Hijos
*Elizabeth*
No estábamos bien, simplemente no pudimos recomponer nos tras lo que pasó, lo afecte demasiado con mis palabras duras y no hay día en el que no me arrepienta de eso. Hacemos lo que podemos, pedimos comida a domicilio por el hecho de que aún no tenemos estufa nueva y aun no podemos comprarlo, al menos no por ahora. Lo veo comer con la cabeza agachada jugando con la comida de un lado a otro, cuando recuerda lo que hacemos se lleva un pedazo de carne a la boca masticandola lentamente sin dejar de pensar. Me preocupa lo que piensa, quizá sobre mi, quizá sobre lo que dije y lo que no le he dicho, quizá deba de decirle todo y que él decida si quiere seguir conmigo pese a que no puedo darle una familia.
—Ban—levanto sus ojos para mirarme—Un amigo de hace mucho tiempo me contrato, llevo trabajando con él varios días—dejo de masticar para fruncir su ceño y mirarme atento, no le había comentado que había abandonado mi anterior trabajo. Error mio
—¿Por qué no me lo dijiste? —
—El día de nuestra pelea estaba tan mal que explote, le dije a mi jefe muchas cosas, incluso llego a asustarme un poco y me despidió—sus ojos se abrieron de sorpresa al escuchar eso—Pase la mayoría del día en cada de una amiga, su esposo también es mi amigo y me ofrecieron empleo para que no entremos en crisis—se quedó en silencio, supongo que enojado porque no le había dicho nada del tema hasta ahorita, si antes no quería decirme lo que pensaba ahora menos. Soltó un largo suspiro, tomo algo de agua para limpiar su boca y aclarar la garganta y luego dejó el tenedor en la mesa con su comida a medio comer
—Si este es el momento de la revelaciones me gustaría decirte algo—me tense—Elizabeth, me gustaría llegar a tener hijos contigo—
* Meliodas*
No venía al tema pero eran cosas que ninguno de los dos quería decir para evitar la molestia o incomodidad del contrario. No bromeó, quiero una familia con ella en un futuro, aclaro que en un futuro, apenas tengo 18 no he entrado a la universidad y trabajo de camarero, elizabeth y yo no estamos bien y no podríamos tener un hijo en una situaciones así. Sin economía ni estabilidad emocional sería un infierno para nuestro futuro hijo. Quizá cuando yo sea más maduro y tenga más oportunidades podamos considerarlo
—¿Qué?...—jadeo, fue lo único que respondió en un tono suave
—N-No ahora—aclaró con un sonrojo en mis mejillas—Yo soy joven aún, no tenemos tanto dinero, aun no empiezo mis estudios y además ni siquiera hemos tenido...ammm...bueno—
—Meliodas—
—No he dicho que justo ahora debemos de acostarnos, cuando tu quieras se podrá pero...—
—Meliodas—
—Yo se que aveces puedo sonar algo impulsivo, solo es una idea, yo deseo hijos contigo y yo...—
—¡Meliodas! —cerré la boca de golpe ante su grito y el repentino tono molesto en su voz, me miró con el ceño fruncido, ojos azules vidriosos y los labios tan apretados que incluso se empezaron a poner algo blancos. Rápidamente se calmo, cerró sus ojos para impedir las lágrimas, respiro varias veces en un silencio tenso y cuando abrió de nuevo los ojos, solo relajo su cuerpo—No, meliodas, ni ahora ni nunca podremos tener una familia—
—O-Oh...esta bien, si no quieres yo lo acepto y...—
—No es que no quiera—me interrumpió con la misma suavidad con la que habló antes, se levantó de la silla y luego solo se acercó hasta mi para besar mi frente un poco—No quiero hablar de eso ¿si? —
—¿Cuando hablaremos de eso entonces? —un suspiro más y besó mi mejilla para tomar su bolso y las llaves
—Cuando me sienta preparada—no quizo decirme mas, me lanzó un beso desde la puerta, me despedí con la mano en alto viendo como desaparecía hacia la calle dejando un vacío en mi pecho. Bueno, ese sueño quedaba descartado, envuelto y tirado en la basura. Suspiré y tomé el tenedor para terminar de comer. Creo que era momento de hacer una llamada
* Elizabeth*
Casi no deje de llorar en el auto, mierda, temía que esto llegaría en algún momento, temía que su sueño fuera interrumpido por mi culpa. Reaccionó mejor de lo que espere al menos. Limpié mis lágrimas con ese pensamiento e intenté guardar la calma antes de salir. No sé puso grosero ni me gritó o exigió una respuesta, solo se quedó ahí escuchando atento y confundido por mi intensión. Solo debía esperar hasta sentirme lista y podría explicarle la situación con calma para que comprendiera mi condición, se que no es capaz de dejarme por algo así, sino me habría dejado desde que respondí "no". Tomé el celular para llamar a quien podría explicarle todo a mi pequeño, marque los números y rogue porque contestara
