Te escucho pasar los recuerdos se alejan de mi mente, el cielo se derrumba por el apocalipsis que se demuestra enfrente de nuestros ojos, tus besos queman mis labios, te extraño tanto que no sé cómo vivir sin tu luz, el amor que prometimos mantener en la distancia está destruyendo mi voz. La tormenta resuena por mis oídos inaudible, la puerta se cerró ya no podemos abrirla esto se vuelve la tristeza del corazón, en el pasado podíamos vernos huyendo para hacer real nuestra historia, huíamos de los prejuicios que atacaban esta relación, si lo hubiésemos pensado o simplemente nos hubiéramos dado nuestro tiempo quizás este dolor dejara de sentirse. Quiero gritar por lo angustioso que es saber que no se puede regresar al pasado, creí que nos conocíamos que la eternidad era un juramento que jamás podría romperse pero ahora solo la oscuridad se apodera de los fragmentos rotos que quebramos con nuestras peleas, la estrellas se hacen polvo y se pierden en sentimientos solitarios, negar que una vez nos amamos solo para no sufrir la perdida, el infierno sigue estando frió mientras espera el regreso de los caídos como yo, sé que el amor puede ser cruel y sin embargo sigo aferrándome a un recuerdo que se aleja de la realidad y para cuando todo siga haciéndose pedazos este amor tratara de renacer haciendo lo imposible para que las cenizas no se las lleve un viento sin piedad, te seguí sin ni siquiera ver el camino por el cual me llevabas, mueren el contacto de nuestras manos al solo toque, tu mirada angelical sonríe con superioridad mientras que mi monstruoso rostro solo puede mirar hacia el suelo ocultando las lágrimas que anhelan caer por mi rostro, miles de palabras se pierden en expresiones frías que no trasmiten ni una chispa de vida, solo creímos en ilusiones del otro y para cuando abrimos los ojos ya estábamos condenados a vivir con la tristeza que dejo nuestro propio ego e impulsivo actos de juventud en un tonto amor de juventud.