21.Hospital

Parecía que no había estado en tierra firme por años a pesar de que solo había sido una semana pero apenas habían salido del camarote el crucero llego a su fin y estaban finalmente de regreso en Japón.

—¡Qué no! Usagi—reclamaba molesto Misaki.

—¿Por qué no podemos hacer una visita ahora por Asia?

—Porque yo tengo trabajo y te juro que como sigas insistiendo me voy a vivir con Nii-chan

—Mírate si ya estás en modo esposa cuando dice "me voy a la casa de mis padres" tras una pelea—se burlo Usami.

—Baka Usami.

—Ring...ring—el teléfono de Usami sonó.

—SENSEI ¿DONDE HA HUIDO?—se oía la voz de Aikawa desesperada, grito tan fuerte que Misaki la escucho.

—Así que este viaje ha sido todo una excusa ¿verdad? por eso querías continuar el viaje—empezó a decir un irritado Misaki—¡HAZ TU MALDITO TRABAJO!

Se dirigió a la estación de trenes pero el tráfico humano era inusual apenas podía dar un paso sin chochar con al menos dos personas y la alteración de la gente no era normal.

Misaki no le dio demasiada importancia y fue a la plataforma donde vio unos inusuales escombros.

—¿Qué ha pasado?—pregunto Misaki.

—El tren ha descarrilado y las líneas están paradas por lo que gente está preocupada, pero parece que abrirán pronto las líneas-dijo Usami que enseguida lo había alcanzado y puesto a su lado sin que el apenas lo notará.

—¿Y tú como sabes eso? Que yo sepa acabas de regresar al mismo tiempo que yo...

—Mira allí—señalo un anuncio que ponía en la pantalla digital. Dejando a Misaki con la boca abierta "Definitivamente me toma por idiota" cruzo por la cabeza de Misaki.

A pesar de que estaban hablando bastante alto. Misaki se percato de un sonido que le llamo la atención.

—¿Escuchas eso?—dijo Misaki.

—¿El qué? —se extraño Akihiko.

Sin responderle se dirigió de donde venía el sonido tuvo que bajar a donde estaban las vías ahora llenas de escombros al acercarse lo distinguió nítidamente era un llanto. Al levantar la vista vio un bulto envuelto en una manta amarilla, era un bebe milagrosamente parecía no estar herido ¿Pero como es que nadie lo había escuchada hasta ahora?

—Usagi mira...

Al mirar a Usagi lo vio cargando un bulto envuelto en una manta blanca

—¿Este es el ruido del llanto este niño lo que decías, Misaki?

—No, es este—dijo al coger en brazos el bulto amarillo.

¿Cómo demonios nadie había escuchado a estos niños? Y más si eran dos.

—Será mejor que los llevemos al hospital primero—sugirió Misaki.

En el hospital fueron atendidos por Nowaki, que Usami reconoció inmediatamente debido a las veces que lo había visto y por todo lo que Hiroki le contaba de él.

Y Nowaki lo reconoció también ¿Cómo olvidar a la persona de la que Hiro-san estaba enamorado antes?

—¿Qué es lo que les pasa a los niños?—pregunto cuando entraron a la consulta.

—Es que lo encontramos debajo de lo escombros del accidente de tren.

—Pero eso es imposible, dijeron que no hubo sobrevivientes—se sorprendió Nowaki.

—Pues es lo que paso—dijo tajante Usami.

—Está bien, no dije que no le creyera voy a examinarlos.

Empezó por examinar el bulto amarillo que sostenía Misaki, examino cada rincón y no noto nada

—Es una niña muy fuerte—dijo y acto seguido examino el bulto blanco que trasportaba Usami-este niño también es muy fuerte—se asombro—verdaderamente es un milagro ninguno de los dos tiene ni un solo rasguño—admiro Nowaki—pero para estar seguros sería mejor que los trajeran unos días seguidos para ver como evolucionan.Por cierto parecen que no han comido hace algunas horas si me los dejan yo me encargo de ellos—dijo amablemente.

—Sí, muchas gracias—dijo Misaki.

—En media hora podrán irse-dijo mientras salía de la consulta-para hacer tiempo pueden ir a la cafetería—dijo amablemente.

Al dirigirse a ella Misaki vio un rostro conocido, era Takano-san

—Adelante Usagi-san, yo voy ahora-Usami al estar distraído no le dio tiempo de detenerlo ni de seguirlo.

—Takano-san—llamo Misaki.

—¿Eh?—se extraño que lo llamaran—Así eres el novato—dijo desganado Takano las palabras del día anterior aun retumbaban en sus oídos Onodera amaba a An-chan.

—¿Qué le trae por aquí?—pregunto.

—Onodera ha tenido un accidente y está ingresado—dijo cabizbajo.

—¿En serio—dijo preocupado—¿En qué habitación está?

—En la 486, ven te acompaño—ofreció Takano.

...........................................................................................................................

Mientras tanto en la habitación de Onodera una importante charla era llevada a cabo.

—Richan—dijo An-chan—quiero aclarar algo ayer no lo dije porque todo me cogió por sorpresa-pero tu nunca me has querido como algo más que una hermana pequeña, fui muy feliz al escuchar esas palabra siempre las quise oír pero no me gusta de este modo es todo una mentira. Además-cogió aire—¿Sientes ahora lo mismo que ayer?

—¿Eh?—se extraño ante la repentina pregunta.

—¿Qué sientes cuando me miras? Estás seguro de que cuando me dijiste eso me estabas mirando a mí y no a otra persona—le pregunto a Ritsu.

Su mente estaba confundida ayer tuvo una cálida sensación cuando miro a An-chan pero ¿Realmente estaba mirando a An-chan en ese momento?

