-No importa lo que pase, nunca más vuelvan a separase de mi lado- rogó Tony mientras los abrazaba fuertemente.

Había mucho en que pensar y mucho por hacer. Personas que olvidar y borrar definitivamente de su vida. Pero por ahora lo único que quería y necesitaba era tener a sus hijos entre sus brazos. Volteo su mirada a la puerta, donde Harley se encontraba mirando la escena con algo de tristeza en sus ojos. Estiro su brazo derecho, llamando al pequeño rubio y cuando este tomo su mano, arropo a los tres niños con sus brazos. Nadie iba a volver a lastimarlos.

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Pepper Potts siempre fue una mujer decidida, de carácter fuerte, aunque inteligente, lo suficiente como para poder manejar una situación difícil de la forma más políticamente correcto. Pero como todo ser humano tenía una debilidad. Su debilidad era un Omega descarado llamado Tony Stark. El mismo Tony Stark que abrazaba fuertemente a sus hijos.

No sabía que era, pero indudablemente había caído en las redes del omega, lo había amado al punto de la devoción y su vida había sido inmensamente feliz cuando Tony acepto ser su omega, a pesar de que ella era una simple Beta. Había sido difícil para ella complacer a Tony en la cama cuando el celo atacaba a Stark pero de alguna forma todo había resultado bien, eran felices. Por lo menos lo fueron hasta la llegada del Capitán Rogers.

Roger era un Alfa de alta categoría gracias al suero. Alfa que no había dudado en conquistar a su Omega cuando ella se había descuidado. Aún recuerda la llamada de Tony a las tres de la mañana. La voz quebrada del castaño aun resonaba en sus tímpanos. No culpaba a Tony de su infidelidad, porque en si no lo había sido, Tony había entrado en celo y el capitán no había dudado de aprovecharse de esa situación y marcarlo. Ante sus ojos Steve Rogers le había robado a su Omega.

Dolorosamente tuvo que admitir que el súper soldado ahora era el Alfa de Tony. Pero su enojo con Rogers se había apaciguado cuando Tony comenzó a ser feliz a su lado. Mucho más feliz de lo que había sido con ella. Y fue ahí cuando cometió el peor error, bajo la guardia con el alfa creyendo que este siempre protegería al hombre de hierro. Nunca por su mente paso la posibilidad de que los Vengadores y Rogers fueran a abusar de la hospitalidad del omega. Había confiado en ellos tan ciegamente. Ilusa. Tonta Ilusa. No volvería a comer ese error. Porque sin importar que ella fuera una Beta que jamás podría marcar a un omega y que Tony no la amara de la misma manera. Anthony Stark era su omega. De ahora en más cumpliría con la misión que Bruce Wayne le había encomendado. Proteger a Tony Stark.

Su celular vibro en su bolsillo, una sonrisa algo oscura se formó en su bello y pecoso rostro al leer el mensaje:

De: Amanda Waller

"Tenemos a la viuda"

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Laura Barton siempre fue una mujer centrada y tranquila, pero en esos momentos lo único que deseaba era arrancarle la cabeza a Thaddeus Ross, y para ser sincera, también a su esposo. Si él no se hubiera ido e involucrado en una esa estúpida pelea que en nada los afectaba a ellos, aquel lunático no estaría en su casa acompañado de sus matones apuntándole con armas a las cabezas de sus hijos.

- ¡Por favor...les juro que no sé dónde está!- exclamo la asustada mujer

Ross miro a la castaña –Veo que le preocupan muy poco sus hijos señora Barton- Murmuro el ex general – Al igual que a su esposo- sonrió divertido al ver el dolor en los ojos de la mujer- Quizás con un poco más de incentivo quiera hablar- murmuro y miro a uno de sus soldados- Hágalo soldado-

El soldado sonrió, el niño entre sus brazos se removió inquieto y asustado. Sin siquiera dudarlo, tomo el brazo derecho del niño de no más de 10 años y lo torció en un ángulo doloroso. El niño aulló de dolor y su pequeña hermana grito horrorizada a su lado. El pequeño bebe de un año lloro en brazos de una soldado que aparto la mirada.

Laura sintió como su corazón se estrujaba ante el dolor de uno de sus bebes, estaban hiriendo a sus hijos y ella no podía hacer nada. Nada más que llorar, rogar y negar repetidas veces que no sabía dónde estaba su esposo.

- "Por favor, que alguien nos ayude"- Pensó la mujer al tiempo que caía de rodilla mientras luchaba en vano por soltarse del agarre de aquel hombre.

- Quizás deberíamos intentarlo con la niña o quizás el bebe... ¿eso sería incentivo suficiente? - pregunto Ross

- ¡No! ¡Por favor! ¡Ayuda! - grito desesperada, aunque sabía que nadie la iba a escuchar era lo único que podía hacer

-Nadie la va a escuchar señora Barton mis hombres tienen rodeado el lugar. No hay nadie a kilómetros de distancia. Puede agradecerle por eso a su marido. Soldado Flag, ¿esta niña tiene un rostro muy bello no lo cree? - miro al soldado que sostenía a la niña- ¿No sería una lástima que algo estropeara tan tierno rostro? ¿Una cicatriz de por vida?

