Jamás Contradigas a Una Mujer Ebria
David
—No puedo creer esto. —susurro. Gonzalo y Samuel ríen a mi lado.
—¿Jesucristo, se bebieron todo el licor del planeta o qué? —pregunta Samuel.
—¿Qué pasa con esas pelucas? —inquiere Gonzalo.
—No tengo idea —responde Fernando.
Se supone que hoy es la noche de chicas, y Manuela con su combo, decidieron venir nuevamente al karaoke, solo que al parecer bebieron más de lo que cantaron. El propietario nos llamó para informarnos que aunque las chicas estaban divirtiéndose, probablemente caerían dormidas en cualquier momento.
Y no estaba exagerando. En realidad nos ocultó información. Divirtiéndose no es la palabra, las chicas están haciendo todo un acto de sí mismas.
—Quién es ese hombreeeee... que me mira y me desnuda, una fiera inquieta que me da mil vueltas y me hace temblar, pero me hace sentir mujeeeeeerrrrr... —Me encojo ante el chirrido de Manuela en el micrófono.
—Nadie me lo quitaaaaaa siempre seré yo su dueña, por la que no duermee, por la que se mueeereee, por la que respiraaaaa, aaaa, aaaa, yo soy su mujerrrrrrr. —Y ni que decir de Amelia. Dios, son terribles ¿Cómo la soportan aquí?
—Creo que me sangran los tímpanos —susurra Samuel.
—Ni me digas, creo que tengo desgarro interno —bromeo.
Nos acercamos a las chicas, Teresa, quien ve primero a Gonzalo, se lanza directamente a sus brazos. Fabiola nos sonríe, Fernando toma inmediatamente su lugar al lado de ella y empieza a hablarle al odio. La pelirroja frunce el ceño, niega con la cabeza y se levanta hacia el escenario.
Le dice algo al ido a Manuela, sus ojos se vuelven hacia nosotros. Cuando me ve, la más hermosa sonrisa se dibuja en sus labios. La amo. Me hace un saludo ebrio con la mano, se tambalea y ríe en el micrófono, incluso su risa de ebria es adorable.
—¡Amorrrr! Te ves sexy esta noche —grita a todo el mundo— Señoras, les presento a mi hombreeee... el sexy de camisa azul ¿a que esta bueno no? —Cada mujer en el lugar se vuelve hacia nosotros y silban— No se hagan las fáciles, perras, es mío —Palmea su trasero y ahora son los hombres quienes silban— Él es mío y yo soy suya, así que manitos fuera ¡He dicho! ¡Caso cerrado!
—Está realmente ebria —murmura Gonzalo—. Pero joder si no es divertido.
Niego con la cabeza y sonrío. Manuela es otra cosa.
—Bien, aquí mi mejor amiga quiere cantar algo. Esto está dedicado para todos los idiotas, tú no David, tú tampoco Sami, Gonzalo yo creo que tú aplicas y definitivamente tú hermanito... eres un idiota. ¡Pínchalo DJ!
Inmediatamente la melodía suena, todas las mujeres en el club aplauden y vitorean. Manuela es la primera en no caer en la nota. Señala a Fernando y comienza.
Ese hombre que tú ves ahí,
Que parece tan amable, tan atento y agradable
Lo conozco como a mí
—Pues es tu hermano tonta. —grita Amelia
—Cállate tonta, estoy inspirándome aquí. —gruñe, perdiendo totalmente la melodía. El público se parte de risa— ¿Dónde quedé? —El público responde cantando también— Oh sí. ¡Pínchalo otra vez DJ!
Es un gran necio, un estúpido, engreído,
Egoísta y caprichoso,
Un payaso vanidoso, inconsciente y presumido,
Falso, malo, rencoroso,
Que no tiene corazón.
Lleno de celos sin razones ni motivos,
Como el viento impetuoso,
Pocas veces cariñoso,
Inseguro de sí mismo,
Insoportable como amigo,
Insufrible como amor.
—¡Eso! —exclama Fabiola. Procede ella entonces cantar el resto y Manuela solo la acompaña en el coro. A pesar de que suenan como dos gallinas viejas cacareando, todos cantan con ellas y se divierten. Bueno todos excepto Fernando, que fulmina con la mirada a Fabiola.
—Creo que ya es suficiente —dice mi cuñado con algo más que irritación. Se dirige al escenario y trata de alcanzar a Fabiola. Manuela está tan concentrada en una nota alta, que nos está desgarrando los oídos, que no se percata de la lucha de su amiga.
****
Manuela
Estoy concentrada poniendo todo mi esfuerzo en esta última nota de la canción —Yo entrego todo en mis shows de karaoke— y de pronto siento que el escenario se tambalea. Abro mis ojos y veo a Fer tratando de agarrar a Fabi.
—Oye tú, hermano tarupido, déjala. —Tomo el micrófono y le doy en la cabeza a mi hermano— Acabas de hacerme perder el feeling, ¡era mi mejor interpretación de la noche!
—Si esa era la mejor, no quiero ni imaginar cual fue la peor —gruñe David. Todos en el lugar se ríen.
—Oh pero mira quien habla, Alejandro Sanz —espeto. David sonríe y viene hacia mí.
—Vamos, ya fue suficiente por esta noche.
—Pero apenas y hemos bebido —digo. Sin embargo mis traidores zapatos se ponen en mi contra y me hacen tambalearme—. Esa no fui yo, fue la rotación de la tierra.
—¡Rata de dos patasssss! Te estoy hablando a tiiii. ¡Joder acompáñenme! —grita en el micrófono Fabi. Fer la sostiene pero ella sigue removiéndose de su agarre. Mi boca cae abierta, al escucharla maldecir.
—¿Acaba de maldecir o estoy realmente ebria? —pregunto confundida.
—Las dos —dice David— Vamos, cariño.
—Pero esa es la canción de Paquita. Por ley las mujeres no podemos negarnos a ella. —argumento—. Es un himno femenino. Es nuestra obligación apoyar a una hermana jódida, bueno a Fabi no se la ha jódido mi hermano, pero igual.
—¡Manuela! —exclama avergonzada Fabi.
—¿Qué? —pregunto.
—El micrófono, idiota. —Señala mi mano y veo que tengo el micrófono cerca de mi boca y todos nos han escuchado. Hay varios partiéndose de la risa en sus mesas.
—Ups. ¡Lo siento babys! Solo por esa metida de patas voy a cantar con todo mi odio la canción de paquita.
—¡NOOO! —gritan David, Fer y Gonzalo a la vez.
—¿Por qué? ya les he dicho, no le lleven la contraria a una ebria. Eso solo hace que hagamos más rápido las cosas. ¡Pínchalo DJ! ¡Tomen esto putos! —señalo a la multitud y hago una señal de rock and roll:
Rata inmunda
Animal rastrero
Escoria de la vida
Adefesio mal hechoooo...
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