer, pero gracias a los últimos acontecimientos y la notable depresión de Petra, lo mejor sería mimarla hasta sacarle esa absurda idea de la cabeza.
-¿Por qué haría algo así? Eres mi mujer Petra, la madre de mi hijo y la única persona en todo el jodido planeta que sabe hacer té... No me iré, no te dejare nunca ¿Qué más debo decir o hacer para que entiendas que te amo y que si estas deprimida por algo, puedes confiar en mí? Solo tienes que decirme que quieres que haga. La Luz de la luna que se colaba por las ventanas, alcanzó a iluminar el rostro de Petra, permitiendo que Levi disfrutara de una semi sonrisa por parte de ella, la oji ámbar estaba feliz con aquellas palabras y tal vez era hora de darle una pequeña recompensa a su desesperado esposo, ella tenia esa bella sonrisa en sus labios, esa que le aseguraba al azabache que su mujercita solo estaba atravesando por una etapa difícil y que era su deber actuar de aquella manera tan cursi, todo por el amor que sentía por ella y por las inmensas ganas que tenia de verla plena y feliz, disfrutando de su maternidad y de su matrimonio.
-Quiero... que me hagas el amor, pero no estrujes tanto mis senos o te llenaras de leche. Cohibida hasta los huesos, pero disfrutando de la calidez de Levi y alejando de su mente aquellas estúpidas suposiciones que la hacían sentirse mal. Petra se dejó llevar por las caricias de Levi hasta que ambos fueron arrastrados por el placer de un suave y reconfortante momento a solas. El azabache no tenía que pedir permiso para tocar lo que era suyo y Petra agradecía que el fuese tan paciente al momento de desnudarle, a pesar de que ella siguiese pensando que no era lo suficientemente sensual como para agradarle a Levi. Pero en el justo momento en que se encontró piel a piel con su esposo y él ni se inmutaba de sus exuberantes curvas y nada más se dedicaba a sentirla y devorarla con mucha emoción, Petra comprendió que el amor que le tenia era aun mas grande que su depresión. Esa noche, hace casi nueve meses, Petra dejó de pensar en su cuerpo y se preocupó únicamente por hacer del momento, el mejor para ambos.
Actualmente, la pareja aprovechaba las horas de sueño de su pequeño hijo para recuperar los meses que se mantuvieron en abstinencia, pues luego de esa noche, las cosas se complicaron aún más entre ambos, el horario, la rutina, las noches de insomnio con Levot enfermo o llorando sin razón alguna y sobre todo el mal humor de Petra, lograron distanciarlos demasiado, razón por la cual el desesperado Levi después de tanto tiempo, logró abandonar por un día el maldito trabajo, para dedicarse a ella, únicamente a ella que era la dueña de su vida.
-Levi, por favor, solo déjame descansar cinco minutos... Tengo que ir a ver a Levot ¿No te parece extraño que aun siga dormido? Petra buscaba desesperada algo con que cubrirse, Levi se descuidó por un momento y ella sin pensarlo saltó de la cama, lo último que vio fue a su esposo sonreír de manera lasciva mientras ella se vestía con la camisa que la noche anterior él había usado, aquella que aun guardaba el aroma varonil de él, esa que lo hacía verse tan jodidamente guapo.
La peli naranja no terminó de ponerse bien los botones cuando ya se encontraba caminando hacia la habitación de su hijo, para ella era demasiado extraño que siguiese dormido, pues su bebé acostumbraba a despertar minutos antes de que Levi se marchara a trabajar.
La oji ámbar se llevó una gran sorpresa al ver como su bebé estaba de pie en la cuna, agarrado de la barandilla de madera y dando saltitos sobre el colchón, al parecer muy emocionado por ver a su madre entrar de una buena vez a su habitación, incluso balbuceó para Petra lo que parecían ser reclamos, pues cada mañana y apenas abría sus hermosos ojitos ambarinos, su mamá ya estaba ahí con él y eso le ponía de buen humor.
-Mi pequeño conejito, mamá estaba muy ocupada por culpa de tu padre, pero ya estoy aquí y creo que es hora de cambiar tu pañal. En medio de besos y cariñitos, la amorosa madre cargó a su bebé y lo llevo al cambiador de pañales.
-¿Fuiste un bebé bueno anoche? ¿Cómo se portaron tus primos? ¿Hicieron travesuras o algo así? Espero que no. La dulce voz de Petra y lo delicada que era para hacer sus cosas, provocaba que Levot siempre se mantuviera quieto y sumamente concentrado en los gestos y acciones de su madre, tanto que quizá era aún peor que Levi, pues también celaba a Petra y no permitía que su padre se le acercara cuando él estaba en sus brazos, algo inusual pero muy normal para Petra, quien estaba resignada a ser celada por su esposo e hijo, por toda la eternidad.
Petra tomo al pequeño azabache en sus brazos y se dirigió a la cocina, era hora de alimentar a su bebé y a ella también, pues aquella inolvidable y agitada noche la dejó exhausta y hambrienta, estaba tan distraída y planeando cual sería el desayuno de esa mañana, que ni siquiera notó al chico de cabellos castaños que aun dormía en el sofá de la sala.
