Capítulo 7: Warriors

El sonido de un teléfono distrajo a ambos hermanos y T'challa hizo una mueca al ver de quien se trataba. Como si tener a su hermana regañándolo cual niño no fuera suficiente ahora tendría que enfrentar a Tony Stark.

- Dr Stark, muy buenas tardes o seria buenas noches para usted- trato de calmar sus nervios

- Buenas tarde su majestad- respondió Tony –

- ¿a qué debo el gusto de su llamada? ¿En qué puedo ayudarlo?

- Tengo un favor que pedirte, pero primero... ¿Cómo se encuentra mi pronto a ser ex esposo y su banda de inadaptados? – T'challa sintió un frió recorrerle la espalda ante la gélida voz del omega.

Hoy no era un buen día decidió mientras miraba a su hermana sonreía cínicamente.

- ¿Exesposo? - Pregunto dudoso el rey

-Si. Mañana mi abogado presentara los papeles en el juzgado; con las pruebas de abuso por parte de Rogers, no solo obtendré fácilmente el divorcio sino la tenencia total y absoluta de mi bebe- Acoto.

T'Challa no podía creer lo que estaba escuchando. ¿Abuso? – Perdóneme Dr Stark...Tony, ¿De qué estás hablando? - cuestiono sintiendo cada segundo mas nervioso

- Hablo de lo que sucedió en Siberia- declaro Tony frunciendo levemente su ceño, su hija se removió inquieta en el sillón, como si pudiera presentir su angustia y enojo – ¿No te lo dijo?

- El capitán Rogers me dijo que usted había atacado al sargento Barnes por un malentendido, pero que había podido intervenir. Por todo lo que yo sé, usted fue quien ataco primero -declaro el Rey.

Tony sintió una opresión en su pecho. Dolía demasiado saber que estuvo al lado de alguien tan patético. Ni siquiera era capaz de admitir sus errores. Maldito bastardo.

Su hija abrió los ojos con algo de desesperación y fijo sus ojos violetas en él. Levantándose rápidamente del sillón tomo la mano de su madre, poco a poco Tony comenzó a sentirse más tranquilo. Por supuesto, su hija tenía la habilidad de sentir las emociones de los demás y de cierta manera influir en ellas. Se sintió agradecido con la niña.

- Es cierto que yo ataque al sargento Barnes primero, pero mi ataque no fue injustificado. De todas maneras, mi pronto a ser exesposo cometió un delito aún más grave que violar múltiples leyes internacionales, lesionar a agentes de policía y derrumbar un puto puente que produjo más de 10 personas muertas y 50 heridas. Además de millones de dólares en destrucción en un aeropuerto. El ataco a su Omega. El me ataco. No solo me golpeo, sino que incrusto su puto escudo de Vibranium en mi reactor. Dejando inhabilitado el traje. Para luego dejarme tirado en una base enemiga en plena Siberia. Si no me hubieran encontrado a tiempo, no solo yo hubiera muerto sino también mi hijo nonato – Declaro con disgusto. En ningún momento su voz tembló, pero sentía como si el poco amor que sentía por Steve fuera destruido-

- Tony- la vos del rey tembló ante tal declaración. Sabía que nunca tendría que haber confiado en Rogers, se dejó cegar por la culpa de atacar a un hombre inocente. Su hermana tenía razón, era débil y aun no estaba listo para ser rey- Juro que no sabía nada, jamás te hubiera dejado ahí si hubiera sabido que estabas mal herido...Bast lo siento tanto...

- Lo sé, sé que lo siente- aseguro Stark -Por eso necesito tu ayuda-

-Lo que necesites se te será dado. Da la orden y los exiliare de Wakanda-

-No. No quiero que los exilies. Todo lo contario necesito que los retengas ahí lo suficiente como para que yo pueda arreglar las cosas-

- No logro comprenderte. ¿Acaso no quieres justicia?

- Claro que quiero justicia. Pero tampoco los quiero ver en un lugar como la balsa. Son idiota pero son idiotas necesarios – afirmo, su hija frunció su ceño, atreves de su vínculo noto su incomodidad y disconformidad, acaricio suavemente su mano – Algún día, pronto o no tanto, la tierra va a necesitar de los Vengadores. Pero también necesitamos de los acuerdos. Si ellos vuelven, los acuerdos jamás podrán ser modificados. En estos momentos me son más útiles lejos y aislados. Sin la posibilidad de protestar. Sin la posibilidad de luchar. Sin la posibilidad de intervenir.

