Reflejo


¿Leyeron alguna vez los piropos que trae dentro del envoltorio cierta marca de chocolates? Uno que recuerdo bien decía "si tuviera que hacerte un regalo te daría un espejo, porque después de ti lo más bonito es tu reflejo" y fue tan dulce como el chocolate que vino consigo. Sin embargo después de mi lo peor que hay es mi reflejo... o eso creo... dependiendo de lo que consideremos "reflejo".

Hola, mi nombre no importa, mi edad tampoco. No quiero ser grosera, lo siento, es que lo que trataré de decirte no tiene nada que ver con eso.

Vayamos al grano... o intentemos...

Cada mañana al levantarme hago lo mismo que hace la mayoría de la gente, la rutina es normal, etc, sin embargo yo en el único momento que me atrevo a mirarme al espejo es cuando me peino (si me peino), o cuando compro ropa nueva, lo cual hago dos o tres veces al año (si necesito de urgencia alguien más que conoce mis gustos y cuerpo va por mí y me ahorra el estrés de hacerlo yo).
Posiblemente ya sepan de qué les hablo y por qué ir de shopping no es lo mío.
Mido un metro cincuenta y peso treinta y nueve kilos, ¿pueden imaginar qué clase de ropa me queda bien?... Ninguna casi, porque si me queda bien de largo me queda mal de cintura y si me queda bien de cintura resulta ser muy largo, eso con los jeanes o pantalones, de t-shirts o remeras digamos directamente que ninguna me queda bien por ser muy plana de tetas. Es muy frustrante. La única vez que pude salir feliz de una tienda de ropa compre un jean negro talle treinta y cuatro, elastizado y con cintura alta que además de ser cómodo me quedó a la perfección, es mi favorito y a quien lo tome lo mato (bueno, no, pero lo amo), y no se volvió a repetir, tenía dieciséis años, aún lo conservo, fíjense. Lo que si me gusta es comprar calzado, numero treinta y cinco, nunca tuve problemas con ello.
Cada año me propongo subir de peso aunque desisto enseguida porque no lo consigo, siempre llego a los cuarenta y cinco kilogramos y de ahí, aunque coma como cerdo, no salgo. Si dejo de comer, obviamente bajo y vuelvo al peso que ahora tengo. Es bastante feo, no solo por el tema de la vestimenta, sino por lo delgados y largos que se ven mis huesos. Bueno, los huesos son delgados en sí, me refiero a que se notan mucho haciendo que parezca que "cuerpo", lo que se dice "cuerpo" no exista casi (osea, masa muscular no tengo, mi cuerpo se reduce a piel y huesos ¿me explico? ¡Me hice un enredo!) Y créanme que ni para uno mismo es lindo ver eso. O tal vez ese sea el problema.
Si te preguntas si me alimento bien, si, lo hago, gracias por tu preocupación, sin embargo no resulta, mi límite es cuarenta y cinco, y bajo, es como un ciclo que mi cuerpo se impuso por diversión, ¡qué sé yo!

Vayamos a mi cara... nací con una nariz chiquita de tabique, pero ancha en la parte inferior. Tengo labios lindos, si me agradan al igual que mi color de ojos, ¡lástima que no había del mismo tono ni tamaño! Llegué tarde a la repartición de accesorios y no habían quedado conjuntos sino repuestos. Y la frente, demasiado ancha, imagino a Moisés cuando cruzo el desierto yendo desde Egipto a la tierra prometida, siendo Egipto mis cejas y la tierra prometida mi cabello (¡no Moisés, no te trato de piojo, no es esa mi intensión!). Mi cabello si es hermoso, sobretodo porque lo cuido mucho. Es rojizo, largo y ondulado.

Ahora imaginen toda la descripción en conjunto: soy un grano de arroz con tuco. ¿Quién se anima a caricaturizarlo?

Suspiro y pregunto "espejito, espejito ¿quién es la más bonita del reino?" y mi conciencia responde "¡estúpida, qué pregunta haces! Sabes que sos hermosa y no por lo que te muestra ese objeto inerte de tu cuerpo, si no por lo que tu inteligente mente piensa y lo exterioriza con tu boca. Además en este país no hay monarquía desde hace mucho tiempo y la democracia te gusta mucho, ¿a qué venís con eso?"... No está de buen humor mi conciencia, bueno...
Aunque tiene razón... lo más bonito que yo tengo me sale del cerebro, órgano que lo controla todo y no importa como sea el cuerpo en que lo transporte si no con qué lo alimento y cómo lo uso, y mi cerebro está muy bien alimentado según yo. Aprendemos todos los días cosas nuevas y las decisiones las tomamos en base a la reflexión; obtenemos y respetamos valores, creencias e ideas, y las hacemos nuestras guías en el camino de la vida, siempre apuntando a seguir creciendo. Si me ves charlemos, conozcamonos que lo mejor de un ser humano viene de adentro, y yo por dentro no soy fea, yo solo soy, y de seguro vos también solo sos. 

Entonces contame, ¿Cuál es tu más bonito reflejo?

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