Bitácora de Viaje
Escribí esta historia como un agradecimiento a todos quienes han seguido votando y leyendo mi historia de "Sentimientos Cruzados". Nunca creí que llegaría a las casi 5.000 lecturas y los casi 1.000 votos.
Esto es por y para ustedes, por el apoyo incondicional.
Advertencias: Puede necesitar pañuelos para el final.
Esta historia contiene KiriBaku+Kaminari. Y no es un trío.
Créditos de las imágenes: pasenira_
Día 0, Año 1.
Tras una larga investigación, la explosiva y dispar pareja lograron dar con la guarida de científicos. Inteligencia había detectado anormales niveles de energía y se sospechaba de experimentos ilegales.
Llamaron refuerzos y éstos llegarían en media hora. Tiempo suficiente para que pudieran armar alboroto y sacar a las ratas de su escondite.
Las explosiones y destrucción eran su fuerte. Bakugou logró llegar hasta la última habitación, la más grande y llena de extrañas máquinas. Una de ellas parecía un extraño portal.
- ¡No tienen idea dónde han llegado, héroes! -
Con rapidez, hizo estallar decenas de generadores, pero aquel círculo azul en medio del lugar no parecía perder potencia.
- ¡Mueran, bastardos! - Juntó sus manos y activó las cargas de sus granadas en sus muñecas.
- ¡Baku! ¡No! -
La explosión fue demasiado rápido como para detenerla al grito del pelirrojo. Los estanques con combustible fueron los que aumentaron el caos en el lugar. Kirishima sólo pudo abrazar a su novio y endurecer su cuerpo al límite, para proteger a ambos de los golpes y escombros que volaban de un lado a otro.
- ¡Kacchan! ¡Kirishima! -
Ambos se aliviaron al escuchar aquella voz entre las explosiones. Deku había llegado con los refuerzos a tiempo.
Pero el destino es cruel y aleatorio. Un estanque volvió a explotar, haciendo que ambos salieran expulsados con dirección al portal que estaba casi cerrado. La velocidad a la que iban impedía las maniobras evasivas.
Ni el hielo de Todoroki fue capaz de detener su trayectoria. Cruzaron y el portal se cerró frente a ellos.
Sintieron el frío y la lluvia en sus cuerpos mientras caían del cielo. Kirishima seguía en su plan de escudo, mientras que Bakugou intentaba crear explosiones para detener la velocidad de caída.
Todo acabó al sentir que golpearon metal y éste los hizo rebotar. Los ocupantes del vehículo perdieron el control y se estrellaron contra el muro de aquella montaña.
La pareja de héroes se tardó unos minutos en recobrar sus sentidos. Vieron el desastre que causaron y corrieron a auxiliar a los civiles. Lamentablemente, era demasiado tarde. La mujer y el hombre estaban muertos.
Sólo un pequeño bebé rubio había sobrevivido, gracias a esa silla que permaneció en su lugar. El llanto del infante se perdía entre la tormenta.
Katsuki se encargó de sacar al niño y acunarlo en su pecho para calmarlo. Kirishima se sacó la capa atada a su cintura y la ofreció como una manta para evitar el agua sobre ambos.
- Ve bajo un árbol. Veré si encuentro información y algo para comunicarnos -
- Hazlo rápido. Este niño puede estar herido -
Se separaron unos metros. El pelirrojo buscó entre las pertenencias y encontró el bolso de la mujer y la billetera del hombre, además de una pequeña mochila que traía cosas del bebé. Abrió la billetera y encontró los documentos, mientras se acercaba a su novio.
- No puede ser... - la mirada de Eijiro se volvió errática y se llenó de lágrimas - Baku... - sollozó.
- ¿¡Qué?! ¡Di algo, Eijiro! -
- ¡Matamos a los padres de Denki! - Exclamó y su voz se quebró en un llanto amargo.
Bakugou no podía creerlo. Le quitó con una mano la billetera abierta y vio el nombre y apellido del hombre. Podía reconocerlo. Y sintió como su estómago se contraía y amenazaba con devolver lo último que había comido.
Miró al niño en sus brazos. No tenía más de un año. Si lo observaba detenidamente, aquel bebé era su compañero Denki en versión miniatura, tratando de tocar el antifaz en su rostro de forma divertida, tras haberse calmado.
- Oh, mierda... -
Día 2 - Año 1
Lograron reunir un poco de información. Fueron atendidos en un hospital y dieron nombres falsos a las autoridades, mientras se adaptaban a aquella realidad. Según la información que habían obtenido, el portal que cruzaron podía ser un universo paralelo, dado que la tecnología empleada no afectaba el espacio tiempo.
Decidieron comunicarse con la única persona que podía brindarles ayuda sin dudar de su historia. Cuando la policía llegó, pidieron hablar con el detective recién nombrado, Tsukauchi-san.