- Por supuesto que si general-asintió el hombre rubio- pero eso no va a pasar- rápidamente cubrió los ojos de la niña al tiempo que le disparaba al soldado que sostenía al niño.

Un certero tiro atravesó la ventana y Laura solo sintió como el cuerpo el soldado, que la tenía sujeta, caía sobre ella, arrastrándola al suelo. Al mismo tiempo la puerta fue derriba y una katana fue colocada en el cuello del general más temido.

- ¡¿Qué significa esto soldado?! ¡Soy el secretario de defensa de la nación, exijo respeto! - el rostro de Ross se había vuelto rojo por la furia

-Usted no puede exigir nada ex secretario- Ross volteo su mirada hacia la puerta. Amanda Waller acaba de ingresar por ella y tenía una sonrisa de triunfo.

- ¿Waller? -

-Me alegro que no me hayas olvidado. Yo no lo he hecho Ross. Te dije que algún día vendría por ti y te haría pagar todo el daño que has hecho-

-La muerte de tus hijos fue pura y exclusivamente tú culpa Waller. No me responsabilices a mí. Te dije que la política no era para mujeres-Ross rió con ganas

-Tiene razón al decir que fue mi culpa. Debí haberte matado antes. Pero no estoy aquí por eso Ross- explico con tranquilidad- Flag, lleva a la señora Barton y a sus hijos al QuinJet que se encuentra afuera. Happy Hogan y Bruce Banner están esperándolos- Ordeno

El capitán Flag, aun cubriendo el rostro de la niña, hizo una seña para que su escuadrón se movilizara y cumpliera la petición de su jefa.

Laura levanto su mirada, no podía evitar sentirse sorprendida y al mismo tiempo aliviada. Una joven de cabellos rubios la ayudo a levantarse pateando elegantemente al soldado muerto. E inmediatamente su hijo la rodeo con su brazo tembloroso. Lo abrazo tan fuerte como pudo observando a su hija y su bebe. Ellos estaban bien pero su pequeño Cooper tenía su brazo derecho fuera de lugar.

-Por favor cúbrale los ojos al niño y síganos señora- Pidió Katara con cierta amabilidad mientras cubría los ojos de Lila con una tela oscura y Harley Quinn tomo con cierto cuidado a Nathaniel en sus brazos.

Las tres mujeres salieron de la casa, en ningún momento Laura volteo a mirar. La escena horripilante que tenía frente a sus ojos era demasiado para ella. Había mínimo treinta soldados muertos, algunos quemados, la mayoría con un certero disparo en la cabeza o con la garganta cortada. Agradeció que las dos mujeres insistieran en cubrir los ojos de sus hijos.

A menos de cinco metros diviso a Bruce y se sintió inmensamente feliz. Sus hijos estarían a salvo. A lo lejos se escuchó un disparo, pero ella ni siquiera volteo solo acelero sus pasos hasta llegar y adentrarse al QuinJet, Bruce la tomo suavemente del brazo y lo único que atino hacer fue abrazarse a este.

-Gracias...gracias por venir por nosotros- murmuro y luego volteo a ver a las dos mujeres- Gracia por salvarnos-

- ¡ah que linda eres! - exclamo la rubia con emoción mientras le entregaba él bebe- Pero guarda esas gracias para Stark, él fue quien nos pagó-

- ¡Quinn!- recrimino la asiática

- ¿Qué? ¿Acaso dije una mentira? Las voces me dicen que no miento- sonrió de forma demente

A Laura ni siquiera le importaba el hecho de que estaba hablando con asesinos. La habían salvado, a ella y a sus hijos y eso era todo lo que ella necesitaba saber. Eso y que Tony los había mandado a buscar. Él los había salvado.

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Tony observo silenciosamente a sus niños, Peter y Harley estaban dormidos junto a él en la amplia cama, ambos jóvenes tenían apoyadas sus manos sobre el vientre hinchado del omega. Raven dormía cómodamente ocupando el sofá de la habitación. Una sonrisa se deslizo por sus labios, se encontraba feliz. Desde de tanto dolor, la vida le había dado una nueva oportunidad. Todos sus hijos estaban a salvo incluyendo al bebe en su vientre. Hacia una semana que había salido del coma y desde entonces los niños no se habían movido de su lado más que para ir al baño.

May había sido lo suficientemente comprensiva y amable para permitir que Peter faltara a la escuela, comprendiendo la situación y apoyando tanto a su sobrino como al omega. Raven había sido liberada, por Batman, de su trabajo en los Teen Titans, para gran disgusto del joven Robin que había tenido que regresar a la Torre de Jump City. Harley había sido expulsado de la escuela luego de que le rompiera la mandíbula a otro alfa por hablar mal de Tony. Había hablado con la madre del joven y esta había admitido que ya no podía controlar a su hijo. Tony había ofrecido su ayuda y ahora era el tutor legal del rubio.

Su celular vibro en la mesita de noche. Lo tomo con sumo cuidado para no despertar a los adolescentes.

