Un Recuerdo No Muy Lejano

* Narra Meliodas

Aveces había cosas que aún no comprendía o que no tenía muchas ganas de hacer, y eso lo odiaba. Desde que me había "independizado" no había día en el que no me sintiera culpable de aprovecharme de ellie.

Solo piénsenlo. Un chico que decidió irse de una casa llena de comodidades (aunque varias peleas) en la cual lo atendían como príncipe; solo porque no aprobaban su relación con una mujer mayor. Paso de que todas sus necesidades fueran atendidas a simplemente aprender a hacerlo por sí mismo. Soy un imbecil, lo sé, pero si regresará en el tiempo y me pusieran a escoger volvería a mi linda ellie aun así.

Se que hay cosas que debo aprender. Debo de madurar y dejar de comportarme como un niño, pero...es tan difícil. Me siento muchas veces mal cuando no dejabas de regalarme y aun así yo no hacía lo que me pedías hasta que lo hacías tú. Ya teníamos reglas, pero adaptarse a ellas era algo difícil

—Hmmm... —escuche como elizabeth soltaba un suspiro entre sueños alzando mi mirada. La tenue luz lunar que se colaba desde nuestra ventana alcanzaba a alumbrar algo de su rostro. Sus facciones y pequeñas marcas de edad la hacían ver más hermosa a mi gusto. Sus dulces labios cerezos entre abiertos, su pecho subiendo y bajando a un compás tranquilo mientras sonreía entre sueños, sus cabellos cayendo por sus hombros enredándose entre vuelta y vuelta junto a él ligero sonrojo en tus pálida mejillas. Fue mi turno de suspirar y acercarme un poco más hacia tu cuerpo para apresarlo entre mis brazos

Un dulce abrazo en el cual no evite sonreír, no quería sentirme como tu hijo, ni como un adolescente que necesitabas cuida, incluso no quería sentirme como el hombre de la casa pues se que mi ayuda no es indispensable. Pero al menos quería tener ese sabor de boca de ser útil, dejar de causar muecas y celos fruncido a sonrisas. Cerré mis ojos, intentando conciliar mi sueño cuando uno de nuestras salidas hace un corto tiempo llegó hasta mi mente

Solté un risa inconscientemente y me aferre más a ti sin dudarlo. Si, yo se que puedo lograrlo, todos maduramos en algún momento y cuando eso llegue prometo que dejaré de darte problemas, te ayudaré en todo. ¡Absolutamente todo! Eso lo prometo. Era tedioso y cansado, si, incluso llegué a querer insinuarme a ti con intenciones más humanas...y no hablo exactamente de ayuda. Creo que conociendo con todos cuando digo, que un momento íntimo con tu pareja puede borrar el estrés acumulado en la semana

¿Lo que me detenía?. El simple hecho de que nunca habíamos estado de... Esa forma. Me avergomce con sólo pensarlo y traté de alejar esos pensamientos de mi mente lo más que podía. No es como si no lo deseara. Pero solo había tenido sexo con una sola pareja y eso fue a los 16. Si, yo se que es una edad muy temprana pero fue en un momento de calentura. Nuestras hormonas se alborotaron (como típicos pubertos) nos besamos muchos y al poco tiempo ya estábamos desnudos teniendo sexo, para ser sincero no fue la "magnífica" primera vez que tanto presumen. Fue un momento pasajero, solo entrar y salir mientras ella fingía gemidos...demasiado incómodos para mi gusto, quizá había visto en alguna película o video porno que fingir gemidos excitada a los hombres; pues no es mi caso.

Después de eso cortamos y no he vuelto a estar así con una pareja. Pudor no me da, pero no deja de ser algo para lo que se necesita mucha confianza entre ambos, el hecho de decirle a ellie que quería que hiciéramos el amor, como se dice popularmente, y que pasáramos un momento de placer no quería que ella llegara a incomodarse por mi descaro. Solo frunci un poco el ceño alejando como moscas cada pensamiento lujurioso en mi mente y decidí perderme en los recuerdos bonitos

Como aquel recuerdo donde te hice reír por primera vez

* flash back *

—Podríamos ir por alguna paleta, o a la biblioteca o a mi casa— recuerdo bien tu cara. Tus cabellos plateados estaban recogidos en una coleta alta como si fueras colegiala pero estabas vestida como oficinista. Mi mente no podía dejar de divagar en tus caderas y la forma en la que las contoneabas al caminar. No es como si fuera un pervertido...bueno, si lo soy pero tampoco tanto.

