Chapter 8
Nuevo entorno, nuevos vínculos
Ya cuando pasó una hora todos se reunieron arriba. Despertaron a las niñas y, ahora con muchas más energías, continuaron escuchando la historia del chico.
San: Bien, ahora vayamos a mi viaje. Creo este viaje sería lo más caótico de mi vida, ya verán porque.
____________________
Su avión no tardó más de unas cuantas horas en llegar al aeropuerto destinatario, al llegar al mismo unos cuantos hombres de MESU lo estaban esperando afuera y le dijeron que suba de acompañante en un flamante BMW.
Él asumió se trataba del modelo M3 GTR al examinarlo a primera vista, y pudo comprobarlo cuando pidió que le dejaran ver debajo del capó. Ese motor V8 no podía engañarlo.
Habían modificado el modelo original cambiándole la carrocería por una de competición, y el diseño exterior era inconfundible para un amante de los videojuegos como él. Casi se le escapó una lágrima al montarse en aquella máquina y partir hacia las oficinas centrales del lugar.
El argentino sabía hablar fluidamente el inglés, por lo que no fue problema conversar tranquilamente con los profesionales. Éstos le comentaban que, en unas ruinas cercanas, había un laboratorio escondido por las afueras del estado, debajo de unas ruinas de lo que una vez fue una sucursal farmacéutica.
Su atención se centró en el comentario de uno de los tipos: posibilidades de que hayan experimentos con genes de naturaleza desconocida. Al parecer los rumores que David le contó eran más que rumores.
Su imaginación voló y se imaginó todas las posibilidades que había para la ciencia si eso llegaba a ser cierto. La cura para el cáncer era una de las pocas cosas que podían hacerse con los resultados de esos experimentos en sus manos. Indagó a fondo sobre la ubicación del lugar y les dijo que necesitaba ir hacia allí lo antes posible. Pero primero debían ir a las oficinas centrales de MESU para dejar sus cosas y ver donde se iba a alojar.
Al llegar a las instalaciones de la organización, lo primero que se dio cuenta fue lo inmensas que eran. Se le era imposible calcular el terreno que debían ocupar, y no tuvo tiempo de hacer un estimado que lo movilizaron hacia adentro. Allí, era más de lo mismo combinado a cientos de profesionales trabajando en diversos experimentos e investigaciones más allá de la comprensión.
Se les informó a todos que el prodigio había arribado y la cálida bienvenida no se hizo esperar. Le dijeron que lo que sea que necesite para sus investigaciones estaba a su disposición cuando sea que lo necesite. Él lo primero que dijo era que quería ir urgentemente a explorar las ruinas que le habían comentado.
En media hora ya estaban en el mismo auto manejando hacia el lugar, él acompañado de 3 hombres más, todos iban armados con una pistola de balas tranquilizantes para estar preparados ante cualquier inconveniente. Al llegar, se dispersaron para abarcar todo el terreno posible y encontrar aquella entrada rápidamente.
15 minutos pasaron, y Santiago estaba revolviendo unos escombros cuando de repente escuchó unos pasos apresurados cerca de él. Las pisadas pertenecían a alguien que venía corriendo, y sus hombres era imposible que sean los dueños de ellas ya que poseían comunicadores y acordaron avisar todo por ellos.
Santiago desenfundó su arma, la única que era de fuego, y se puso a la defensiva. De golpe, se topó con alguien e inmediatamente le encañonó.
San: ¡Las manos donde pueda verlas!
Ahora se percataba que se trataba de una chica, la misma estaba muerta de miedo al ver que le estaban apuntando con un arma e inmediatamente mostró sus pálidas manos hacia el chico, que por lo visto no se trataba de algún policía ni de un secuestrador (de haber sido eso último ya la deberían estar sometiendo sin hacer ningún tipo de ruido).
San: ¡De rodillas!
La chica se arrodilló.
Él fue a su lado y le pegó el cañón del arma a su garganta, amenazando con jalar del gatillo si no decía inmediatamente lo que vino a hacer.
San: ¡¿Quién carajos eres?!
