Epílogo.
-y bien mis niños ¿Que opinan?
¡Será magnífico, cierto!
El patriarca de los Médici hablaba animado, extendiendo sus brazos mientras una enorme sonrisa cubría su rostro.
Frente a él se encontraba toda su familia, los adultos, reunidos al rededor de una mesa donde se podía apreciar una pequeña maqueta de la futura gran obra de los Médici...¡La Biblioteca Medicea Laurenciana¡
Lorenzo había enviado a algunos de sus allegados a Europa del Este para recuperar obras clásicas, tenia planeado fundar talleres y copiarlos y que de esta manera la gente en toda Florencia los conociera.
Esta de mas decir que para algunos eso era una perdida de tiempo y dinero, pero para otros era una hermosa labor altruista y le apoyaban completamente, entre estos se encontraban Albafica y Degel, el último casi lloraba de la emoción, ahora entendía el porque había ido a su casa la semana pasada y saco a su esposo de la cama para mandarlo a Grecia, al parecer con la esperanza de que recuperará algún pergamino o algo.
-sera Mangifica, ya me imagino, uno de los lugares más altos, con un hermoso jardín para que estudien al aire libre, también habrá talleres donde se les enseñará a encuadernar y...bla,bla,bla,bla .
Por cerca de dos horas a los demás solo les quedó escuchar lo magnífico que sería e incluso se vieron obligados a aportar alguna idea.
-No puedo creerlo, será una biblioteca enorme...casi como las de Alexandria.
-SI, es una magnífica idea.
-yo creo que también se podría abrir una pequeña escuela, para que los niños pobres aprendan a leer.
Degel, Albafica y Yutzurija estaban emocionados, mientras Shion y Manigoldo no tanto, esto solo significa una cosa...conseguir más fondos, más material, trabajadores y un sin fin de cosas más, ende, más trabajo para ellos.
Ya habían pasado siete años desde su boda, desde entonces todo marchaba bien, con una que otra pelea y algunos altibajos, pero siempre lograban salir adelante, hablando y apoyándose mutuamente.
Albafica había mejorado tanto que incluso se había convertido en mecenas de algunos artistas y científicos, también había hecho una fortuna con las investigaciones de su padre y tío, la cual había ayudado a mejorar la medicina de la época, algo muy acordé a su nuevo apellido.
Solo regreso en una ocasión a su antiguo hogar, se había desatado una epidemia y los médicos bajo su mecenazgo fueron a ayudar. Todo seguía igual, no había cambiado nada, la gente de la ciudad, aquellos que le conocían, le miraron horrorizados cuando le vieron bajar del carro, todos se habían enterado de lo que pasó con Minos y sus socios, muchos de los cuales desaparecieron misteriosamente o sufrieron trágicos accidentes, claro que Albafica no sabía nada de esto.
Pero por fortuna Albafica no era alguien rencoroso o cruel, había acudido ahí porque, pese a lo que vivió, guardaba mucho cariño por ese pequeño poblado. Si bien había sufrido por años ahí...también fue felíz. Era el lugar donde sus padres se conocieron, donde el nació, donde vivió feliz mente por escasos años, con sus progenitores y tíos, donde aprendió a caminar, hablar, jugar, donde el y Pefko les mostraron a los demás la importancia de tener una familia y apoyarse mutuamente...donde conoció al Diablo y fue arrastrado al más profundo de los infiernos, siendo torturado por años hasta casi la muerte...pero... también era el lugar donde conoció a Manigoldo, su esposo, el lugar en el que volvió a reencontrarse con la esperanza y el amor. Para Albafica su pequeño pueblo marcaba un antes y un después, un parteaguas en su vida, por lo que no podía abandonarlo.
Le sorprendió encontrar su pequeña casa en buen estado, la verdad creyó que a su marcha los vecinos la quemarían como si fuese un lugar maldito o algo pero no, seguía igual. Incluso el y Manigoldo (que le acompaño) se alojaron ahí y con el paso de los años se convirtió en un pequeño hospital.
Lo que si había desaparecido era el antiguo burdel donde trabajaba, el cual si fue quemado dejando solo un desértico paisaje como recuerdo. Jamás supo que le pasó a los demás empleados y tampoco le interesó, como menos le interesaba el paradero de Minos el cual suponía seguía en la cárcel, claro que era una suposición incorrecta ya que hace años el peliplata había recibido una visita en su celda de una sombra que corto su cuello y lo mando al infierno de donde salió, pero eso a Albafica ya no le importaba, jamás volvería a temer ni dejaría que nadie, absolutamente NADIE, se aprovechará de él y lo lastimaras o a su familia.
La plaga se resolvió y los Médici se convirtieron en los guardianes del lugar, bajo la tutela de los condes de Florencia, por lo que ahora, toda la gente que le había maltratado ahora le adoraban y agradecían su ayuda. Cínicos e Hipócritas de acuerdo a Manigoldo, pero a Albafica no le importaba en absoluto.
-entonces el viejo mando a Kardia por algunos escritos.
-eso parece, la verdad es que ni me dijo, solo lo saco de la casa y le dió un sobre con instrucciones, no me opuse por que Lorenzo dijo que era para una buena causa...¡Y sí que lo es!
-pero mi querido Degel eso es para otra cosa.
-¡¿Encerio¿!