- ¿Por qué decidieron hablar conmigo? -
- Usted conoce a una persona que necesitamos - Bakugou se limitó a responder de forma clara.
Kirishima tenía en brazos al bebé. No dejaron que lo alejaran de su lado. Se sentía responsable.
- ¿Quién? -
- Toshinori Yagi -
El pelinegro se sorprendió. Nadie sabía de su relación de amistad con él.
- N-No sé de quién hablas - tragó grueso.
- All Might -
Eso fue suficiente para él. Si de algo estaba seguro, es que esos dos sabían mucho más de lo que cualquier otra persona debía. Se levantó y se marchó, sin siquiera decir media palabra.
Al cabo de media hora, la puerta de aquella sala en el hospital se volvió a abrir. Tsukauchi iba acompañado de aquel sonriente héroe, que iba más serio que nunca.
- ¡Jóvenes! - Les habló el adulto en un formal traje.
- No es necesario que trates de mantener esa forma, All Might. Según mis cálculos, hace unos meses fuiste herido en la batalla contra Sensei - Bakugou no perdió tiempo en demostrar su punto.
- ¿Qué...? -
- El niño es Kaminari Denki -
- Kirishima Eijiro - habló por fin el pelirrojo.
- Mi nombre de soltero era Bakugou Katsuki. Ahora me conocen como Kirishima Katsuki - explicó el rubio ceniza, para informar de su condición de casado - Con Eijiro venimos de un universo paralelo -
Contó la historia por unos quince minutos, dando la mayor cantidad de detalles sobre su misión y la diferencia entre ambos mundos, así como su responsabilidad en la situación con el bebé que cuidaban.
- ¿Esperan que creamos toda esta historia? - Preguntó Tsukauchi.
Bakugou suspiró, cansado - All Might - lo miró fijamente - Su quirk es el One for All. Lo heredó de su mentora. Y su maestro es Gran Torino. Usted es un mukosei - reveló.
Izuku le había contado toda la historia de su habilidad hace algunos años. Ahora agradecía esa información.
- Tsukauchi-san. Llame a este número. Es la casa de mis padres. Pregunte por el hijo, y verá que no le miento - Le extendió un papel, con un número anotado.
Tanto héroe como detective volvieron a salir de la sala, en absoluto silencio.
- Baku - le llamó el pelirrojo - ¿Crees que volveremos a nuestro mundo? -
- No lo sé - Su respuesta fue sincera y en voz baja - Por ahora, tenemos que vivir -
El rubio ceniza se acercó hasta su esposo y le besó con calma. Necesitaba sentir esa tranquilidad que podía ofrecerle el pelirrojo.
- ¿Qué van a necesitar? - All Might entró a la sala e ignoró la muestra de cariño de la pareja.
Bakugou sonrió triunfante hacia su pareja. Y volvió a sentarse.
- La custodia de Denki, anonimato y... -
Día 61, Año 1.
La casa en las afueras de la ciudad les daba la suficiente privacidad para criar a su antiguo compañero. No estaban preparados para ser padres, pero lo llevaban bastante bien gracias a los hijos de sus compañeros, que habitualmente cuidaban.
No tardaron mucho en acostumbrarse a la idea de ser los padres de Denki. El niño crecería creyendo que ellos son los verdaderos y únicos, y ocultarían la verdad sobre el deceso de sus padres biológicos, al menos hasta que el rubio pueda entender lo que sucedió.
También adoptaron el apellido Kaminari, para no levantar sospechas y ocultar sus identidades. No querían causar problemas a sus familias, ni menos a ellos mismos mientras crecían.
Día 251, Año 3.
Denki manifestó su particularidad. El niño, muy contento, se los mostró a sus padres que amaba con todo su corazón.
- ¡Papá! ¡Padre! - Les llamó emocionado - ¡Miren, yayitos! - Acercó sus manos y leves rayos se manifestaron.
- ¡Es grandioso, Denki! - Eijirou parecía disfrutar de aquella demostración.
- Es una gran habilidad, Denki - Bakugou se veía más calmado - Pero ten cuidado de usarla mucho - advirtió con tono paternal - Tu kosei es Electric Charge, y se basa en la electricidad de tus neuronas. Si te sobrecargas, quedarás todo idiota -
Eijiro no pudo evitar recordar la cara de su compañero cuando era joven y quedaba tonto por una hora.
Bakugou en cambio decidió criar de la mejor manera posible a su hijo adoptivo. Si ya habían afectado la vida de Denki, lo mínimo que podía hacer era forjarlo como un futuro héroe formidable y de grandes valores y principios.
Día 87, Año 10.