Ella emitió un chillido al sentir aquella fría punta de metal en su garganta, con el miedo de que en cualquier segundo pudieran tirar del gatillo decidió colaborar.
???: S-S...
Estaba tan presa del miedo que ni hablar podía.
San: ¡Habla!
???: ¡S-Samanta!
San: ¡¿Samanta cuanto?!
???: Faulkner, Samanta Faulkner...
San: ¿Qué haces aquí?
Y procedió con el interrogatorio, ni los prominentes atributos de la chica sirvieron para al menos ablandar al chico de ser tan brusco con ella.
Le preguntó que hacía allí, que buscaba, como llegó, y con quien venía. Ella respondió que estaba allí simplemente explorando el lugar, que no buscaba nada en específico, que llegó en su motocicleta, y que estaba totalmente sola.
Cuando ya tuvo lo que necesitaba alejó el arma de su garganta, lo que tranquilizó a ella, pero la levantó jalando bruscamente de un brazo para empotrarla contra una pared. La manoseó por todos lados para ver si no venía armada con algo, pero ella pensó que la estaban por violar y se puso altamente paranoica estando casi al borde de sufrir un ataque de nervios.
Lágrimas salieron de sus ojos mientras imploraba por piedad, que por favor no la siga manoseando. Fueron unos tortuosos segundos en que tuvo que soportar aquellas frías manos recorrer sus pechos (podía tener escondido algo debajo de ellos), cintura, abdomen. bolsillos, etc.
Cuando acabó, se apartó de ella para comunicarle a sus camaradas que había capturado a una civil merodeando por el lugar. Pero no tuvo tiempo de nada que sintió algo contundente impactar contra su nuca dejándolo desorientado, seguido de otros golpes en otros lados del cuerpo mientras la chica montada en cólera lo atacaba.
Sam: ¡Maldito pervertido ahora verás por lo que me hiciste pasar!
Dijo con una gran rabia a la vez que hacía el intento de no quebrarse. Lástima que no sabía con quien se estaba metiendo.
Las clases de defensa personal antes de partir le sirvieron al castaño, y ahora las iba a poner en práctica.
Al recuperarse, le dio una patada en la espinilla de la pierna más próxima, desequilibrándola y haciéndola caer, para después agarrar uno de sus brazos y aplicarle una llave que la iba a dejar totalmente a su merced.
Debido al dolor, ella terminó por soltar el tubo de PVC con el que lo estaba golpeando y comenzar a implorar piedad.
Sam: *ëntre lágrimas* Por favor no me hagas nada, solo venía a explorar este lugar como pasatiempo.
San: Se lo hubiera pensado dos veces antes de atacarme, señorita Faulkner.
No pudo seguir cuando lo interrumpieron en su comunicador, al estar en altavoz Samanta también pudo oír que hablaban.
???: Santiago, no encontramos la entrada del lugar. Si en 5 minutos no encontramos nada nos iremos del lugar.
San: De aquí no nos iremos sin esos experimentos, si es necesario haré traer la dinamita y haré volar este lugar con tal de encontrar el bendito laboratorio.
Cuando terminó de conversar con sus colegas volteó hacia Samanta, la cual lo miraba aún con asombro.
Sam: ¿Eres de MESU?
San: ¿Qué te importa?
Sam: ¡Eres de MESU!
San: ¿Y qué si lo soy?
Sam: ¡Soy una gran fanática de las cosas que hacen ustedes!
Pasar del miedo a la admiración y el asombro, bastante raro.
San: Bueno... fanática... En todo caso, las actividades de la compañía no son de conocimiento público.
Sam: ¿Porqué?
San: Porque no les debería importar nada de lo que hagamos.
Sam: Me importa mucho, si buscan el famoso laboratorio que está escondido aquí puedo guiarlos, sé donde está.
Al castaño le llamó la atención eso, dejó de encañonarla para hablar más civilizadamente con ella ahora que estaba seguro de que no era peligrosa.
San: ¿Sabes como llegar a ese laboratorio?
Sam: Si, de hecho es muy fácil.
