Se dijeron palabras que no eran verdades, miradas lejanas se dirigieron entre gestos fríos quisieron creer que eran dueños de sus sentimientos pudieron pensar que no habría más dolor por una traición, cegados por palabras sin emoción alguna con esperanzas falsas algo previsto entre ellos y de igual forma apartaban la idea de una ruptura. Un cuerpo se mantiene quieto observando una pared llena de recuerdos de antaño traspasando la habitación a un pasado hecho cenizas en un mundo tan colorido con imágenes de una gran felicidad que había creado un eco en el corazón, otro ruido la despierta de esa fantasía regresándola a una realidad oscura las lágrimas vuelven a esparcirse en su rostro mientras trata de mantenerse fuerte ante los gritos que no se detienen de resonar por todo el lugar. El suspira cansado tirándose al suelo golpeando con fuerza las heridas causadas por su terquedad sin saber que decir vuelve a insultar sin razón aparentemente, está agotado de la misma historia de siempre, cierra sus ojos agotado y vuelve a pensar en aquel paraíso que una vez tuvieron la nostalgia sacude su cuerpo haciéndolo estremecer de rabia, esa historia solo fue otra de las muchas que ha contado nada más que un mal recuerdo que será difícil de olvidar. Los dos culpables de caer en la tentación del vicio que es el engaño, ambos sabían que hacían mal cuando probaron el fruto prohibido de la pasión del demonio andante que pasaba al frente de sus ojos, pudieron evitarlo si no hubieran desviado la mirada si aquel segundo no hubiera sido tan dañino seguirían estando en el paraíso que forjaron y sin embargo tuvieron que caer en el infierno provocado por ellos mismo. Un dolor plagado de torturas, crueles palabras salidas de la boca de quienes se juraron amarse por toda la eternidad nada más quedaba que solo firmar la hoja del divorcio aquel amor murió al momento de apartar la mirada del ser amado.