La familia Kaminari se mudó. Pronto Denki querría entrar a la UA y lo mejor era que se adaptara a la sociedad con un poco de anticipación. Gracias a las identidades falsas pero legales que les otorgó Tsukauchi y All Might, los adultos pudieron conseguir un trabajo para mantenerse distraídos.
Por suerte habían cambiado sus apariencias. Kirishima dejó su pelo sin engominar y de negro, como era originalmente. Bakugou, en cambio, lo usaba muy corto. También tuvo que practicar para no tener el ceño fruncido y controlar su temperamento.
En una maleta guardaban sus trajes de héroes. Los repararon y mantenían las provisiones de emergencia siempre al día en caso de necesitarlo, aunque no había sido el caso durante años.
Denki había crecido amando a sus padres. Aunque fue víctima de acoso en la escuela porque ambos eran hombres, no tenían idea de lo geniales que eran. Ambos le ayudaban a entrenar sus límites con su kosei y le enseñaban las asignaturas que le costaban con infinita paciencia. Su padre cocinaba todos los días y jamás había probado un plato que haya quedado mal. Su papá lo acompañaba a donde quisiera ir si necesitaba algo, siempre conversando de lo que sea para distraerse.
Un día les preguntó por sus habilidades. Su padre dijo que podía sudar mucho, y su papá tenía brazos filosos como cuchillas.
Denki, en ese momento, entendió que sus padres no le habían dado la vida, pero se desvivieron por él para convertirlo en lo que es hoy en día. Sólo daba gracias a los dioses por haberlos puesto en su camino.
Día 34, Año 12.
Era su primer día en la academia Yūei. Había sido aceptado después de las pruebas de admisión. Debe admitir que estaba sumamente nervioso, pero gracias a los consejos de su padre y las buenas vibras de su papá pudo salir adelante.
- ¡Muchas felicidades por tu ingreso, joven Kaminari! -
El vídeo de All Might le hizo gritar de emoción. Decidió verlo con su familia, sentados en el sofá donde compartían películas y muchos momentos agradables. A su derecha estaba el pelinegro, y a la izquierda el rubio ceniza.
- Me gustaría que invitaras a tus padres el primer día de clases, para conversar un rato. ¡Los esperaré ansioso! - terminó la grabación.
- ¿All Might quiere hablar con ustedes? - Los ojos del rubio brillaron con intensidad, pasando sus doradas orbes de un lado a otro.
- Será tu profesor, así que querrá saber algunos detalles de ti, hijo -
Con el tiempo, tanto Katsuki como Eijiro asumieron totalmente su rol como padres. Les costó mucho dejar de llamarlo Denki y decirle hijo, pero lo hicieron cuando escucharon que el menor los defendía de los rumores y palabras venenosas por ser una pareja de hombres. Él los amaba y estaba orgulloso de ser el hijo de dos grandes hombres que se preocuparon por su vida desde que él tenía memoria.
Día 75, Año 12.
El incidente de la USJ.
Ambos padres estaban fuera del domo, escondidos bajo unas capuchas que ocultaban sus trajes de héroe. Tenían un mal presentimiento de todo, y aunque prometieron no alterar los hechos, su instinto paternal era superior.
La operación de los villanos ya había comenzado. Cuando pasaron diez minutos y no vieron salir a Iida para buscar los refuerzos, decidieron intervenir.
Entraron por la puerta principal y vieron que las cosas habían cambiado. Sus compañeros habían sido separados, pero su hijo estaba en la entrada aún, combatiendo. Las clases de combate de Bakugou alteraron la historia.
La Liga de Villanos había llamado antes al arma Noumu. All Might no estaba ahí para combatirlo.
Deku, Todoroki, ellos mismos y Denki luchaban contra la bestia, Tomura y Kurogiri.
La sangre de Katsuki se heló cuando vio que su hijo se preparaba para usar todo su potencial eléctrico a costa de quedar idiota por unos minutos. Sí, gracias a él, Denki no sufría de secuelas tan largas como lo hacía a aquella edad.
Se lanzó a toda velocidad al campo de batalla. Eijiro se quedó defendiendo a los otros chicos que trataban de proteger a los profesores heridos.
- ¡Ve a buscar refuerzos, Iida! - Ordenó Eijiro, mientras usaba su cuerpo endurecido como arma y escudo contra el grupo de villanos.
El delegado tardó unos segundos en obedecer, pero salió a máxima potencia del domo a buscar los apoyos necesarios.
Katsuki usó sus explosiones y llegó a enfrentarse a Noumu. A su edad tenía la fuerza y habilidad suficiente para derrotarlo. Comenzó a generar explosiones de sus manos con cada golpe. Su capucha voló por los aires y su traje quedó al descubierto.
- ¿Padre? -
Denki se sorprendió de verlo luchar tan feroz. Pero no pudo evitar mirar el traje y ver a su compañero de clases que portaba la misma ropa.