-¡Si!...mandé a Kardia por los rollos de los antiguos filósofos griegos...es que he hablado con unos amigos y creemos que la filosofía de los clásicos bien se puede combinar con el cristianismo, por ejemplo Platón y sus diálogos, yo creo que son muy parecidos a los discursos de nuestro señor, donde se habla del respeto y libre albedrío.
-ah...pero que interesante.
-si...llamaré Humanismo a esta filosofía, ya hablé con Poliziano y Marsilio ¿Te gustaría participar?
-¡Por supuesto que sí!
Caminaban por el jardín admirando las esculturas, la antigua idea de enseñar el arte de esculpir en mármol fue todo un éxito, tenían que admitir que muchas ellas eran hermosas obras de arte, Florencia estaba renaciendo como la cuna de la civilización moderna bajo su patronato.
-¡Magnífico, simplemente hermoso!....muy bien...mmm, dale más luz...no está mal y...ah, Camus, cariño puedes levantar un poco más el jarrón.
-ah...es que pesa...
-ah...espera le tírare el agua, no creo que sea necesaria ya...
-¡Mami, Papi miren, Soy Modelo!
-¿Eh?
-¡Maldito viejo pervertido! ¿Que le haces a mi florecita?🤬
-¡Manigoldo cálmate!
-¡Mu, baja de ahí en este instante!
-¡Por Dios Shion, no grites!
-¡Pero que hermosos se ven, mis angelitos!
Tres pequeños se encontraban parados en una mesa, rodeados por artistas y sus caballetes que les usaban de modelo. Las creaturas de cuatro y cinco años modelaban cual angelitos, con pequeños vestidos blancos y un par de alas hechas con pluma de paloma a su espalda.
El pequeño Mu, segundo hijo de Shion y muy parecido a su hermano mayor, portaba una bandeja con frutas, las cuales no dejaba de mirar con esos grandes ojos verdes ya que tenía hambre. Afrodita, hijo de Albafica y Manigoldo, estaba en el centro sosteniendo un hermoso ramo de rosas rojas, el pequeño era una belleza igual que su madre, con un lunar tan coqueto y muy risueño, a su lado estaba Camus, hijo de Degel y Kardia, un bonito peliverde con mejillas abultadas y rojas, sus manzanita de acuerdo a su padre, también con una túnica blanca y cargando un jarrón con agua.
Los nenes eran utilizados por Miguel Ángel, que había empezado a dar clases de pintura, al cual le parecían unos hermosos querubines.
Claro que no era lo mismo para los celosos padres que no les gustaba que alguien más admirara la belleza de sus retoños, ya bastante tenían con la escultura semidesnuda de sus parejas que adornaba la entrada del palacio, para coraje de los tres y es que hasta Yutzurija terminó envuelta en la obra, pero parece que a ese mendigo pintorcillo poco le importaba y se empezinaba en que su belleza tenía que ser conocida por el mundo, siendo siempre apoyado por Lorenzo...pero...sus bebés Noooo😭.
-dejalo Manigoldo se está divirtiendo...ven, mejor demos una vuelta.
-pero mi bebé 😭.
-ya dejen de llorar, vamos estamos interrumpiendo.
-pero, Yutzurija, Mu.
-Mu estará bien.
-no se preocupen, yo los vigilo, vallan a descansar.
-gracias Degel.
Lograron sacar a sus celosas parejas antes de que se pusieran en modo padre sobreprotector, por fortuna Kardia estaba de viaje que si no...le salía lo Espartano.
Por su parte Degel y Lorenzo se quedaron a vigilar, el Médici corría de un lado a otro, cual niño pequeño, admirando las obras, mientras Degel sonreía a su pequeño hijo para que se sintiera seguro... jajajajaja, Kardia se infartaria al llegar.
La vida avanzaba, en ocaciones lenta, en ocasiones rápida, pero de momento todo parecía pintarles de maravilla.
Tenía un apuesto esposo, un hermoso hijo, su querido primo comenzaba a estudiar medicina y él...esperaba a su segunda flor, había descubierto el valor de las personas más allá de lo económico y social.
Ahora sabía que valía...valía más de lo que la gente le decía, valía por lo que era, lo que había hecho y lo que haría, nunca nadie volvería a denigrarlo y humillarse, por que el valor de la gente no se mide con oro...se mide con sus acciones y él, pese a lo vivido siempre había intentado ser justo y amable, cosa que ni todo el oro del mundo puede comprar, estando satisfecho con su persona.
Fin.
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Y ahora sí se acabó.
Les gustó?
Parece que todo terminó en un final feliz...de momento, y es que la vida es una ruleta rusa, subes y bajas de acuerdo al destino.
Albafica fue felíz de pequeño, pero la subida cambio y tuvo que caer en picada por mucho tiempo, hasta que fue el momento de volver a subir y ser feliz.
Lo importante es no darte por vencido cuando llegue la bajada, no bajarte del juego y esperar... porque cuando vuelvas a subir...será más alto.
Muchas gracias a todas las personas que leyeron, me regalaron una estrella y comentarios, este fichero no habría sido nada sin su apoyo,se los agradezco de corazón y me disculpó por tardar tanto en terminar.
Un gran beso y abrazo y nos leemos después en otro ManixAlba.
Cuidense.
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