Snake: Vale... Bueno... Antes estaba en en otra clase, una de las mejores clases incluso. Y bueno, a todos les asustaba mi actitud... corrían de mí, snake.

Nunca tuve un amigo hasta que entré en esta clase, pero a veces cuando duermo me acuerdo las caras aterrorizadas de ellos, corriendo de mí y algunos mirándome con odio. A veces me levanto gritando y sudando porque en mis sueños siento que ellos me agarran de mis pies y me arrastran... intentando hundirme en quién sabe que.

Y a veces... cuando hay un silencio de velorio en mi casa... Escucho los gritos...

Demon.

—Que maricón, ja.

—Cállate de una puta vez.

Nagisa le había dado una especie de cariño a Demon y por esa razón empezó a defenderlo de cualquier cosa que su "amigo" le dijera. Por alguna razón, el Shiota sentía que si a el lo llegaban a insultar, Demon lo defendería sin dudar.

Y eso le hacia extrañamente feliz.

—NagisaNagisaNagisaNagisaNagisaNagisaNagisaNagisaNagisaNagisaNagisaNagisa.

—Qué molesto eres, te estrellaré la silla contra tu maldita cabeza.

—Pff, como si pudieras.

—...

A Nagisa ya le molestaba estar con él, y sus ganas de matarlo se hacía cada vez más fuerte...