Bakugou estaba igual de sorprendido que él. Incluso Midoriya, Todoroki y Kirishima estaban mudos de la impresión.
Katsuki logró detener al Noumu, pero se detuvo al ver que Kurogiri amenazaba a Denki y Tomura iba a atacarlo con su habilidad.
- Ni se te ocurra tocar a mi hijo, Tomura - amenazó con voz fría, listo para atacar.
- No se quien eres, pero esta es tu debilidad - apuntó al rubio menor.
- ¡Con mi familia no te metas! - Eijiro lanzó una patada directa al rostro de Tomura. Se levantó y agarró las placas metálicas de Kurogiri para azotarlo contra el suelo.
- ¡Papá! - Denki sonrió al verlo. Estaba muy asustado. Tanto que sólo atinó a abrazar al mayor y temblar.
Eijiro lo abrazó. Quería tranquilizarlo, y lo logró con suaves palabras cargadas de ternura.
Katsuki se acercó hasta su familia y comprobó que Denki tenía algunas heridas superficiales y cortes que debían ser atendidos. Sacó algunas vendas de su bolso de pierna y sacó desinfectante de una de las granadas de su cinturón para atenderlo.
- Ya estás a salvo, hijo. No te preocupes - Katsuki limpiaba la sangre y ponía las vendas en las heridas que lo requerían.
- Kaminari - un voz llamó la atención de la familia. Era un rubio ceniza, demasiado impactado.
- ¡Bakugou! - Denki se alegró de ver a su compañero en buen estado.
- ¡Bakugou y un cuerno! - Le reclamó furioso - ¡¿Acaso no te das cuenta?! -
- Kaminari, esos no son tus padres - Todoroki se había acercado con cuidado.
Katsuki chasqueó la lengua. Incluso de joven, Todoroki le seguía crispando los nervios - No te metas, maldito mitad mitad - el adulto lo miraba severo.
- ¡Esa debería ser mi línea! - Aulló Bakugou.
- Denki. Ellos... son nosotros - Kirishima señaló a los adultos y a él con Bakugou.
- ¡Ellos son mis padres! -
- Denki - Katsuki le habló firme - Ellos tienen razón - suspiró. No quería tener esa conversación aún. Miró a su pareja y apuntó su mano al rostro. El pelinegro entendió y endureció su rostro. Una explosión salió de su palma.
El cabello de Eijiro quedó levantado por la ráfaga. Aunque era negro, tenia la misma forma que la del pelirrojo.
- Nosotros dos somos tus compañeros de clases. En otro universo -
La explicación de Katsuki se extendió por media hora, siendo escuchado atentamente por los menores. Cuando terminó de hablar, la policía y los héroes había llegado.
Denki no podía creerlo.
- Hijo... - Eijiro quería acercarse al rubio.
- ¡No me llames así! - Le gritó a su papá. Aunque le dolía, seguía considerándolo como tal.
- ¡No le grites a tu papá, Denki! - Katsuki siempre había sido severo al momento de necesitarlo.
- ¡Ustedes mataron a mis padres reales! -
Las lágrimas corrían por sus mejillas sin poder detenerlas.
- Fue un accidente - dijo en voz baja el pelinegro.
- Eijiro tiene pesadillas cada noche por eso, Denki - Katsuki abrazó a su esposo para consolarlo - Llevamos los últimos doce años viviendo por y para ti, y esperamos que nos perdones por lo que hicimos, aunque no haya sido nuestra intención - la voz del rubio ceniza era suave, triste, dolida.
- Kaminari-kun - Midoriya había estado en silencio todo ese tiempo, analizando la historia - Ellos te aman, vinieron a rescatarte e incluso están pidiendo tu perdón - apretó levemente el hombro de su compañero - No se puede cambiar el pasado, pero sí pueden seguir construyendo un futuro, juntos - sonrió cálido.
Denki no pudo más. Soltó un llanto amargo y corrió a abrazar a sus padres, quienes lo recibieron sin dudarlo. Los tres se abrazaron y lloraron juntos.
- Me cuesta creer que somos pareja y padres de Denki - comentó el pelirrojo a su compañero Bakugou.
- Ni lo sueñes, pelo mierda - insultó el rubio ceniza, ocultando su rostro de un sonrojo evidente.
Kirishima sonrió.
Día 178, Año 14.
Era el día de la graduación de la clase a la cual pertenecía Denki. Pasaron por muchos momentos, batallas y premios. Era un día de primavera, soleado y con poco viento. Los padres de todos asistieron. Los padres de Denki también asistieron con elegantes trajes de color negro y rojo.
No pudieron evitar ver a sus propios padres, quienes no creían lo que veían. La madre de Bakugou se acercó hasta su hijo adulto y lo golpeó.
