Chapter 6
Bienvenida al inframundo, y tentaciones mortales.
Aquella noche fue un tanto... extraña para Santiago. Él sabía muy bien lo que había hecho: usar a su prima como material de inspiración para sus fantasías eróticas. Estaba asqueado de si mismo por sentir esas cosas hacia alguien de su misma sangre. Se recriminó mentalmente por un buen rato al despertar (a eso de las 08:00), hubiese continuado si no hubiese sido porque sus primos lo sacaron de sus pensamientos al empezar con su escándalo matutino, una hora más tarde desde que Santiago despertó.
Son: ¡Buenos días manga de vagos!
Tom: Buenos días también perezosa.
San: Oigan, entiendan que algunos tenemos el sueño más liviano que otros. A la otra procuren no hacer tanto ruido, casi me quedo estampado contra el techo del susto que me dieron.
Mentía, el susto no fue por algún brusco despertar. Fue porque al pensar nuevamente en su prima sus hormonas salieron al ataque y provocaron una reacción en su parte baja. Al escuchar el alboroto, saltó rápidamente a cubrirse para ocultar aquel bulto en su entrepierna. Lo de anoche no solucionó nada, más bien lo empeoró. Se maldecía mentalmente por eso. El remedio había resultado ser peor que la enfermedad.
Tom: Con que tienes una erección matutina ¿eh primo?
Santiago se sonrojó un poco ante aquel comentario, y el hecho que lo habían atrapado.
Son: *disgustada* Ustedes los hombres son extraños y asquerosos, tú mejor oculta eso si no quieres conocer el dolor.
San: ¡¿Y yo que culpa tengo?! *sarcástico* Ni que el verte a vos me dejara así.
Ahora la sonrojada era Sonia, los cambios corporales la estaban afectando de golpe, y es que a pesar de su corta edad la naturaleza estaba sonriéndole al dotarla de unas muy generosas curvas.
Son: Eres un...
Antes de que ambos primos empezaran a los golpes, Tomas se metió en el medio.
Tom: Bueno, bueno, más les vale a los dos que vayan bajando unos cambios. Sonia, no sé de donde el cambio de humor tan repentino al bromear con Santiago y su "duro despertar", pero el no tiene la culpa de eso. Y Santiago, ni se te ocurra volver a hacer un comentario así de tu prima.
San: ¿Y vos sos quién? ¿alguno de mis viejos?
Tom: No te pases de listillo amigo.
San: Che, ¿se despertaron teniéndomela jurada?, primero una que me quiere mandar a la mierda por un comentario tuyo, y ahora vos regañándome por un comentario hecho a modo de chiste. ¿Saben qué? iré primero al baño a tomar una ducha helada, necesito calmarme.
El chico fue hacia donde guardaba su ropa y buscó algo para usar por el resto del día. Al levantarse, el bulto entre sus pantalones se hizo visible ante sus compañeros de cuarto.
Tom: ¡Apa! Agarra más confianza cuando tengas tiempo.
Son: *más sonrojada* ¡Hey, cúbrete! y ni se te ocurra estar más de 15 minutos encerrado ahí dentro, pajero.
San: Estaré allí lo que se me cante, además por algo dije una ducha con agua fría.
Luego de la discusión en el cuarto de los primos, la mañana de aquel Sábado transcurrió de lo más normal y tranquila posible. Luego del desayuno el trío pudo hacer las pases y disfrutar aquella mañana al máximo. Fueron a una cancha de básquet local y practicaron algunos tiros por un buen rato hasta que llegara la hora del almuerzo. A eso de las 13:30 los chicos emprendieron el viaje de regreso a la casa, pero cuando entraron la atmósfera que se encontraron dentro de la vivienda no fue de lo más agradable que digamos: los padres de Santiago al parecer estaban recomponiéndose después de un rato de estar llorando, Zack estaba en su cuarto con un estado de ánimo peor todavía.