—Bueno—
—Liz—sonreí con entusiasmo, casi al instante me limpie un poco la nariz para no sonar tan jodida como estaba y pude escuchar el respingo de sorpresa de mi hermana gemela
—¡Ellie! Me tenias abandonada, pequeña llorona, ¿por qué no llamaste antes? —me reí ante su apodo y me baje del automóvil para entrar a mi lugar de trabajo
—Después vendrán las explicaciones hermana, pero necesito que hagas algo por mi—
—Te escucho—
—¿Sigues en la ciudad? —casi pude sentir su sonrisa al otro lado del teléfono—Necesito que le digas a meliodas todo—soltó un jadeo, entre al elevador con prisas apretando el botón de el piso a el que voy y casi vuelvo a llorar al recordarlo todo. Ella estuvo a mi lado todo el tiempo, mi dolor fue como si lo sintiera ella también y desde entonces me ha apoyado, incluso cuando nuestra familia está en contra de mi relación con meliodas ella sigue a mi lado
—Bien pero, ¿no crees que le gustaría que se lo dijeras tú? —
—Sabes que no estoy lista liz, pero quiero que él entienda todo y haré el esfuerzo por responder sus dudas—
—Haré lo que quieras ellie pero aún así te recomiendo que hablen entre ustedes, lo necesitan—reí un poco—Creí que no volverías a tocar el tema —
—Meliodas quiere tener hijos conmigo en un futuro—creo que lo mejor es darle el contexto de todo lo que paso
*meliodas*
La puerta sonó un par de veces con insistencia, era absurdo, el señor que vende quesos por la calle siempre llega un poco más tarde y yo estoy a nada de irme a la taberna, el uniforme era algo ridículo y me quedaba grande pero al menos no me picaba como el de la escuela primaria.
—Ya voy, ya voy—exclame caminando hacia la puerta con rapidez, esos toquidos iban a volverme loco por completo si seguían sin parar, no era el señor de los quesos y mucho menso era elizabeth, ella se había ido hace tres horas y nunca tocaría cuando tenía llaves. Debo admitir que sentí algo de miedo al inicio peor cuando abrí la pierna, casi me caigo de espalda de la impresión
—Hola meliodas—era una copia exacta de mi novia, mismas caderas, misma altura incluso esos mismos ojos azules y tiernos...pero ella no era mi novia, tenia el cabello rojizo corto y su tono de voz era mas golpeado que el de ellie
—Eh...hola—respondí indeciso, la chica idéntica a elizabeth soltó un carcajada y entró a la casa cerrando la puerta detrás de ella. Admito que mi primer instinto fue correr y alejarme de su mirada, no sabía sus intensiones conmigo y no fue muy amable de su parte no pedir permiso antes de entrar como si nada, pero no lo hice, no corrí y solo me senté algo alejada de ella. Se sentó en el sofá, miró un poco la casa y luego finalmente volvió a mirarme. Duramos segundos que parecieron horas sin romper el contacto—Ellie si esto es una broma te recuerdo que me enamore de ti por tu amabilidad no por ser divertida—la mujer río alto y negó con la cabeza
—Es verdad, elizabeth nunca fue muy buena en sus bromas pero me hacía reír por su intento—casi salto más lejos de ella al escuchar eso, pareció notarlo porque se puso ligeramente serie y se acomodó bien—Soy lizette, la hermana gemela de elizabeth. Solo dime liz—
—Nunca mencionó a una hermana gemela—
—Descarada, todavía que soy la que la apoya y no me menciona—hizo un puchero algo rudo y negó un par de veces—Pero no estoy aquí solo para visitar a mi hermanita, vengo a hablar contigo—frunci levemente el ceño al escucharla decir eso y más cuando se puso como si alguien hubiera muerta—Escucha se que es repentino y que es extraño ver a la copia de tu novia de la cual no conocías su existencia—al menso sabe como le siento y eso me calma ligeramente—Pero elizabeth me habló hace unas horas y me pidió que viniera a hablar contigo ya que ella no está lista para contarte, pero, quiere que lo sepas todo—
—Me está preocupando señorita—
—Solo liz—recalco
—Bueno liz, ¿qué sucede? —abrió la boca tres veces, la cerró la misma cantidad de veces y luego se sonrojo con tal fuerza que no supe si era por mi o por rabia. Cuando soltó un gruñido de molestia supe que era por ira su so rojo y quise volver a correr lejos de ella, no había peligro más grande que la ira de una dama que ha sido golpeada por la vida
