Natasha miro el vaso de whisky sin ánimo, la fuerte música electrónica hacia vibrar levemente el piso. Cientos de cuerpos se movían al compás de la música y de las luces. No se podía esperar menos de una de las mejores discotecas de Gotham. ¿Por qué estaba ahí? Se preguntó nuevamente. Y entonces recordó, la había cagado, en grande. Aun no comprendía del todo sus acciones, ¿que la habían impulsado a traicionar a Tony?

Se reprochaba una y otra vez su estupidez mental. No solo era perseguida por la CIA y otras agencias gubernamentales, sino por sus ex compañeros de Shields.

-Para ti- Le dijo una de las camareras mientras colocaba un vaso con un líquido de color rosa fluorescente.

-Yo no ordene esto- negó la viuda

-Te lo envía la señorita de aquella mesa- señalo la joven, a una mujer rubia con mechas azules y rojas, quien la miraba fijamente.

Natasha forzó una sonrisa en su rostro mientras asentía con su cabeza. Era imposible que la hubieran reconocido. Había teñido su cabello de color negro y había comprado unas lentillas de color celeste. También había cambiado su ropa y peinado. Seguramente aquella mujer solo quería coquetear con ella.

Cuando la mujer se levantó de la mesa, Natasha supo que era hora de mover, si bien era casi imposible de que la reconociera no por ello iba a arriesgarse. Camino lentamente a la salida. Fue cuando sintió aquella vieja sensación de sentirse observada. Acelero un poco sus pasos para poder ocultarse en el callejón, con un poco de suerte podría despistarlos, de lo contrario tendría que capturar e interrogar y finalmente asesinar.

Mirando levemente sobre su hombro pudo distinguir a la mujer rubia. Se detuvo en seco y giro sobre sus paso, esperando a que la joven se acercara.

-Lo siento pero no estoy interesada- Hablo seriamente mirando a la rubia, quien sonrió de una forma casi lunática

-Oh cielito....yo tampoco- respondió

Antes de que Natasha pudiera saber de qué se trataba, una cuerda se deslizo alrededor de su cuello al mismo tiempo que la rubia golpeaba certeramente su estómago una y otra vez.

-"Maldición no puedo respirar....¿quiénes son?"- pensó la viuda mientras caía de rodillas.

La cuerda fue retirada pero inmediatamente alguien la tomo de su cabello obligando a mirar fijamente a rubia que la apuntaba con su arma.

-La tenemos Jefa- murmuro un hombre vestido como si fuera del ejercito- Sera mejor que ni muevas, ante cualquier reacción mis hombre tienen permitido matarte Natalia Romanova-

Natasha solamente asintió levemente, no era estúpida, sabía que si la quisieran muerta ya lo hubiera estado. Acababa de darse cuenta de que la persona enfrente de ella era nada más ni nada menos que Harley Quinn y si ella estaba aquí, las personas que la rodeaban era sin duda el famoso escuadrón suicida.

-"Mierda"- fue lo único que pudo pensar la pelirroja

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Había muchas cosas por las que Bruce Wayne se arrepentía en su vida. Desde la muerte de sus padres hasta la muerte de Superman. Pero había algo que realmente lamentaba y se reprochaba constantemente era el haber huido del lado del único Omega que había podido doblegarlo. Anthony había sido su primer amor. Un amor no correspondido. Había dolido tanto el rechazo que jamás dudo en tomar sus cosas y huir del internado, dejando atrás al Omega. A su primer amigo. A su primer amor.

Luego de regresar de su estadía con Legión de asesinos y de convertirse en Batman no había duda ni un segundo en tratar de averiguar que había sido del hermoso Omega. Cuando su investigador privado le conto todo lo que había sucedido en esos cinco años jamás dudo en pedirle a aquella agente que cuidara de Tony. Esa había sido la mejor decisión. Virginia Potts era y siempre será una mujer de temer, enfundada en un cuerpo delicado pero poderoso. Con la astucia digna de una reina y la fortaleza de un Alfa a pesar de ser una Beta.

Lo segundo que hizo por Tony fue tratar de ubicar a los hijos de este. Pero no importaba que tanto removiera no podía dar con ellos, era como si la tierra se los hubiera tragado. El destino finalmente le había sorprendido cuando Raven se presentó en su puerta acompañada de Robin.

Raven le había contado que cuando finalmente pudo sellar a su padre Trigon, automáticamente había adquirido parte de los recuerdos del demonio y sus poderes. Así había descubierto que su verdadera madre no había sido Arella sino Anthony Stark. Luego de eso había pedido que le permitieran volver a su antigua casa para poder buscar más información que le ayudara a encontrar a su hermano gemelo.