De: Happy

"Los Barton están seguros y en camino"

Se sintió aliviado luego de eso. Que estuviera enojado con Clint por su estupidez no quería decir que no apreciara a la familia de este. Laura y los niños eran inocente de la estupidez de Barton. Además, se había jurado que nada más dañaría a su familia, su manada, y aunque se le fuera la vida en eso.

-Friday pudiste obtener las medidas de los niños- pregunto con suavidad

-Si. Tengo las medidas de los jóvenes Stark. Pero usted debería estar durmiendo-

-¿Ah mi dulce niña se preocupa por su papi?- bromeo el castaño- Hay mucho que hacer y si voy a estar postrado en esta cama lo mínimo que podía hacer es empezar a ver esos prototipos

-De acuerdo. Pero solo por una hora, luego de eso llamare a la señorita Potts si es necesario- amenazo la AI

-Ahhh mi bebe está creciendo, ya hasta me amenazas- rió divertido- De acuerdo empieza con las armaduras K-I, R-I y S 2.0. Creo que los colores negros, azul y rojo serán los colores más indicados.

-¿De qué tipo de material realizaremos las armaduras jefe?- pregunto Friday realmente interesada

-Creo que es hora de llamar a su real alteza Bagira para un pequeño favor- murmuro pensativamente

- Jefe está seguro allí es donde...- la Ai se detuvo a mitad de su frase

-Lo sé también debo hablar con él respeto a eso. Comunícame con T'challa, Friday, allí deben ser...las dos de la tarde sino me equivoco-

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T'challa no tenía paciencia para la política, siempre fue un tema en lo que no destacaba. Si bien su padre siempre lo había entrenado para ser un buen gobernante, no creía que fuera muy bueno en lo que estaba haciendo. Apenas había pasado un mes desde la muerte de su padre y de que había sido coronado. Y su primera acción como rey fue permitir que un grupo de fugitivos se escondieran en su nación por la mera culpa.

De acuerdo, el reconocía que había estado equivocado el haber querido asesinar al soldado Barnes, después de todo este no había sido quien mato a su padre. Fue esa culpa que lo impulso a ayudar al soldado. Lo que no entendía era en qué punto se había dejado manipular de tal manera para permitir que Rogers y los demás invadieran su hogar.

Por un lado se sentía aliviado de tener a los fugitivos allí, por lo menos desde ahí podría vigilar que ya no cometieran más errores ni hicieran más destrozos alrededor del mundo; pero por el otro lado se sentía totalmente molesto por el abuso, de su hospitalidad, por parte de Rogers.

- ¡¿Por cuánto tiempo más vamos a tener que seguir soportando a esos energúmenos?! – cuestiono su hermana con los ojos ardiendo de furia

Shuri era digna hija de su padre, sabia y justa, y sabía que botones apretar para que él se sintiera sumamente infeliz. Oh el adoraba a su hermana, su bella e inteligente hermana, y para sincero con el mismo, Shuri sería un mejor gobernante que él, era una lástima que él hubiera nacido primero. Pero en este momento lo menos que quería hacer era escucharla en otra de sus largas conferencias de cómo había cometido una estupidez al permitir a los Vengadores rebeldes quedarse en Wakanda-

- Tienes idea de lo que se está murmurando entre nuestras personas. El personal ni siquiera quiere acercarse a la zona este a causa de ellos. Le temen a la bruja y no puedo culparlos por ellos- rugió nuevamente- El parlamento estaba hablando de tu estupidez, es de lo único que se habla-

- Shuri, por favor. Ahora no- rogo pero se arrepintió al ver como la ira de su hermana se iba incrementando, Okoye, se movió inquieta ante la tensión entre los hermanos. El deber del Dora Milaje era proteger al rey de Wakanda pero no podía evitar estar de acuerdo con la Princesa Shuri.

El sonido de un teléfono distrajo a ambos hermanos y T'challa hizo una mueca al ver de quien se trataba. Como si tener a su hermana regañándolo cual niño no fuera suficiente ahora tendría que enfrentar a Tony Stark.

- Dr Stark, muy buenas tardes o seria buenas noches para usted- trato de calmar sus nervios

- Buenas tarde su majestad- respondió Tony

- ¿a qué debo el gusto de su llamada? ¿En qué puedo ayudarlo?

- Tengo un favor que pedirte, pero primero... ¿Cómo se encuentra mi pronto a ser ex esposo y su banda de inadaptados? – T'challa sintió un frío recorrerle la espalda ante la gélida voz del omega.

Hoy no era un buen día decidió mientras miraba a su hermana sonrió cínicamente.

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Bueno hasta aquí llegamos con este capitulo, esta probablemente sea la ultima actualización de la semana desgraciadamente. Mañana tengo clases en la Uni y pasado mañana es mi cumple y me voy de vieje. Cumplo mis 30 años kyaaa me siento vieja LOLPero el lunes si o si va a ver otra actualización. Que pasen un lindo fin de semana y si termino el siguiente capitulo quizás lo suba esta noche. Besos!!!