San: ¿Que pasó aquí?
Nadie le dio una respuesta, lo que lo desesperó un poco. Quería saber que pasaba en este mismo instante, ver si lo que pasó en su ausencia fue tan grave como para sumergir a su casa en ese ambiente tan lamentable.
San: Oigan ¿de que nos perdimos?
Nuevamente no tuvo respuesta, lo que lo impacientó aún más. Se dio cuenta ahí mismo que no podría averiguar nada de parte de sus padres, y mucho menos de su hermano. Miró a la mesa detrás suyo y se encontró con el teléfono de su padre desbloqueado y con un mensaje de voz en la pantalla. La curiosidad le ganó y no dudó en escuchar el mensaje.
Al hacerlo, ya no había forma de revertir el daño que el mismo dejó en su ser. Se dejó caer de rodillas y luego se apolló con las manos (procurando no romper el teléfono de su padre) para finalmente ahogar un grito de desesperación. La noticia fue una bomba, no se la vio venir; sus dos abuelas fueron diagnosticadas con una enfermedad devastadora: una cirrosis hepática en estado avanzado.
La noticia tomó a todos por sorpresa, tanto a la familia Domínguez como a la familia Salinas. El hospital se llenó de integrantes de ambas familias al día siguiente, pero lo peor es que las malas noticias no terminaban de llegar...
Al haber detectado las enfermedades en un estado avanzado, no se podía hacer mucho para salvarlas. La única opción era esperar obtener algún donante de hígado para cada una y rogar que puedan aguantar hasta entonces.
Santiago estaba devastado, y lo peor es que una de ellas vivía en su misma casa. Le fue realmente desgarrador ver como la misma, aún en la tercera edad igual hacía de todo por su cuenta, no podía ni siquiera irse al baño sin ayuda de un bastón y alguien que la ayudara a no perder el equilibrio. Y vaya la suerte si en el camino no se hacía encima...
Su otra abuela la pasaba todavía peor, en su casa nadie la atendía, su marido se iba todas las tardes al bar cercano con sus amigos a por un café con medialunas, Brisa la "sobrina favorita" nunca estaba a su lado para ayudarla, se la pasaba con sus amigas o "estudiando".
La pobre no duró mucho, la tuvieron que internar de urgencia repetidas veces. Pero a finales del Agosto de 2011 pasó lo inevitable: Silvia Domínguez tuvo su última falla cardíaca a las 17:00, y fue declarada muerta exactamente una hora después. La pobre cerró sus ojos para siempre sentada en una reposera en su habitación, para cuando la descubrieron ya fue demasiado tarde, nada se pudo hacer para salvarla.
Su velorio se llevó a cabo a la mañana siguiente, el 1 de Septiembre. La familia en su mayoría estaba devastada, salvo por Juan junto a su esposa e hijas. Los mismos ni se molestaron en ir al velorio, y sus hijas pusieron pretextos horribles para no ir: "que eran muy pequeñas y se podían traumar", "que iban a rendir un examen", "que no tenían como ir", entre otros.
Los 5 quedaron para la mierda ante todos, incluida la familia Salinas. Ya los tenían pintados como unas escorias que no les importaba su propia familia.
Santiago no se vio venir eso de su prima, pero algo dentro de él le hizo ignorar ese gesto de Alma. Realmente estaba enamorado de su prima como para perdonarle algo así.
Y las cosas malas solamente acababan de empezar...
Algunos días luego de lo de Silvia, su otra abuela comenzó repentinamente a tener serias complicaciones de salud: un líquido negro comenzaba a acumularse en sus pulmones y sus órganos comenzaban a presentar fallas progresivamente.
Ese fue un año de mierda para Santiago.
Su padre casi nunca estaba en casa por cuestiones del trabajo, la esposa manejaba un horario más flexible por lo que si se podía estar en casa con sus pequeños. Pero empezó lo de su madre y Susana ya no se la pasaba en casa, más bien se lo pasaba en el hospital al lado de la abuela de Santiago, cuidándola como podía.
