Sentimientos cruzados (IV)
¡Retomemos!
Solté la pluma con la que estuve escribiendo durante casi dos horas en mi diario, escribiendo y rememorando mis aventuras de los últimos cinco meses. Estiré los brazos y moví mi cuello agarrotado, todavía en la silla del escritorio, y me tumbé sobre éste para cerrar un poco los ojos.
No era mi intención quedarme dormida, pero el calor de la habitación, y la suavidad del pijama con motivos de Piplup, fueron suficiente para que mis ojos no se abrieran por quizás una hora, o más. Cuando finalmente pude despertar de aquella siesta, completamente relajada, no tuve noción de mi misma corriendo hacia la entrada de la casa cuando escuché el timbre de la entrada sonar.
Sentí una extraña emoción en mi pecho, quizás felicidad, cuanto más cerca estaba de la puerta de entrada. Salté desde el cuarto escalón y aterricé sin problemas en el recibidor, acortando la distancia final en pocos segundos. Giré el picaporte y, en solo una mirada, la tristeza y las pesadillas que antes me perseguían, habían regresado en la forma de dos personas a las que conocía.
Me quedé petrificada, incapaz de pensar, decir o hacer nada. No sabía cómo actuar, tenía miedo y también vergüenza. Sus miradas jamás habían sido tan penetrantes y acosadoras como lo eran en este momento. Intente hablar, procurando sonar neutral, o al menos poco sorprendida, pero no pude. Ellos tomaron entonces la iniciativa.
Ocho palabras, ocho simples y ordinarias palabras fueron las que dijeron para llamar mi atención. Pude sentir como si mi nombre fuese especial al escucharles pronunciarlo. Sonaba melodioso, fuerte, podía sentir que me pertenecía solamente a mí. Pero sus rostros no reflejaban lo mismo. Y antes de que pudieran decir más, me giré en mi lugar y corrí dentro de la casa, escapando de sus miradas. Subí las escaleras con agilidad, y eché un vistazo detrás. Había olvidado cerrar la puerta de la entrada, por lo que ahora estaba siendo perseguida. No me importó, y aunque les escuchaba llamarme e implorarme que me detuviera, corrí. Llegué hasta mi cuarto y me atrinchere allí.
―Platinum―se escuchó detrás de la puerta―.
―Platinum―¿ese era Diamond?―. Queremos hablar contigo.
No me importaba en lo más mínimo que no me dijeran "señorita", como estaba tan acostumbrada, pero no estaba segura sobre hablar ahora mismo con ellos. No estaba lista todavía, por lo que no conteste nada.
―Sabes―ese era Pearl―. Desde que te fuiste, esa noche, Diamond y yo estuvimos buscándote por toda la región. Tuvimos que preguntarles a los líderes de Gimnasio e incluso a los ases del Frente; pero nadie sabía nada de ti.
―Entonces, regresamos sobre nuestros pasos―la suave voz de Diamond me reconfortó desde el otro lado de la puerta―. Pero tampoco tuvimos pistas. Entonces a Pearl se le ocurrió preguntar a tu padre, o al profesor Serbal, pero ninguno sabía nada de ti.
¿Estuvieron buscándome, a pesar de lo que les hice? Realmente no debía de sorprenderme pues, en su tiempo, hicieron algo parecido cuando les reproché que me mintieran sobre sus identidades. Pero todavía no estaba lista para verles a los ojos. No quería hacerlo ahora.
―Creímos que simplemente te habías marchado de la región, por lo que empezamos a buscar pistas sobre cuál había sido tu destino. Estuvimos a un paso de ir hacia Kanto, hasta que tu padre nos contó dónde estabas, y del encargo que te pidió.
―Entonces viajamos hacia Hoenn. ¡Las bayas allí son muy buenas, y tienen una variedad muy interesante! Además, allí hacen Pokécubos con las bayas. Al parecer, estos permiten a los Pokémon ser más vistosos, o algo así.
―¡No te distraigas, Dia!
Escuché el característico golpe que Pearl solía darle a Diamond cada que el glotón se distraía de la conversación, o se desviaba del chiste. Sentí las ganas de reír, ¡y qué ganas! Pero no estaría bien. En el fondo, sentía mucho dolor y no quería que pensaran que me estaba riendo de sus sentimientos. ¿Sentimientos...?
―Allí conocimos al señor Steven―habló de nuevo Pearl―. El nos dijo que trabajaría contigo en una región muy lejana, y ya no teníamos dinero para ir más lejos. No tienes ni idea de cuan tristes estuvimos, pensando en que te irías para siempre. ¿No le parece injusto? ¿Es suficiente para ti ser tan cobarde?
Pearl se escuchaba molesto. Su voz se había elevado y pude escuchar como golpeaba otra pared de la casa, descargando su frustración.
―Cuando te fuiste, aquella noche, no supe el porqué pero, tuve el presentimiento de que algo así tenía que pasar―era Diamond, y se escuchaba muy bajo al otro lado de la puerta―. Supongo que era algo inevitable.
―Pero, aunque fuera inevitable, una actitud tan cobarde, impropia de ti, ¡es algo imperdonable! ¿Creíste que así evitarías lastimarnos? ¿Qué de esa forma, simplemente abandonaríamos nuestro tiempo y recuerdos juntos?
―Señorita Platinum, por favor, véanos a los ojos y díganos, aunque sea, que ya no quiere saber de nosotros. Que ya no quiere volver a vernos, y nosotros cumpliremos. Jamás nos acercaremos a Pueblo Arena, con tal de que no tenga que sufrir más.
Se equivocan. No fue así. No es como que no quiera verlos. ¡Se equivocan! ¡Están equivocados! ¡No quiero que se vayan! ¡No quiero! ¡No quiero!
Azoté la puerta en el envión para abrirla y, con lágrimas que no advertí anteriormente, les grité desde lo más profundo de mi corazón. Les grité que no se fueran, que no me abandonaran, que si podían, me perdonaran. Les supliqué que no se fueran hoy, que se quedaran conmigo por miedo a las pesadillas, que me abrazaran, que me consolaran por la agobiante soledad de estos meses. Les pedí por favor que me permitieran permanecer junto a ellos, escuchar sus chistes y ver sus espaldas. Que me dejaran entrar en sus corazones.
―Ya estás en nuestros corazones, Platinum.
―Eres nuestra más invaluable amiga.
Los amo, Diamond, Pearl. Quédense esta noche, y alejen las pesadillas y los malos recuerdos, solo por hoy. Los amo tanto.
~~~ Fin ~~~
¡Y ya está!
Espero que lo hayan disfrutado, o al menos que les fue leve leerlo :p
La siguiente historia, que no creo sea del agrado de nadie, espero tener su primer cap el finde.
Esto de estudiar para finales, o al menos intentarlo, y que te partes de ver a Folagoro y Frigo en Pixelmon, no esta funcionando.
¡Nos vemos!
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