Existió una vez un fabricante de mascara, el fabricante era muy talentoso pero él no se sentía orgullo, el fabricante nunca mostraba expresiones aunque creaba mascaras para cada emociones o deseos de las personas él no tenía ninguna, el fabricante trabaja día y noche creando máscaras, un día se le presento un príncipe pidiendo una máscara que pudiera ocultar su infelicidad el fabricante la creo le dijo al príncipe que la máscara solo engaña pero la verdad saldrá y es la que mas daño causa, el príncipe le dio igual sus palabras y se llevó la máscara consigo, el fabricante no mostro expresión alguna, al otro día apareció una sacerdotisa pidiendo una máscara que pudiera hacerla ver mucho más bella, el fabricante la creo pero antes le dijo la belleza no se encuentra en una máscara si no en la persona, la sacerdotisa lo ignoro, el fabricante termino la máscara y se la dio otra vez no mostraba expresión y así pasaba continuamente la gente pedía mascaras para todas clases de cosas y antes todas el fabricante jamás mostro expresión, un día un joven aprendiz llego a la tienda del fabricante, el fabricante esperaba que el aprendiz pidiera una máscara, pero el solo las observaba, el aprendiz le pregunto porque creaba máscaras y el fabricante dijo las creo solo para ver que ilógico es el mundo buscando cosas para engañarse a ellos mismos, el aprendiz le pregunto nuevamente y porque llevas tu una máscara también te engañas a ti mismo, el fabricante no entendió tal pregunta, el aprendiz se le acercó y le dijo tu mascara oculta expresiones y deseos tú la ocupas solo para ocultar todos lo que sientes, el fabricante no dijo nada tampoco se dio cuenta cuando el aprendiz se fue, el fabricante estaba perdido en sus pensamientos entonces para quitar sus dudas el fabricante se vio en un espejo y se tocó su rostro y si era verdad él ocupaba una, el fabricante se sacó su propia mascara y al hacerlo lloro y sonrió el fabricante había sido engañado por el mismo, siempre utilizo una solo que jamás la noto y dijo puedo crear millones de máscaras y cada una distinta para casa persona pero jamás pensé que yo también usaba una me engañe a mí mismo igual que lo hacían los demás.