Santiago prácticamente se hizo cargo de la casa él solo durante varios meses: mantenerla limpia, cocinar para su hermano y él, encargarse de las reparaciones cuando fuese necesario, entre otras cosas más. Eso sin contar el colegio, los cursos avanzados que tomaba por las tardes, y el curso particular de inglés que estaba tomando. El estrés de todo eso no tardó en aparecer, y sus efectos tampoco: se hizo más irritable que antes, poco tolerante, más amargado, más frío y cortante con sus círculos.
Los esfuerzos por ayudarlo no sirvieron de nada, ni siquiera la misma Alma en sus charlas con él lograba levantarle si quiera un poco el ánimo. Es más, parecía que simplemente lo empeporaba todo. Siempre sus intentos de conversar acababan en un incómodo silencio. Ella formulando teorías pensó que el cambio en su actitud con ella fue por su "inteligente movida" de no ir al velorio de su abuela. La verdad es que casi nunca conversaba con ella "más de lo suficiente". Pero ella sabía que Silvia era alguien muy importante para Santiago, y no haberlo acompañado en el velorio debió haberle dolido bastante.
Intentó de todo, pero no conseguía nada. Realmente odiaba y le dolía ver a su amor imposible rechazarla de esa manera, por lo que cada vez la idea de bajar los brazos y rendirse se hacía más tentadora. Pero un Sábado, luego del curso de inglés matutino que tomaban, pareciera como si sus plegarias habían sido escuchadas y Santiago, durante la salida, la llamó hacia un lugar apartado que ambos conocían para cruzar unas pocas palabras con su prima. Según Santiago, era necesario ir hacia aquel lugar para poder conversar con total tranquilidad, otro factor que jugaba a favor de Alma.
Al llegar, ambos se pusieron detrás de las ruinas de una pared demolida hace tiempo y comenzó la plática.
San: *voz apagada* ¿Sabes Alma? no te haces idea lo solitario que me siento...
Alma: *extrañada* ¿A qué te refieres?
Él no era alguien a quien le importara mucho la compañía de los demás al estar más enfocado en sus estudios. Y Alma lo sabía muy bien, por lo que su atención se centró del todo en lo que iba a soltar su primo.
San: Me siento muy solo, osea, ¿cómo explicarlo?. Entre que me las tengo que manejar yo solo, mis viejos casi ni están en casa, y la falta de afecto que tengo. Son cosas que suman, que me apagan, que me van exprimiendo como a una naranja poco a poco. Diablos, es que ni siquiera unos "Buenos Días" me dicen si quiera, para que voy a hablar de palabras de aliento.
Ella se llevó las manos a la boca, y a la vez vio una oportunidad para arriesgarse, ceder paso a sus fantasías, y aprovechar el estado vulnerable de su primo. Pero antes estaría 100% segura que podía jugar su "as bajo la manga". Sería caer algo bajo si todo le salía bien por haberse aprovechado de su primo así, pero en parte veía esto como una ayuda para él. Ya que mencionó que necesitaba cariño, ella se iba a ofrecer a brindárselo.
Alma: ¿En serio tan así? digo, como no vivo con vos y últimamente has cambiado mucho...
Se calló al ver a los ojos de su primo cambiar a un azul marino, a la vez que soltaban unas cuantas lágrimas.
San: ¿Por qué Alma? ¿por qué tengo que pasar por toda esta mierda? tengo mucho peso sobre mis hombros, mucho sobre mi cabeza, y eso me está pasando factura. Es que... ¡Mierda! es que tengo miedo. Estoy empezando a padecer problemas de salud por todo el estrés. Tengo miedo Alma, miedo de que algo pueda pasarme. Te juro que anoche me levanté sintiendo como si me ahogara, y tampoco podía respirar.