—Si aun así quieres salir conmigo, lo haré porque aún no me he olvidado de ti a pesar de que te di tu libertad. Pero quiero que recuerdes todo tal y como era, tienes que intentar recodar todo, claro que estaré a tu lado hasta que tu lo necesites.

—Yo lo siento An-chan entonces te hice daño, lo siento—trato de disculparse.

—No te disculpes es normal, solo quería que supieras de como son las cosas en realidad y no aprovecharme de tu confundida mente, porque eso no es lo que tu deseas.

—Yo quiero intentarlo contigo—dijo Onodera.

En esto Takano abrió la puerta según acababa de pronunciar esas palabras Onodera, aunque solo escucho las últimas palabras dichas por Ritsu. Takano las había escuchado ¿Intentarlo con esa chica? ¿Onodera ya había decidido quedarse con ella?

—Perdón por interrumpir, ya nos vamos...

—No, pasa—sonrió Onodera—me encantan tus visitas—invito inconscientemente, sin saber del mar de emociones que recorrían en el interior de Takano.

—Hoy traigo visita— Takano trato de no pensar en lo que acababa de escuchar.

—¡Misaki!—grito al verlo.

—Buenas tardes, Onodera-san ¿Cómo se encuentra? ¿Me reconoce? Ya me habían dicho que tal vez no me reconociera—miro a Takano. Misaki aun no asimilaba la situación y estaba muy confundido.

—Si mi memoria anda algo confusa, pero sé que eres el novato que estoy a cargo ¿Me equivoco?—trataba de confirmar Onodera.

—No se equivoca—confirmo Misaki.

¿Por qué demonios reconocía a ese chico que apenas conocía de dos semanas y al él lo había olvidado por completo? Takano estaba ya casi al límite, el vaso estaba rebosando y seguían cayendo gotas.

—Estoy deseando volver a trabajar en las novelas—comento Ritsu.

—Ahí se nota su falta de memoria, ha cometido un error no editamos novelas, sino mangas—le aclaro.

—Ya veo espero recuperarla pronto—se rio.

—Veo que está animado—entro el doctor.

—Ya le hemos sometido a todas las pruebas necesarias y parece que no tiene ningún problema grave aparte de la perdida memoria, por lo que mañana le daremos el alta aunque tendrán que someterse a revisiones periódicas.

...............................................................................................................

En la cafetería tomándose un café Usami estaba molesto por haber sido dejado solo hasta que regreso Misaki.

—¿Dónde fuiste?—pregunto enojado.

—Fui a visitar a un compañero de trabajo que sufrió un accidente— respondió.

—¿Qué compañero?—pregunto.

—Onodera-san.

—No me gusta ese sujeto—dijo al recordar un momento concreto en el que estaba siendo abrazado por Misaki.

—Ya basta con tus celos imaginarios, esto es serio.

—No son imaginarios, si aun no sé que hacían abrazados en la oscuridad—se defendió.

—Ya te lo he explicado y además que me aferrara a él fue tu culpa por darme ese susto.

Por una vez se había quedado sin palabras.

—¿Entonces que vamos hacer con los niños?—desvió el tema Usami.

—Tendremos que reportarlos por si alguien los busca.

—¿Y mientras lo buscan que harás?

—Pues los cuidare—dijo inofensivamente.

—No la harás—mostro su desacuerdo Usami.

—¿Entonces que sugieres que haga? ¿Qué los deje abandonados en algún lado?

—No, solo digo que para eso están los servicios sociales.

—No, eso sería desentenderse.

—Si que te has puesto cabezota con este tema ¿No? Además como vas a hacer para mantener el trabajo y los niños, aunque solo sea por un corto tiempo, no tienen ninguna relación contigo no son tu responsabilidad.

—De algún modo, lo hare.

—Veo que esta vez no vas a ceder. Entonces no aceptare que hagas eso al menos vuelvas a casa.

—¡¿Pero que demonios?! Es mi decisión no tengo por que obedecerte—elevo la voz.

—Es mi condición—el rostro de Usagi se endurecio mostrando que no aceptaría un NO por repuesta hiciera lo que hiciera.

—¿Ahora quién se volvió loco? ¿En serio crees poder soportar a los niños?

—Si es algo que mi Misaki quiere lo haré. Además no creo que ha tus vecinos le haga mucha gracia tener a los bebés llorando toda la noche repentinamente.

—Ahí tienes razón, pero...

—Pues asunto cerrado.

Tras esto se dirigieron a la consulta de Nowaki

—Aquí los tienen—les dio a cada uno un bulto.

—¿Una pregunta que van a hacer con los niños? Como le dije antes necesitan ser revisados y si los van a llevar a un orfanato—hizo una breve pausa algunos recuerdos de su estadía en el orfanato le vinieron a la mente—necesito saber en cual para saber donde ir a verlos.

—De momento los cuidare durante algún tiempo hasta que aparezcan sus padres, es mi responsabilidad por encontrarlos—dijo el menor determinantemente mostrando una madurez algo inusual en él.

—Ya veo—dijo algo aliviado—así será más fácil observarlos y comprobar que no tengan secuelas.

—Por cierto puede darme consejos sobre como cuidarlos—pregunto Misaki.

Así que empezó a explicarles las horas que tenían que comer, como tenían que hacer para que eructara, el extremo cuidado que tenían que tener al cargarlos y limpiar bien cuando les cambiará el pañal.

—Muchas gracias—agradeció Misaki.

—No te preocupes cualquier duda no dudes en preguntármela.

Así abandonaron el hospital cargando los dos pequeños.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top