—A donde quieras, de todas formas me iré pronto—hablo elizabeth desanimandome un poco. Ella era demasiado reservada y también era un poco apática. Su rostro apenas esbozaba una sonrisa torcida. ¿Cuánto tiempo no salias con alguien? Quizá era sólo que yo te caía mal por mi carácter infantil. No te culpo, a mis 17 aun parecía de 15, solo un adolescente cachondo que trata de ocultarlo con alguna platica sin sentido.

—Bueno...hmmm—suspiré, bajando la mirada a el suelo hundiendo mis manos en mis bolsillos poniendo la misma cara sin emociones que tu—¿P-Por qué aceptaste venir si estarías con esa cara? —pregunté. Al instante te detuviste dedicándome una mirada incrédula y bufaste negando con la cabeza

—No tenía nada mejor que hacer —

¿Lo tomo como insulto o como halago?

Como sea...

Solo asentí ligeramente intentando desviar mis ojos de tu sonrisa torcida y saqué una de mis manos para rascar mi nuca nervioso. Me había costado mucho hacer que aceptaras una salida y cuando al fin la teníamos solo te callabas y me juzgabas con la mirada 

—¿Y nunca te ríes? —esa pregunta pareció ofenderte un poco pues frunciste un poco más el ceño y cruzaste tus brazos sin responder

Bueno, lo único bueno es que al hacer eso tus pechos resaltaron, y espero no suene vulgar de mi parte pero...son muy lindos

Sacudo mi cabeza al no querer pensar en eso logrando distraerme levemente del camino

—Tomaré eso como un no—

—Eso a ti no te interesa—

—Pues si me interesa—frunci mi ceño de igual forma logrando divisar como eso te molestaba—Me interesa mucho Elizabeth y te prometo que algún día te haré rei...¡Gyaaaaaaa!—fue un momento demasiado vergonzoso. Estaba entrando un poco en pánico al darme cuenta que parecía que estabas ahí a la fuerza, solo para no hacer sentir mal a el pequeño niño que estaba solo y de pensar en eso no me fije en el camino y terminé tropezando en medio de la calle. Mi celular salió volando, mi cara quedó contra el suelo mientras un golpe en mi cabeza y rodillas no se hizo de esperar. Me senté en el suelo sobrando mi cabeza muerto de la vergüenza cuando la condena me encadeno a ti llegó hasta mis oídos

—Jaja...—incluso cubriste tu boca después de haber soltado una risa leve y dulce. Olvidando toda pena o remordimiento por aquella caída sólo me levante, sacudí mi ropa empolvada y rodee tus abrazos en un abrazo improvisado y algo incómodo —¡M-Meliodas! —

—Te dije que te haría reír—fue lo único que salió de mis labios. Elizabeth solo se quedó callada largos segundos sin responder o rechazar el abrazo con la respiración agitada—¡La hice reír! ¡Señora, la hice reír! —la pobre mujer que pasaba por la calle y de la culpa llame la atención solo nos dedico una mirada preocupaba como si estuviéramos locos y aceleró el paso; causando más risas mías mientras olvidaba el dolor en mi cabeza

Fue la primera vez que te escuché reír, la primera que me dejaste acercarme y la primera que mi corazón latió desbocado como si miles de mariposas hubieran despertado. Eso, fue lo que me hizo saber que ahora estaba encadenado a ti

* fin flash back *

*elizabeth*

Abrí mis ojos con algo de pereza acostumbrando mi mirada hacia la oscuridad. Un calor abochornable llenaba mi cuerpo y sentía un presión en mis pechos. Cuando baje mi adormilada no pude más que encontrarme con la cosa más tierna que pude ver. Mel yacía dormido plácidamente sobre mis senos, con un adorable sonrojo, su cabello cubriendo su frente y su respiración regular. Lo conocía lo suficiente como para saber que estaba verdaderamente dormido. Sonreí con ternura dejando que mi mente divagara en nuestras salidas próximas a tu cumpleaños y saque mi mano de entre cobijas para acariciar el puente de su nariz. Al instante pude ver y sentir como meliodas se removia un poco y soltaba un suspiro relajando su abrazo.

