En una época antigua había nacido una chica a la cual desde el momento en que nació fue odiada, no había razón que explicara el porque la odiaban si ella no había hecho nada malo pero era así, desde pequeña tuvo que vivir siendo despreciada por todo el mundo, ella no lo entendía ¿Qué había hecho ella para que todos la odiaran? No era mala, no sentía odio, solo quería que alguien le hablara y que no la despreciara pero cada vez que se acercaba a alguien siempre era odiada y criticada incluso sus propios padres la odiaban, ella siempre lloraba cada noche mientras observaba el cielo estrellado siempre deseando el mismo deseo que era

"Que por favor estrellas que iluminan aquel cielo brillante estrellas que siempre están juntas por favor solo concédanme este deseo... dejen caer una estrella de el cielo para que me acompañe y no me odie solo eso por favor... "

Con el tiempo aquel deseo se fue alejando mientras la chica crecía comenzó a dejar de creer que alguien realmente sintiera deseo de estar con ella, estaba tan acostumbrada a la soledad que ya era un habito estar siempre sola, con el pasar de los crueles años ella dejo de creer que valía algo, estaba sola desde el momento que nació y estaría sola hasta el día de su muerte bueno así ella pensaba y realmente no le importaba mucho ya las crueles palabras y la discriminación que sufría dejo de afectarle, su mirada dejo de existir expresión se podría decir que ya no había vida en su interior pero un día algo cambio un extraño su solitaria vida algo había caído ante su ojos, era un extraño sujeto que había aparecido de la nada, no sabía como había llegado pero estaba ahí mirándola con una sonrisa, ella se alejo de aquel extraño pero aquel sujeto la seguía, era extraño para ella ¿Por qué a ella la seguía? ¿Acaso se estaba burlando de ella? ¿Quería hacerle daño? Millones de preguntas pasaron por su mente pero algo si sabía era imposible que aquel extraño sintiera deseo de hablarle así que se lleno de coraje y lo enfrento

-¡Deja de seguirme! Ya conseguiste burlarte de mi ¿Qué mas quieres? ¿Humillarme? Pues entonces hazlo de una vez.-ella estaba furiosa quería acabar de una vez esta estupidez estaba harta de lo mismo de siempre si el iba a hacer algo que lo hiciera de una vez era lo único que ella deseaba pero aquel sujeto solo le sonrío y la abrazo y solo dijo

-No podría hacerte esto, para una persona maravillosa como no sería capaz de dañarte.-Hablo entre susurros mientras la chica lo golpeaba con mas fuerza para poder liberarse ella no creía ningunas de su palabras era imposible que alguien la quisiera era claro que era una broma, trato de alejarse de el pero el solo la abrazaba mas fuerte, ella lo pateo y se libero de su agarre y le grito

-¡¿Yo una persona maravillosa?! Por favor deja de tus juegos se que no valgo nada, por eso todo el mundo me odia y sabes que ya no me importa ¡Ya termina de una vez tu juego y humíllame de una vez!-Estaba cansada que no pudo evitar llorar, estaba cansada de que jugaran así con ella, estaba cansada de que se burlaran de ella, estaba cansada de ser odiada solo quería que la pesadilla acabara rápido, pero aquel sujeto la abrazo con mas fuerza mientras lloraba con ella solo para decirle entre sollozos

-Perdóname lamento no haber llegado cuando mas me necesitabas, se que te sentías sola, se que sufriste, lamento haber tardado mucho tiempo pero ahora estoy aquí y te juro que me quedare a tu lado aunque tu desees que me aleje te prometo que nunca te dejare aun si tu me odias me quedare contigo.-El sujeto lloraba mientras la abrazaba era muy evidente sus lagrimas eran reales, ella estaba asombrada ¿Por qué el se disculpaba? ¿Cómo sabía que ella sufría? Ella estaba muy confundida que no noto que aquel sujeto se separo de ella y ni escucho lo que el dijo hasta que el la beso en la frente y ella reacciono.

-¿Por qué tratas de ser amable conmigo? Yo se que no valgo nada ¿Por qué sabes tanto de mi y por que te disculpas? No entiendo nada de esto.-Hablo con sinceridad mientras trataba de calmar sus lágrimas que no habían parado.

-Por que yo soy aquel deseo que pediste todas las noches, ese aquel que deseabas que no te dejara sola, ese tonto que se demoro mucho en aparecer, yo soy una de las estrellas que deseabas tener a tu lado.-Hablo llorando mientras se tiraba al suelo con tristeza, la chica esta sorprendida ¿Acaso su deseo se cumplió?¿Ya no estaría sola? ¿Era posible que todo esto estuviera pasando o solo era un cruel sueño? No lo sabía pero algo si sabía es que si era un sueño o no solo por esta vez no se sentía odiada ni despreciada si no que se sentía querida y que al menos alguien ella le importara, aquella chica solo abrazo al sujeto ahora no se sentía sola, ya no había soledad solo pudo decir.

-Te tardaste mucho pero gracias por haber llegado.-El sujeto al escuchar eso sonrío y la abrazo con mucha mas fuerza para así decirle que ya no estaría sola que el estaría con ella y nunca la abandonaría aunque ella ya lo sabía.