優しさ Día Tres
El resto del día paso con normalidad, si a normalidad podemos decir que Jeongyeon estuvo pegada a Hirai todo el día, no la dejaba sola en ningún momento y la seguía por todo el departamento, ni si quiera la dejó orinar tranquila, pues cuando cerró la puerta la omega empezó a llorar porque, según ella, su alfa no la quería.
Luego de cenar, Jeongyeon se encontraba haciendo un berrinche pues no quería dormir y estaba aferrado al cuello de la alfa. Al principio Momo le ayudó con su pijama y luego la tapó deseándole las buenas noches, el principio todo era normal hasta que Yoo le pidió un abrazo y desde ahí lleva más de diez minutos tratando de separarse.
-¡No! ¡Alfa, no!-Gritaba forcejeando para que se acueste a su lado.
-¡Jeongyeon, por favor, me duele la espalda!-Pues estar más de diez minutos encorvada no era algo muy lindo.
-¡No!
Momo suspiró cansada -¿Si duermo contigo me vas a soltar?- Jeongyeon asintió y finalmente lo soltó, Momo se enderezó y gimió adolorido- Mi espalda... Voy a cepillar mis dientes y vuelvo, ¿bien?
Salió de la habitación y caminó hasta el baño, abrió las canillas y mojó su cepillo de dientes para después colocarle pasta dental, mientras cepillaba sus dientes su celular sonó en la habitación de Yoo, terminó de lavar su boca y a pasos perezosos volvió al cuarto tomando su teléfono que estaba sobre el escritorio.
Un mensaje sin leer:
Joyssi: Momoriiii, ¿mañ...
Chat con Joyssi.
Joyssi
Unnieee, ¿mañana a qué hora voy a la casa de tu novia para dejarte los trabajos?
Momo
No es mi novia, es mi mejor amiga
Y cuando el horario terminé
Joyssi
Tú: No es mi novia, es mi mejor amiga
Por ahora 👀...
Hoy nos dijeron que salimos más temprano mañana, así que pasó como a las 12 del medio día
Momo
Muy bien, te espero
Joyssi
¿Cómo te está yendo cuidando a esa omega?
Momo
Pues bien
Hace un rato me hizo un berrinche para que duermas con ella.
Joyssi
👀👀👀
Momo
No seas pervertida
Joyssi
Cómo sea
Mañana te dejo los trabajos, te dejo dormir con tu amor 👀
Enviado a las 00:56 hs.
Momo rodó los ojos y dejó el celular donde estaba, se dio la vuelta y se alertó al ver a la omega moverse inquieta en la cama, se acercó y colocó su palma en la frente de esta sintiéndola caliente. Tenía algo de fiebre y se agarraba el vientre haciendo muecas de dolor.
-Tal vez tienes cólicos...-Murmuró.
-Alfa...-Sollozó estirando sus brazos.
La azabache se metió en la cama y Jeongyeon rápidamente enterró su rostro en su pecho con intenciones de sentir su aroma, Momo tenía entendido que los omegas para sentirse mejor se pegaban a su alfa para olfatear su olor o algo así le había dicho Nayeon. Por lo tanto, abrazó a la castaña contra su cuerpo y dejó salir sus feromonas para tranquilizarla, rápidamente la habitación se llenó de un aroma a chocolate amargo y canela, Jeongyeon restregaba su nariz contra su pecho soltando suspiros de satisfacción, Hirai sonrió y empezó a acariciar su cabello.
Nunca habían dormido de esta manera y no es que no hayan hecho pijamadas en el pasado, sino que siempre dormían en camas separadas, cuando Jeongyeon iba a la casa de la menor esta dormía en una bolsa de dormir dejándole la cama a la omega y cuando iba a la casa de Jeongyeon se quedaba en la habitación de invitados. Nunca compartieron una cama y ahora que sí lo hacían se sentía tan bonito, tan... correcto.
A la mañana siguiente Momo se despertó primero que Jeongyeon como era de costumbre, la coreana estaba prácticamente arriba suya así que la movió lentamente para que no se despierte, fue hasta el baño y salió a los cinco minutos. Caminó a la cocina y como era habitual le preparaba un jugo de frutas a la omega mezclado con el supresor triturado, también hizo unas tostadas con Nutella y un té para ella.
Fue hasta la habitación para buscar su celular y se encontró con Jeongyeon removiéndose en la cama mientras lloriqueaba, quitó las sábanas que la cubrían y Yoo estaba toda roja y algo sudada, de sus ojitos salían un par de lágrimas. Se sentó en la cama y se aferró a Momo como un koala.
-Alfa...
-Tranquila, alfa esta aquí.
La tomó de los muslos y la llevó al baño para que se cepille los dientes y lave su cara, al dejarla en el suelo sus piernas temblaron perdiendo fuerza. Tuvo que ayudarla y luego la llevó hasta la sala dejándola en el sillón, dejó el desayuno en la mesa ratona y ambas empezaron a comer.
Luego de comer, ayudó a Jeongyeon con su baño pues parecía que sus piernas no querían cooperar ese día, no podía mantenerse parada por sí sola y la azabache la ayudaba a caminar. Mientras Hirai llenada la tina, Yoo esperaba sentadita en la tapa del inodoro moviendo sus pies, una vez la tina se llenó, cerró las canillas y acercó a la omega quitándole el short del pijama, la remera y después la ropa interior.