Su dulce rostro. De solo pensar en su adorable faceta de niño me hacía pensar que era inocente. Lástima que no fuera así y que fuera un pervertido que intenta ocultarlo. Esta generación y sus ideas raras o sus pensamientos más precoces que antes.

¿Cómo lo sabía? Bueno, no es la primera vez que podía. Ver en sus ojos un hambre carnal que deseaba devorarme.

Se que no son momentos de contar mi vida sexual, pero admitanlo. Cuando tienes a esta belleza durmiendo a tu lado no puedes evitar desearlo. Meliodas siempre fue algo discreto respecto a eso, cuando empezamos nuestro noviazgo empezó a mostrar más su mente perversa y me daba cuenta cuando me espiaba. Vamos, mientras te colocas ropa interior de su color favorito puedes notar como un par de mechones se asomaban desde la puerta

Después intentaba actuar que no había pasado nada, pero no valía cuando yo me daba cuenta. Contrario a lo que tal vez muchos piensan, la verdad no me incomoda ni mucho menos. Debo comprender que es un joven adulto y todos en nuestra adolescencia y principios de adultez tenemos las hormonas tan calientes que solo queremos sentir ese placer carnal. Meliodas no era la excepción y no lo juzgo, yo también fui así en su momento...

En fin, no es momento de cosas tristes. Sino de mirarlo simplemente. ¿Quién no quisiera observarlo dormir con esa carita tan bella? Acaricie su mejilla un poquito, sonriendo y finalmente solo lo abrace más para pegarlo a mi

Saben, no me molesta que meliodas sea pervertido pero lo prefiero mil veces cuando es conciderado y amable. Cuando me abraza en una noche de frío, cuando tiraba piedras a mi ventana como si estuvieramos en una historia cliché de amor, en la que el hombre le tira piedras s la ventana de la chica solo para verse, se encuentran en su curato y la chica se preocupa pues sus padres podrían descubrir lo todo

Creo que meliodas creo que estaba en una de esas pese a que sabía que vivo sola. Me gusta cuando me regala ropa (en su mayoría interior) con una expresión adorable pese a que sabía que no lo hacía con esa intención. Cuando me ve llorar al recordar el pasado y aunque no lo conozca se preocupa y me abraza para consolarme.

Eso es lo que tanto amo de él.

Inconscientemente caí completamente dormida de nuevo con varios pensamientos lindos en mente y con ese calor que sentía volviéndose más delicioso. Su cuerpo contra el mío era mi forma favorita de dormir

* escena extra*

La albina miraba el catálogo de paletas con una expresión de concentración mientras el blondo la miraba confundido, ¿que tan difícil era elegir una paleta?. Hace al menos una semana había sido su cumpleaños y el único de su relación, las cosas noe ran fáciles pero estaban bien y durante su tercera cita ella le pidió ir por algún helado o paleta helada, hacía calor así que no se lo negó en ningún momento. Miró las de limón, miró que había de cajeta, alguna de durazno, zarzamora y frambuesa. Pero cuando estaba por pedir alguna de vainilla...una día llego a su mente y miro a meliodas de reojo

—Una de coco por favor—el blondo por fin sonrió después de tanto esperar a que ella decidiera y suspiro con alivio mirando las paletas

—Yo una de vainilla por favor—

—A la orden—la señora de las plateas hizo una cara extraña al verlos que los desconcertó y finalizó con darles sus pedidos en cinco minutos. Una vez pagaron, salieron de la tienda con una sonrisa empezando a chupar su paleta suavemente mientras caminaban