No pasaron ni 5 minutos para cuando ambos ya estaban parados frente a la escotilla de descenso al lugar subterráneo. Santiago inmediatamente llamó a sus hombres que se encuentren en la parte trasera de las ruinas. Cuando llegaron, inmediatamente quisieron dispararle a Samanta una bala tranquilizante y ver que harían después con ella, pero ella rápidamente se puso detrás de Santiago, éste les dijo que se encargaría de la chica. Ahora que la observaba bien se pudo percatar de dos cosas: tenía el pelo blanco (ni él se explicó como pudo ser tan despistado), y tenía heterocromina (un ojo era color violeta y el otro era coloración oscura). Una chica bastante inusual.
Cuando bajaron aquellas interminables escaleras hacia el laboratorio subterráneo, los adultos escoltaban a Santiago en el camino mientras iba conversando con la nueva.
San: Entonces... ¿recto por aquí hasta encontrar dos puertas de metal enormes?
Sam: Eso mismo, en mis exploraciones me he topado con esa escotilla pero nunca tuve el valor de bajar. Sin embargo en unos planos que encontré se detallaba como llegar al laboratorio.
San: Bien... ¿Y dónde están esos planos?
Sam: En mi casa.
San: Entendido, más tarde iré yo personalmente a buscarlos.
???: Santiago, si gustas podemos ir nosotros en grupo e inspeccionar el lugar.
San: No será necesario John, si voy yo solo como amigo de esta chica es bastante probable que nadie levante sospechas de nuestros movimientos. Mientras menos gente sepa de esto será mejor.
John: Entendido, nos adelantaremos para inspeccionar rápidamente el lugar, si quieres ve arreglando con ella como harás tu maniobra.
San: Entendido, lo que si les voy a pedir es un favor que me harán después que necesitaré cuando salga de su casa.
John: Como gustes, después arreglaremos detalles.
Los 3 hombres dejaron al dúo atrás, y él aprovechó para hacerle preguntas algo más personales. Al estudiarla visualmente varias dudas le surgieron.
San: Entonces... Lo mejor creo que sería que me haga pasar por un amigo tuyo cuando vaya allá.
Sam: ¿Amigo? Bien, no hay problema.
San: Por las dudas ¿a tu novio no le molestará que lleves compañía?
Sam: ¿Novio? ¿Qué novio? No tengo ningún novio.
San: ¿A no? Digo, con ese cuerpo cualquiera debería caer rendido a tus pies.
Sam: No lo creas tan así, de hecho tampoco tengo amigos.
Él casi frena en seco al oír eso, de por si le parecía sumamente raro que ella no tuviese novio alguno. Pero al oír que tampoco tenía amigos lo primero que pensó fue que lo decía en broma, pero la seriedad con que le dijo le dio a entender que no mentía.
San: ¿Me estás tomando el pelo? tienes que estar de broma.
La tristeza de Samanta no era fingida, era verdad.
San: No me jodas... ¿de cómo? me suena bastante irreal algo como eso.
Sam: Para mi es una realidad, una bastante triste.
San: Bueno, tampoco me cuentes tu vida, solamente iré a tu casa a buscar unos planos y nunca más me volverás a ver, olvidarás todo lo que pasó y te seguirás revolcando en la vacía y oscura rutina de soledad a la que llamas vida ¿entendido?
Era un comentario sarcástico que básicamente, y sin saberlo, se había encargado de recordarle a la chica su día a día. Esta al ver la crudeza con que lo dijo frenó en seco, se tapó la cara con las manos y se puso a llorar allí quieta. Santiago al verla así en el fondo no lo toleraba, por lo que rápidamente fue a revertir eso.
San: Ya, ya, era un comentario en broma.
Sam: ¡Para mí no es ninguna broma!
San: Vale, vale, que carajo sabía yo de eso. Retiro lo que dije ¿bien?
Sam: Eso no ayuda en nada ¡Nada!
Los cambios de ánimo mientras hablaba, de triste a furiosa, le daban más para pensar. Inmediatamente formuló una teoría que él consideraba muy descabellada, pero mejor tomar precauciones.
San: Bueno, bueno, seamos amigos, listo ¿contenta?
Sam: ¡SI!
