Para una mejor experiencia en este capitulo escuchar la canción de Taylor Swift I Knew you were Trouble

Bajo del autobús, llego a la escuela y solo quiero ahogarme en mis propios sentimientos. Mis audífonos están puestos en mis oídos pero no tienen música reproduciendo, no estoy de ánimo para la música, ni para ningún ser humano. Dejo mis libros en mi casillero, dejo mi celular en este y decido encender el mp4 para reproducir algo antes que mi propia agonía me consuma.

¿Cómo fui tan ingenua? ¿Tan tonta? Mi primer turno era Biología pero mis ganas de participar eran nulas y menos verlo a él. Llego al turno después de plantearme la idea de no ir y me siento en la última fila, me suelto el pelo para que mis audífonos no se vean y comienzo a esperar al profesor, cuando lo veo.

Tal parece que lo sucede aquella noche no le afectara, jugar con mis sentimientos. Subo el volumen de mis audífonos, puedo sentir como me aturde mis oídos pero necesito que sane el dolor de mi corazón, que ese dolor me consuma. Los asientos de mi lado no se llenan, él se sienta en la tercera fila casi a 4 mesas de mí, pero cada segundo se vira para observarme.

Alguien toca mi hombro, me quito un audífono de mala gana y observo para encontrarme a Jack a mi lado preocupado por mí. Creo que fue obra del destino o casualidad que cuando la mirada de Sam y la mía se encuentran suena Wildest Dreams.

—Discúlpame Jack, pero no puedo hacerlo.

Me levanto de mi asiento, recojo mis libros y me disculpo con el profesor que acababa de llegar diciéndole que me encontraba muy indispuesta, y bueno mi cara súper pálida me ayudaba en esta situación.

Salí del turno de clase, corrí bien fuerte hasta el patio de la escuela. Allí me senté en una esquina mientras que las lágrimas amenazaban con salir.

— ¡Lauren! ¿Qué te sucede?

Gritaba Jack con su pelo alborotado de tanto correr, se sentó al frente de mí y no aguante más pero lo tuve que abrazar, ya era suficiente ser una chica rebelde.

—Cuéntame ¿Que sucedió Lau?

Asentí, para secarme las lágrimas y comenzar a narrarle que había sucedido.

24 horas antes.

Había decidido ir al concierto con Sam, solo éramos él y yo pasando el mejor momento de nuestras vidas. Incluso pude sentir como mi corazón comenzaba a sentir cosas por ese chico que me estaba acompañando. Me sentía demasiada rara, no podía dejar de verlo, amo su sonrisa y como cantaba cada estrofa de las canciones de Billie.

Luego del concierto decidimos ir a comer algo en una cafetería de hamburguesas.

—Gracias por la invitación, fue la mejor noche que he pasado en Fairfax.

—Gracias a ti por venir conmigo. —Sam observa su móvil varias veces y me sonríe— ¿quieres venir a una fiesta con mis amigos?

Observo el reloj, casi son la 1 de la madrugada y mi madre me matara si llego tarde.

—Creo que será en otro momento Samuel.

—Lau, por favor dime Sam.

Asiento con una sonrisa en mi rostro, tomo un sorbo de mi frapuccino y al final accedo a ir con él a la fiesta. ¿Qué me podría pasar? No es ilegal divertirse un rato.

Nos montamos en su auto, me abroche el cinturón y arranco a toda velocidad para la fiesta. El viaje fue llenos de sonrisas, chistes malos por parte de Sam e incluso nos contamos un poco de nuestras vidas.

Cuando llegamos al lugar, la música estaba a todo volumen y Sam se le brilló los ojos, salió de su auto y me abrió mi puerta. Tomo de mi mano y entramos juntos a la fiesta, de las manos cogidas. Podía jurar que mis manos comenzaron a sudar, mi corazón comenzó a latir rápidamente y solo quería que las horas no pasaran tan rápido.

Me llevo hasta una mesa donde habían 4 chicos drogados hasta el culo, pero se mostraron bastantes amistosos. Samuel enseguida tomo una cerveza en sus manos, me brindo un poco pero enseguida me negué. Se dio un trago y me llevo hasta la pista de baile donde estaba sonando la canción de James Arthur Rewrite The Stars.

