¿Quién dijo que una piedra podría...? (6° Parte)


¡Aquí esta!


Los días pasaron rápidamente. Entre bucear, investigar y jugar mucho, habíamos agotado nuestro tiempo en el campo, debiendo juntar todas nuestras cosas y regresar sobre nuestros pasos en dirección a la capital.

Por suerte, toda la información recopilada y las pruebas materiales que habíamos recopilado a lo largo de esos tres días de investigación, aunque no fueron suficientes para develar el misterio de nuestra piedra extraña, si permitieron abrir un nuevo historial investigativo en torno a nuevos misterios y lugares de los cuales no se tenía registro.

Luego de una gran cantidad de contratiempos, horas de análisis, y de dedicarnos algo de tiempo para jugar, nuestro viaje finalmente había llegado a su fin.

Bueno. Decirlo de esa forma es bastante deprimente; y es que, los momentos que había podido pasar con tan maravillosas personas me había enseñado a ser un poco más ambicioso, sensible, y un mejor investigador y profesional.

El señor Steven había sido un gran maestro, además de un excelente colaborador y compañero. Había logrado aprender mucho sobre piedras raras, desde las evolutivas hasta las misteriosas piedras activadoras. Sus conocimientos en estratos, minerales y fósiles son simplemente impresionantes.

Además, había logrado aprender algunas cosas relacionadas con el amor de parte de todo un caballero, como lo era el campeón de Hoenn. Cuando pudiera hacerme algo de tiempo para volver a Deux, mi estrategia sería un poco más directa.

Por otro lado, la señorita Berlitz resultó ser toda una caja de sorpresas. Aunque sea injusto para el señor Steven que, mientras escriba estas notas, me dedique por entero a gravar en mis memorias la figura y la personalidad de una joven niña de apenas dieciséis años, algo me ha impulsado desde el principio a dedicarle toda mi atención.

No solo resultó ser una jovencita hermosa y atractiva. Tanto su personalidad como su forma de pensar y actuar eran las más preciosas armas que ella podía desplegar frente a un hombre. Y aunque parecía hacerlo de forma inconsciente, lo cierto es que siempre obtenía lo que quería. Era esa actitud egoísta y caprichosa lo que me gustaba de ella.

Pero no solo era egoísta y caprichosa; también poseía sentimientos tan intensos y puros como el compañerismo y la amistad, el amor y la lealtad. No solía expresarlo fácilmente pero, las veces que fui testigo de sus lágrimas y su dolor, me dejaron saber que la dura y fría chica que era, se derretía por dentro cuanto más duro golpearan esa cascara.

Fue eso mismo lo que me permitió encaminarla en el camino del perdón y la redención. Sucedió justo el día antes de que se marcharan.

Estábamos reunidos en mi gabinete de la Universidad Nacional de Fitji, Steven revisando las chucherías de las estanterías y Platinum leyendo algunos libros y cuadernos de notas, mientras por mi parte me encargaba de realizar el informe en limpio, antes de entregarlo a mis superiores y exponerlo en la sala de conferencias.

―¿Qué significa esto? Se leer algunas lenguas antiguas pero...―volvió a revisar las notas del cuaderno entrecerrando un poco los ojos―. ¿Qué dice?

Me acercó el cuaderno, insistiendo en que la ayudara con la lectura, por lo que tuve que dejar el informe de lado de momento.

―Esto no es nada parecido a lo que puedan encontrarse en el continente, o mucho más allá. Bueno―recordé una vieja historia―, dicen que hay lugares perdidos donde pueden encontrarse escrituras y cosas aún más extrañas.

―Yo sé un poco de eso―dijo Steven―. Pero esto, claramente, es único de Fitji.

―Sí, señor Steven. Esto es de una época muy antigua. Se dice que es lengua Pokémon―la señorita Platinum se veía confusa con mis palabras, por lo que me apresure a responder―. Esta palabra―señale la que le causaba confusión―, significa... el poder de los lazos.

Sus ojos se abrieron como faros. Miré de reojo al señor Steven y pude verlo aguantar la risa. Fue ofensivo, pero entendía porque lo hacía.

―¿En serio dice eso?

―Claro―mentí―. En la historia de esta región, el papel que juegan los lazos entre humanos y Pokémon son fundamentales. Es el poder de la unión lo que logró que esta región fuera lo que es. Además, es la confianza y la amistad que tenía el héroe legendario con sus compañeros humanos y Pokémon lo que salvaron a nuestros antepasados.