Lo había dicho sin interés y también a modo de broma, pero al ver como la chica se puso alegre de golpe como si nada hubiera pasado alimentaba su loca teoría, lo que lo dejó un poco consternado. A ello se sumó la incomodación cuando lo envolvió rápidamente en un abrazo mientras sus prominentes pechos lo apretaban. Se zafó como pudo sin montar una escena, la calmó, y continuó con su camino.
San: Oye, me he dado cuenta de algo, ¿padeces heterocromina o son solo lentes de contacto?
Sam: ¿Eh? ¿Hetequé?
San: *suspiró* Tienes los ojos de distinto color ¿es natural o son lentes de contacto?
Sam: Es de nacimiento, a todo esto tu también debes padecer eso. Afuera vi unos ojos rojos y ahora puedo ver unos amarillos, sé que mi vista no me engaña.
San: Me atrapaste, es de nacimiento. De hecho esto es algo distinto a lo tuyo.
Sam: ¿A sí? quiero saber que le pasa a mi nuevo amigo.
San: *suspiró de nuevo* Cambiarán de color de acuerdo a mi estado de ánimo, afuera estaba bastante molesto por un encuentro inesperado, por eso el rojo; ahora estoy tranquilo y sereno, por eso el amarillo. Y así con una gama de 4 colores más.
Samanta no cabía en su asombro, ni en sus fantasías más locas hubiera imaginado a alguien así.
Sam: ¡Eres alguien impresionante!
San: Tampoco quiero monologar de mi asquerosa y pútrida vida, mejor sigamos avanzando.
Más asombro, pero esta vez por la forma en que describió su vida y la forma en que la evadió. Pero optó mejor por callarse y continuar con el camino. Al llegar al laboratorio los dos fueron a donde lo esperaban; el lugar era bastante inmenso y fue un golpe de suerte que los hayan estado esperando en la puerta de entrada.
Para sorpresa y alivio de Santiago habían encontrado lo que vinieron a buscar: documentos y varios tubos cristalizados con un espiral dentro, seguramente era algún líquido o gas condensado. Como no sabían la naturaleza de aquello fue mejor prevenir que lamentar, sacaron un portafolios blindado y guardaron allí 6 tubos de colores distintos: negro, ceniza, rojo, azul, beige, y por último celeste.
Lamentablemente no encontraron computadoras o algún pendrive con información que les pueda resultar valiosa, por lo que salieron del lugar. Pero al menos estaban conformes, sacaron un tesoro de allí.
Ya en la superficie, y luego de conversar con sus acompañantes, Santiago se reunió con Samanta para que esta la pudiera llevar a su casa y buscar los planos del lugar. Estaba seguro que había algo más en las profundidades de ese lugar a lo que le pueda sacar provecho.
San: ¿Lista para partir?
Le dijo mientras ambos se montaban en la motocicleta.
Sam: Más que lista.
La chica emprendió el rumbo hacia su casa, la cual no esaba del todo lejos ya que en 5 minutos estaban guardando la moto en su garaje.
San: Ya llegamos...
Sam: Bueno, han pasado cerca de 3 horas desde que me fui, y nunca suelo estar fuera más de una hora... mi madre me va a matar.
San: Bueno, cualquier cosa le dices que estabas haciendo una investigación para el colegio ¿no?
Sam: Puede ser, espero sirva.
Ambos adolescentes entraron por la puerta de la casa, y tal como lo predijeron una enojada mamá de Samanta estaba en el sofá esperando a su hija para darle el merecido escarmiento. Pero al ver que vino con un chico su enojo se disipó un poco.
Sam: ¡Ya volví!
Madre: ¿Enserio? Fíjate que si no me decías no me daba cuenta, ¿sabes que estuviste fuera tres horas?
Sam: Si, ya lo sé mamá, pero tiene un porque.
Madre: Dime...
Sam: Estaba haciendo una investigación del colegio con mi nuevo amigo.
???: No mientas Samanta, nosotras terminamos las clases la semana pasada.
Se escucharon unas cuantas voces provenientes de la cocina, también algo molestas.
Sam: Oh, genial... Esperan ¡¿qué hacen ellas aquí?!