Era una canción de balada, de bailar pegaditos, así que enseguida lo tuve a centímetros de mí. Tenía su mano puesta en mi cintura y nos movíamos al compás de la música.

— ¿Cómo la estás pasando?

—Te dije que era la mejor noche de mi vida Sam.

Me sonrió para mirarme fijamente. No sé cuánto tiempo paso pero nos besamos, fue un mejor largo con sabor a cerveza y café. Nuestros labios se movían al compás de la música y comenzó a crecer una especie de calentura. Nuestros roces fueron cada vez más salvajes y al separarnos no teníamos otra alternativa que estar juntos.

Tomo mi mano y comenzamos a subir a la segunda planta de la casa. Buscamos un cuarto vacío y enseguida comenzamos a besarnos ferozmente. Nos fuimos despojando de cada una de nuestras prendas hasta quedarnos en ropa interior. No tenía pena, no tenía miedo de nada, solo quería saciar mi sed de él, quería ser suya de una vez por toda.

—Lau, lo único que no tengo es un preservativo.

Pongo los pies en la tierra y mi calentura comienza a bajar un poco.

— ¿Puedes buscar alguno?

—Si claro, espérame pelirroja ¡Vengo rápido!

Besa mis labios, mientras se pone su ropa rápido y sale en busca del preservativo. Me quedo en el cuarto esperando un rato, observo mi reloj y son casi las 2 de la mañana. Decido vestirme para buscar a Samuel ya que se estaba demorando demasiado. Salgo de la habitación y trato de buscarlo con la mirada cuando lo encuentro con su amiga bailando en la pista de baile, como si nunca hubiera pasado lo nuestro.

Bajo las escaleras enojada y voy a encararlo.

—Eres un imbécil. —Le grito y observo que esta drogado hasta lo último.

— ¿Quién eres niñata? Este no es tu mundo.

—Soy amiga de Samuel.

La muchacha de pelo negro que me estaba encarando, comienza a reírse a carcajadas.

—Eres la chica que está utilizando. —Sigue riéndose y me observa con lastima— No le gustas a Samuel, solo te está utilizando.

Prefiero no creerle y tomo a Samuel del brazo, lo miro a los ojos y siento como mi corazón comienza a quebrarse.

— ¿Es verdad que soy un juego para ti?

—Si Lauren, no me interesas, fui contigo al concierto porque Fabiola no podía ir. ¡Contenta!

En segundos mi corazón se quebró, pude sentir como mi fantasía comenzaba a rajarse y volver a mi oscuro mundo. Le doy una abofeteada y salgo corriendo de la fiesta.

Llego a mi casa alrededor de las 3 de la mañana después de conseguir un taxi, mi madre comienza a regañarme por la hora pero al ver mi estado decide que era mejor apoyarme.

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Seco mis lágrimas y abrazo mis rodillas. Me sentía tan sucia, me sentía utilizada por el chico que pensé que era buena persona.

—Lauren, siento mucho lo que te sucedió, pero la pregunta que te debes hacerte es ¿Te gusta Samuel?

Mi mirada se posa en el césped y sonrió.

— ¿Has escuchado la canción de Taylor Swift I knew you were trouble?

—Sí, claro.

—Me siento así mismo, siento que cuando me comenzó a llamar la atención fue que me di cuenta que yo era su burla.

Jack me abraza fuerte, decido dejarme llevar. Necesito un amigo, necesito consejos, necesito tantas cosas.

—Creo que necesitas hablar con él, necesitas decirle que sucedió esa noche.

Niego varias veces.

—Lauren, tienes que ser fuerte y exponerle cómo te sientes.

—Solo siento curiosidad, solo me ha llamado la atención… es que me dolió cuando me dijo que solo me ha utilizado.

—Lauren, ¿Quieres mi consejo? —Pregunta y yo asiento rápidamente— Se cuánto te importa Samuel, aunque lo niegues él comienza a gustarte y creo que lo mejor es que comiences a sacarlo de ese mundo.

— ¿de las drogas?

—Y de Fabiola.

Respiro profundo, mi corazón comienza a latir rápidamente y me recuesto en el césped mirando el cielo. ¿Seré capaz de sacar a Samuel de las drogas? ¿Cuándo comenzó a llamarme la atención?

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Si vienen de ¡Hey tú,idiota! sabrán un poco de Fabiola