T'challa entendía el razonamiento de Tony, desde su punto de vista, era muy lógico lo que pedía. Porque a pesar de todo, Steve Rogers y los demás vengadores tenían aun influencia en la gente, pero si permanecían en Wakanda, aislados del mundo, no podían intervenir, dejándole el camino libre a Tony. Era un plan brillante. Una sonrisa surco su rostro. Steve Rogers no sabría que lo golpeo hasta que fuera muy tarde.

- Wakanda le debe la vida de su princesa Dr Stark. Y Wakanda responderá ante la petición de su aliado -Aseguro el joven rey

- Bien. Gracias. Aun así, necesito otro pequeño favor... ¿qué tanto Vibranium serias capaz de venderme para crear otras armaduras? -

T'challa sonrió ante la tímida pregunta – Le enviare la cantidad que necesite a cambio de que me permita formar parte de la construcción de ellas

- Quieres huir de tu hermana, ¿verdad? – rió divertido imaginando a Shuri molestando a su hermano

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Eran a penas las cinco de la mañana, pero Damián Wayne ya estaba despierto y entrenando, aunque sus movimientos eran algo lentos y descuidados. Con demasiado enojo en ellos. Como si atreves de ellos pudiera deshacerse del malestar que lo invadía.

Alfred no pudo evitar cuestionarse del malestar del joven. Ese último año, el joven Damián había sufrido un cambio bastante drástico. Oh, seguía siendo tan letal y mordaz como siempre lo fue, pero su mirada no era tan oscura, y por momentos lo podía observar más tranquilo y feliz. Como si hubiera encontrado su lugar en el mundo. Su hogar. Sonrió al darse cuenta que quizás no fue un lugar sino una persona.

- ¿Ha siquiera dormido? - pregunto Bruce, entrando en la cocina

- Buenos días. Y si a dormido. Tanto como usted maestro Bruce- contesto el fiel mayordomo – Quizás extrañe a alguien al igual que usted-

- Ella necesita tiempo para su padre- contesto secamente mirando a su divertido mayordomo. Odiaba que Alfred lo leyera tan bien.

- Claro. Pero eso no impide que el joven Damián este de mal humor-

- Pues va tener que aprender a lidiar con eso. Raven piensa pasar una buena temporada con su padre-

- Estoy seguro que el joven Damián podría visitar a la señorita Raven en Nueva York. Después de todo Nueva York está a mitad de camino a Metrópolis. Estoy seguro que el jet podría hacer una pequeña escala. Su hijo y mi jardín lo necesita-

- Voy a una reunión de negocios Alfred. Quiero ver cómo marcha la nueva sede de empresa Wayne

-Por supuesto y que el señor Clark viva en la misma ciudad es una llana consecuencia, al igual que la pequeña escala a Nueva York-

Bruce sonrió divertido, no podía evitarlo, no importaba cuanto tiempo pasara, jamás podría negarle nada a su mayordomo. Bueno, bien podría hacer la dichosa escala y ver como Tony se encontraba. Aunque Pepper le daba actualizaciones diarias. Siempre es mejor asegurarse en persona. Esa era otra de las razones por las que había abierto una sede en Metrópolis. Quería asegurarse de que Clark estuviera bien, no volvería a cometer el error de delegar esa responsabilidad a otra persona como lo había hecho con Tony, y luego esa persona se enamorara de su Omega. Una vez había sido suficiente para aprender la lección.

Su hijo entro en la cocina, su ceño totalmente fruncido mientras se servía un vaso de agua sin siquiera mirar a su padre o Alfred

-Prepárate te vas a Nueva York. Partimos en 15 minutos- dijo Wayne sin siquiera mirarlo

-De acuerdo- acoto el joven saliendo rápidamente de la cocina, Alfred lo siguió hasta las escaleras

-Joven Damián, ¿necesita ayuda para hacer su valija?

Damián volteo a ver al viejo mayordomo, sus labios se curvaron levemente- No es necesario Alfred. Nunca deshice mi maleta-

Alfred rio divertido ante la respuesta de su joven niño. No podía esperar menos del hijo de su señor. De tal palo tal astilla. Pobre Clark. Pobre Raven. Sus alfas nunca los dejaría en paz.

