Acquaintances

—Zendaya, Zendaya ¿han vuelto a estar juntos?

—Zendaya ¿es cierto que se van a casar?

—Timothée ¿Qué ocurrió con Lily-Rose?

—¿Es cierto que harán otra película de Dune?

Entramos finalmente al restaurante. Agh. Los periodistas son estresantes. Son las consecuencias de haber caminado un largo rato por la playa antes de venir a comer. Ignoramos las preguntas y entramos. Timothée me da un empujón a modo de broma y rio.

—Yo no recuerdo que me hayas pedido matrimonio —bromea. Ruedo los ojos.

—Aja, es que estabas borracho, como en cada fiesta que me invitas —replico. Me guiña un ojo.

—Touché.

Nos sentamos en una mesa que él ha reservado, más privada. Nos gustaría sentarnos junto a la ventana, pero probablemente los paparazis se deleitarían con las fotos, y no quiero hacerlos ganar dinero.

Antes no los odiaba tanto, luego ocurrió lo de ________ y se ganaron un pequeño trozo de odio, pero después de la muerte de Martin, parecían unos buitres, sacándome fotos llorando, casi disfrutando del morbo. Es algo que jamás les perdoné.

—¿Qué vas a pedir? —pregunta Timothée, leyendo la carta.

—¿En serio? ¿No me vas a decir que ocurre entre tú y Saoirse? —pregunto. Levanta la cabeza y sonríe de lado.

—¿Qué tal si me dices si tu amiga la escritora y su esposo siguen juntos? —dice, intentando cambiar el tema. Ruedo los ojos.

—Ellos siguen felizmente casados, Tim. ________ está fuera de tu alcance, acéptalo —replico.

—¿Y sabes si estarían dispuestos a un ménage à trois? —pregunta, levantando las cejas. Le pego con la carta en la cabeza.

—Serás tonto —me rio.

—No pierdo las esperanzas —comenta. Pongo los ojos en blanco.

—Ya dime qué coño ocurre con Saoirse.

Comienza a contarme de su relación con ella. No hay que ser un genio para darse cuenta que tienen una química impresionante, no es solo que ambos sean unos actores increíbles, es que salen chispas cuando se miran a los ojos. Y por supuesto, aquello llevo a que estén en un tira y afloja. A veces juntos, a veces no.

Nos sirven unas cervezas con nuestra comida, me he pedido humus con hamburguesa de soya. Timothée se ha pedido un puré de camote con tofu. Seguimos conversando de nuestra vida. Él se ha vuelto un gran apoyo para mí, y realmente no sé qué hubiera hecho sin él estos años.

Entra tanta cerveza, me entran ganas de ir al baño. Me levanto y camino hacia los baños mientras Timothée pide postre. Hago mis necesidades y me lavo las manos. Me ajusto la falda que llevo puesta y peino un poco mi cabello. Salgo y camino de vuelta a la mesa, pero entonces diviso a alguien conocido.

Connor me queda mirando igual de sorprendido que yo. Me acerco y le sonrío. Fue incomodo verlo después de aquel primer encuentro, y cuando terminaron las grabaciones hace unos meses, no pensé que lo volvería a ver hasta una nueva producción.

—Hola —le saludo. Parpadea, recuperándose de la sorpresa.

—Hola señorita Coleman.

—Connor tenemos mesa —dice una chica acercándose a nosotros. Se detiene en seco al verme—. Oh por Dios.

Connor la mira a ella y luego a mí.

—Molly, ella es Zendaya...

—Claro que se quien es —le interrumpe él. Le tiendo la mano.

—Un placer conocerte Molly —le digo. Ella la estrecha y aprieta con más fuerza de la necesaria.

—El placer es mío, no puedo creer que te esté conociendo. Soy una gran admiradora tuya —habla rápidamente. Sonrío.

—Muchas gracias.

Molly lo mira.

—Connor, no me dijiste que eras amigo de Zendaya —le dice, aun no suelta mi mano. Ríe nervioso.

—No diría que somos amigos —le dice Connor. Lo miro, no sé realmente explicar cómo nos conocemos.

—Trabajamos juntos en algunas producciones —le digo a ella. Connor asiente.

—Si. Más bien somos conocidos —agrega él.

Molly asiente y vuelve a mirarme. Me pide una foto y finalmente se alejan hacia otra mesa. No puedo evitar seguir a Connor con la mirada. Resoplo, eso ha sido extraño.

Me acerco a Timothée que me observa con curiosidad. Me siento y con una cuchara me llevo una gran porción de mousse de lúcuma que ha ordenado.

—¿Y ese quién era? —pregunta, mirándome intensamente. Me encojo de hombros.

—Un... conocido —replico, imitando sus palabras.

—Aja, ¿por eso te lo has comido con la mirada? —pregunta él. Lo miro con mala cara.

—No me lo he comido con la mirada —afirmo.

—Si claro —dice, con una sonrisa burlona.

~~~~~~

Miro a Sof cocinando. Se ve tan concentrada picando las verduras. Vuelvo mi vista al frente y observo aquel vaso con agua y un popote. Me acerco y vuelvo a soplar por este, haciendo que aparezcan burbujas en el agua.

—¿Tienes hambre Tobias? —pregunta Sof.

Me alejo del vaso y la miro. Respiro hondo e inflo mis mejillas. Boto todo el aire.

—S...

Sof voltea a mirarme.

—S...o... f.

Deja el cuchillo en la mesa y se acerca a mí, sonriente.

—¿Dijiste mi nombre, Tobias? —pregunta.

—Sssi —digo, arrastrando la S. cuesta creer que una simple palabra me cueste tanto pronunciarla.

Me abraza y yo le devuelvo el abrazo. Su cabello negro huele a lavanda. Se separa de mí y acaricia mi mejilla.

—¿Puedes intentarlo de nuevo? —pregunta. Asiento.

—Sssofff.

Ella ríe y yo también.

—Ssoof.

Vuelve a abrazarme.

—Sof.

—Esto es excelente Tobias —sonríe, al borde de las lágrimas.

Miro sus ojos castaños, con un toque miel. Muerdo mi labio, y en un impulso completamente inesperado, me inclino y la beso.

***

Y ustedes ¿creen que a Daya le gusta Connor? 

Les leo, lectores insaciables <3

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