XIX

Me remuevo en la cama, buscando el calor de Axel a mi lago. Cuando no le encuentro me incorporo en la cama, viendo como el chico está de pie, levantando la ropa del suelo. Aún desnudo.

Mierda ¿Porqué es tan guapo el condenado?

-Buenos dias -Digo, sintiendo la sabana bajarse hasta mi cadera. El chico se gira observándome, y dios me está devorando con la mirada.

-Buenos dias- Me contesta arrodillándose frente a mi, posando sus manos encima de mis muslos, solo la tela fina interfiriendo entre el contacto- ¿Nerviosa por el partido?

Asiento con la cabeza -Pero puede que tu logres distraerme un poco- Axel aprieta las manos en mis muslos y me mira instantáneamente. Sus ojos oscureciendo.

Axel se levanta de golpe, quedando mucho mas arriba que yo -Dilo- Si pudiera leer la mente de este chico todo seria mucho más fácil.

Solo mantenemos las miradas juntas mientras el se va acercando cada vez más, su aliento volcándose contra mis labios antes de capturarlos por un instante, antes de que pueda hablar -¿El que?- Pregunto, mirando maravillada como el chico se estremece por mi tono de voz. Aprovecho su estado, posando mis manos sobre su pecho para proceder -¿Que quieres que diga?

-Pídeme -Masculla, sus ojos obscureciéndose debido a las pupilas dilatadas, su respiración pesada- Como esta noche, pídeme lo que quieres que te haga.

Me separo de el, arrastrando hacia atrás en la cama, hasta que estoy en el centro. La desnudez ya no siendo un problema. Axel se sube encima  de mi, besándome el muslo, repetidas veces. Mierda, ha descubierto que eso me vuelve loca.

Sus dos manos fuertes me sujetan de los tobillos y tiran de mi. Casi chillo de sorpresa cuando su cuerpo se sube encima del mío. Las manos del chico se estiran hacia la mesita de noche, pero no presto atención a lo que está haciendo. Solo puedo concentrarme en el pedazo de dios griego que tengo encima de mi.

-Manos arriba- Ordena, mierda, como me pone. Obedezco despacio, retandolo. Cruzo mis muñecas y las extiendo hacia arriba de mi cabeza, siento como me ata las manos al respaldo de la cama, pero lo deja suficientemente sueltas como para no hacerme daño.

¿Se ha cansado del sexo vainilla?

Me ha salido bien la jugada, a parte de conseguir un chico tremendamente guapo, ¿he conseguido un Cristian Gray?

Dos por uno.

Empieza por mi cuello, se encarga de tocar suavemente todo mi cuerpo, sin dejar ninguna zona alcanzable si besar o acariciar.

Tuerzo las pernas cuando siento sus labios debajo de la oreja. Axel capta mis reacciones, comenzando a lamer en ese lugar, y clava sus uñas en mi cintura para que no pueda moverme.

Jadeo, aspirando una larga bocanada de aire antes de soltar un gemido, mis piernas yendo a rodear su cintura.

Axel me sujeta las rodillas y me quita las piernas de su cintura, apretando los dedos en la zona del hueso.

-Vas a hacer que te ate los pies ¿Quieres eso?

-Si -Suspiro, sin pensar mucho en ello, solo se que me está calentando de manera sobre humana su nueva actitud con migo.

Veo a Axel levantarse de la cama y abriendo el armario, cogiendo de este dos corbatas, y corre de vuelta a mi. Se acerca lentamente, sobresaltándome cuando me ata el tobillo a la esquina de la cama.

Me admira una vez que ha terminado y se sube entre mis piernas, pasando las manos por mi piel. Se agacha para besarme el vientre, lamiendo alrededor del ombligo antes de meter la lengua en este. Gimo de puro gusto arqueando la espalda. Todo mi cuerpo reaccionando haciendo tensar los nudos.

Me quedo en blanco cuando sus fríos dedos acarician mi feminidad, de arriba a abajo, sus labios calientes subiendo por mi pecho. Deslizándose a mis pezones y gimo de placer cuando me muerde al mismo tiempo que me aprieta el clitoris.

Dejo salir un largo gemido cuando empieza a estimularme el clitoris, su mano hace suficiente presión para hacer que mi cabeza de vueltas. Su lengua rodeando mi pezón antes de morderlo, dejando marcas que estarán púrpuras al día siguiente.

-Axel, joder, follame- Pido sin aliento, el sentimiento de ser dominada está jugando con migo.

No tengo tiempo de pensar en nada más cuando siento dos de sus dedos haciéndome presión, en mi entrada, adentrándose en mi, haciendo que tire la cabeza hacia atrás.

Gimo fuerte cuando sus dedos se empujan fuerte dentro. Sigo gimiendo cuando mueve sus dedos una y otra vez.

Necesito que me tome de una bendita vez, vuelvo a tirar del agarre en mis manos para intentar tocarle, aún que no sirve de mucho.

Axel lo nota, así que habla- Dime que quieres -Empuja profundo sus dedos dentro de mi, cosa que me hace arquear  casi gritar.

Saca sus dedos de mi, lentamente, haciéndome delirar. Llevándoselos a su boca, lamiendo todo -Delicioso- Musita, haciendo que me sonroje al instante y le desee aún más.

Desata mis piernas con lentitud, y con rapidez le rodeo la cintura con ellas, rogando por un poco de contacto. Se acuesta sobre mi, abriéndome las piernas para acomodarse y empieza a mover sus caderas contra las mías -Dime.

Y me rindo, dejando el orgullo en cualquier sitio. Alzo las caderas para acercar más nuestros cuerpos -Te quiero dentro- Axel sonríe de forma egocéntrica, sabiendo que ha ganado. Alinea su miembro con mi entrada, fijando sus ojos con los míos. Se inclina besando de cualquier forma mis labios, a la vez que siento como me penetra de forma lenta y tortuosa.