Luego de acomodar a Levot en su silla y asegurarse de que todo estuviera en orden, sacó de a nevera lo necesario para preparar el desayuno y de vez en cuando jugueteaba con su hijo. La oji ámbar encendió la radio y comenzó a bailar y hacer ademanes para su bebé, le sacó algunas carcajadas que la hicieron muy feliz, pues sumar una excelente cita, más una noche espectacular y una madrugada muy caliente, para despertar entre besos y risas de los hombrecillos que más amaba, hizo de Petra la mujer más feliz del mundo, hasta que...
-¡Mierda! Petra exclamó con sorpresa aquel improperio cuando vio como Eren entraba a la cocina medio dormido y con cara de zombi, tan grande fue el susto que incluso dejo caer un plato, mismo que se hizo pedazos y despertó el instinto sobre protector y asesino de su esposo, quien en menos de un minuto ya se encontraba en la cocina con intenciones de destruir a lo que sea que hizo gritar a su esposa.
-¡Mikasa! Eren gritó aún más fuerte cuando vio como Levi se aparecía de repente con un aura maligna dirigida hacia él, aquel dulce chico de ojos esmeralda no tuvo más opción que llamar a la única persona que podría salvarle.
-Joder Jaeger, eres un jodido cobarde, mira que llamar a una mujer para que te salve el trasero... ¿Se puede saber que le hiciste a mi mujer mocoso de mierda? Vistiendo nada más que unos boxers color negro y dejando a la vista del muchacho sus bien trabajados abdominales, el azabache se acercó lentamente a su mujer que aun vestía con aquella no tan larga camisa de botones que apenas lograba cubrirle los muslos y la abrazó de la cintura de manera protectora y celosa... algo que hizo sentir incomodo a Eren, pues suficiente había tenido con los ruidos extraños que se escucharon durante la madrugada, como para también ver en vivo cuanto amor se tenían los padres de Levot.
-Tranquilo, fui yo la que exageró todo, olvidé que los chicos aún se encuentran aquí, ahora si me disculpan, tengo que alimentar a mi bebé. La oji ámbar ignoró a todos y se acercó a Levot con aquella papilla de cereales que tanto le gustaba a su bebé.
Mikasa llegó justo a tiempo e ignoraba si Eren le había llamado o no, ella simplemente tenía la necesidad de salir de aquella infernal habitación en donde también se escucharon los ruidos extraños que no la dejaron dormir en toda la noche.
Pero al entrar en la cocina y percatarse de que Eren observaba con mucha concentración como Petra alimentaba a Levot y de que ella se encontraba medio desnuda, decidió pedir amablemente a Petra que le diera aquella tarea, para que pudiese tomar un baño, algo que Petra agradeció infinitamente, pues era lo que más necesitaba en ese momento. La razón por la que la pelinegra deseaba alimentar a Levot, fue porque le llamó mucho la atención el hecho de que Eren gustara tanto de los bebés y eso, ella lo aprovecharía al máximo.
Antes de irse, la peli naranja les advirtió que si necesitaban algo, su esposo estaría ahí y que ella volvería de inmediato, para hacer el desayuno de todos. Levi permaneció neutral y nada mas vio a su mujer salir de la cocina, se veía tan sexy con aquella prenda que inmediatamente se imaginó cosas raras, por lo tanto decidió enfocar su vista en los mocosos que se encargaban de su hijo y distraerse, pero un plan macabro y pervertido a niveles extremos se le metió en la cabeza y ya que Petra lo dejo a cargo...
-Jaeger, te daré el triple de lo acordado si cuidas de Levot por media hora más, sin que Petra y yo estemos a cargo. Mikasa apretó la pequeña cucharita con la que le daba la papilla a Levot y enfocó su fría mirada en Eren, quien asentía repetidas veces y parecía que sus ojos verde esmeralda brillaban más de lo normal por tan considerada oferta.
-¡Por esa cantidad lo cuidaré por una hora completa! La pelinegra fulminó a su novio con la mirada y le reprochó lo poco o nada difícil de comprar que era, pero Eren la tranquilizó diciéndole que la llevaría al cine y al parque de diversiones y eso a ella le hizo olvidar por completo lo sucedido. Levot arrugó el rostro cuando vio a su papá salir de la cocina y luego le envió una mirada nada agradable a Eren quien sujetaba la mano de su adorada prima, aquel bebé sin duda tenía algo en contra del castaño y él lo sabía a la perfección.
Sigiloso y con cautela, el azabache logró entrar en el cuarto de baño sin hacer un mísero ruido, escuchaba como Petra tarareaba y eso lo tenía demasiado entusiasmado, pues pronto haría que aquella afinada garganta soltara la melodía que a él tanto le gustaba.
Gracias al vapor provocado por el agua caliente, el vidrio templado de la regadera se empañó por completo, haciendo que Petra ignorara por completo como su esposo se quitaba la única prenda que tenía puesta, decidido a hacerle compañía en la ducha sin que ella sospechara de sus pervertidas intenciones.
