Después de la impactante noticia, Aimee no soportó más y salió de la cabaña con Armand a su espalda.
Él sabía incluso mejor que las hermanas de ella que después de las últimas novedades, necesitaba estar sola.
Él le daría su espacio, pero se mantendría cerca en caso de que ella pudiese necesitarle.

Ni siquiera habían alcanzado la punta del iceberg.
Todavía quedaban muchas preguntas que necesitaban que Morganna respondiese y la más urgente era el paradero de él.

—Puedes acercarte.
—Prefiero dejarte pensar tranquila.
—Tengo que dar con él, Armand. No sé que pasó después de que me sacaste de ese lugar, y eso está matándome.
Verla de ese modo estaba matándole a él por lo que ni siquiera lo pensó antes de rodearla entre sus brazos y mantenerla protegida entre ellos.

—No sé que hacer si llega a pasarle algo. Yo era quien debía protegerle y...
—Su misión era protegerte.
Ambos se volvieron hacia Morganna que se hallaba unos pasos alejada de ellos.
Cubierta con una larga capa negra y la capucha cubriéndole el cabello, parecía alguien totalmente irreal.
—¿De que estás hablando?
Dejando la protección que los brazos de de Armand le ofrecían, se acercó a la bruja y volvió a preguntarle.
—Yo le mandé para que cuidase de ti. Ese siempre fue su cometido. Debía estar a tu lado hasta que tu lobo llegase a buscarte.
—¿Tu... Tu lo mandaste a cuidarme?¿Tienes idea de lo que ese cabrón nos hizo? ¡Casi lo mató una vez!
Las ganas de golpear a esa mujer aumentaron al ver como se mantenía tranquila ante sus palabras.
—¿Crees que lo habría permitido? Además, no se puede matar a algo que teóricamente ya está muerto, ¿verdad?
—¿De que coño hablas?
—Matthew. Es de otra época. Lo invoqué hace unos años. Es un dragón dorado* y tiene que volver a su época pronto. Creo que desearas poder despedirte de él.
Aimee asintió aun confundida y la siguió mientras ella les conducía hacia otra parte del lago.
Un claro bastante alejado se abrió paso frente a ellos y allí, en medio del lugar, un majestuoso dragón de escamas doradas se alzaba en todo su esplendor frente a ellos.
Alzó el hocico al detectar su olor y resopló con fuerza antes de enfocar sus ojos en ellos. En Aimee en particular.
Ella dio un paso al frente y el dragón bajo la cabeza mostrando sumisión.
Una vez a su lado, levantó la mano y acarició su hocico.
Los ojos del dragón se cerraron con evidente placer antes de cambiar al Matthew que ella conocía y envolverse en un gran abrazo.

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Dragón dorado

El dragón dorado es un ser muy poderoso, sabio y de buen corazón que odia las injusticias. Nos encontramos, posiblemente, ante uno de los seres fantásticos más inteligentes y poderosos. Su intelecto es muy superior al de los humanos y pocos seres cuentan con sus características. Estos dragones pueden llegar a medir hasta 50 metros. Tienen unas escamas con motas de color metálico que con el paso de los años se vuelven totalmente doradas. Tienen la capacidad de respirar agua y de polimorfizarse, además pueden lanzar conjuros para detectar mentiras así como traer suerte y bendecir. Su aliento puede ser un cono de fuego o una nube de cloro venenosa. 
El hábitat de estos dragones es muy amplio y pueden sobrevivir en cualquier clima. Sus guaridas están aisladas y hechas de piedras y roca. También pueden vivir en castillos, que son custodiados por gigantes de las tormentas. Estos gigantes y los dragones dorados se ayudan mutuamente.