Mas lágrimas empezaron a surgir de sus ojos, originando un rastro bastante visible de las mismas en sus mejillas. A la chica se le rompió el corazón con esa escena, y no dudó ni un solo segundo en hacer lo que hizo.
De una maniobra rápida, envolvió al castaño en un fuerte abrazo a la vez que lo encaraba para dedicarle unas palabras.
Alma: Escúchame bien, no vuelvas a decir que estás solo en este mundo. Porque no lo estás, tienes a tus padres, a tu hermano, inclusive me tienes a mí. ¿Te crees que yo hubiese dudado si quiera un segundo en haberte acompañado en alguna crisis?. No soy adivina, pero soy muy empática. Y prometo jamás, por nada en el mundo, por obra de quién sea, separarme de tu lado, ¿me oíste? nunca.
San: Alma... ¿de verdad me prometes eso?
Preguntó atónito el castaño.
Alma: Si, mi Santi, te lo juro por Dios y todo lo sagrado de este mundo.
Los ojos de ambos se cruzaron, sentimientos se encontraban, pareciera como si los planetas y las estrellas se hubiesen alineado para dar paso a este momento deseado en las más profundas fantasías de ambos. Sus miradas reflejaban cariño, un cariño muy especial que ambos se tenían, un cariño que superaba los límites de lo moral y lo "permitido" por la sociedad. Nada iba a impedir lo que pasaría a continuación, pero antes de dar paso a lo que seguía Alma procuró que no hubiese nadie alrededor observándolos. Cuando la zona estaba segura, cuando nada pudiera frenar lo que estaba a punto de suceder, simplemente se dejó llevar. Tanto ella como su primo simplemente dejaron las cosas fluir. Sus rostros se fueron acercando lentamente hasta que, finalmente, pasó lo inevitable, no había forma de regresar por sus pasos y hacer como si nada hubiese pasado.
Los labios de ambos se juntaron e iniciaron aquello que entre parientes, está prohibido, penado por la sociedad. Se besaron con un amor y pasión indescriptibles, a Alma le sorprendió la forma en que su primo le correspondió: casi al instante. Y en cierta forma le alegraba aquello, todas sus dudas se habían dispersado de su cabeza. La sensación era muy difícil de describir: estaba comiéndose a su primo, a su amor prohibido. De hecho no tardaron en ir más allá y jugar un poco con sus lenguas dándose ligeros toques y danzando ocasionalmente.
En un momento los ojos de ambos se conectaron y se dispusieron a intercambiar sentimientos que estaban retenidos en las partes más recónditas de sus seres, de sus mentes. Posaron sus manos en la nuca del otro para atraerse con algo más de fuerza y profundizar un poco más aquel beso. Lo curioso es que los dos parecían tener experiencia en el tema, pero la verdad era que ninguno tenía ninguna experiencia, era el primer beso de ambos. Simplemente se dejaron llevar y pasaron de unos torpes movimientos a franelear un poco sus lenguas con la del otro, llegando inclusive a besarse apasionadamente. Pasaron de un beso con amor a uno con pasión, y hacer alguna que otra jugada atrevida.
La falta de oxígeno empezó a hacerse presente por lo que se separaron, volviendo a intercambiar miradas. Miradas que reflejaban amor puro acompañado con algo de deseo, por lo que la cosa no acabó allí.
Pasaron cerca de 10 minutos adicionales con aquella jornada de besos, ambos progresaban a pasos medios en el tema: se dieron cuenta que si se relajaban un poco más, y respiraban, podrían prolongar el beso un poco más de tiempo. Además, unas mordidas leves en los labios del otro y una que otra caricia se agregó a la lista de cosas. Pero eran caricias un tanto "inocentes" en comparación con lo que hacían con sus bocas, nada por debajo del abdomen.