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Raven sintió un escalofrió recorrer su espalda. Mirando a su alrededor no noto nada extraño. Seguramente alguien debía estar pensando o hablando de ella. A veces en verdad odiaba ser un empática.

Con un suspiro volvió a leer el cuaderno rosa de la bruja escarlata. En verdad esa mujer era una mujer vil. Vengativa y llena de odio. El suficiente odio como para ofrecerse voluntariamente a Hydra. Matar por Hydra y vivir por una venganza totalmente absurda.

Realmente la humanidad dejaba mucho que desear.

Esta mujer no solo se había encargado de manipular y torturar a su padre. También había manipulado a su hermano y a los demás vengadores. Claro, solo los había manipulado de cierta manera. Pero su padre había sido el principal foco de tortura. Constantemente, describía en su diario, implantaba pesadillas en la mente de su padre. Haciéndolo revivir los momentos más dolorosos de Tony. Lo peor es que el Alfa de su padre jamás se había dado cuenta de tal hecho. Sino todo lo contrario le había pedido a su padre que abandonara el complejo, ya que Wanda se sentía mal ante su presencia.

En verdad no podía creer el descaro de algunas personas. Lo peor era leer la felicidad de Wanda plasmada en esas hojas. En verdad no podía entenderla. Después de todo lo que su padre había hecho por ella. No solo le había permitido quedarse en su casa, sino que también había luchado porque Mafimoff fuera aceptada como ciudadana americana. Ni siquiera Bruce Wayne ni Clark Kent habían sido tan amable con ella la primera vez que se conocieron.

Aun recordaba ese doloroso momento cuando llego a la Tierra buscando la ayuda de los héroes de la tierra para derrotar a Trigón y estos se negaron a ayudarla. El único que había intervenido por ella había sido Richard Grayson. En aquel entonces Robin. Y Cyborg. Ambos la habían defendido. No obstante, ninguno de los héroes mayores quiso intervenir. Dick tomo la decisión que, si la Liga no estaba dispuesta a ayudar a una niña de 11 años, entonces crearía un grupo tan o mas poderoso. Juntos lucharían contra Trigón y todos aquellos que quisieran destruir la paz de la Tierra.

Con ayuda de Batman, habían podido localizarse en Jump City, por suerte su numero había aumentado de tres a cinco. Y con el tiempo ese numero había aumentado aun mas. Pero con el pasar del tiempo. Su Robin se había obsesionado con Slade, al punto de la locura. No pudiendo ver aquel valiente joven transformarse en alguien extraño, huraño y vengativo, había recurrido a Batman temiendo por su héroe.

Batman había tomado cartas en el asunto, llevándose a Robin a Gotham nuevamente. Por un tiempo pudieron mantenerse sin Robin, pero les costaba mucho hacerlo. Fue después de una difícil pelea con el Dr. Luz que Damián Wayne había llegado a sus vidas.

Enfundado en el primer traje de Robin, con una mirada de prepotencia y superioridad, típica de los alfas, reflejos rápidos y una nivel superior en táctica y lucha cuerpo a cuerpo. Solo le había costado poco y nada vencer al Dr. Luz. Y ella lo había odiado desde el primer momento. Ese no era su Robin. Era solamente un farsante.

Las cosas no habían sido fáciles entre ellos. Constantemente luchaban o se ignoraban. Y pudo haber seguir así sino hubiera sido por Slade que había herido mortalmente al joven Wayne durante un enfrentamiento. Sin siquiera dudarlo había utilizado sus poderes para estabilizar la salud del joven pelinegro. Para desgracia de ambos, esto habían ocasionado que se formara un vinculo mental y espiritual. Ambos habían podido ver los recuerdos del otro, sentir sus emociones e incluso poder comunicarse de forma mental. Habían sido unos meses interesantes, hasta que pudieron controlar su vínculo. Aunque también habían formado una extraña amistad de amor/odio.

Más de una vez Chico Bestia se refería a ellos como una pareja de niños que se gustaban y como no sabían cómo controlar sus sentimientos y por ellos se molestaban constantemente. Pero que jamás dejaría que otra persona lastimara al otro.