—¿Y bien? —

—¿Hmmm? —el mas bajó volteo a verla al mismo tiempo que elizabeth se llevaba la paleta a la boca y empezaba a chuparla...de una forma no muy normal. El blondo al ver esto solo trago en seco y desvío rápidamente la mirada dándole una mordida a la suya —¿Y-Y bien, qué? —

—¿Ya les dijiste? —olvidando cualquier pensamiento sucio, el más bajo solo soltó un suspiro ante esto y la miró fijamente. Acto seguido la tomó de la mano entrelazando sus dedos y le sonrió. Durante efímeros segundos, elizabeth se arrepintió de haber sacado el tema pues lo había distraído de su plan inicial

—No, quiero esperar un poco. Papá y melissa son algo...anticuados—

—Supongo que me insultaran—

—Nunca estuvieron de acuerdo en que me viera contigo. Ahora supongo que menos, quiero esperar un poco—sonrió levemente dándole una mordida a su paleta aprovechando que esta ya estaba un poco más suave.

Eluzanetj decidió hacer lo mismo siguiendo con aquel plan pícaro en su mente. Notando que la atención del rubiie ataba sobre ella, siguió chupando su dulce de forma algo excéntrica, movió su lengua alrededor de la paleta consiguiendo que el mas bajó se pusiera levemente rojo y finalizó con algo que lo obligó prácticamente a devorar su paleta rápido. Un poco de líquido blanco sabor a coco se había resbalado por la comisura de los labios de la chica

Ante esto, meliodas sólo aclaró su garganta y detuvo su caminar

—Esto...linda...creo que debería regresar a mi casa—

—Ay mel, un poco más—

—Si, mira, debo hacer unos cuantos estudios para mi examen de admisión así que quiero estar listo —esbozo una sonrisa forzada que casi causa que la albina se destartalara de la risa y asintió con la cabeza agachandoae un poco

—Bien, pero antes dame un beso—algo dudoso el blondo acepto. Aprovecho que ella estaba ligeramente encorvada para plantarle un beso algo frío por las paletas. Duraron poco pero fue suficiente para que una llama ardiente quemara dentro de meliodas, su corazón se aceleró, al mismo tiempo que sus manos algo pegajosas iban hasta la cintura de la chica más acercarla. Elizabeth acarició sus hbros enterrando ligeramente las uñas sacándole un suspiro y finalizó cuando se separaron, con una sonrisa algo pícara, la joven lamio un gota de paleta de vainilla que había caído de sus labios hasta su barbilla causándole un gran color rojo en las mejillas del hombre

Quizá hubiera sido mejor quedarse así pero cuando meliodas estaba dispuesto a despedirse, entonces elizabeth terminó de condenarlo, chupo una última vez su paleta de manera que él no pude evitar más sus pensamientos sucios y se la terminó para tirar el palillo en una basura que estaba en el parque

—¿Te gustaría que te llevara a tu casa meli? —

—Iré caminado, aunque muchas gracias linda—a elizabeth le causó un escalofrío su tono de voz ronco, pero fue tanta la satisfacción que no puso evitar darle otro beso más en la mejilla para irse de ahí dejando al blondo confundido y sudando

*

—Oh, hila hermano. Me ayudas...—

—¡En un segundo! —zeldris se quedó completamente quieto al instante. Su hermano siempre había sido raro pero justo en ese momento lo era mucho más, solo alzó los hombros algo indiferente a lo que sucedía y salto ligeramente cuando escucho la puerta de su habitación cerrarse. No le tomó importancia y le dio un sorbo a la malteada de chocolate que la nueva esposa de su padre le había preparado

—¿Te gusta pequeño zel? —

—¡Si! Gracias mamá melissa—no podían culpar lo, su madre murió cuando él apenas tenía unas semanas de nacido y meliodas tenía 4 años. Después de tanto de ver a su padre sólo y agobiado, le alegraba que se hubiera casado otra vez y con una mujer tan linda y amable. Así es como él imaginaba que había sido su madre en vida

Que equivocado estaba...

