Sara

Mi primo se sentará con Alicia... Mario con Rita. No, verdad que ellos fueron novios. Demonios ¿Dónde pongo a Rita?

—Doctora Martin —me llama una enfermera. Levanto la cabeza y la interna me mira, algo temerosa. Los intimido no por ser su tutora, sino por quien soy, quien es mi prometido—. Alexander Earls, su urocultivo revelo que se trata de una Klebsiella, es multiresistente a los betalactamicos.

Suspiro.

—¿Y la amikacina? —pregunto. Hace una mueca.

—También.

Resoplo.

—Muy bien, hay que llamar al infectologo, vamos a tener que usar antibióticos carbapenemicos. Haz la interconsulta, iré en unos minutos —le indico. La interna asiente y se va casi corriendo.

Un minuto en paz, eso es todo lo que pido. Un minuto en que pueda beber mi café tranquila en la residencia, viendo las cosas de la boda. Ya tenía las flores, el menú, y ahora estaba en las mesas, acomodando a los invitados.

Como dan vueltas la vida. Jamás pensé en estar así, en Londres. Siempre creí que volvería a España, pero no me quejo. Lo que si era inesperado era esto, casarme. Claro, la organizadora de bodas hacía muchas cosas, pero yo debía decidir esto. En realidad, yo y Hazza. Pero él estaba ocupado, muy ocupado. Por lo que me he quedado prácticamente sola haciendo esto. Me alegro que trabaje y haga lo que le apasiona, pero... me gustaría que hiciera esto conmigo.

En fin. No voy a decidir nada ahora, por lo que bebo el ultimo sorbo de café, cierro la carpeta que me dio la organizadora y me levanto. Dejo la taza en el fregadero y me arreglo el delantal. Salgo de la residencia en dirección a la estación de enfermería, la interna está junto a un hombre que no reconozco, dándome la espalda. Frunzo el ceño.

—Aquí está la doctora —me señala la interna, arqueo una ceja.

El hombre se da vuelta y me quedo de una pieza. Su cabello negro corto, los mismos ojos castaños que conocía de hace varios años, su sonrisa amable y dulce, que siempre me sonrojó. Bueno antes, ahora no. ahora lo miro perpleja.

—Doctora Martin —sonríe él.

—¿Luca? ¿Pero qué haces acá? —le digo en español. Él ríe y abre sus brazos.

—Ven aquí tomatito —dice.

Lo abrazo riendo. No puedo creer que esté aquí. ¿Pero cómo es que está en Londres?

Luca y yo nos conocimos cuando tenía doce, por su hermana melliza, Clara. Luca era ese primer amor que nunca llevo a nada. Sé que él nunca me vio de esa manera, solo era la amiga de su hermana, la que se pasaba en su casa durante las vacaciones, que soñaba con robarse a su perro.

Me suelta y lo miro, sintiendo que no lo veo hace siglos, cuando han sido solo un par de años.

—Supe que te vas a casar. Me ha llegado la invitación el mes pasado. Clara está flipando —comenta. Me rio.

—Pues sí, ya la imagino —replico.

—Estoy haciendo un estudio, ya sabes que me gusta la investigación. Trabajo con la universidad y uso los datos del hospital. Tu interna ha dicho que uno de tus pacientes tiene una infección urinaria por Klebsiella —explica. Yo asiento.

—¿Estás investigando sobre eso? —pregunto, él asiente.

—La multiresistencia. Quiero tratar de encontrar una forma para inhibir sus mecanismos de defensa.

Levanto las cejas, impresionada. La interna carraspea, la miramos.

—El infectologo ha dicho que debemos darle meropenem, ha mandado la autorización —informa. Yo asiento.

—Perfecto, dile a la enfermera del cambio —le digo. Mi teléfono suena, lo saco de mi bolsillo, es _________. Muerdo mi labio y miro a Luca.

—Debes contestar —dice, yo asiento.

—Vuelvo en unos minutos. El padre del niño está dentro, cama tres A. para que le pidas el papeleo de autorización —le digo, caminando de espaldas, me guiña un ojo.

—Te veo al rato, tomatito —dice.

Me volteo y camino hacia las escaleras de emergencia, saliendo al exterior. Hace frío, lo normal en Londres si estamos en otoño. Descuelgo y coloco el teléfono en mi oreja.

—Hola —saludo.

—TMZ ha dicho que Shawn Mendes cantará en tu boda —suelta como si nada. Suelto un bufido.

—Buenos días para ti también —le digo con sarcasmo.

—Aquí son las una de la mañana —replica. Ruedo los ojos.

—¿Y qué haces despierta?

—debería estar escribiendo el cuarto libro, pero me he entretenido con el chisme. Deberías ver lo que dicen de mí. Aparentemente estoy esperando trillizos —responde. Rio por lo bajo.

—Pues la semana pasada yo y Hazza habíamos roto el compromiso —le digo, ella se ríe. Escucho un ladrido.

—Sh, Thor —le regaña ___________—. Hablando de Hazza, ¿Cómo ha estado la organización de la boda?

Suspiro.

—Pues... ha estado —replico, sin saber que responder. Ella ríe.

—¿Ya quieres quitarte los pelos de la cabeza? —bromea. Resoplo.

—Supieras. ¿Cómo coño sobreviviste a hacer esto mientras era tu graduación? Digo, era suficiente el tener que ver tu vestido, hacer los planes de mudanza... ¿Cuándo dormías?

—¿Por qué crees que nos demoramos un año en organizarlo?

Suelto un quejido.

—Pues a Hazza se le ocurrió que unos meses eran suficientes —me quejo.

—Anímate, después vas a pasar una semana de sexo, lujuria y placer —me anima. Ruedo los ojos.

—¿De so se va a tratar tu nuevo libro? —pregunto.

—Si claro —bufa—. ¿Qué tal va tu mañana?

—Pues bastante interesante —replico—. ¿Recuerdas que alguna vez te dije algo de un mellizo?

—Eh, claro. El chico por el que te morías antes de conocer a Hazza.

—No me moría —le rebato.

—Aja, como digas. —Puedo imaginarme su cara de "no te creo una puta palabra".

—Pues resulta que trabaja con la universidad aquí en el hospital, y me lo he encontrado —continúo, ignorando su tono.

—¿Qué? —pregunta incrédula—. ¿Estás de coña?

—No. Ha sido... extraño, digo, no pensé que nos encontraríamos así nunca —explico.

—Ya lo creo —concuerda. Escucho la voz de Tom adormilado a lo lejos—. Ya voy —le dice ella.

—Dale mis saludos a Tom —le digo.

—Te ves sexy con ese pijama —escucho que dice Tom.

—Ok, creo que ya me traumaron. Ve a follar con tu marido —digo. ________ suelta una risita nerviosa.

—Hablamos mañana —se despide, y cuelga.

Conejos pienso. Guardo mi teléfono en el bolsillo y suspiro. Extraño a Harrison, y en el fondo, envidio a ________ y Tom.

***

Si, de madrugada para no romper con la tradición jajajaja

¿Qué opinan de Luca? Hazza no está ayudando con la boda :o

Les leo, lectores insaciables <3