Aunque mentí al principio sobre el significado del extraño símbolo de forma redondeada con varios puntos en sus lados, la historia del héroe y la frase eran verídicas. Aún más, el poder de los lazos formaba parte de toda una serie de dichos y slogans de conocimiento común entre la gente de Fitji.

Steven volvió a su tarea de inspeccionar cada roca y fósil de la habitación, mientras continuaba conversando con la joven señorita.

―Es el poder de nuestros lazos, de amistad y amor con las personas y los Pokémon, lo que nos vuelve poderosos y sabios. ¿Tú no tienes ese tipo de lazos con ellos?

Le susurré lo último para que nosotros únicamente pudiéramos escucharlo. Nuestra convivencia me había demostrado que era una chica de mucha vergüenza; y aunque no se volvió un tomate, el leve rubor en sus mejillas me dejo saber que no estaba del todo a gusto con la conversación. Pero ella me siguió el hilo, igualmente susurrando.

―¿Cree que pueda hacerlo?―me había ganado su respeto, a diferencia de los primeros días―. No quiero que me rechacen, profesor Müller.

―Bueno...―sonreí tontamente al escucharla decir mi nombre con tanto respeto―. Eso solo lo puedes saber tú, Platinum. ¿Qué tan importantes son para ti?

La joven no me respondió, pero en cambio si pude ver que sus labios esbozaban una tierna sonrisa llena de vergüenza y esperanza. Parecía que había logrado dar en el clavo con mi pregunta.

Esa tarde la pasamos tranquilamente en mi gabinete, aprovechando el aire acondicionado y la máquina expendedora a menos de un pasillo de distancia para descansar y aprovechar nuestras ultimas horas juntos.

El día pasó y, hoy en la tarde los termine de despedir, acompañándolos hasta el puerto para tomar su ferry, y obsequiándoles unos cuantos recuerdos autóctonos para que se llevaran un pedazo de mi hogar.

Stone se llevó una colección especial de piedras raras que recolecte hace unos años, convenciéndole de que a mí no me servían, y de que estaba seguro de que él sabría como utilizarlas, o que valor darles.

Para la señorita Platinum, mi obsequio fue algo mucho más especial, pues me había tomado toda una noche para poder tenerlo listo para ella.

Antes de que subiera al ferry, le entregué una pequeña cajita rosada con un listón morado. Le pedí que no lo abriera hasta que estuviera lejos, ya en alta mar, de camino a casa. Junto a la caja, una torpe y vergonzosa carta para que no olvidara su objetivo y su deber al regresar a Sinnoh. Se fueron, y me dejaron un amargo sabor de boca, pues estaba seguro de que no volvería a verlos en un buen tiempo.

Ya estoy terminando de escribir las últimas palabras, y lo único que puedo pensar es en mis palabras de aliento. En la misión que le encargué. En el juramento que le obligué a tomar, con tal de que pudiera volver a sonreír.


No importa cuán poderosa sea esa creencia, que tan arraigada este en ti esa idea... no creas que todo ah terminado, cuando no puedes siquiera asegurarlo. Encáralos y pon en claro tus sentimientos. Si ellos te aman, entonces no hay razón para temer. Ámalos, y conviértete en tu propia heroína de la historia.


¡Y ya esta!

Lo siento si decepciono el final, en serio. Creo que se merecen saber porque escribí esta historia tan desprolija.

Cuando pensé en esto, había planeado escribir una historia que pudiera hacer de oneshot de "La Oscuridad de Lugia" y "La Sombra de Heatran". Esperaba poder crear una historia con contenido complementario sobre la región de Fitji, como lo había sido "Crónicas de un pequeño entrenador" (o lo intento ser).

Pero creo que no lo logré. El hecho de haber incorporado a Steven y a Platinum es prueba de ello. Pero no podía echarme para atrás luego de haber pensado mucho y escrito tan mal. Creí que podría corregirlo a medida que escribiera, pero no lo logré.

Lo siento profundamente; pero ya visto lo que salio de este desastre, ahora solo me queda escribir un poco más para resarcirme. 

La historia del conflicto que separo en un comienzo al trío de holders de Sinnoh esta ya delineada en mi cabeza. Pero habrá que esperar. Lo siento nuevamente.

Como ya dije en "La Sombra de Heatran", la semana que viene no habrá capitulo, y ya la semana del 15 (de junio) retomaremos con normalidad, lo cual espero incluya a "Cuentos Pokémon", con la nueva historia. Esto no incluye a "2074", cuyo nuevo capitulo si estará este sábado.

Creo que es todo. Espero verlos pronto.

Y recuerden: Si encuentran una mejor historia... pues ya esta todo dicho.


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