Por su parte, meliodas entró a la habitación como alma que lleva al diablo. Cerró la puerta con seguro asegurándose de que nadie entraría y se adentro al baño rápidamente solo para ver lo que tanto se temía. Tenía un notorio bulto en su pantalón que había empezado a punzar y palpitar cada vez con más intensidad

—Mierda—maldijo un poco a su novia al ver eso. No podía culparla pero era obvio que eso lo había hecho para provocarlo o ponerlo a prueba. Vamos ¿quién chupa una paleta como si tuviera un miembro en su boca? Nadie, o al menos él no había presenciado jamás eso hasta que la observó. Pero lo hacía tan bien...

No pudo evitar golpear su mano con su frente al pensar eso. Era inevitable, sus perfectos labios sobre paleta chupandola y besando la punta, como pasaba la lengua por toda esta lamiendola o dándole vueltas, como ese hilillo de sabor a coco se había resbalado solo para hacerle pensar que no era dulce...sino otra clase de leche. Joder cuanto le dolía su bulto en esos momentos de solo pensar en la chica

—Mhhh—antes de darse cuenta, sus manos ya habían viajado hasta su pantalón bajando el cierre del mismo y sacando su duro miembro de sus interiores. No podía pensar, sólo mover su mano. Incluso no sólo pensando en la escena pasada, sino también en otras que le había hecho desde tocar su pierna y acariciarla, a incluso llegar a recibirlo sólo con una blusilla de tirantes sin sostén. Eso sí lo hacía a propósito y pudo saberlo cuando encontró aquella prenda faltan te sobre el sofá aventada. Se lo había quitado solo para recibirlo—Mierda elizabeth—estaba mal, pero se sentía tan bien. Su mano acarició su punta rosada generandole espasmos de placer que lo obligaron a sostenerse del lavabo para no caer, frotó un poco, cerró sus ojos e incluso llegó a usar su segunda mano para conseguir algo más placentero. Con una movía de arriba a abajo su miembro o en círculos y con la otra masajeaba sus testículos —Ahhhh ellie—no podía evitar soltar pequeños gruñidos y jadeos

Su respiración agitada, algo de sudor sobre su frente y la imagen de su novia en su cabeza. No podían culpar lo por deseara tanto, llevaban ya un rato de conocerse y cuando lo beso en su cumpleaños número 18 fue cuando supo que estaba realmente frente al amor de su vida. Ahora sabía que estaba frente a esa depredadora que no dejaba de acecharlo.

—A-Ahhhh—se sentía tan cerca, la velocidad de sus manos había aumentado conforme seguía pensando en ella. Apretó un poco sus esferas gruñendo, mordió su labio con fuerza haciendo la cabeza hacia atrás—¡Mierda ellie! ¡Ngh! —finalmente se detuvo con sus piernas temblando y flaqueando por sensación tan intensa

Abrió sus ojos lentamente encontrándose con su mano manchada al igual que un poco su ropa y algo del suelo que trago en seco. Siendo sincero, nunca había salido tanto, recordaba como había sido su primera vez y no había sido...

Negó con la cabeza y aun temblando y sudando camino unos pasado para tomar papel y limpiar su pequeño desastre. Guardó su miembro en su bóxer y pantalón, volvió a dejar todo en orden y cuando salió se tumbo en su cama. Se sentía exhausto y mucho mejor que antes. Al menos su miembro ya no palpitaba y dolía como hace unos momentos atrás cuando ella había hecho ese show visual sólo para él. En verdad la amaba

*

Ahora sí, agarrenme porque vengo con todo en esta historia XD

No es broma 👁️_👁️ tengo demasiadas ideas tanto buenas como malas. Escenas tristes, que los harán enojar y escenas tan adorable y tiernas como calientes >///<💕

Incluso hay una idea de la cual aún no me decido y será una que saldrá en el capítulo 3, 4 o 5 aún no se en cual. Depende ;w; pero les aseguro que vale la pena

¿Les gustó? Espero que si ¿Cuál fue su parte favorita? Fue cuando meliodas se toca a mi no me engañan, mentes cochinas XD. O tal vez las escenas divertidas no lo sé ;w;

Disculpen faltas de ortografía, las corregiré luego. Sin mas que decir nos veremos luego ;D✨

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