De aquel lugar vinieron encaminadas 5 chicas de la misma edad que Samanta y Santiago.
Sam: ¡Chicas!
Ella corrió para abrazarlas, no tenía la menor idea la iban a visitar hoy. Pero antes que pudiera llegar una castaña la agarró de los hombros y la frenó en seco.
Sam: ¿Qué sucede Paula?
Pau: Pasa que te ausentaste durante unas tres horas. Todas aquí preocupadas por ti y resulta que volviste con un chico que nadie aquí conoce.
Sam: ¡Cierto! ¡Me olvidé de presentarles a mi nuevo amigo!
Se fue corriendo y literalmente lo empujó a vista de todas.
Sam: Señoras, les presento a Santiago... ¿cuál era tu apellido?
San: Domínguez... Soy Santiago Domínguez, un gusto señoritas.
Extendió su mano para saludarlas, pero solamente la madre estrechó su mano con la de él, las amigas ni se movieron de sus lugares.
Madre: Y dime ¿cómo conociste a mi hija?
Ninguno de los dos había pensado en eso, debían improvisar algo rápidamente.
San: ... ¿Saben? ... Nosotros... Digo yo... la conocí en la.... en la escuela.
Sam: ¡Si, allí mismo!
Pau: ¿Y cómo es posible si ya acabaron las clases?
Paula ya estaba comenzando a sospechar que había algo más metido de por medio, de ser así se iba a asegurar de llegar a la verdad, ese tal Santiago no le estaba terminando de sentar bien.
San: Era un... un nuevo docente buscando trabajo en el país.
Pau: A todo esto ¿De dónde dices que vienes? a juzgar por tu acento no eres de por aquí.
San: Soy de Argentina ¿por?
En ese momento Santiago cavó su propia tumba. Si había un algo que caracterizaba a casi todas las amigas de Samanta es que eran racistas, no veían con buenos ojos a los extranjeros. Y solamente decir que vino de otro país a buscar trabajo fue aún peor.
Pau: No, por nada.
San: Pero de todas formas no acepté el trabajo en la escuela.
Madre: Espera un segundo, tú debes tener exactamente la misma edad que mi hija ¿Cómo dices que fuiste a buscar trabajo de docente?
El chico no quería llegar a este punto, pero debía sacrificar información sobre su persona si quería zafar.
San: Soy un dotado, hace unos pocos años terminé el secundario y 6 carreras universitarias distintas.
A todas, desde Samanta hasta Paula, les cayó la mandíbula al suelo a la vez que comenzaban a pedir pruebas de que eso era verdad. Les mostró las fotos de sus diplomas, y ninguna podía creer que un joven de tan solo 16 años haya podido conseguir todo eso.
San: ¿Ya terminaron? Miren, no vine a conversar aquí, Samanta me dijo que tenía algo que me podía ser útil y me invitó a retirarlo.
Madre: ¿Qué es exactamente?
San: Unos papeles de suma importancia.
La peliblanca al acto subió corriendo a su cuarto para buscar los planos, dejando a su amigo a merced de las mujeres.
Pau: ¿Y se puede saber porqué rechazaste el puesto en la escuela? ¿Acaso era demasiado para ti?
San: De hecho una compañía privada me ofreció un muy valioso puesto y no dudé en aceptarlo.
Pau: ¿Qué compañía exactamente?
San: Hey, ¿porqué me estás indagando tanto?
Pau: Pura curiosidad, ahora ¿podrías responder a mi pregunta?
San: No tengo la obligación de decir nada.
A la castaña se le estaba escapando la poca paciencia que tenía con este chico, si no quería hablar por las buenas entonces sería por las malas.
Antes que pueda encontrar la pistola de balas falsas y amenazarlo, Samanta ya estaba abajo entregándole los planos a Santiago. La madre se interesó al ver que su hija le estaba entregando a un desconocido aquellos planos tan valiosos para ella. Supuso que los necesitaban con más urgencia en otro lado y por eso se los entregó.
San: Gracias.
Sam: Cuando quieras volvemos allá. Pero de todas formas mira ¡me traje un recuerdo!