- ¿¡Qué mierda fue eso, vieja bruja?! - Se llevó sus manos hasta donde su madre le había golpeado en la cabeza.
- Sí. Eres real. Es sorprendente ver a dos de ustedes - sonrió feliz - Al menos sé que te convertirás en un buen adulto - acarició una mejilla y la pellizcó suavemente.
- Nunca pude darte las gracias, mamá - esbozó una sonrisa triste - Gracias por todo - Le tomó las manos y las apretó fuerte, con amor.
Eijiro estaba en una situación similar con sus padres y su versión más joven. Sonreía y reía nervioso, rascándose la nuca.
La ceremonia dio inicio al cabo de unos minutos. La premiación a los futuros héroes profesionales, los discursos de sus profesores y del director.
Ya estaban listos para salir del auditorio cuando la tierra se estremeció. La gente se asustó, los héroes se pusieron en alerta. Estaban sorprendidos que los villanos decidieran atacar en un día donde todos estaban reunidos, aunque claramente llevaban desventaja por no llevar sus trajes que mejoraban sus capacidades.
Decidieron evacuar el lugar por las salidas de emergencia. El problema era que estaban fuertemente vigiladas por decenas de villanos armados hasta los dientes. Katsuki y Eijiro estaban juntos, además de su hijo que los miró confundidos.
- Quédate con tus compañeros y protege a los civiles - Ordenó Katsuki, soltando el nudo de la corbata que odiaba usar.
- ¡Padre! - Denki lo tomó del brazo - ¡Están todos los maestros y All Might aquí! ¡No es necesario! -
- Nosotros también somos héroes profesionales, hijo - Eijiro le sonrió amplio, mientras se quitaba la chaqueta.
- No merecemos llamarnos parte de los cuatro élite si nos quedamos escondidos - el explosivo adulto le revolvió el cabello de forma cariñosa.
Dejaron a Denki al cuidado de sus contra partes, sabiendo que quedaba en buenas manos.
Al salir, la encarnizada batalla comenzó. Estaban en amplia desventaja numérica, e incluso con el héroe número uno ahí presente era difícil controlar la situación. El archirival del portador del One for All lo tenía acorralado; Sensei había liberado a sus bestias Noumu y a su aprendiz Tomura de la cárcel. Incluso el usuario de los portales se había liberado.
- ¡Hoy, todos esos futuros héroes y los de ahora morirán! -
Cuando Sensei preparaba su ataque potenciado, un extraño portal apareció del cielo. Sólo Katsuki y Eijiro lo reconocieron.
- ¡No teman, porque estamos aquí para ayudarlos! -
Bakugou jamás admitiría lo feliz que estaba de escuchar esa voz de nuevo, con esa frase tan cliché que se negaba fervientemente a replicar cuando iba a misiones de rescate.
- ¡Te tardaste catorce malditos años, puto nerd! - Exclamó a pleno pulmón. Su voz resonó incluso en el interior, haciendo que los jóvenes héroes salieran a ver lo que sucedía.
Una horda de héroes caían desde el cielo. Midoriya había llegado acompañado de toda la agencia a su cargo, además de sus compañeros héroes de la mítica clase 1-A. Otros personajes también les seguía, que no pudo reconocer en ese momento de caos.
- ¡Indiscriminate Discharge! - Kaminari arrasó a su paso con varios villanos para dejarlos fuera de combate. La edad y experiencia le ayudaron a controlar el voltaje necesario para no quedar idiota - También estamos felices de verte, Bakugou -
- ¡No vayas a quedarte idiota desde el principio, Denki! - Le advirtió Kirishima con un tono mezclado de paternidad y broma que erizó la piel de Kaminari.
El batallón completo pudo acabar con casi todos los villanos. Sólo quedaban Sensei, Tomura y Kurogiri en condiciones de pelear. El usuario de portales warp abrió una salida tras ellos, pero cuando iban a salir, el portal se cerró en sus narices.
- ¿Pero qué...? -
- No puedo permitir que se vayan - El Kurogiri que acompañó a Izuku se puso tras ellos, con sus brazos atrás y las piernas juntas, como mayordomo.
- Sensei... - Tomura por primera vez sintió el pánico de volver a ser encerrado. Esta vez, de por vida.
- Saldrás de esta, Shigaraki Tomura -
- Lo dudo. Suficiente daño causaron a este mundo - Midoriya se puso frente a ellos y, con todo su poder, lanzó un puñetazo contra los tres - ¡Delaware Smash! -
Sensei usó sus habilidades combinadas para hacerle frente, pero no contaba con la potencia mejorada del discípulo de All Might. Sólo atinó a soltar habilidades de área para dañar a los civiles y tratar de llevarse a uno que otro héroe, antes de recibir el impacto.