Ninguno de los dos quería detener aquel momento, querían que fuese eterno o que al menos dure un poco más. Pero al ver que habían pasado como media hora en aquel lugar, totalmente a solas, decidieron acabar con un último y corto beso antes de salir de allí tomados de las manos y hacerse los idiotas. Para evitar levantar cualquier tipo de sospechas, al estar a la vista del público se soltaron las manos y caminaron de forma más "normal" intentando disimular.
Cuando se sentaron nuevamente en la banca que acostumbran a buscar todos los días, acordaron uno de estos días repetirlo nuevamente. Los dos tenían tallados corazones en sus ojos mientras no podían despegarse la escena de aquel beso de sus mentes, fue algo maravilloso, inexplicable, y un pacto de unión eterna que ambos acordaron y sellaron con aquel ritual prohibido.
Santiago pensaba que eso había sido una de las cosas más maravillosas que pudo haberle pasado en la vida, dar su primer beso con la persona que amaba. El chico por poco ya se imaginaba a los dos en un futuro jurándose eterna lealtad y unión frente a un cura en la Iglesia Catedral del centro de la ciudad. Pero la verdad es otra, una muy cruda y dolorosa de aceptar: se había metido en un territorio inexplorado, en uno al que jamás debió haber entrado y mucho menos a esta edad. Se había besado y enamorado de la persona que, en un futuro no tan lejano, le haría añicos el corazón. Lamentablemente el triste iluso no tenía ni la menor idea de eso último.
Horas más tarde el chico estaba en su habitación, recostado en su cama y pensando bajo la pobre luz que la luna proyectaba a su habitación. No podía sacarse aquel beso de la cabeza por mucho que lo intentara, y en parte se sintió un poco avergonzado no por haberse besado con su prima, sino que en todo el beso tuvo que encorvarse para ocultar el bulto que surgió entre sus jeans. Al estar más desarrollado que su prima, las hormonas lo afectaban de otra forma, ese beso fue más que suficiente para estimularlo a tal punto de tener una erección. Y ahora que estaba pensando en ello, sucedió lo mismo que la noche anterior. Pero esta vez el chico fue más inteligente y se dio un baño con agua fría para "calmarse" en ese aspecto. Todavía se sentía asqueado por haber usado a su prima como material de inspiración la otra vez, y se juró que nunca más pasaría lo mismo. La jugada le salió bien, y pudo dormir plácidamente aquella calurosa noche de Septiembre.
Pasaron las semanas y el estado de ánimo del chico mejoraba notablemente, tan así que hasta sus padres se dieron cuenta y agradecían aquello. Lo que nadie notaba fue que pasaba la mayoría de su tiempo con Alma, tanto en el colegio como en su misma casa. Ellos aprovechaban durante los recreos para encerrarse en una habitación de conserje que nadie conocía, y conversar sobre su día a día acompañado de uno que otro ocasional beso. Además, aprovechando que Juan y su esposa se habían ido fuera de la provincia y no volverían hasta dentro de dos meses, y que los padres de Santiago ya no podían buscarlo de su colegio como solían hacerlo, los dos se regresaban a la casa de Santiago en autobús. Allí comían, conversaban de temas triviales, hacían sus tareas, y cuando Zack se encontraba dormido se encerraban en la habitación de Santiago para continuar con sus besos.
Así fue por un tiempo, pero hubo un día en que irían todavía más allá del límite que cruzaron aquella ves en el instituto. Iban a subir la apuesta.
Sucedió así...
Los dos se estaban besando en la habitación del castaño. Más específicamente ambos estaban acostados en la cama del chico, y por el calor que hacía ese día se había deshecho de sus prendas superiores, con un previo acuerdo de no sobrepasarse. A pesar de que ninguno de los dos tenía el cuerpo muy formado, eso los "emocionó" más. Alma decidió ir más allá y bajar de la boca de su primo e ir recorriendo su cuerpo hasta llegar a su estómago. La calentura del ambiente era tal que Alma no pudo pasar por alto el bulto en la entrepierna de su primo, por lo que decidió molestarlo un poco.