—Todo fue culpa de ese hijo de perra. Elizabeth no puede tener hijos—solo baje la mirada aun algo desconsolado y asentí —Me contó su platica y quería que lo supieras todo—
—¿Por qué no mejor esperar hasta que ella esté lista y ella misma me lo diga? —
—Me dijo que quería que lo supieras de una vez y tomaras una decisión—no tengo nada que decidir, la amo y no importa nada mas que ella. Enderece la espalda prestando atención en la hermana de ellie—Ella tuvo un novio hace unos años, tenía 25, ellos dos estaban muy felices en su momento e incluso llegaron a comprometerse—debo admitir que sentí una pizca de celos al escuchar como mi ellie estuvo a nada de casarse con otro hombre—Planearon todo, parecía que eran la pareja perfecta y después de un tiempo elizabeth quedó emabrazada—la sorpresa no tardo en inundar mi rostro y mis ojos se abrieron fuerte—Pero no salió como ella lo pensaba, él dijo que no se sentía listo y prácticamente le exigió que interrumpiera el embarazo pese a que ella quería continuar—
—La obligó —
—Elizabeth estaba perdidamente enamorada, no quería perderlo estando tan cerca del altar y de una vida de cuentos de hadas—no pude notar cuando mi cuerpo se tenso y mis puños se cerraron hasta dejar los nudillos blancos—Aceptó, fueron a una clínica ilegal y fue sometida a interrumpirlo—parecía que le costaba relatar lo todo porque casi después de decir eso tuvo que tomar aire por la boca, alzar la mirada alejando a las lágrimas y sobar su cuello para alejar a la ira—No salió como se esperaba, la lastimaron de gravedad, la dejaron ahí para que muriera desangrada y el maldito cobarde también la abandono—
—Mierda—
—Por suerte la policía ya había sido notificada por una enfermera que la encontró en ese estado, la llevaron de urgencia al hospital, la operaron, completaron la interrupción y retiraron el útero para salvar su vida—
—Así que por eso dijo que no—
—Escucha, le costó mucho salir de eso, estuvo deprimida e incluso llegó a pensar en quitarse la vida, la elizabeth que conoces y conociste no es la verdadera y yo lo sé mas que nadie—trague como pude el nudo en mi garganta y baje la mirada—Ella desea tener hijos pero no puede, te juro que ella te habría dicho que si al instante pero no quería lastimarte a ti y mucho menso volver a lastimarse a sí misma—tenía mucho que pensar. Eso explica su carácter tan reacio y frío cuando nos conocimos, su avergonzada cara cada que empezaba a abrirse, su llanto cuando me confesó que estaba enamorada de mi ¡todo concuerda! No lloraba por mi ni por nuestro amor, lloraba por el miedo de que lo que le pasó antes le volviera a ocurrir, que si abría su corazón y daba su confianza volvieran a traicionarla. Si hubiera sabido eso antes ha ría tenido cuidado en mis palabras, acciones, ¡incluso en el momento en el que decidí estar con ella! Tal vez lo mejor hubiera sido nunca hablarle, estaría en paz con su vida solitaria.
Deje escapar una lagrima de rabia y mire hacia la ventana, juro por mi vida que iba a matar a ese hijo de perra si llegaba a conocerlo.
—Ya podrán hablar cuando ella llegue, solo no seas tan duro con ella—
—Jamás—exclame con la voz rota—Lo que le pasó no fue culpa suya, solo estaba enamorada y traicionaron su confianza—
—Fue ingenua y trata de asegurarse de no volver a serlo—
—Liz—
—¿Si? —me miró extrañada ante mí repentino llamado
—¿Puedo pedirte ayuda para algo? —la chica me dedico una mirada desconfiada—Nishishi, prometo que será algo bueno—
*Elizabeth*
Suspiré rendida dejando todo sobre el sofa y cerrando los ojos al cerrar la puerta. Estaba despeinada con mi ropa algo sudorosa y mis pies doliendo por los tacones, casi al instante los lance lejos gimiendo leve ante el alivio de tener mis pies libres de esa dolorosa hermosura y camine descalza por la casa
—¡Ellie! —
—¡Kyaaaaa! —solté un brinco al escuchar la voz de meliodas y no pude reprimir lo cuando ya tenía su cuerpo pegado al mío en un abrazo fuerte, me estrecho contra él, metió su cara entre mis pechos y luego inhalo hondo con una sonrisa. Solo pude corresponder algo extrañada mirando hacia abajo—Hola cariño—