Se arrastra fuera de mi cuerpo para volver a entrar con lentitud, asegurado de que sienta cada centímetro de piel, cada vena. Sabe que surge efecto cuando empieza a escuchar mis gemidos de puro extasis.

[...]

Salimos del hotel con las manos cogidas,  diviso al bus que nos va a llevar a nuestro respectivo campo -Buena surte Axel, no perdais- Le digo besado castamente sus labios.

Este me sonríe de vuelta -No vamos a perder, nos vemos en la final.

Ambos asentimos con la cabeza y nos dirigimos a nuestro respectivo bus, no sin antes volver a juntar nuestros labios una ultima vez.

[...]

-Esta es la semi final chicos -Emieza a hablar Sam minutos antes de que empiece el partido, sin embargo solo puedo concentrarme en que vamos a enfrentarnos a la selección entrenada por David Evans des de que eran niños, eso sin duda asusta bastante- No podemos perder la concentración por nada del mundo, si tenis amo que os preocupa, dejadlo era del campo, el futbol es futbol, no debes pensar en otra cosa cuando estas jugando.

Todos mis compañeros asienten con la cabeza, y los elegidos empezamos a internarnos en el campo, en las posiciones que ha elegido Sam. Cuando llego a la defensa noto como alguien tira de mi hombre. Y resulta ser Otto quien me sonríe -No debes preocuparte por nada, pararé todos los tiros que me hagan, y tu preciosa, derribaras la defensa del portero Hector, no te atormentes más.

Me percato de que he estado mordiéndome el labio des de hace tiempo, y lo suelto con lentitud. No se como lo hace, pero Otto siempre encuentra las palabras necesarias para animar al equipo, cuando me vaya a Alemania, me planteo seriamente recomendar de capitán a Otto.

-Gracias, siempre sabes que decir -Le beso la mejilla y veo como se coloca en su posición sonriéndome. Doy media vuelta y conecto miradas con Hector, quien me mira de forma socarrona.

David, Hector no me vais a ganar.                            
Empieza el partido con el silbido del arbitro, mis compañeros empiezan a subir por el campo rival, superando a los delanteros Gareth Flare y Dragon Hill. Carlos tiene la pelota,a sí que se dispone a superar con un regate a Li Legund, pero aparece de repente Vic Vitrum. Pero como es de esperar nuestros cuerpos reaccionar al instante, organizando una linea defensiva. Subo hasta arriba arrebatándole el alón a Maximino Cruz, subiendo junto a Edgar, quien recibe a la perfección mi pase, y en un plus las, conseguimos ponernos delante de la portería con la ayuda de Carlos.

-¡Edgar pásale a Carlos- Ordeno, provocando que Carlos supere la defensa rival con su Táctica, Abismo Azul. La pelota vuela hacia Edgar, quien chuta con su táctica Luz Cegadora, pero para nuestra desgracia Hector es suficientemente rápido como para sacar su Táctica, Mano Celestial X.

Siento el sudor acumularse en mi espalda. Nos pasamos el primer tiempo corriendo de un lado a otro, cambiando nuestra formación según estamos atacando o defendiendo. Provocando que el equipo rival no pueda siquiera hacer el amar de llegar a la portería.

Cuando escucho los pitidos del arbitro que indican que el primer tiempo ha acabad, paro en seco dejando que la pelota ruede y me siento en el suelo agotada. Puede, y solo puede que salir ayer con Axel a un bar y después al llegar al hotel hacerlo durante mucho tiempo no haya sido una buena idea.

Noto como mis reflejos son más lentos, pero aún así espero seguir con el ritmo, o mejorarlo. Necesitamos marcar un gol.

Siento unos pasos acercarse a mi, y una botella de agua parece en mi campo de visión. La tomo y le sonrío - Gracias Hector- Musito, llevándome la botella a la boca y beber unos cuantos tragos.

El muchacho se sienta a mi lado, cruzando las piernas -De nada, echaba de menos medirme contra vosotros -Acepta, y le miro directamente  los ojos ara comprobar que no está mintiendo.

-Yo también, tendríamos que vernos mas seguido -Declaro, devolviéndole la botella de agua, para seguidamente asegurarme la coleta alta que llevo.

-Claro -Acepta sin mas levantándose ante los dos pitidos del arbitro, ayudado a levantar tendiéndome sus dos manos. La cual cosa acepto gustosa, posando mis manos con las suyas y levantándome con una sonrisa.

Ya me imagino los titulares de las noticias "la fundación vuelve a superarse" y luego algo como "las amistades entre los equipos se fortalece gracias a los métodos organizados por la federación"

Ruedo la cabeza, girándome y yendo hacia mi campo, pero Sam me indica con el dedo que ha cambiado la formación y que ahora pasaré a la delantera. Le interrogo con la mirada, preguntado si puedo utilizar mi Súper Táctica a lo que el asiente con la cabeza.

El arbitro nos indica que el partido se reanuda, y The Little Giants pasan al ataque en un abrir y cerrar de ojos, Edgar se adelanta a Gareth Flare y le roba el balón.

Indico co la mano a mi equipo que suba con mío, y nos vamos pasando la pelota de adelante a atrás de lado a lado confundiendo al rival, hasta que me posición delante de la portería, y le sonrío con egocentrismo a Hector.

Chuto la pelota hacia arriba y le pego una patada haciendo así mi Súper Táctica Iceberg, la cual logra romper la Táctica de Hector en un plus las, este m e mira sorpresivo, pero sonríe.

Nos lo estamos pasando bien, y eso es lo importante después de todo.

Transmitir lo divertido que es el futbol.

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