Ella

Ella era la persona mas encantadora del mundo, tan bella e única a su vez, con su hermosa sonrisa que iluminaba mis días de oscuridad o esa sencilla calidez que me otorgaba cada vez que sentía que el frÍo podría matarme, adoraba todo lo que ella me entregaba y escribiendo desde el interior de mi corazón podría contar cada relato de los momentos que vivimos juntos como si todo hubiese pasado en un minuto, fue fantástico lo que vivimos todo parecía ser un hermoso sueño en cual pensé que nunca podría despertar, realmente la amaba demasiado e incluso mas de lo que debería hacerlo pero era inevitable sentir aquello, su dulce voz tan suave podría detener a cada uno de mis demonios, sin duda ella era mi todo e inclusive mucho mas que un todo pero nada es para siempre y tal como lo suponía su tiempo a mi lado se hacía cada vez mas corto, la sonrisa no aparecía con frecuencia, las salidas que teníamos ya no se dieron mas, nuestro tiempo juntos cada vez disminuyo mas, no lo había previsto y tampoco pude creer que algo así llegaría a suceder pero llego y enfermaste, cada vez tus manos se volvían mas frías, tus ojos perdieron su brillo, tu rostro dejo esa expresión de alegría para volverse una de tristeza, todos los días iba a verte al hospital, siempre mirabas por la ventana con melancolía, a pesar de que nada era como antes yo seguía amándote cada vez mas, tu me dijiste que debía encontrar a alguien mas, alguien que llegara a hacerme mas feliz en vez de estar perdiendo el tiempo, yo sabía que tu tiempo un día acabaría era algo que ya estaba en mi mente pero sabiendo eso prefería quedarme a tu lado, te abrazaba con ternura mientras veía como tus lágrimas pasaban a través de tu rostro, no importa si es por un segundo o mas yo estaré a tu lado hasta que aquel día gris llegue yo seguiré contigo y al final ese día llego, era tan gris que no tardaron en aparecer las nubes, muchos se fueron alejando del lugar pero el único que se quedo a pesar de la lluvia fui yo, no era algo que me importara en realidad con esa lluvia podría llorar sin que se vieran mis lágrimas, no tarde mucho en gritar pues no lo podía evitar, ya no te tenia a mi lado quería morir e irme contigo pero sabía como eras tu y se que te dolería si lo hiciera, me aferre a tu lamida entre llanto de dolor, bese con amor esa lapida mientras esparcía flores en ella, te extrañaba tanto que ya no había mas que un cruel vacío en mi corazón, la lluvia era fría y amarga pero reconfortante de una manera al final salió el sol y tuve que marcharme llevando conmigo el gran dolor de tu partida.

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