El cuerpo de Jeongyeon era simplemente hermoso, su pálida piel lograba formar un rosita natural en sus mejillas, nariz y oídos, su vientre era plano con unos abdominales algo marcados, sus piernas eran largas con muslos carnosos. Nunca lo había visto desnudo, pues la omega la obligaba a esperar afuera de la habitación mientras se cambiaba y ni siquiera la dejaba entrar al baño mientras se bañaba dándole igual a Momo se estaba orinando, pero sin duda su cuerpo era una obra de arte. Jeongyeon era una obra de arte.
Jeongyeon se metió en la tina y Momo se agachó para poder lavar su cabello y cuerpo, sonrió con ternura al escuchar un especie de ronroneó mientras tallaba su cabello, luego con una esponja con mucho jabón la pasó por su espalda, brazos, torso y piernas. El baño duro unos 20 minutos, sentó a Jeongyeon en la cama y empezó a buscar ropa para ponerle, sin querer abrió el cajón donde tenía sus juguetes sexuales, abrió los ojos como platos y cerró el cajón con las mejillas rojas.
«¿Esas cosas realmente le entran?»
Luego de vestirla, tratando de olvidar lo que había visto, fueron nuevamente a la sala para mirar televisión. Hirai se había dado cuenta que el aroma de Jeongyeon se hizo más fuerte y que se pegaba a ella para impregnar su aroma, no le molestaba ya que era algo normal que las omegas en celo hicieran eso con sus alfas y de esa forma marcar territorio.
El timbre del departamento sonó, Momo se levantó del sillón y fue a abrir la puerta encontrándose con su rubia amiga.
-Hola, Joy -Saludó.
-Hola, Momori -Sonrió y frunció el ceño para después sonreír nuevamente-Ese no es tu aroma...
La japonesa rodó los ojos-¿Puedes darme lo que dieron hoy?
Jeongyeon, que estaba sentado en el sillón, frunció el ceño e hizo una mueca al sentir el olor de otra omega, otra omega estaba con su alfa. Decidida, se levantó del sofá ignorando el temblor de sus piernas.
-El profesor dijo que...
-¡Alfa mía!- Exclamó aferrándose al brazo de la azabache - Omega fea.
Sooyoung abrió la boca indignada cuando Jeongyeon le sacó la lengua.
Momo se aclaró la garganta- Joy, ella es Jeongyeon, Jeongyeon, ella es Joy.
-¡Mío!
-Bien... Yo me voy, Momo -Murmuró la rubia-Mañana te traigo lo demás. Adiós.
-Adiós, Joy. Gracias-Se despidió y cerró la puerta, se dio la vuelta y observó a Yoo con una ceja arqueada- Jeongyeon...
-¡No! Mía -Volvió a gritar y se fue al sillón sentándose de brazos cruzados y con un puchero- Alfa tonta.
Momo la observó indignada por el insulto, suspiró y dejó los apuntes de su amiga arriba de la mesa, volvió a la sala y se paró frente a Yoo de brazos cruzados.
-
Eso no estuvo bien, Yeonnie -Le dijo.
-¡Alfa mía! ¡Mía!
-Lo sé, cosita, pero no estuvo bien que le hagas eso a Joy, ¿quieres que alfa se enojé y no te de besitos?- Jeongyeon empezó a negar con la cabeza con una mirada asustada.
-No, no, no-Murmuró alzando sus brazos-Abrazo.
Momo intentó seguir con su faceta "enojada" pero ver esos lindos ojitos de cachorra y sus labios en un pucherito su corazón se derritió de ternura. Se acercó a Jeongyeon y la abrazó dejando un besito en su moflete.
-Ahora entiendo porque decías a cada rato "mía", y yo pensaba que le decías a la comida.
Jeongyeon se separó del hombro de Momo con ojos brillosos-¿Comida? ¡Comida!
Yoo salió volando del regazo de Momo para ir a la cocina pero esta vez sus piernas fallaron y cayó al piso lastimado sus rodillas, Momo soltó un grito al ver la caída y se acercó rápidamente la omega para tomarla en brazos y llevarla al baño para curar sus heridas que esta vez si sangraron.
Jeongyeon soltaba pequeños sollozos por el dolor en sus rodillas observando a Hirai buscar el botiquín de primeros auxilios, instintivamente abrió sus piernas cuando se arrodilló frente a ella, claro que Hirai las cerró para poder curarla correctamente.
Jamás creyó que cuidar a Jeongyeon sería tan difícil, pues la omega hacía berrinches por todo y lloriqueaba cuando no le prestaba atención. No sabía de dónde sacaba su paciencia pero la agradecía, pues seguramente le gritaría que dejará de molestarla y la haría llorar. Y lo que menos quería era hacerla llorar.
-¿Sigues con hambre, cosita?-Preguntó luego de dejar un beso en cada rodilla. La omega asintió y volvió a estirar sus brazos para que la cargara.
Momo le hizo caso y la cargó con la idea de dejarlo en el sillón, pero la omega no quiso y la tuvo que dejar sentadito en la isla de la cocina. Con la azabache ahí no podía darle el supresor, ya que como no lo podía triturar lo mezclaba con la comida, pero la caja estaba a la vista y si Jeongyeon la veía que la tomaba iba a hacer un berrinche para no tomar la pastilla, así que decidió dárselo en la cena.
-Las cosas que hago por ti, unnie-Murmuró viéndola comer felizmente.
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