IV

Era ya un poco adentrada la tarde, Ilias se encontraba de camino a casa de un viejo amigo, estaba emocionado, despues de casi dos años lo volveria ver, su gran amigo Krest

Pero, definitevamente aquella visita no salio como el lo tenia planeado.

Al entrar en aquella habitacion encontro algo que lo hizo estremecerse y preguntarse ¿que hacia él en aquel lugar?

La escena era tan ¿amorosa? Dos hombres uno sobre el otro, comiendose a besos como si del más delicioso fruto se tratase.

-Q...¡¿Qué?! -el pobre hombre apenas pudo articularcar aquella palabra

El otro par era tan diferente de él,  y uno del otro. Mientras Zaphiri estaba intentado curbir su rostro de la verguenza que sentia, Krest solo podia mirar con enfado al visitante por haberlos interrunpido

-¿Que haces aqui? ¿Que no te habias ido del país por trabajo? -Pregunto el acuariano mientras daba ligeras caricias a los cabellos del menor

-Si...pero volvi para ver a mis amigos, aunque esto no es precisamente lo que esperaba -dijo el castaño intentando salir de aquel shock inicial

Krest le explico todo los hechos, lo cual más que apaciguar la ira de su amigo, solo la incremento más. Pronto la habitacion se lleno de gritos, una gran discucion se hizo presente, los dos amigos solo dejaban que su ira incrementara cada vez más

-¡Krest estas casado, y tienes un hermoso niño! ¡¿Por qué eso no es suficiente para ti?!

-¡¿Por qué te importa es mi vida?!

El castaño hiba a decir algo más pero la voz del escorpio lo interrumpio con un nuevo grito

- ¡Ya no se peleen! Por favor -dijo el menor de todos metiendose en medio de los otros dos hombres- mejor vamos a la sala a hablar mejor

[...]

Una vez los tres hombres estaban en la sala se creo un ambiente tenso y silencioso, silencio que fue roto por el leo

-Entonces...son amantes -los otros dos solo asintieron en silencio- ¿desde hace cuanto?

-Ya se van a cumplir cuatro meses -respondio el acuarianl

-Entonces hasta llevas la cuenta -bromeo el otro visitante, comentario que hizo que las mejillas de Krest se tiñieran de un leve tono rojizo- Garnet es una gran mujer -dijo Ilias después de una pausa

-Lo sé, pero, yo no la amo, nunca lo hice y tú lo sabes -se defendio Krest

-Si, pero pensé que por lo menos respeto podias guardarle -dijo levantandose del sofa- Lo siento pero esto va en contra de mis principios, asi que ahora lo que puedes hacer es...rezar por mi silencio -se dirijio a la puerta y una vez en el marco de esta volteo y dirigio unas ultimas palabras- Hasta pronto amigo mio -dicho esto desaparecio entre las oscuras calles de la ciudad.

Krest se dejo caer de rodillas en el suelo, encerrado en sus propios pensamientos, si Ilias le decia al mundo, todo se habria acabado, los rumores estarian de sobra; la reputacion que le llevo años counstruir, se destruiria en cuestion de segundos

Mientras, Zaphiri se abrazaba a si mismo en el sofa, sus mejillas estaban humendas por las lagrimas que caían sin parar, sus ojos rojos por el llanto desesperado de este, él lo sabía bien, si aquel secretito suyo salia a la luz, todo el mundo de su amado se aceria en mil pedazos, y todos seria su culpa

Ambos permanecienron asi unos minutos, que parecieron horas, antes de que Krest se levantara para dirigirse a su oficina sin siquiera mirar al menor por la verguenza.

[...]

El peli castaño seguio caminando por aquellas oscuras calles, hasta detenerse enfrente de una vivienda, las luces seguian ensendidas, y alli estaba, el joven de largos cabellos rojizos en la sala leyendo detenidamente un libro.

El castaño se acerco a la ventana y le dio un ligero golpeteo, al tener la atencion del pelirojo dibujo un corazon sobre aquel vidrio, acto que provoco una sonria en el otro

[...]

Las horas pasaron y el acuariano aún no salia de aquela habitacion, el menor se dispuso a irse, cuando...

-Krest- llamo el escorpio desde el otro lado de la puerta- es...es Ilias

Aquella palabras hicieron que el hombre se levantara de su asiento y bajara lo más rapido que se le hizo posible hasta la sala, allí estaba el castaño algo sudoroso, con el pelo desordenado y las mejillas tornadas de una leve carmín

-...N...No estoy de acuerdo con lo que haces -dijo con seriedad el recien llegado- pero no dire nada...lo prometo -sonrio levenmente posando sus dedos en sus labios -no hagas algo de lo que te arrepientas- dicho esto volvio a dejarlos solos

Krest se recosto en el marco de la puerta, ¿de verdad guardaria silencio? Bueno de algo estaba seguro Ilias nunca faltaba a una promesa, se dio vuelta y cerro lentamente la puerta para luego encontrarse con el joven en frente a él

Este estaba derramando lagrimas de puro alivio, le dedico una torpe sonrisa, la cuál Krest correspondio con un tierno beso, que fue aceptado por el otro gustoso

Estarían a salvo...por ahora


[...]

¿Que les parecio?

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