Sacó uno de los tubos que había recuperado de aquellas ruinas, al parecer se había guardado uno para ella sola. Era uno de color azul y bastante brillante. A todas les llamó la atención su particular diseño, pero a Santiago lo consumió el horror.
Hace unos minutos sus camaradas le habían informado que en ese tubo estaba contenido un virus desconocido, pero potencialmente letal y fácilmente transmisible. En unos segundos le arrancó aquello de las manos a la peliblanca.
Sam: ¡Oye, mi recuerdo!
Pau: ¡Devuélvelo bastardo!
San: ¡No hay tiempo de explicar, después te explicaré por móvil!
Madre: Señor Domínguez, usted no se irá a ninguna parte, exijo respuestas ahora del porque actúa así.
Santiago no tenía que perder más el tiempo allí. Salió corriendo de la casa con aquel tubo en sus manos y se adentró en los callejones unas calles más adelante, madre e hija junto a sus amigas lo estaban persiguiendo por lo que le rogaba a MESU que hayan acatado su orden, y así fue...
El BMW lo estaba esperando, no había nadie conduciéndolo y las llaves se las habían dado momentos antes de despedirse en las ruinas. Rápidamente se subió al auto y salió pitando del lugar, dejando detrás a una Samanta confundida, a su madre algo molesta, y a sus amigas furiosas.
Manejó a toda velocidad rumbo a la central omitiendo como podía los controles policiales. Al llegar, guardó rápidamente el vehículo en el garaje que tenían al costado y entró.
Lo recibieron con aplausos y ovaciones, gracias a el se habían hecho los descubrimientos del siglo, en esos tubos estaban la respuesta a muchas incógnitas y problemas que hace años intentaban encontrar soluciones son éxito alguno.
Además, le informaban que ya tenía lugar para hospedarse: una casa común por las afueras. Convenientemente estaba a unas manzanas de la casa de Samanta. Al menos ya tenía a alguien para ayudarlo a orientarse en estos nuevos alrededores.
Lo que no se esperaba, es que el auto con el que se iba a movilizar allí era nada más y nada menos que el BMW M3 GTR. Casi se largó a llorar de la emoción.
Al llegar a su casa en la noche lo primero que hizo fue bajar sus cosas y luego pensaba irse a dormir, a la otra mañana acomodaría todo.
Justo cuando se acostó, recibió 5 mensajes nuevos de un número desconocido. A juzgar por la foto de perfil se trataba de la albina que conoció hace rato.
¿Cómo carajo consiguió su número si nunca se lo había dado?
____________________
Lin: Ese final es digno de un creepypasta.
San: Inquietante ¿no?
Sam: La respuesta les puede llegar a parecer graciosa.
Mar: ¿Cuál es?
San: Espere mi amigo hasta saberla, nada de spoilers ¿recuerdas?
Mar: Como digas...
Geo: Oye, yo he escuchado algunas de las grandes anécdotas de esa compañía. ¿Y porque dijiste que era tuya? MESU era una organización independiente.
San: ¿Cuando dije que fue mía? Creo que recuerdan mal, o en las pistas malinterpretaron. Yo la única organización que manejo es el D.V.J.I, nada más.
Linka: Yo recuerdo que por ahí leí que MESU estaba a tu mando, o algo así.
San: Ah, eso. Pasa que en cierto "incidente" que deben saber muy bien a cual me refiero, me dejaron a mí y a unos colegas al mando. La mayoría del personal de MESU había muerto, y con ello se habían ido sus líderes.
Lori: Eso lo explica.
Lola: ¡La forma en que ustedes dos se conocieron no fue nada a lo que pensé!
Sam: ¿Qué esperabas?
Lola: Una caminata por el parque bajo la luz de la luna...
Lin: -Demasiados cuentos- Si, que lástima...
Lisa: Es sorprendente los hallazgos que hiciste ahí ¿de casualidad no te quedarán restos de aquellas muestras?
La sonrisa de la niña inquietó profundamente a sus hermanos.
Zack: Si, están por aquí en algún lado ¿por?
Lisa: Por nada, muchas gracias.
Su sonrisa se hizo aún más grande, el susto fue mayor.
San: Oye Zack.