Raven nunca había creído eso. Después de tantas perdidas y mentiras, se había resignado al hecho del amor. Además, no sabía cuánto tiempo le quedaba en el mundo de los vivos. Faltaba tan solo un mes para su cumpleaños número 16 y para que Trigon fuera liberado usando su cuerpo.

Pero cuando Trigón uso su cuerpo, en ningún momento Damián dejo de tratar de llegar a ella, luchando incluso contra su "abuelo" para poder salvarla. En todo momento sintió su desesperación, su miedo a perderla, su amor por ella. Nunca había sentido un amor tan profundo. Pero entonces se dio cuenta que ella tampoco quería perder al ojiverde. El niño molesto se había transforma en su amigo y luego en su primer amor. En su alfa.

Aunque ella era un demonio y los demonios no tenían segundo género, también era humana y una Omega. Y esa pequeña parte que creyó muerta había escogido a Damián Wayne como su Alfa.

Aún recuerda el beso que compartieron cuando todo había terminado. Damián la había besado con total desesperación tratando de transmitirle todo su amor y alivio al verla sana y salva. Las palabras habían sobrado luego de eso. Después de todo ninguno de los dos era bueno hablando de sus sentimientos.

Pero su paz había durado poco, porque al haber derrotado al demonio, había adquirido parte de sus poderes y recuerdos. Descubriendo que no era hija biológica de Trigon y Arella Roth.

Luego de eso había salido en busca de la verdad y para ellos había tenido que volver al mismo lugar donde todo había comenzado. Azarath. Claro que Damián se había negado a dejarla ir sola. Es que a pesar de haberse elegido mutuamente aun no realizaban el rito para completar su unión. Ella aun no llevaba su marca, aún era una omega libre que podía ser marcada por cualquier otro alfa. Claro que ella nunca permitiría que eso pase.

Le resultaba extraño estar tanto tiempo sin su alfa. Le daría unos días más antes de que se presente en la puerta de la torre.

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Maldición en esos momentos le gustaría poder tomarse un buen trago, algo mucha más fuerte que un simple jugo de naranja. Pero tanto Cho como Bruce habían prohibido la cafeína y cualquier bebida que incluyera alcohol. Además de reposo, por lo menos hasta el quinto mes.

Bueno ellos habían dicho reposo, pero nunca especificaron exactamente en dónde. El sillón de la sala de estar era muy cómodo también y contaba con una televisión que abarcaba gran parte de la pared. Y el necesitaba observar lo que iba a ocurrir dentro de cinco minutos en su gigante pantalla plana.

Hoy sería el día en que todos vieran lo ocurrido en Siberia. Incluyendo el video de la muerte de sus padres. Desde el principio hasta el final. Hoy el mundo vería la otra cara de Steve Rogers.

Y aunque le dolía en el alma recordar esos momentos, era necesario revivir aquello para que el mundo entendiera que los héroes eran humanos y que de cierta manera necesitaban leyes y reglas, que mantuviera, tanto a los civiles como a los héroes, a salvo.

La televisión se encendió, justo cuando su familia llegaba al living, mostrando la interrumpida programación habitual, para comenzar a pasar lo ocurrido en Siberia. Ya era tarde para arrepentirse, pero en ningún momento lo hizo.

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¡Hola gente hermosa, espero que estén bien! Primero que todo, quiero agradecer a los que me desearon un feliz cumpleaños. Muchas gracias por sus buenos deseos. Fue un fin de semana hermoso. Lamento haberlos hecho esperar, pero finalmente pude terminar este capítulo. Me costó mucho, pero va dedicado a mi novio, quien ama a Raven de DC, un amor que compartimos por este personaje, y me permitió usar su computadora para escribir parte del fic. Siempre apoyando mis locuras amor, gracias.

En el próximo capítulo quiero que Peter/Spiderman se encuentre con Wade. Si va a ser Spiderpool. Pepper habla con Natasha. Aparecerá brevemente Wonder Woman, y Clint habla con su esposa. Además de eso quería preguntarles si les gustaría que empezara hacer one-shot de distintas parejas o personajes, explicando un poco mejor su pasado o presente dentro de este fic. No quiero que este fic me lleve tanto tiempo, pero como tiene tantos personajes me gustaría explicar un poco mejor sin agregar más capítulos a "Cuervos de la oscuridad". ¿Qué les parece la idea?