—¡Te tengo una sorpresa! —ni siquiera había respondido a mi saludo de forma apropiada, me soltó, me tomo d ella muñeca y me jalo hacia la cocina con la misma emoción de un chiquillo que había hecho un dibujo para su madre. Me sentó casi a la fuerza y luego se escondió detrás de la puerta de el baño mientras parecía luchar con algo—Oye...¡Cuidado!...¡Hey no hagas eso! Ahhhh calmado, calmado Nishishi—no comprendí nada hasta que salió de ahí con una pequeña y blanca bola de pelos, chiquito entre sus brazos que estaban algo raguñados y hasta ahora me daba cuenta de eso. Luego un par de orejitas se vieron, un ronroneo suave y cuando dejó de abrazarlo para mostrarlo, casi me desmayo de la impresión—Liz y yo lo encontramos en la calle justo cuando íbamos camino a la tienda de animales, es apenas un bebé, ya lo bañe varias veces y le coloque algo de perfume—
—Meliodas, ¿Qué...?—
—Me lo explico todo—me quedé en silencio por varios segundos esperando—Tranquila se que no lo quieres ni recordar pero eso me ayuda, ahora entiendo tu obsesión con la limpieza y ayudaré mas a no hacer desastres, ahora se lo de los hijos y aunque no lo creas, podemos tenerlos—
—Meliodas yo no puedo tener hijos—
—Claro que sí—me miró con sus hermosos ojos brillantes, tomó al pequeño gato y luego me lo coloco entre mis brazos, no pude evitar acariciarlo al instante sin dejar de mirarlo—Él puede ser nuestro hijo, los animales se cuidan similares a los bebés ¿no? —no lo pude evitar, la suavidad del pelo de aquel pequeño aun algo asustado, la mirada tan brillante de mi pareja y sus manos cálidas. Las lágrimas no tardaron en bajar por mis mejillas, abrace al mínimo que soltó un maullido al sentirse apretado contra mi cuerpo, meliodas no tardo en besar mi frente y rodear mis hombros—Ya esta todo cubierto, liz me ayudó a conseguir lo demás y aunque ahora estoy endeudado con ella se que podré pagarle en el futuro—
—Eres un imbecil mel—me reí besando su mejilla y logrando que él también sonriera—Gracias—
—¿Qué nombre le pondremos? —
—Hmmm...hawk, me gusta hawk—
—Me parece perfecto amor mio—quizá sonara cursi o incluso muy de película pero el tiempo siguiente fue como en verdad estar en una fantasía como nunca antes, había estado en esta burbuja de luz pero esto se sentía más real y verdadero. Hawk araño la cara de meliodas un poco pero se controlo antes de causar otro problema más grande, lo acariciamos hasta que cayó dormido en nuestros brazos y luego pude darle su premio a aquel príncipe que me dio una gran felicidad. Besos con los que el aliento se entrelazada, un abrazo fuerte y cuando no pude soportarlo, mis manos viajaron hasta su camisa para ponerlas bajo la tela y acariciar su piel, el escalofrío que recorrió su espalda pude sentirlo por lo cerca que estábamos y bese su frente con cariño. Incluso en la oscuridad pude notar su mirada confundida
—C-Creo que mejor vemos una película—un puchero cruzó mis labios y agache la cabeza hasta olfatear su cuello—Elizabeth yo no sé si...—
—¿No estas listo? —se aferro a el borde de mi camisa con fuerza y mordió su labio, yo podía verlo, lo deseaba y lo quería, pero tenía miedo de hacer algo incorrecto y saber de mi pasado solo hizo que tuviera más terror de lastimarme
—No es eso, solo no quiero defraudarte, soy joven, hace mucho no me acuesto con una mujer, no se los lugares donde tocarte y complacerme y no me gustaría que...—lo calle con un beso para tranquilizar su nerviosismo, nunca nadie había pensado en mi antes que en sí mismo. Dejé mis caricias de lado para soltar una pequeña risa y levantarme de la cama para quitar mi ropa, no me mal entiendan, no para provocarlo solo para ponerme algo mas cómodo y poder descansar a gusto. El pequeño gato dormía en una cama que le quedaba grande para su edad mientras roncaba y se movía de un lado a otro. Una vez lista solo volví a recostarme ante la mirada avergonzada de el joven rubio y le sonreí
—Será cuando tu quieras—
—No—tomó mi muñeca—Ahora, no estaría mal—
*
Lamento el capítulo feo pero tengo la cabeza en otro lado XD además saben que la narración en primera persona no me sale muy bien que digamos
Ahora, ellie tiene un pasado feo pero aunque no me lo crean, mel también, puedo asegurar que tendrán una recompensa linda en su futuro
¿Qué les pareció? ¿Les gustó? ¿No les gustó? Lamento si fue así ¿Cuál fue su parte favorita? El pequeño hawk ha llegado y colo vieron en el prólogo será divertido XD
Sin más, nos veremos en el próximo capitulo y disculpen faltas de ortografía
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