Mi amada esposa

Cuando la conocí ella nunca me atrajo de ninguna manera posible no me había interesado de ninguna manera solo fue un encuentro que esperaba que no volviera a repetirse, no era la clase de chica que me llegara a interesar era de un terrible mal genio, muy poco sociable y hasta demasiado ruda para mi, pensé que era una estupidez el hecho de tener que hablar con ella, la diferencia entre ambos era muy evidente éramos demasiados opuestos como para encajar, yo era todo un mujeriego nunca tenia una relación larga siempre la acababa el mismo día y realmente no me importaba mucho, cuando ella apareció en mi vida supuse que nada mas habría entre nosotros dos, solo una presentación y eso seria todo, pero así el destino no lo quiso tal vez por capricho es que nos mantuvo juntos, al inicio nada iba bien nosotros nos detestábamos nuestras peleas eran tan típicas todos los días que se podría decir que el odio era inmenso pero con el tiempo la relación comenzó a suavizarse con el tiempo note cosas que al principio nunca pensé que ella tuviera, la verdad era que ella era una persona muy divertida, demasiado dulce y poco común disfrutaba pasar tiempo con ella de una manera el mujeriego que solía ser comenzaba a desaparecer ya no me interesaba mucho andar con varias personas, ella había alegrado mi vida sin percatarme ella se volvió mas parte de mi de lo que esperaba, había llenado ese vació que sentía mi corazón, el tiempo que pasamos eran de lo mejor nos volvimos mejores amigos inseparables discutíamos y peleábamos pero aun así siempre estábamos juntos, cuando me di cuenta yo ya me había enamorado de ella, se me hizo increíble que algo así sucediera "Enamorarme" algo que jamás creí sentir, cada día se me hacia complicado evitar este amor no podía evitar los celos que me daba pensar que alguien mas estaría con ella, estaba muy asustado en ese tiempo pensaba que ella no me amaría como lo hacía yo era muy probable que me rechazara y se alejara pero el día en que se lo dije ella me sonrió y me abrazo para luego besarme era un poco tonto haber dejado que ella tomara la iniciativa pero siempre ella ha sido así, desde ese momento empezó nuestra relación cada día me enamoraba mas de ella y no lo evitaba, la relación no había cambiado mucho solíamos discutir como siempre, peleábamos como siempre, bromeábamos como siempre, lo único distinto esta vez es que a veces nos coqueteábamos y en este caso terminábamos besándonos, me sentía muy feliz, no tarde mucho en pedirle matrimonio si es una locura hacer esto pero no quería que se fuera de mi lado ella se sorprendió cuando se lo dije tardo mucho en hablar por un segundo sentí miedo pero luego paso lo que paso me dio una cachetada y vaya que me dolió pero luego me dio otra para luego darme una ultima mas y luego me salto encima y me abrazo diciendo que era un tonto, no lo niego si lo soy pero un tonto enamorado al final nos casamos no fue nada muy ceremonial ni tampoco invitamos a alguien, nuestra boda se podría decir que fue un secreto, si es algo gracioso de escuchar de alguien que pensaba que nunca me atraería terminaría siendo el gran amor de mi vida, para alguien que nadie le importara el hecho de haberse enamorado fue algo que le cambio la vida aunque este cambio realmente fue lo mejor que me pudo haber pasado, ahora no me siento solo porque tengo a mi amada esposa y con ella puedo decir que realmente soy feliz a su lado y que nunca pienso alejarme de ella.

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