- Ice Wall - Todoroki alzó una muralla de hielo que evitó gran parte de los efectos.
Pero una bola de energía escapó e iba directo a Denki. Aquel rubio de ese mundo.
Katsuki y Eijiro se movieron por acto reflejo a protegerlo. Ambos recibieron el impacto. Aún con su dureza extrema, Eijiro recibió bastante daño, igual que su esposo. Pero estaban de pie, sonriendo a su pequeño.
- ¡No! ¡No, no! - Denki soltó lágrimas de dolor por verlos escupir sangre. Lo habían protegido - ¡Papá! ¡Padre! ¡Resistan! -
- ¿Estás bien, hijo? -
- ¿No te hicieron daño? -
Kaminari no podía creer que sus compañeros sacrificaron sus cuerpos para protegerlo. Y le costaba asimilar que lo llamaron hijo. Aunque fuera de otro universo.
- ¡Traigan un médico, por favor! - Denki gritaba por axulio, desesperado - ¡Ayuda! -
Eijiro se desplomó primero. Katsuki cayó de rodillas y agarró a su esposo para evitar que se diera contra el suelo.
Midoriya se encargó de noquear a los villanos que restaban. Otro grupo los apresó, aunque estaban inconscientes. Se acercó hasta sus compañeros, seguido de Todoroki y sus amigos de la clase.
- ¡Ayuda a mis padres, Midoriya! ¡Te lo suplico! ¡No dejes que se mueran, por favor! - Denki usó su chaqueta y un trozo de su camisa para tratar de detener la hemorragia en las espaldas de sus padres, pero sólo podía ver cómo se iban manchando de rojo carmesí, lentamente.
- Todoroki-kun - llamó al bicolor. Con una seña silenciosa, el otro sólo asintió.
- Absolute Zero - murmuró, apuntando su mano derecha hacia sus dos camaradas heridos.
El hielo comenzó a cubrir sus cuerpos, de pies a cabeza.
- Vamos a congelarlos y los llevaremos a nuestro mundo. Ahí tenemos la tecnología para salvarlos - explicó el peliverde ante la mirada atónita del rubio menor.
- ¿Estarán... bien? - Sollozó con pesar, viendo cómo quedaban ambos encerrados en un grueso bloque de hielo.
- No morirán. Kacchan y Kirishima-kun son fuertes. Sobrevivirán - sonrió para calmarlo - Ahora tienes que ser un héroe. Hay mucho trabajo por aquí -
- Pero... Ellos son mi única familia - susurró.
- Todoroki Izuku - Kurogiri le llamó - El portal se cerrará en dos minutos - informó mirando un reloj de bolsillo que llevaba en sus manos.
- ¡Déjenme ir con ellos, por favor! -
- Aunque quisiera, no puedo - Izuku le miró con tristeza - Tu cuerpo no soportaría el viaje. Y tus padres me matarían si algo te pasara por mi irresponsabilidad - metió una mano al bolsillo y sacó un pequeño aparato con un botón en el centro - Úsalo cuando sea necesario. Ellos podrán venir una última vez a verte. Después de eso, destruiremos la máquina. Este viaje causó muchas distorsiones y estuvimos catorce años corrigiendo estos problemas - explicó lo más resumido que pudo.
- ¿No podré vivir con mis padres? - Recibió el aparato con cuidado en sus manos.
- Lo siento - se disculpó - Pero ellos son de otro mundo, y si se quedan, podrían causar más problemas en otros universos -
- Diles que los amo - su voz era firme, aunque su cara estaba llena de polvo y lágrimas - Diles que estoy agradecido de todo lo que hicieron por mi. Diles que jamás los olvidaré. Diles que son los mejores. ¿Les dirás eso por mi? -
- Estoy seguro que lo saben. Pero se los diré de igual forma - Le revolvió el cabello de forma sutil.
Y así como llegaron, también se fueron. El portal se desvaneció, llevándose a todo el grupo de héroes.
Día 35, Año 20.
- Kacchan, Kirishima-kun - una vídeo llamada se desplegó frente a ambos, interrumpiendo el apasionado beso que prometía una tarde de intenso placer en ambos.
- ¡Deku de mierda! ¡Más te vale que sea de vida o muerte, o te volaré la cabeza! -
- Su Denki los llama - respondió en voz baja.
- ¿¡Qué?! ¡Repite eso, nerd! - Se levantó del sofá, mandando a volar a su esposo.
- Recibí una señal de su control. Deben venir a la agencia -
La llamada se cortó. El rubio ceniza y el pelirrojo cruzaron miradas. Ambos sonrieron. Incluso la calentura se esfumó. Se dieron un baño rápido y se fueron tan rápido como podía su vehículo para llegar al edificio. El trayecto que normalmente duraba veinte minutos lo hicieron en menos de cinco. Todo un nuevo récord de velocidad. Y de multas que poco o nada les importaba pagar en ese momento.