Zack: ¿Si?
San: ¿Sabes? Ayer hice una rifa a tu nombre antes de venir ¿sabes que ganaste?.
Zack: No
Dijo con estrellas en los ojos, ya se veía a si mismo nadando en dinero.
San: Te ganaste unos buenos vergazos ¡ven aquí!
Zack: ¡Mejor paso!
Una paliza después al pelinegro, todos estaban reunidos de nuevo en el centro reanudando la conversación donde la dejaron.
San: Dejando de lado esas muestras que ni en pedo te voy a dar Lisa...
Lisa: ¡Rayos!
San: ... ¿Algo más que quieran agregar señores?
Leni: No mucho, quiero escuchar más.
Lucy: Quiero escuchar como tu vida y tu ser lentamente se van pudriendo progresivamente...
Lin: ¡Lucy!
San: Como ordenes, después no quiero dramas.
Lucy: Hasta ahora nada que no haya escuchado o leído antes.
San: Una cosa es leerlo, otra cosa es experimentarlo en carne viva. Ya más adelante te ayudaré con lo último...
Lucy: Me pones ansiosa...
Dijo con una pequeña sonrisa.
San: Te pareces demasiado a mí ¿te gusta ver sufrir a otros?
Lucy: Me atrapaste...
San: Je...
Luna: Ustedes dos dan miedo.
Dijo entre risitas.
Lori: Literalmente parecen hermanos perdidos.
San: Apenas y puedo aguantarlo al anormal que tengo de hermano...
Zack: ¡Oye!
San: Como sea... nos desviamos del tema principal.
Mil: ¿Puedo agregar algo?
San: Por supuesto, adelante...
Mil: Que comienzo más raro con su madre y sus amigas. A todo esto me quedó la duda ¿Samanta tiene padre?
San: Si, pero trabaja en el extranjero junto a su hermana mayor.
Sam: ¿Si quiera me preguntaste que podías decirlo?
San: No tengo necesidad de hacerlo ¿o si?
Sam: Después te voy a enseñar unos modales...
Santiago no dijo nada ante eso mientras algunas risas se escapaban.
Cuando pasaron unos minutos y todo se normalizó, prosiguieron.
San: Bueno, muchas desviaciones. Deberíamos continuar para ganar algo de tiempo.
Dip: Como gustes, el tiempo es oro.
Mab: Oro... compra oro...
Dip: Ni se te ocurra repetir esa frase Mabel.
Mab: ¡Aguafiestas!
San: Como sea, sigamos...
N.A
¿Unas horas? cuando escribía eso pensé iban a ser 3 o a lo sumo 6, no unas 168 mas o menos (una semana)... Mis más sinceras disculpas, trataré eso no ocurra de nuevo.
Bueno, al menos quiero creer que la espera valió la pena. Aquí se puede apreciar como nuestro protagonista conoció a su novia, convengamos que no fue de una manera agradable...
Él y las amigas de Samanta comenzaron con el pie izquierdo, eso se verá reflejado desde aquí hasta el momento que "la bomba estalle" ¿Qué ocurrirá?.
Por cierto, los hallazgos de ese laboratorio como los papeles y los extraños tubos fueron un tesoro inmenso. Aquí abajo pondré una imagen ilustrativa de eso último.
¿Referencia? ¿Dónde? jejejeje...
Con la historia...
La futura pareja se conoció, y a pesar del contexto pudieron empezar bien. Aunque desgraciadamente no corrió la misma suerte con las amigas. Y eso significarán problemas, unos bastante gordos...
En aquellas ruinas encontraron lo que M.E.S.U puede catalogar como sus descubrimientos del siglo. Aunque esas cosas tienen un potencial desconocido, y generalmente al jugar con fuego terminan habiendo quemaduras...
Ojalá sepan administrar con cuidado esas cosas...
Samanta le dio un buen susto a Santiago al haberse robado aquel tubo azulado, según sus colegas allí estaba alojado un virus desconocido.
Eso y más cosas se irán sabiendo con el tiempo.
Bien, suficiente por esta ocasión, veré de adelantar la producción de capítulos...
Nos leemos en otra ;)
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top