Jamás me he considerado una persona impulsiva, me gusta pensar en aquello que estoy haciendo y en las consecuencias que me azotarán a mí y a las personas que me rodean después de dicha acción.

Pero sin duda, puedo asegurar a ciencia cierta que la noche en que me iba a casar, si actué como una persona impulsiva e irresponsable.

¿Entonces qué fue lo que izo que estropeara todo por lo que mi padre y el padre de Artemis habían luchado en apenas unos microsegundos?

Pues ese suceso tiene nombre y apellido, Axel Blaze.

No puedo negar que a pesar de estar comprometida con Artemis fui a visitar a Axel muchas veces después de nuestro reencuentro años después del verano del Torneo. Pero tanto él como yo sabíamos que los dos solo nos entendíamos mediante el sexo.

Siempre ha sido así y aun que nos empeñamos en cambiarlo al intentar ser novios no funcionó, por muchos, muchos motivos.

Pero eso no está mal, ambos lo sabíamos y lo habíamos aceptado.

El mediodía antes de la boda, se espera que la novia esté nerviosa junto a sus damas de honor preparándolo todo, el peinado, el maquillaje, el vestido, los zapatos. Pero seamos sinceros jamás he sido una persona común.

Con dos ovarios estaba en la cama de Axel recibiendo la mejor follada en semanas. Mientras mi novio estaba con el estrés hasta las nubes preocupándose hasta del mas mínimo detalle.

¿Egoísta?

Sí, quizás sí.

Pero no entraba en mis planes que el tiempo se me fuera de las manos de esta forma.

Tampoco entraba en mis planes que Axel me propusiera matrimonio la misma noche de mi boda, ni que yo aceptara con una sonrisa en los labios mientras recibía el mejor, duro, rápido, húmedo, sensual sexo en mi vida, y lo que ni en mis sueños entraba en mis planes era que mientras todo el mundo esperaba por mi espectacular entrada dirigiéndome al altar dando un enorme Si a Artemis, con el vestido romántico que mi madre había elegido, yo me encontrara con un chandal, junto a Axel en una iglesia perdida en medio de la nada, dandole el Si al jugador de fuego.

Y si, quien juega con fuego se quema, pero no solo nosotros salimos quemados, si no que arrasamos todo a nuestro paso.