- Dos días es todo lo que puedo darles - advirtió el peliverde.
- Será suficiente -
- Que tengan buen viaje - les dijo antes de verlos cruzar el portal y cerrarse tras ellos.
Ambos llegaron a aquel mundo. Esta vez no cayeron del cielo, sino que llegaron a una habitación que recordaban a la perfección. La habitación matrimonial de su casa.
- Padre. Papá - esa vocecita tras ellos les obligó a voltear.
Denki vestía un elegante traje blanco con un pañuelo rojo y una corbata del mismo color. Se veía precioso.
- ¡Denki! - Eijiro se abalanzó contra el menor para abrazarlo con fuerza.
- Estás más grande, hijo - Katsuki se acercó para abrazarlo también, luego que su pareja lo soltara.
- Ustedes están más viejos - bromeó el chico eléctrico, con una suave sonrisa - Será mejor que se arreglen. Les dejé unos trajes sobre la cama - señaló el mueble, con dos finos trajes de color rojo y negro, camisas blancas y zapatos perfectamente lustrados.
- ¿Celebramos algo en especial? - Eijiro se quitó la camiseta que llevaba, mientras que Katsuki se sacó la camisa.
- Mi boda - sonrió feliz, mientras salía de la habitación para que sus padres terminaran de cambiarse.
- ¿¡QUÉ?! - Ambos adultos gritaron desde su alcoba, mientras Denki se alejaba riendo por haberlos sorprendido.
Día 9, Año 50
Aquel día era tranquilo. Le tocaba patrullar, y salió a ver si encontraba algún quehacer mientras pensaba en la cena que recibiría en su casa.
- Kaminari-kun -
Hace años que nadie le llamaba de esa manera. Su apellido de soltero había desaparecido al momento de casarse y sólo unos pocos sabían de él.
- ¿Si? - Se volteó a ver a su interlocutor. Era una persona mayor, con cabellos verdosos y algunos mechones blancos. Cabellera alborotada y profundos orbes esmeraldas - ¿Midoriya? - Le reconoció por las pecas y esa sonrisa tierna - ¡¿Qué te sucedió?! ¡Estás más viejo! - Se acercó hasta su amigo, más el otro sólo seguía sonriendo.
- Esta es mi edad, Denki-kun - le habló muy suave.
- ¿Tu... edad? - Repitió. Su cabeza comenzó a pensar y llegó a una conclusión que incluso creyó descabellada - ¡Mis padres! -
- Así es - Le tocó el hombro con parsimonia - Quieren verte y vine a buscarte -
- Pero creí que habías destruido la máquina -
- Lo hice. Pero mandé a construir otra, en secreto - explicó, mientras le daba una pulsera blanca con luces azules - Vamos. No tenemos mucho tiempo -
Dicho eso, pulsó un botón de su pulsera y también de la de su acompañante. Ambos desaparecieron en medio de una poco concurrida calle.
Llegaron hasta la entrada de un hospital. En silencio, el más viejo guió al otro al interior. En la recepción, una joven le saludó con una reverencia silenciosa.
- Ellos... -
- Te advierto algo, Denki-kun - Le interrumpió - Puede que no te recuerden. Esto me lo pidieron hace años, pensando en la probabilidad que pasara lo peor -
- Entiendo... - murmuró como respuesta.
Llegaron hasta la puerta de una habitación en el tercer piso. Al abrir la puerta, había otras personas en el interior. Pudo reconocer a Todoroki, a Ashido, Tsuyu y Ochako. También había una joven de unos veinte años. Todos estaban sentados en unas sillas alrededor de dos camas hospitalarias. Dos camas que estaban juntas.
- Todoroki-san - la joven se acercó hasta Izuku y le saludó con un beso en la mejilla. Vio a quien le acompañaba, reconociendo su cara - ¿Kaminari-san? Luce más joven -
- Hikari - Izuku le llamó - Él es tu hermano, Denki -
- Oh... - la joven sonrió muy contenta - Por fin te conozco, oniisan -
- El gusto es mío, imôto - Le besó las manos.
Denki no necesitaba más información. Tampoco podía juzgar a sus padres por no decirle.
- Ven, están despiertos - Hikari le jaló para llevarlo hasta las camas. Ahí estaban sus padres, con un suero en sus brazos, y tomados de las manos. Sus rostros parecían cansados, sus miradas algo apagadas, pero se veían mutuamente con amor.
- Papá. Padre - les habló con voz suave, llamando la atención de los dos. Lo miraron extrañado. Se acercó a un costado y se sentó en el borde de una de las camas. Extendió sus manos hasta las de ellos, que seguían tomadas.