Alma: Veo que te gusta como beso...
Santiago solo reía de forma un tanto nerviosa ante el hecho de que no pudo disimular su erección.
Alma: Te gustaría... no sé... ¿ir un poco más allá?
Santiago tragó saliva ante lo último dicho, "¿ir más allá?", ¿acaso se refería... a que lo hicieran?. Convengamos en que la idea le llamaba bastante la atención, y hasta lo emocionaba. El problema es que sabía las consecuencias de cruzar aquel límite, nada volvería a ser como antes, la relación entre ambos luego de eso no volvería a ser la misma.
Fue sacado de sus pensamientos al sentir algo húmedo envolviendo su masculinidad, y en efecto era la boca de su prima.
No se pudo resistir a aquello, estaba en el cielo, y el placer recorría su columna provocándole uno que otro espasmo en la cintura. Pero tuvo que poner el freno cuando Alma quiso pasar al siguiente nivel, aunque para no dejarla con las ganas el castaño le devolvió el favor.
Cierto es que no pudieron culminar en las relaciones carnales, pero se dieron sexo oral mutuamente.Ella lo había hecho alcanzar el clímax unas dos veces, por lo que él se aseguró que su prima tuviera también dos orgasmos. Eso no es un detalle para olvidar, habían superado aún más la barrera de lo "moralmente correcto".
Cuando la calentura del momento pasó, ambos se miraban con un gran sonrojo presente en sus rostros, les costaba mirarse producto de la vergüenza. Pero lo hecho ya estaba hecho, no podían negarlo ni hacer como que no sucedió. Aunque algo estaba claro, no negaron en que lo disfrutaron bastante.
Llegada la tarde, una hora antes que Alma tuviese que irse a su casa, tocaron aquel tema. Se dijeron las cosas tal como eran: que lo habían disfrutado, que menos mal pararon a tiempo, que se avergonzaban de ello, entre otras cosas. Recordar el momento lo único que hizo fue elevar nuevamente la temperatura del ambiente, pero antes que se dejaran llevar otra vez por el placer y el calor del momento le pusieron un freno al asunto. Entre debatirlo un poco, acordaron repetirlo muy de vez en cuando pero sin llegar a las relaciones carnales. Pudieron simplemente acordar limitarse a los besos y nunca más repetir aquello, pero la excitación del momento los llevó a formular aquel acuerdo.
Esto, lejos de ser un juego sexual en el que ambos saldrían beneficiados, iba a resultar en una peligrosa ruleta rusa de sentimientos. Juego el cual no podrán jugarlo sin que su lazo se vea totalmente afectado en el futuro, no volverán a ser los mismos de antes.
Luego de aquello, Alma llegó a su casa. Ya era costumbre que Cecilia la esperase sentada en la sala de estar y la bombardeara de preguntas respecto a donde estaba. La rubia, como de costumbre, le mintió diciéndole que fue a donde una amiga para hacer unas tareas y de paso se quedó a almorzar. Las primeras veces la mentira funcionó, pero ahora Cecilia estaba sospechando seriamente que había algo detrás de todo eso. Decidió ignorar el asunto por ahora e intentar averiguar más tarde que pasaba con su hermana, tenía el presentimiento andaba metida en algo malo.
Mucho se iba a sorprender al darse cuenta de que no estaba muy lejos de la realidad, claro si es que antes la atrapaba con las manos en la masa haciendo las cosas que hacía.
_____________________________________________
Samanta estaba, literalmente, ahorcando a su novio por la espalda y amenazando con quebrarle el cuello. De por sí le fue difícil digerir que Santiago era "más cercano" con una prima hace años, pero ahora que conocía todos los detalles fue peor. La cosa es que le cayó como una bomba sin darle tregua a refugiarse, y ahora se desquitaba con su hombre. Vaya que la chica sabía como someter y dejar fuera de combate a cualquiera, y su agarre no tenía nada que envidiarle al que su novio hacía en el intento desesperado de liberarse.