Damián se había negado a dejar ir sola a Raven. Aunque la muchacha había protestado su hijo menor era terco como una mula. Finalmente, luego de una larga discusión ambos jóvenes partieron hacia Azarat.

Su corazón se había sentido más alivianado luego de eso. Si tan solo pudiera encontrar a Quill o su cuerpo para llevárselo ante Tony y así poder darle un cierre a esa amarga época.

Antes de que siquiera pudiera ponerse en contacto con Tony, la guerra Civil había estallado a causa del incidente en Lagos.

Parecía que nuevamente le había fallado al Omega, por suerte Raven pudo dar con él rápidamente gracias al vínculo que se había formado entre Peter Parker y Tony.

Pero después de tanto sufrimiento, por fin podía ver el rostro de Tony, parecía que había envejecido diez años más en esas dos semanas, y el dolor de sus ojos del color del whisky era doloroso de observar. Pero finamente Peter y Raven se habían armado de valor para contarle la verdad a Stark.

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Pensó saber lo que era el dolor cuando perdió a Peter y sus bebes, para luego perder a su bella madre y a Jarvis años después. Creyó saber el sabor de la traición a manos de su Alfa Steve, cuando este le mintió acerca de la muerte de sus padres, y defender al asesino de su amada madre.

Pero nada se podía comparar al dolor que le causaba saber que su madre, padre y su tía Peggy le habían ocultado la verdad de sus hijos. Siempre sospecho que sus hijos podrían estar vivos, pero jamás hallo prueba de nada. El dolor de perder a su primer Alfa había sido tan fuerte que sus sentidos aun hoy en día eran confusos. Sin pruebas y sin vínculo formado jamás pudo hallarlos. Y ahora después de 17 años los tenía frente a sus ojos. Vivos y hermosos. Valientes y decididos.

Observo a Peter, su bello Benjamín, tan vivaz y feliz, tan dispuesto a ayudarlo y complacerlo. Debió haberse dado cuenta ni bien se encontró con Peter que aquel vínculo dormido y casi nulo había despertado con fuerza. Pero entre la confusión de la guerra civil y la preocupación por su marido, nuevamente había desechado aquellos sentimientos de protección hacia el joven Parker...Oh Dios, había llevado a su hijo a un enfrentamiento con Steve. Steve, su Alfa le había arrojado un contenedor a su hijo. A su bebe. Maldito y desgraciado Alfa, se había dignado a lastimar a su niño. Como si todo lo que había hecho hasta el momento no fuera suficiente ahora tenía una cosa más porque odiar a Rogers. Si. Odiar. Odiaba a Rogers pero no por haberle mentido ni siquiera por haberse marchado con el soldado. Los odiaba porque por su causa, sus hijos estaban en riesgo.

No había peor cosa que una madre omega enfurecida y amenazada.

Frunció su ceño furiosamente, Rogers se las iba a pagar. No importa cuanto lo amara nada se comparaba al amor que sentía por sus hijos.

Quito su mirada de Peter y la traslado a la joven pelinegra de piel pálida. Su amada Rachelle. Centro su mirada en los ojos de la niña. Ojos que reflejaban el mismo dolor que su alma. Su niña había sufrido un destino mucho más cruel que su hijo. Había sido utilizada como una llave inter dimensional. Como un simple objeto. Había sido rehuida y odiada por algo que nunca había pedido ser. Era una bebe cuando apenas implantaron el alma de la verdadera hija de Trigón. Haciendo que su cuerpo sufriera una mutación, convirtiéndola en una mestiza. Mitad humana mitad demonio. Según su hija, era una constante lucha espiritual contra el alma del demonio que pugnaba por salir y obtener el control de su cuerpo, para luego poder liberal a Trigon.

Malditos...malditos todos aquellos que habían dañado a su familia.

-No importa lo que pase, nunca más vuelvan a separase de mi lado- rogó Tony mientras los abrazaba fuertemente.

Había mucho en que pensar y mucho por hacer. Personas que matar o desaparecer. Personas que olvidar y borrar definitivamente de su vida. Pero por ahora lo único que quería y necesitaba era tener a sus hijos entre sus brazos. Volteo su mirada a la puerta, donde Harley se encontraba mirando la escena con algo de tristeza en sus ojos. Estiro su brazo derecho, llamando al pequeño rubio y cuando este tomo su mano, arropo a los tres niños con sus brazos. Nadie iba a volver a lastimarlos. 

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Hasta aquí. Espero que les haya gustado. Estoy en una encrucijada con respecto a la Viuda Negra ¿La hago aliada o enemiga de Tony? ¿SuperBat o otra pareja para Batman? ¿Pepper/Happy o Pepper/Wonder Woman o Pepper/Natasha? Decisiones, decisiones.