La espuma recorría su silueta y aquel agradable olor a jazmín se impregnaba en sus fosas nasales, la oji ámbar estaba disfrutando demasiado de aquel baño, pero al sentir unas manos acariciar su cintura con tanta suavidad y el cuerpo de aquel que sabía era su esposo se encargaba de acorralara contra el vidrio, su corazón se aceleró y decidió dar la vuelta para encarar de una vez al hombre incansable que le aseguraba con la mirada, que de la ducha, ella no podría escapar.
-Hace un rato escapaste de mí, eres desconsiderada Petra, mira que dejarme a medias y huir en la mejor parte... ¿Que castigo debería aplicarte? Nada avergonzada y poco cohibida, la peli naranja tomó del cuello a su esposo y lo incito a que la sujetara con fuerza mientras daba un saltito y subía ambas piernas a su cintura para apresarlo con fuerza, mientras él con gusto apretaba aquellos firmes muslos que ella en ocasiones solía ejercitar, pues a pesar de todo, su vanidad femenina le obligaba a recuperar cuanto antes su figura.
La oji ámbar no dijo nada y se entregó por completo a Levi, si pasaron una noche entre sabanas, una ronda más en la ducha no sería motivo de disputa.
Pasado el mediodía, se despidieron de Eren y Mikasa, Levi leía el periódico tranquilo, mientras Levot jugaba con bloques de madera y algunos juguetes bastante inofensivos. El día transcurrió con normalidad y desgraciadamente para Petra, el lunes le arrebataría nuevamente la compañía de su esposo, por lo tanto no pudo evitar desesperarse al ver como las horas corrían y se burlaban de ella por arrebatarle a Levi en cada segundo.
La oji miel le hizo compañía a su esposo en aquel sofá y se aferró de él con fuerza, Levi apartó el periódico y se mantuvo expectante de ella y sus gestos infantiles, algo le decía que Petra le haría una de esas ''intensas'' rabietas que le harían darle, lo que sea que ella quisiese.
-Dime. Levi se apresuró a besar aquellos labios que formaban un tierno puchero y luego le dedicó toda la atención necesaria a Petra.
-Estaba pensando que... Ya que tú tienes la razón en todo, bueno no en todo, pero en lo obvio y lo normal, quizá solo en algunas cosas, no en todo, porque a veces te equivocas, como esa vez que compraste compota de ciruela olvidando que Levot es alérgico a la ciruel... Petra rió nerviosa al ver como Levi fruncía el ceño y le reprochaba por la innecesaria mención de aquel mínimo error que creyó olvidado y enterrado en la profundidad de las memorias de todos los presentes, incluyendo a su bebé, quien gateaba hacia ellos para luego estirar los bracitos robando la atención de ambos.
-Lo que intento decirte es... que si yo puedo contratar una niñera y confiar en los demás, tu puedes poner a cargo de la vicepresidencia a alguien de tu entera confianza, no tienes que ser esclavo del trabajo solo por ser un obsesivo que quiere hacerlo todo él solo, obsesiónate de nosotros así como lo estas de esos inversionistas. El azabache meditó aquellas palabras mientras despeinaba el cabello de Levot, su hijo jugaba con los botones de su camisa mientras Petra acariciaba su mejilla y le dedicaba una mirada suplicante. La relajante armonía que sentía junto a sus dos amores, era suficiente para que buscara una solución inmediata a aquello que tenía inquieta a su mujer y lo alejaba de su hogar.
-Tendré que llamarlo a él... joder no le hablo desde que se robó a mi hermana, pero él es el único que podría manejar una empresa con la misma capacidad y profesionalismo que yo, además él también tiene derechos, pues nos pertenece a ambos. Una vez mas, hablaré con el una vez mas. Petra se llenó de confusión y ladeo la cabeza intrigada con aquella inesperada información, pues no tenía ni idea de que Levi tuviese una hermana y se preguntaba que más ocultaba aquel serio azabache que veía hacia la ventana de manera melancólica.
HI HI...
Hola lindas rivetrianas... no tenia pensado alargar el shot, pues lo escribi para elm dia de las madres y pretendí dejarlo de esa manera... hehehehe pero luego publiqué la segunda parte y me dije... ñeeeeeee, crearemos una bonita y tranquila historia sin nudos ni dramas ni muertes... solo felicidad en un mundo alterno en donde el rivetra se llena de cursilerias y ooc... OKNO!
Tardare en actualizar los capítulos de este mini shot... actualmente tengo a EDM y LPDOCM como máxima prioridad y en esta semana estaré actualizándolas lo mas que pueda......
Espero no les aburra y se entretengan de a poco... todo lo hago con amor a mi OTP INTENZAAAAA... heheheh gracias Rivetrainas y cualquier sugerencia o si quieren leer algo especial dentro de esta historia... solo díganme y yo con gusto las complaceré ... . . ... .
Nos vemos luego....... . . . . . . ...... .. ... muuaaakkkk
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