San: ¡Sam... Sam... Samanta, cál... mate un poco!
Sam: ¡Ni loca! ¡No puedo creer que de verdad te hayas entregado a tu prima de esa manera!
San: ¡Pe...ro fue hace años! ¡E..so no ti..ene na..da que ver con ... ahora!
La falta de oxígeno en el cuerpo del castaño se hizo notar, empezaba a toser débilmente mientras su piel palidecía y su resistencia disminuía gradualmente. A su chica le costó darse cuenta que estaba no muy lejos de dañarlo seriamente, por lo que lo soltó enseguida ni bien se percató.
Los demás no tuvieron tiempo de digerir lo que habían escuchado, mucho menos pudieron darse cuenta que Santiago estaba en aprietos.
Cuando el ya mencionado pudo recuperar el aliento, tomó la palabra.
San: Mira, no puedo negar las cosas que cometí en mi pasado, además que al principio aclaré no iba a omitir ningún detalle. Y lo decía totalmente enserio. No todo iba a ser sangre y asesinatos, iban a haber cosas bizarras metidas en el medio.
Lin: Pero, sinceramente nunca imaginamos nada de este calibre.
San: ¿Y qué esperaban? ¿qué lo que averiguaron de mi padrino iba a ser el plato más fuerte? no señores, hay mucho más detrás de eso. Y cuando mencioné a mis primas debieron haberse dado cuenta el rumbo que iba a tomar esto, más aún cuando iba por la parte del viaje.
Sam: ¡Me molesta que en verdad te hayas entregado a esa zorra a que te hiciera sexo oral, y que tu encima le hayas correspondido!
San: Samanta, te pediré por favor bajes unos cambios. Eso fue cosa del pasado, hoy en día créeme no quiero saber nada de Alma, no la quiero ver ni en pintura. Ni siquiera sé que fue de su vida luego de la muerte de su padre. Aunque aquí le pagué con la misma moneda; cuando fue su velorio ni me presenté, la dejé a su suerte allí. De hecho me enteré que nunca encontraron el cuerpo y lo que hicieron fue quemar algunas fotos donde el aparecía, y velaron esos restos.
Geo: Entonces veo que tu plan para hacerlo desaparecer fue un éxito.
San: Diría que el mejor plan que jamás he ideado. Salió espectacular ¡Las expresiones en sus caras estaban para filmarlos!.
Zack: Eres un demente, me enteré que ella no quedó bien luego de eso. Y peor aún al enterarse que tu fuiste un sospechoso principal en la oleada de asesinatos contra los Domínguez y los Salinas.
San: ¿Te crees me importa? jugó conmigo en el pasado, ahora el karma juega con ella, haciéndole la vida igual de miserable como ella me dejó a mí años atrás.
Geo: Oh vamos, debes de admitir que ese jueguito de ustedes no iba a durar mucho hasta que los separaran.
San: Nadie nos separó, de un día al otro se puso mas distante y cortante. ¿Qué me enteré? la muy puta se estaba viendo con otro tipo.
Mab: ¿Y qué tiene de malo? ella era libre de decidir con quién estar.
San: Quizás, pero por lo menos hubiese mantenido la promesa que sellamos en aquel "pacto". Ahora que lo pienso, nunca me habían mentido de una forma tan descarada como aquella vez.
Lori: Déjame ver si entendí, de por sí tu vida era miserable antes de que empiece eso con Alma...
San: Si, en efecto. Continúa...
Lori: Y que al entrar ella en tu vida pensaste iba a ser tu salvación, pero lo único que hizo fue hundirte aún más.
San: Correcto, allí es dónde va a empezar el verdadero infierno. Más aún cuando se enteren lo que va a pasar, será toda una reacción en cadena.
Zack: Esa historia me la conozco, pero sin el detalle de Alma. Aunque ahora me imagino que pudo haber pasado allí.
