Capítulo 14

- Juraste no volver por aquí, aunque claro eras muy pequeña - Brenda quedó paralizada al oír de nuevo aquella voz que resucitaba de su pasado -. Imagino que después de tanto tiempo no vienes a darme las gracias. 

- Arruinaste mi vida - le espetó con toda la ira que sentía en ese momento y que nada tenía que ver con él. 

- Me limité a cumplir un encargo y cobré por ello, las consecuencias que ello comportará no tienen nada que ver conmigo - Brenda no podía hacer ninguna réplica a aquellas palabras ya que eran verdad. 

- Pudiste haberte negado. 

- ¿Has venido hasta aquí para pedir explicaciones? ?¿Después de tanto tiempo? - pasó por delante de ella hasta colocarse justo enfrente de una puerta de la que Brenda supuso que seria su casa - ¿Vas a pasar? - Brenda dudó por unos momentos pero después recordó cual había sido la finalidad de ir hasta allí y le acompañó hasta el interior. 

Solo cruzar el umbral de la entrada una mezcla entre rancio y cerrado le entró por las fosas nasales teniendo que hacer un gran esfuerzo por contenerse y no vomitar. Se sujetó a la puerta y se quedó mirando fijamente a la espalda del hombre al que había venido a ver para que la ayudara con el embrollo en el que ella sola se había metido por un seguido de malas decisiones. 

- No he venido a pedir explicaciones de lo que pasó hace tiempo, en absoluto - el hombre se giró de forma violenta y la agarró por los hombros. 

- Hace tiempo no pasó nada. Recuerdo que os dije que nadie lo sabría y que si contabáis algo las consecuencias para vosotras serían desastrosas. 

- Mi madre no contó nada en ningún momento, se llevó el secreto con ella a la tumba. Tampoco yo he dicho nada - Brenda era consciente del miedo que estaba sintiendo y de cómo le temblaba la voz -. Si he vuelto a venir es porque requiero de sus servicios una vez más. 

- Siéntate - le indicó ofreciéndole asiento y una copa de vino. Brenda miró toda la estancia que la rodeaba y durante unos segundos dudó en si sentarse era una buena opción dado el estado de todo el mobiliario y de la casa en general -. Le recuerdo que mis honorarios son elevados, de modo que si no puedes hacer frente, te pido no me hagas malgastar mi tiempo. 

- No se preocupe, puedo asumirlo - tras pronunciar aquellas palabras Brenda empezó a explicarle toda la historia desde el principio sin omitir ningún detalle. Le costó mucho menos de lo que en realidad creía. Era una completo desconocido y prefería obviar cuales eran las razones que lo impulsaban a hacer las tareas que aceptada al igual que prefería no saber qué metodos usaba. 

- Vaya, vaya, señora Parks. Se ha metido usted en un lío tremendo - hizo una pausa para encenderse un cigarro y tomar aire -, y sin duda se ha relacionado con personas muy peligrosas. 

- ¿Acaso les conoce? 

- Digamos que sus amigos y yo frecuentamos lugares similares, es más, si no me falla la memoria hemos coincidido y trabajado conjuntamente en uno que otro trabajo. Lo que hacía mucho que no oía hablar de ellos. 

- ¿Podrá ayudarme? - Brenda era consciente de que estaba suplicándole, cosa que no fue su intención en el momento en que decidió ir hasta allí y se bajó del coche. 

- Si lo que me está preguntando es si podrá salvar a su amiga la respuesta es si. En cuanto a ayudarla a usted va a ser más díficil. Ha asumido con ellos una deuda que no se va a solventar con dinero. 

- ¿Qué quiere decir? 

- Les ha delatado. El anonimato es su firma. El haber permitido que su amiga se acercase a ellos y supiese del trato que tenían con usted ha hecho que ellos no confíen en usted y le vayan exigir algo más que dinero. 

- Por cómo habla parece que sea usted uno de ellos. 

- Tal y como le he dicho hace un momento, trabajé con ellos hace un tiempo y nos movemos en los mismos ambientes. 

- ¿Cómo podríamos hacerlo?

- ¿Qué le hace pensar en que usted va a poder hacer algo?

- No sé....pensé que... - al intentar pronunciar esas palabras se dio cuenta de lo absurda que sonaba la idea de que ella se pusiera a jugar a los espías para salvar a Shanon - bueno, al fin y al cabo, es culpa mía lo que está sucediendo. 

- En efecto, al fin habla con sensatez. Todo esto es culpa suya y debería haber acudido a mí que soy de confianza - a Brenda no le pasó desapercibido el tono de burla que ocultaban esas palabras -, antes que a esos sicarios, pero lo hecho no tiene marcha atrás. Ahora dejéme unos días y le diré lo que hacer. 

- De acuerdo, dígame ¿cómo me pongo en contacto con usted? 

- Parece que se le ha olvidado, yo me pondré en contacto con usted. Por su parte, siga haciendo como si nada. Usted y yo nunca hemos mantenido esta conversación, nunca me ha explicaco nada y mucho menos ha venido hasta esta parte de la ciudad para contratar mis servicios. Ahora márchese. 

- Está bien, solo dígame algo que mi madre nunca me contó. 

- Usted dirá, si está en mi mano. 

- ¿Qué suerte corrió mi padre?

- Lo que se espera de alguien de su calaña, quédese con la agradable sensación de que su madre fue libre del infierno que vivió durante años solo por protegerla a usted.  

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top