Había desarrollado tanto su habilidad gracias a las enseñanzas de Katsuki que incluso aprendió algo que no creyó iba a usar.
Aplicó una muy imperceptible descarga eléctrica en el cuerpo de ambos. Lo suficiente para activar el potencial eléctrico de sus sistemas nerviosos.
Las orbes rojizas de ambos volvieron a brillar. Denki no los soltó aún cuando lo único que quería era abrazarlos.
- Denki... - ambos susurraron, soltando lágrimas de felicidad.
- Hola -
- Te extrañamos mucho, hijo - Eijiro no podía creerlo.
- Ya conociste a Hikari - Katsuki miró a su hija, quien asintió con fuerza, ahogando un sollozo.
- Mi hermana es preciosa. Lamento no haber estado para ayudarlos - Se disculpó el rubio, apretando el agarre en las manos de ambos.
- No te preocupes. Ella creció con tus historias de niño y joven. Eijiro se encargó de eso -
- Tu la mimaste igual que a Denki - bromeó el pelirrojo.
Conversaron por largos treinta minutos. Denki no soltó las manos de sus padres hasta que vio que sus padres comenzaron a bostezar. Con cuidado de no soltarlos, les dio un beso en la mejilla a cada uno. Ellos se despidieron, y agradecieron haberlo visto por última vez.
Esa noche, bajo el cuidado de los dos herederos de la familia Kirishima-Kaminari, dieron un último respiro en sueños, con sonrisas alegres en sus rostros.
Denki abrazó a su hermana Hikari. Ambos lloraron, ella ahogaba sus lamentos en el pecho del rubio, mientras que el otro mordía su labio y acariciaba el cabello castaño de la menor para calmarla, tal como lo hacía su padre cuando él era tan sólo un niño.
Día 10, Año 50.
La noticia del deceso se dio a conocer por boca de la familia Todoroki. Izuku y su esposo Shouto se encargaron de todos los arreglos tanto del velorio como del funeral. Multitud de gente se aglomeró en las rejas del hospital, dejando flores y recuerdos a dos grandes símbolos de paz, guías de muchas generaciones que soñaron y disfrutaron de las hazañas de ambos.
Tanto Hikari como Denki vistieron a sus padres. Los acomodaron en una cama rodeada de flores. No permitieron que los encerraran en cajones, ni menos que separaran a sus padres. Ellos no lo querrían así.
Durante doce horas, miles de personas desfilaron para dejar sus condolencias y flores alrededor de ellos. La prensa fue muy sutil al momento de cubrir el triste evento. No habría entrevistas ni tampoco enfoque a personas llorando.
Ese mismo día sería el funeral. Ambos cuerpos serían cremados y sus cenizas pasarían a descansar en una sola ánfora.
- Buenas noches - saludó Denki en un micrófono. Sería el primero en hablar en la ceremonia de descanso eterno de sus padres. A su lado, Hikari le acompañaba, tomando la mano de éste - Esto quizás sea extraño para ustedes, considerando que ya han visto a Denki-san y a mi. Somos la misma persona, pero que vivimos dos mundos distintos y disfrutamos de distinta forma a Katsuki y Eijiro - relató muy calmado. Tomó un poco de aire para continuar - Para todos ustedes, ellos fueron el matrimonio Kirishima. Para mi, ellos son Katsuki y Eijiro Kaminari. Por azares del destino, ellos me criaron como su primer hijo -
Así, se extendió por largos diez minutos, contando probablemente la historia más increíble y la hazaña más grande de sus padres - Me atrevo a decir, que además de mi hermana Hikari, esta fue su más grande proeza: ser grandes padres, ser grandes héroes - tragó grueso, temiendo que su voz se quebrara - ¡Ellos son mis superhéroes! - Exclamó, mientras apuntaba al cielo y usó su particularidad eléctrica.
Los rayos iluminaron el cielo. Las cámaras enfocaron y las miradas se alzaron para ver cómo se formaban figuras en el aire. Eran las siluetas de RedRiot y NitroAce.
Mientras el mundo miraba las figuras, Denki se permitió llorar y soltar un lamento.
Su hermana le abrazó, y Denki bajó el brazo, cancelando su habilidad.
Aquel sería el más hermoso homenaje jamás registrado en la historia de aquel mundo. Los libros y las registros audiovisuales contarían por siglos que ambos héroes fueron los primeros en viajar entre universos y forjar una historia llena de amor por su hijo.
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Si leyeron hasta aquí, espero les haya gustado. Seré sincero: cuando escribía el final, no pude evitar soltar una lágrima. Incluso a mi me conmovió el resultado.
Hay algunas leves referencias a la historia de "Sentimientos Cruzados" que también escribo. No es necesario leerla para entender todo el contexto de esta.
¡Gracias por su apoyo!
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