Lisa: Intuyo eso tendrá que ver con tu estado mental.
San: Si, ese va a ser uno de los golpes más grandes y el inicio de mi descenso a la locura.
Zack: Te diré un dato curioso, ahora que recuerdo, de Alma. Cuando te cargaste a su padre, la economía de su hogar se fue por los suelos. Pero como ella era una gran jugadora del Baloncesto firmó un acuerdo para jugar en diversos torneos, a la vez que recibía un sueldo suficiente para compensar un poco el hueco de su padre; económicamente hablando.
San: ¡JA! ¿podés creerme que ella juega a eso gracias a mí?. Luego de que un día me observaba jugar le interesó aprender, le enseñé lo básico y los padres se encargaron de inscribirla en su club.
Star: Disculpen la pregunta, pero...
San: ¿Si, Star?
Star: ¿Qué... pasaría si en uno de sus juegos ella viene a este estado por un partido? Porque he escuchado el mes que viene se hará un torneo internacional, y vendrán equipos de Argentina.
Mar: ¡Si! he escuchado sobre eso. Inclusive se corrió el rumor de un equipo invicto cuya capitana coincide con la descripción de Alma.
Un silencio incómodo fue su respuesta, Santiago se mostraba pensativo, Zack estaba algo asustado por la pregunta, y Samanta estaba tronándose los dedos.
San: Sencillamente no iría
Star: ¿Estás seguro?
San: Bastante seguro, creo dejé bien en claro que no quiero saber más nada de ella en lo que me resta de vida.
Dip: *susurrando* Que sutileza...
San: Justamente este es otro de los beneficios de contar todo a fondo de detalles. Les facilito el trabajo de ponerse en mis zapatos y juzgar al final de todo, ya con todo el panorama pintado. Al final, si gustan, pueden opinar respecto a lo que hice. Y no tengan miedo, ni que fuera a matarlos porque digan algo que no me guste.
Lin: Ni aunque lo digas puedo fiarme del todo de esa frase.
San: Soy hombre de palabra, créeme.
Dip: Ni así.
San: Como digan, mejor prosigamos con lo siguiente en la lista de anécdotas
NA
Vaya, creo que fue algo imprevisto esa corta escena Lime entre Santiago y Alma. Pero era necesario, para entender lo que pasaría más adelante. Aunque Lori supo resumirlo bastante bien de hecho.
Un poco gracioso el inicio, pero las cosas tornaron un giro inesperado al regresar a casa con aquella noticia impactante para todos. Una de las abuelas pereció ¿la otra puede que la cuente? eso se sabrá dentro de poco.
El gesto de Alma y su familia de no presentarse al funeral fue caer muy bajo, vaya a saber uno sus verdaderos motivos. Pero quien sabe, puede alguno abra la boca más adelante. Ya sea por arrepentimiento u obligación.
Samanta casi mata a su novio jeje, la chica es brava, yo aconsejo no subestimarla.
Con la historia...
Un golpe devastador atinó en ambas familias: ambas abuelas fueron diagnosticadas con una enfermedad mortal. Falleció una, pero la otra tiene una pequeña esperanza.
Santiago fue más allá con su prima y en dos ocasiones rompieron la barrera de lo moral. Según Alma, todo estaba enfocado en ayudar a su primo a salir de su deterioro mental y físico ¿qué tanto de cierto tiene esto?
Los chicos empezaron un peligroso juego que no están preparados para jugar, acabará muy mal y solo es cuestión de tiempo para que suceda. ¿Qué tan devastador será el efecto?.
Esas y más dudas se resolverán más adelante.
En fin, me falta agregar una última cosa...
He entrado en mi última semana de clases, por lo que es más que probable que los capítulos salgan más seguido, cada fin de semana como solía hacerlo.
Ahora si, con todo ya dicho, nos leemos en otra camaradas :D
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top