El silencio se desplaza a lo largo de un pabellón de pilares rotos, acompasado por el tintineo de los cristales quebrados y el silbido del viento al deslizarse a través de ellos. A lo lejos, el fuego crepita con intensidad mientras sus llamaradas se extienden a lo largo de los pilares, devorando los vestigios de la gloria, reduciendo a cenizas las esculturas de los antiguos emperadores que reinaron alguna vez en este palacio.

De hecho, hay sangre fuera del palacio.

La sangre de héroes y de inocentes está forjando un riachuelo de agonía, adornado por un millar de cadáveres que se arrastran entre las piedras; mientras, la creadora de esta masacre camina con parsimonia dentro de las vigas podridas del recinto.

El sonido de sus tacones al golpear la piedra pulida forma un constante eco, el filo de su espada lacerando las paredes se maximiza como si fuese una marcha fúnebre. Quien dio muerte a todos aquí, se mueve entre los pabellones del palacio como si este fuese suyo, como si siempre hubiese sido suyo.

Al final de todo el camino de mortífero silencio, le aguarda un trono destruido; sin brillo, sin gloria ni belleza. El trono está cubierto por cenizas, manchado con sangre, y, aun así, ella toma asiento en él como si estuviese destinado a ser así.

"¿Estas satisfecha?" le pregunta su consciencia, pero no hay respuesta "Habiendo matado a todos aquí, ¿Te sientes satisfecha?" se repite la pregunta, y la única cosa que tiene para decir es más una evasión que una réplica "Hice lo que tenía que hacer, por mi hija, por mi gente." Ignora el aroma del viento lleno de carbón y hierro, ignora el goteo constante de su espada, acalla su consciencia con el constante pensamiento de que hizo lo que hizo porque tenía que hacerlo.

No importa si masacró inocentes, no importa si manchó este palacio de cadáveres y sangre. Es irrelevante, porque ahora tiene el poder, el trono y el palacio; puede hacer las cosas bien ahora, puede arreglar las cosas ahora, puede ayudarlos a todos ahora, ¿No es así? Sería una pena, una gran pena que ninguna de estas cosas le devuelva a la hija que perdió durante la guerra que ella misma creó.