Si llego a fallar entonces perdóname por equivocarme, soy consciente que puede que me equivoque eso me hace ser un tonto tal vez mucho. Si deseas utilizarme hazlo con gusto yo no pondre ningún impedimento, puedes tratarme como un juguete y luego desecharme todo aquello estará bien, pero todo tiene una condición; si lo harás al menos dímelo en vez de engañarme porque las mentiras siempre se descubren; sé que ignoro muchas cosas; nunca escucho nada de lo que me respecta a mi; niego con una sonrisa un dolor, ese soy yo dejándome dañar así de simple suena es solo que la misma realidad no lo es tanto.

Muchos dirán que seré idiota al verme feliz siendo humillado y golpeado diariamente, si tan solo intentara detener la burla puede que algo cambiara, pero eso no es mi propósito tampoco soy un tonto, sé como son las cosas y por más que trate de verle una buena razón no es cierto, no esta mal ser dañado el problema esta en cuando lo intentas ignorar haciendo que la sonrisa sea lo más común en ti, pero es un engaño porque una vez que nadie esta viendo ya todo el juego acaba; la mascara cae; mi boca se mantiene callada; mis ojos se oscurecen; todo de mi vuelve a su oscuridad sombría muy posiblemente solo sea yo mostrándome tal como soy.

Debería haber una intención ante tal actuación aunque sea una diminutiva razón en cambio no la hay y de haberla seguramente la habré bloqueado de mi mente, no soy perfecto he dejado mucho tiempo que jueguen con algo tan frágil como lo es mi corazón, pero ese es mi problema entregarlo todo para ser herido una y otra vez hasta que aquello se vuelva una rutina constante. Habrá un rostro sonriente cada día; alegre como si fuera una llama de vida; gracioso y emocionado, pero cuando el juego termina vuelve a su falsedad; la llama muere, se deprime y solo se queda en silencio buscando la manera de sobrevivir a su inutilidad en el mundo.