Paula es la respuesta a todos aquellos que creen que la amistad aparece durante los primeros años de la vida. Yo la conocí hace algo más de una década, como la esposa de mi amigo: el tipo mas laburador y  honesto que pudiera existir, noble y leal y por ello dueño de su amor.

Con Paula no nos conocimos en la escuela ni nos hicimos trenzas la una a la otra. No pintamos muñecas ni jugamos a la mancha.

Con ella nos tocó llorar desconsoladamente, cuando mi amigo partió de nuestro lado para alcanzar el cielo, y con ella también, reímos hasta el ahogo muchas tardecitas de mates en el patio ¡Nos hicimos carne! En el dolor y la alegría.

Ella tuvo hijos y tiene nietos. Tuvo un amor y ahora viaja. Pasea por distintos paisajes, bajo la mirada de muchos cielos, que son el mismo iluminando su aventura.

Yo la veo tomando con firmeza las riendas de su vida, señalando caminos para los que la continuarán.

Y ... ¡la extraño tanto!, cuando no tengo su mano cerca.

¡Dios!... ¡Cuidá Valencia!, donde mi amiga descansa sus pies en el agua del mar. Y Alemania... y Suecia... ¡y cada lugar donde lleguen sus pasos!

Cuidá a mi "Pau", que aunque vuele distante en el espacio, ella es mi amiga ¡Desde siempre!