Lo que una vez fue un sentimiento de dolor ha vuelto a hacer un hueco en un corazón ensangrentado, dejando las marcas de golpes que no son visibles ante los ojos fríos que sin vida observa un cuerpo abatido por la solitaria soledad que se aferra de manera desesperada a él. Un recuerdo olvidado viaja por los mares de las lágrimas que una vez derrame pensando en una felicidad que nunca sería concedida, sentimientos perturbadores invaden nuestra mente de manera angustiosa, una voz grita retorciéndose del miedo a perderlo todo. No importa cuán lastimado lleguemos a estar no detendrá las cicatrices que siguen aumentando por cada comentario hipócrita de quienes nos rodean con sus sonrisas tan falsas que hieren hasta hacernos desfallecer y sin importa si caemos ante sus miradas apartadas, todo aquello lograría ser ignorado por la absurda negación de los hechos en los cuales todos somos culpables. No se puede mentir a una devastadora realidad que sucumbe de las tinieblas más profundas, trae consigo miles de secretos nunca revelados que varios intentan ocultar asesinando a los testigos por el arte de la manipulación de sentimientos. Un juego macabro hace su aparición al momento de un simple sonido de una hoja caer, tranquilo ataca volviéndonos a todos locos al no saber cómo actuar ante una verdad callada por años. Protestas de voces molestas se hacen presente en una velada tan sombría como la noche, quejas e insultos de quienes una vez decían que jamás podrían lastimarse entre sí, dagas apuñalan de frente y sin que nadie pueda decir lo contrario todo sale a flote con acusaciones cada vez más dolorosas que la anterior, solo con un propósito dañar y ser dañada, nada más simple que una situación de tragedia en una cena familiar de una hipocresía mucho mayor a la que nunca se vio. Podemos fingir que nos amamos ante los demás, pero aquí nadie es un santo como aparenta, todos somos unos demonios infiltrados en un hogar que se destroza ante las palabras amargas y crueles que decimos sin pensar, una escena bastante trágica en la realidad de una noche.